La revolución liberal (1833-1843)

Fernando VII fallece en 1833. La infanta Isabel tiene 3 años, su reinado no comenzara hasta su mayoría de edad. Se abre en España una regencia desempeñada por la reina Maria Cristina de Borbón y por el General Espartero. La primera coincide con una guerra civil que enfrentan a los que no quieren cambiar la situación contra los que apostaban por la contemporaneidad. El reinado de Isabel II supondrá la revolución liberal burguesa en España y los años del Sexenio, el intento fallido de un estado democrático. La guerra civil no fue solo una lucha por heredar el trono, sino una confrontó entre absolutistas y liberalismos. Los voluntarios realistas de 1823 fueron en la geografía carlista se localizo en regiones donde la tradición floral y los campesinos gozaban de la independencia económica: país vasco, Navarra, montañas del sur del bajo ebro y Cataluña. Algunos miembros de la burocracia, elementos del ejercito y los asolariados se sumaron a la causa de Don Carlos, el peso decayó sobre el campesinado y el clero de algunas regiones los liberales y sus partidarios se asentaron en los núcleos urbanos, se surtieron de las clases ilustradas, de la aristocracia latifundista y de la burguesía, negocios artesanos y pequeños comerciantes, como de campesinos que esperaban del triunfo liberal una transformación agraria. La operaciones militares se desarrollaban en 3 fases: 1.fase 1833-1835 organización durante los carlistas llevaron su expansión por Aragón Cataluña y valencia. Zumlacarregui, que murió en Bilbao en 1835 supuso un grave revés por los carlistas. 2. fase: 1836-1837. se prolongo hasta octubre de 1837 con el fracaso de la expansión real sobre Madrid. Se alejaba para el pretendiente la posibilidad de vencer militarmente en la guerra. 3. fase. 1838-1840. la crisis interna de ambas bandas, facilito un acercamiento entre las fuerzas enfrentadas con la firma del convenio de Vergara. Los generales Baldomero Espartero y Rafael Maroto fueron sus interlocutores principales. El balance político se tradujo en la aceptación por los carlistas de la infanta Isabel como futura reina. Los vendedores apoyaron los fueros vascos-navarros. La minoría de edad de la infanta Isabel transcurrió durante estos años, como se ha indicado, bajo las regencias, de Maria cristina y del general espartero. Los propósitos reformistas de Bermúdez en el gobierno eran insuficientes, ya que dejaban igual las estructuras de la monarquía absoluta, destaca la división provincial llevada a cabo por Javier de Burgos. La necesidad de un cambio político, la reina confía el gobierno a Martínez de la rosa. el partido moderado quiso una reconciliación con las antiguas clases dirigentes que hiciera del liberalismo una síntesis de lo viejo y lo nuevo. Defendía la soberanía nacional como dos instituciones: el rey y las cortes; un poder legislativo bicameral. Apoyaban un estado centralizado y un poder ejecutivo fuerte. A esta opción política se unió la otra burguesía y sectores de las clases medias, jefes y oficiales del ejército. * El partido progresista defendía la soberanía nacional residía en las cortes, aunque aceptaba el papel moderado de la corona y el sistema legislativo bicameral. Admitían el sufragio, censatario, que defendían un grupo electoral y la libertad de prensa y l carácter democrático de los ayuntamientos. Se integrarían las clases medias y artesanos de la ciudad, los comerciantes y clases del ejército. Estos dos grupos protagonizaron el proceso político entre 1833 y 1868. el movimiento constitucionalista se concreto en dos importantes realidades: el estatuto real de 1834 y la constitución de 1837. Martínez de la rosa elaboro una ley, el estatuto real que fue en 1834. Quedaba plasmado un régimen basado en dos instituciones: el rey y las cortes. El rey gozaba de iniciativa legal que hizo congelar la actividad de las cortes. Los liberales se convertían en apoyo del trono frente a los absolutistas. Dos logros del constitucionalismo se echaban de menos en el estatuto: el de la soberanía nacional y el reconocimiento de los derechos del ciudadano, de ahí se abriera paso de sustituirlo por un texto más progresista. Dueños del poder en 1836, los progresistas terminaron el estatuto real, promulgando la constitución de 1837. La de 1837 es una constitución popular, recogía el principio de la soberanía nacional y una amplia declaración de derechos: las cortes se estructuraban en dos cámaras: congreso de los diputados y senado.

El congreso de los diputados era una cámara enteramente electiva. De los 3 poderes del estado el legislativo fue confiado al rey y a las cámaras. El ejecutivo residió en la corona, el poder judicial se encomendó a la independencia de los tribunales. Uno de los elementos derivados de la constitución de 1837 fue la ley de ayuntamiento de 1840. El apoyo del clero y la necesidad de recursos financieros impulsaron la obra desamortizadora. La desamortización constituyo así la medida mas revolucionaria. La iglesia y los municipios disponían de vienes vinculados. La desamortización consistió en desvincular dichas tierras de sus propiedades a través de medidas legislativas. La importancia de estas medidas fue considerable. Al amparo de la ley de ayuntamiento de 1840, los progresistas suscitaron un movimiento que obligo a la regente a recursos al general espartero. La sucesión de dicha ley y la decisión de disolver la corte provocaron la renuncia de maría cristina a la regencia. Durante estos años se prosiguió la tarea de consolidación del régimen mediante el desarrollo de la constitución de la climatización. El bombardeo de la ciudad de Barcelona y la consiguiente represión asentaron la impopularidad del regente. Una coalición de fuerzas antiesparteristas dio ocasión al pronunciamiento del general Narváez que se hizo con el poder. Durante este periodo, se produjo la consolidación del régimen liberal y de sus instituciones político-administrativo. La exclusión de los progresistas del poder debilito las bases políticas y sociales del régimen que termino siendo derribado en la revolución de 1868. El hombre mas representativo de modernismo fue Narváez. Durante esta década se emprendió igualmente la tarea de institucionalización del régimen liberal, concretada en la elaboración de un nuevo marco constitucional de la normalización de la relaciones entre la iglesia y el estado español y de la reforma de la administracion.

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