La Primera Revolución Industrial: Un Cambio de Era (1780-1860)
La Revolución Industrial representa el proceso de transformación económica fundamental que tuvo lugar en Inglaterra entre 1780 y 1860. Este periodo supuso cambios profundos a nivel económico, político y social, marcando la transición de una economía agraria de subsistencia a una economía industrial capitalista moderna.
Se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra y se extendió progresivamente por el resto del mundo durante el siglo XIX. Este proceso consolidó el sistema fabril y el sistema de producción capitalista, dando lugar a nuevas formas de organización social.
1. Transformaciones Agrarias y Crecimiento Demográfico
1.1 La Revolución Agrícola
Una serie de transformaciones en el sector primario posibilitaron un aumento significativo en la producción de alimentos, sentando las bases para la industrialización:
- Cambios en el sistema de cultivo (ej. rotación de cultivos).
- Nuevas estructuras de la propiedad (ej. leyes de cercamiento o *enclosures*).
Como consecuencia, los campesinos pobres perdieron sus derechos sobre los bienes comunales y se vieron forzados a convertirse en jornaleros o a emigrar a las ciudades.
1.2 El Aumento de la Población
El incremento en la producción de alimentos favoreció un notable crecimiento demográfico, caracterizado por:
- Aumento de las tasas de natalidad.
- Aumento de la esperanza de vida debido a mejores condiciones alimentarias y sanitarias iniciales.
2. El Desarrollo de la Industria
2.1 La Mecanización y el Sistema Fabril
El sistema fabril se caracterizó por la producción en serie, el uso intensivo de máquinas y la concentración de trabajadores en fábricas.
La mecanización comenzó en la industria textil y se extendió a otros sectores. El salto cualitativo se produjo con la adopción de la energía hidráulica y, posteriormente, con el avance definitivo que supuso la máquina de vapor. Todos estos factores permitieron un aumento exponencial de la productividad y la producción.
2.2 La Industria Algodonera
Fue el sector emblemático de la Revolución Industrial. A mediados del siglo XVIII se produjo una expansión sin precedentes de la industria textil algodonera, que abastecía tanto al mercado interior como al exterior. Un factor clave que estimuló esta producción fue el acceso a materia prima barata (algodón importado).
2.3 El Carbón y el Hierro
Este fue el segundo sector clave. El carbón se consolidó como la principal fuente de energía del siglo XIX. El aumento en la demanda de hierro impulsó innovaciones como:
- La fundición en un alto horno, que permitió el crecimiento de la producción.
- La técnica del laminado y el pudelado.
- El posterior desarrollo del convertidor de Bessemer, que facilitó la transformación del hierro fundido en acero.
2.4 Otros Sectores Industriales
Se produjeron importantes transformaciones en la industria química y un gran desarrollo de la metalurgia, así como la expansión del sector de la construcción.
2.5 Los Nuevos Transportes
La necesidad de mover materias primas y productos manufacturados impulsó mejoras en caminos y canales. El invento crucial fue la locomotora, debido a:
- Su gran capacidad de carga.
- Su velocidad y menor coste operativo.
- Mayor seguridad en el transporte terrestre.
La construcción de ferrocarriles generó grandes expectativas de desarrollo económico. Paralelamente, Robert Fulton aplicó la máquina de vapor a la navegación.
2.6 El Impulso del Mercado
El desarrollo industrial fue impulsado por la expansión de ambos mercados:
- Mercado Exterior: Impulso del comercio internacional.
- Mercado Interior: Crecimiento de la población, aumento del poder adquisitivo del campesinado y especialización de la producción.
El resultado fue un aumento sostenido del comercio.
2.7 La Expansión de la Industrialización
El proceso industrial se divide cronológicamente en dos grandes fases:
- Primera Revolución Industrial: Abarca desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX (foco en el vapor, carbón y hierro).
- Segunda Revolución Industrial: Se da a finales del siglo XIX y principios del XX, caracterizada por la aparición de la electricidad y el petróleo como nuevas fuentes de energía.
3. Liberalismo Económico y Capitalismo
3.1 El Liberalismo Económico
El desarrollo industrial produjo el surgimiento del capitalismo industrial y una nueva doctrina económica: el liberalismo.
Los principios fundamentales del liberalismo económico fueron elaborados por pensadores clave:
- Adam Smith: Postuló que la sociedad está compuesta por individuos, no por estamentos, y defendió la “mano invisible” del mercado.
- David Ricardo: Indicó que el trabajo es una mercancía más dentro del sistema capitalista (teoría del valor-trabajo).
- Thomas Malthus: Defendió que el crecimiento descontrolado de la población desequilibra su relación con los recursos, empeorando el nivel de vida.
- John Stuart Mill: Defendió la iniciativa individual, la acumulación de capital y el libre mercado competitivo.
3.2 Capital, Trabajo y Mercado
En este nuevo sistema:
- Los medios de producción son de propiedad privada, concentrada en la burguesía.
- El trabajo se convierte en la mayoría de la población que vende su esfuerzo a cambio de un salario.
- La burguesía busca obtener el máximo beneficio posible.
Los desajustes entre la oferta y la demanda provocan crisis periódicas.
3.3 Proteccionismo y Librecambio
Existía una tensión entre dos modelos económicos internacionales:
- Gran Bretaña fue la principal defensora del librecambio.
- Otros países de Europa y Estados Unidos defendían el proteccionismo (mediante aranceles) para proteger sus industrias nacientes.
4. Las Consecuencias Sociales de la Industrialización
4.1 El Proceso de Urbanización
La industrialización provocó una multiplicación y crecimiento acelerado de las ciudades debido a la emigración masiva del campo a los centros industriales. Este crecimiento urbano afectó a toda Europa.
4.2 La Segregación Urbana
El rápido crecimiento de las ciudades generó una marcada división espacial:
- Barrios residenciales exclusivos para la burguesía.
- Barrios obreros caracterizados por condiciones de vida miserables y hacinamiento.
4.3 La Nueva Sociedad Industrial
La estructura social se reconfiguró drásticamente:
- Disminuyó el número de campesinos.
- La aristocracia perdió relevancia social y económica.
- La Burguesía se consolidó como la clase dominante, obteniendo:
- Poder Económico: Eran los propietarios de los medios de producción.
- Poder Político: Consiguieron acceder al poder del Estado, a menudo apoyados por los ideales de la Revolución Francesa.
- Poder Cultural: Impusieron sus valores y su visión del mundo en contraposición a los valores de la nobleza.
- Clases Medias: Con la industrialización aumentó el número de personas dedicadas a las profesiones liberales y la administración; no ejercían trabajos manuales.
- Asalariados (Proletariado): Constituían la base de la nueva sociedad industrial.
4.4 Las Mujeres y los Niños en la Sociedad Industrial
Se consolidó una clara diferencia social basada en el género, aunque la realidad variaba según la clase:
- Mujeres de clase media y alta: Su vida se centraba en el hogar y su educación no se consideraba prioritaria para el ámbito público.
- Mujer campesina: Combinaba las labores domésticas con el trabajo agrícola.
- Mujer obrera: Se enfrentaba a la doble jornada, combinando el trabajo en la fábrica con las tareas del hogar y la familia.
Los niños trabajaban en condiciones extremas, a menudo cobrando menos de la mitad que un hombre:
- Sus cuerpos eran considerados ideales para introducirse en las minas y maquinaria estrecha.
- En las primeras fábricas inglesas, niños menores de 7 años eran obligados a trabajar entre 12 y 15 horas diarias.
- No recibían alimentación adecuada, estaban expuestos a ambientes peligrosos y no tenían tiempo para la escuela o el juego debido a las largas jornadas laborales.