La Unión Dinástica
Fernando se convirtió en el rey de Aragón en 1479, tras la muerte de su padre, Juan II. Ese mismo año, Isabel venció a su sobrina Juana, hija de Enrique IV y conocida como la Beltraneja, en una guerra civil que había durado cinco años. La unión de ambos reinos fue tan solo una unión dinástica y no territorial, porque no comportó la fusión de los territorios en un único reino. Castilla y Aragón mantuvieron sus fronteras, sus propias cortes, leyes, instituciones, sistemas fiscales e incluso monedas distintas. Isabel reconoció a Fernando como rey de Castilla y, de hecho, el poder real en Castilla fue ejercido por ambos. Fernando también reconoció a Isabel sus derechos en Aragón, pero esta nunca tuvo interés en ejercerlos.
La Expansión Peninsular
El Reino de Granada
Los nazaríes gobernaban el último de los territorios musulmanes de la península. Tras una guerra entre 1482 y 1492, Boabdil, último rey nazarí, aceptó la rendición tras un largo asedio y Granada pasó a formar parte del Reino de Castilla.
El Reino de Navarra
Ante la alianza de Navarra con Francia, Fernando invadió el reino al mando de un ejército castellano alegando derechos dinásticos hereditarios. En 1512, Navarra quedó incorporada a Castilla, pero conservó sus fueros, sus leyes y sus instituciones.
El Reino de Portugal
También se propusieron la unión con el reino vecino y para ello utilizaron una política de alianzas matrimoniales, que daría sus frutos más tarde, cuando Felipe II heredó la corona portuguesa.
Una Intensa Política Exterior
En el Mediterráneo
La política internacional de los Reyes Católicos aspiraba a convertir la monarquía en una potencia marítima en el Mediterráneo. Por ello, Fernando continuó la tradicional intervención aragonesa en el Mediterráneo y se enfrentó con Francia, su eterno rival, que aspiraba a conquistar el Reino de Nápoles, gobernado por un descendiente de la Casa de Aragón. Los enfrentamientos entre ambos reinos fueron frecuentes. Primero, Fernando recuperó los condados del Rosellón y la Cerdeña y después, venció a los franceses en Nápoles, obligándoles a abandonar el sur de Italia. Para frenar a los piratas berberiscos que amenazaban el Mediterráneo, la monarquía conquistó Melilla, Orán, Argel y Bugía.
En el Atlántico
Castilla y Portugal habían comenzado a explotar el océano Atlántico. A la conquista portuguesa de Madeira y las Azores, los Reyes Católicos respondieron con la incorporación de las Islas Canarias a la Corona de Castilla entre 1478 y 1496. Cuando en 1492 Cristóbal Colón descubrió un continente desconocido para los europeos, la política exterior de la monarquía tomó un nuevo rumbo. El Atlántico se convirtió en un gran eje comercial, mientras que las rutas comerciales del Mediterráneo perdían importancia.
El Reforzamiento del Poder Real
En la Corona de Castilla
En Castilla, donde la alta nobleza y el alto clero habían apoyado a la Beltraneja y eran contrarios a Isabel, se llevó a cabo una política destinada a limitar el poder de los privilegiados:
- Se puso fin a la concesión de tierras a nobles y se les limitó la participación en los consejos del rey, prohibiéndoles acudir a la guerra al mando de un ejército con sus vasallos.
- Se crearon nuevas instituciones bajo la obediencia real, nombrando a expertos escogidos y pagados por el rey.
- El ejército dejó de depender de los nobles y se contrataron soldados a sueldo.
En la Corona de Aragón
- Se dictó la Sentencia Arbitral de Guadalupe, que abolía algunos derechos de la nobleza feudal.
- El Pactismo: el monarca se comprometía a negociar las leyes y los impuestos con los grupos privilegiados representados en las cortes de cada uno de los reinos y a reconocer los privilegios de la nobleza, la Iglesia y los municipios. A cambio, los privilegiados le proporcionarían las subvenciones monetarias que necesitaba.
El Crecimiento de la Economía
En la Corona de Castilla
Se extendió la actividad ganadera, en especial la ovina. La lana que se extraía de la oveja merina se exportaba mayoritariamente a Flandes e Inglaterra a través de los puertos del Cantábrico. La nobleza propietaria del ganado defendió sus intereses a través de una asociación, la Mesta, encargada de la gestión de los rebaños y de la trashumancia.
En la Corona de Aragón
El rey Fernando abolió los derechos feudales en Cataluña, conocidos como los Malos Usos. Las remensas, campesinos muy pobres, mejoraron sus duras condiciones de trabajo. En Cataluña se impusieron aranceles para proteger las manufacturas de tejidos. Los puertos del Mediterráneo fueron poco a poco recobrando su actividad comercial.
Desigualdades y Privilegios Sociales
En la Corona de Castilla
Isabel estableció el Mayorazgo, por el cual el patrimonio de las familias nobles debía pasar intacto al primogénito. Era una forma de asegurar la lealtad a la Corona de las grandes familias nobles.
En la Corona de Aragón
La recuperación económica permitió que los comerciantes y artesanos de las ciudades aumentaran su influencia social.