La expansion imperial del siglo XVI

4.3 El dominio del Mediterráneo


El Imperio Otomano era una gran potencia en el Mediterráneo oriental desde la ocupación, en 1542 de Constantinopla, convertida en su capital, Estambul. Los otomanos aspiraban a expandirse por el centro de Europa, sitiando Viena en 1529, y el Mediterráneo occidental. En el mar, los berberiscos practicaban la piratería (Barba Roja) y atacaban a las poblaciones costeras para obtener botín y, sobre todo, esclavos.
Carlos I lanzó con éxito un ataque contra Túnez en 1535, pero fracasó en la conquista de Argel en 1541. //Durante el reinado de Felipe II, que coincidió con el máximo esplendor turco bajo Solimán el Magnífico (1520-1566), los otomanos amenazaron todo el Mediterráneo al apoderarse de Chipre y Túnez. Ante ello se unieron la monarquía hispánica, Venecia y el Papado (Santa Liga) y armaron una gran escuadra. El enfrentamiento se dio en el golfo de Lepanto (1571), y significó una gran victoria de los cristianos, que alejó el problema turco del Mediterráneo occidental durante años sin suponer cambios territoriales y a partir de entonces existió una tregua tácita entre ambos imperios.

4.5 La incorporación de Portugal

En el reino luso gobernaba el joven rey Sebastián I dueño además de un apreciable imperio por los muchos enclaves coloniales o comerciales de Portugal en todo el mundo. Este soberano que pretendía difundir el cristianismo e inspirado por las novelas de caballería intervino en un conflicto dinástico por el trono de Marruecos Diode desembarca en 1578 pero es derrotado y muere en la batalla de Alcazarquivir dejando el trono vacante. Hasta 1580 gobernó su anciano tío abuelo Enrique I pero al morir éste en 1580, Felipe II, que era tío de Sebastián I, reclama el trono e invade el país con el Duque de Alba. Apenas encontró resistencia, gracias al apoyo de la nobleza y el clero y su promesa de respetar las tradiciones y libertades portuguesas, por lo que fue reconocido como rey en las Cortes de Tomar (1581) como Felipe I de Portugal. Este fue el mayor éxito de su política exterior.

4.6 Los enfrentamientos con Inglaterra

Inglaterra había sido, desde el reinado de los Reyes Católicos, aliada de la Corona española frente a Francia. El segundo matrimonio de Felipe II fue con María Tudor, hija de Enrique VIII, reina de Inglaterra y católica, pero al morir sin descendencia, el trono pasó a su hermanastra, la reina Isabel I (1558). Ésta, de religión anglicana, apoyó a los protestantes de Flandes y, deseosa de competir por el dominio del Atlántico y el control del comercio americano, protegió a los corsarios que atacaban a los barcos españoles (Hawkins y Drake). Felipe II decidió enfrentarse a Inglaterra y preparó una gran flota para atacarla (la Gran Armada). La expedición fue un desastre y la Gran Armada regresó diezmada y vencida por los naufragios en 1588. Sin embargo los ingleses fracasaron en sus contraataques y en 1605 se firmó la paz.


 

5.1.La economía del siglo XVI:


Desde el punto de vista demográfico, el siglo 16 español se caracterizó por un incremento continuado de la población en Castilla, alrededor de un 15% anual entre 1530 y 1594, con mayor concentración en las regiones del sur, más relacionadas con el comercio y las rutas americanas. Sin embargo, en la Corona de Aragón  apenas hubo aumento de población.//Como efecto del crecimiento de la población y de la demanda de productos de America, la agricultura tuvo un alta constante.Así, aunque las tierras de labor eran escasas, por su concentración en manos de nobles y clérigos, y los precios de arriendo, elevados, muchos campesinos sin tierras o pequeños propietarios, estimulados por los altos precios de los productos agrícolas, hipotecaban sus fincas o pedían prestamos para arrendar nuevas tierras. Pero cada vez que había una mala cosecha o bajaban los precios agrarios, no podían pagar los arriendos, ni devolver los préstamos. Entonces, los pequeños propietarios pedían sus tierras, que pasaban a los grandes latifundistas, y los campesinos arrendatarios debían abandonar las propiedades. En definitiva la expansión económica del siglo XVI  ni mejoró ni transformo  la estructura agraria heredada de la edad media.//A principios del siglo XVI también se produjo una expansión de la industria artesanal, estimulada  por la demanda del mercado americano. Fue la época de la matelurgia vasca, de la construcción naval en Valencia y Cataluña pero sobre todo de los gremios textiles de Sevilla, Toledo, cuenca y Segovia. Sin embargo la monarquía favoreció a los portadores de lana frente a los productores de tejidos y otorgo protección a los industriales textiles flamencos. De este modo poco a poco el mercado interior y el americano quedaron en manos de los cometidotes extranjeros capaces de ofrecer productos de más calidad y a un mejor precio.
//El comercio fue el sector que conoció un mayor desarrollo a lo largo del siglo XVI gracias a la explotación del nuevo Mundo. El crecimiento comercial  se centro en las ciudades castellanas y en los puertos del atlántico, mientas que en la corona de Aragón y en los puertos mediterráneos, el comercio decayó debido a la presencia turca.//En castilla al no transformarse la estructura agrícola ni artesanal la producción fue incapaz de abastecer la demanda de productos. Esta escasez unida a la gran cantidad de oro y plata circulante dio lugar a una espectacular subida de los precios. Ante esta situación la monarquía permitió la importancia de todo tipo de productos del extranjero, tanto para España como para reenviar a America. Además, los fuertes impuestos sobre las explotaciones originaron una reducción de los beneficios y de los incentivos para producir. En resumen, el enorme flujo del comercio americano no sirvió para transformar la estructura económica de Castilla. Vencida por los naufragios. Sin embargo también los ingleses fracasaron en sus contraataques y en 1605 se firmó la paz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *