La monarquía hispánica de los Reyes Católicos política exterior

La sociedad en los siglos XVI y XVII La sociedad estaba dividida en estamentos basados en una desigualdad jurídica. Así había dos estamentos privilegiados –nobleza y clero- y uno no privilegiadopueblo o estado llano-, formado a su ver por una gran variedad de grupos sociales. Los privilegiados no pagaban impuestos entre otras ventajas sociales. La nobleza era el 5% y acumulaba un gran patrimonio y riqueza aunque perdíó poder político frente a la monarquía.
Existía una alta nobleza, aquella que estaba titulada (grandes de España como los Alba etc.) era propietarias de enormes patrimonios. La nobleza intermedia eran los caballeros y la oligarquía urbana así como funcionarios que el rey había ennoblecido (nobleza de toga). La baja nobleza-hidalgos- perdíó importancia social y económica y muchos de ellos eran pobres. La necesidad de ingresos del Estado hizo que los monarcas permitiesen la venta de títulos nobiliarios. El acceso a la nobleza podía producirse por la vía matrimonial o por méritos o servicios a la corona (nobleza de toga), con lo cual el número de nobles aumentó. El clero representaba el 10% y dispónía de un gran patrimonio (tierras, rentas etc.). Estaba dividido en el alto clero (obispos, cardenales, abades) homologable a la nobleza ya que muchos de sus integrantes tenían ese origen. El bajo clero (curas, monjes y monjas), tenían unas condiciones de vida más parecidas a las del pueblo llano.El pueblo llano, estamento no privilegiado, era muy heterogéneo. Representaba el 85% de la población tanto urbana como sobretodo rural. Pagaban impuestos directos (pechos en Castilla). Este estamento incluía desde campesinos propietarios y burgueses (grandes comerciantes, maestros gremiales) con cierto poder económico a jornaleros, clases populares urbanas (artesanos, criados, aprendices…) sin rentas o propiedades. En el último escalón se encontraban los marginados sociales (vagabundos, pícaros…) En cuanto a los valores sociales, la sociedad de los siglos XVI-XVII se basaba en un modelo patriarcal de familia en el cual la autoridad masculina (del padre o esposo) era incuestionable. Era una sociedad en la cual predominaban los valores nobiliarios: honor, la honra, limpieza de sangre, valentía, mérito… Para poder sostener esos valores era muy importante asegurar el origen nobiliario de cada uno y la limpieza de sangre, es decir la seguridad de no haber tenido antepasado judío, musulmán o converso y que por tanto eras un cristiano viejo. Por último la obsesión por obtener un título de nobleza y el desprecio por cualquier actividad productiva eran dos de las actitudes comunes en la sociedad de esta época.

1 El reinado de Felipe III


Bajo Felipe III (1598-1621) 1 hijo de Felipe II y Ana de Austria, la Monarquía Hispánica alcanzó su máxima expansión territorial. Delegó las tareas de gobierno en una nueva figura política:
El favorito o valido, una especie de ministro principal cuyo mayor mérito consistía en contar con la confianza del monarca. Era un cargo de designación real, sin lugar en el organigrama administrativo, por lo que su nombramiento y cese dependía solo de la voluntad real. Para ese cargo, Felipe III nombró al duque de Lerma. 2 a) Política exterior Su política exterior puede considerarse pacifista3 , aunque en realidad es una continuación de la llevada a cabo por su padre en sus últimos años de reinado (Paz de Vervins con Francia en 1598). Con Inglaterra se firmó la Paz de Londres (1604) y con las Provincias Unidas la tregua de los doce años (1609). Las razones de esta política eran tácticas: tantos frentes abiertos provocaban un agotamiento de recursos. Con ello conseguía la monarquía hispánica ganar tiempo para acometer una reforma hacendística y del ejército con la cual reforzarse y así reabrir los conflictos en el futuro. B) Política interior Dos asuntos centraron su reinado: La crisis financiera de la monarquía. En 1607 tuvo lugar una nueva bancarrota, provocada por las continuas guerras y las deudas de reinados anteriores. Esta falta de recursos favorecíó la pacificación de la mayoría de conflictos y la puesta en marcha de reformas para mejorar la situación de la Hacienda. Estas reformas fracasaron al no conseguir reducir gastos y aumentar los ingresos 

La expulsión de los moriscos en 1609


Fue motivada por tres cuestiones. Era la continuación de la política de uniformización religiosa impuesta desde el reinado de los Reyes Católicos, ya que se sospechaba que la conversión de los moriscos no era sincera. En segundo lugar, fue un tema de seguridad interior, ya que se creía que colaboraban con las incursiones de los piratas berberiscos y que eran aliados de los turcos. En tercer lugar, se utilizó como medida para aumentar el prestigio interior de la monarquía: se planteó como una demostración de fuerza en un momento en el que el rey parecía débil a causa de los tratados de paz en el exterior.5 Las consecuencias de la expulsión fueron demográficas y económicas especialmente para algunos reinos como el de Valencia donde constituían un tercio de su población6 . En total fueron expulsados unos 275000 moriscos que, en su mayoría, se asentaron en el norte de África.

El reinado de Felipe IV


Subíó al trono con 16 años y en sus primeros años estuvo la tutela de su preceptor, el conde-duque de Olivares8 , el cual asumíó el papel de valido. Olivares intentó una serie de reformas que manifestaban una preocupación por mejorar la situación interna y externa de la monarquía. A) Política exterior Se caracterizó por su agresividad. La monarquía reinició la guerra con las Provincias Unidas en 1621 implicándose, a la vez, en la guerra de los treinta años. Estos conflictos también llevaron a la guerra con Francia. Guerra contra las Provincias Unidas. Tras el fin de la tregua de los 12 años el conflicto se reanudó. Hasta 1634 los enfrentamientos fueron favorables a los católicos. Guerra de los treinta años (1618-1648). Participó como aliada de los Austrias alemanes en su lucha contra los príncipes protestantes germanos y las potencias que los apoyaban (Dinamarca y Suecia). La Monarquía española encabezó el bando católico y vencíó a las tropas suecas en Nördlingen (1634). Guerra contra Francia. Las victorias del bando católico hicieron temer a Francia que la Monarquía Hispánica alcanzase la hegemonía completa. Por ello Francia, un país católico, intervino en 1635 junto a los protestantes. La intervención francesa supuso el descalabro español materializado en dos grandes derrotas: la batalla naval de Las Dunas (1639) con la destrucción de gran parte de la armada española por los barcos holandeses, y la batalla de Rocroi (1643), donde los tercios españoles fueron derrotados por las tropas francesas. Estos conflictos finalizaron con dos tratados de paz muy perjudiciales para los intereses de la Monarquía Hispánica: La Paz de Westfalia (1648), puso fin al conflicto en Centroeuropa. Significó la aceptación por la Monarquía Hispánica de la independencia de las Provincias unidas y el final de la hegemonía de los Austrias en Europa. La Paz de los Pirineos (1659) cerró el conflicto con Francia. Luis XIV recuperaba para Francia el Rosellón y parte de la Cerdaña, plazas fortificadas en Flandes y Luxemburgo así como concesiones comerciales en América. El rey francés contraía matrimonio con María Teresa de Austria, hija de Felipe IV. La monarquía tuvo también que defender el tráfico marítimo con América, frecuentemente hostigado por el corso inglés y holandés. Ello le obligó a mejorar los recursos de la armada y fortificar los principales puertos americanos: La Habana, Cartagena de Indias, etc. B) Política interior Estuvo relacionada con la exterior, especialmente en el aspecto financiero. La reanudación de los conflictos exigía un aumento de gastos a una Hacienda real que sufríó una bancarrota en 1527 y una devaluación de la moneda del 50% en 1528. Conde-duque de Olivares Olivares planteó una reforma financiera que se sustentaba en la llamada Uníón de Armas (1625). Ante el hecho de que el principal esfuerzo financiero y humano para la defensa de la monarquía lo había efectuado Castilla, estando ésta empobrecida como consecuencia, Olivares planteaba que todos los reinos, en función de su población y riqueza, sostuvieran un ejército permanente de 140000 hombres. La Uníón de Armas se basaba en el llamado Memorial Secreto (1624) que pretendía modificar el modelo político de monarquía compuesta de los Austrias en el sentido de uniformizar las leyes e instituciones de sus reinos y conseguir de esta forma que la autoridad del rey saliera reforzada al alcanzar el mismo poder que tenía en Castilla. Pretendía por tanto suprimir las diferencias y repartir por igual cargas y beneficios entre todos los territorios de la Corona. El plan entrañaba una concepción absolutista del poder y buscaba crear una estructura centralizada del Estado, más fácil de gobernar. Pero su aplicación era casi imposible por las dificultades económicas de la monarquía y por la oposición de los distintos reinos, celosos de sus derechos forales.

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