La Segunda República Española: de la esperanza al abismo (1931-1933)

La Segunda República Española (1931-1933)

La proclamación de la República y las primeras reformas

La caída de la monarquía y el gobierno provisional

En las elecciones municipales del 12 de abril los monárquicos obtuvieron la mayoría de concejales, sin embargo, la coalición republicano-socialista mostró la falta de apoyo a la monarquía. La República era el símbolo de las aspiraciones a reformas políticas y sociales como el establecimiento de la democracia, la reforma educativa y las aspiraciones de las autonomías. En la noche del 14 de abril de 1931, Niceto Alcalá Zamora proclamó en Madrid la Segunda República y exigió al rey que abandonara el país.

El comité revolucionario creado por el Pacto de San Sebastián se convirtió en el gobierno provisional de la República. Gobierno dirigido por Alcalá Zamora y formado por todos los partidos políticos favorables a la República. Estos partidos representaban a las clases medias de trabajadores, a la pequeña burguesía…

Las reformas inmediatas

El objetivo principal del gobierno provisional era la convocatoria de unas Cortes Constituyentes, pero en los primeros meses tuvo que abordar reformas inmediatas como eran las siguientes:

  • El debate territorial: El mismo 14 de abril, Francesc Macià, líder de Esquerra Republicana, había tomado la iniciativa de proclamar la República Catalana como estado independiente. Varios ministros del gobierno republicano alcanzaron un compromiso por el que se restauraba la Generalitat como gobierno autónomo de Cataluña hasta la aprobación por las Cortes del Estatuto de Autonomía.
  • La miseria agraria: El reformismo social impulsado por Largo Caballero se desarrolló en una secuencia de actos que muy pronto despertaron el recelo de los propietarios agrarios. El Decreto de Laboreo Forzoso obligaba a los propietarios a tener cultivadas sus tierras. El Decreto de Términos Municipales iba destinado a combatir el paro agrícola y obligaba a los propietarios a contratar a los braceros del propio término municipal, se prohibió expulsar de sus tierras a los pequeños arrendatarios y la jornada laboral sería de ocho horas.
  • La reforma educativa: Los objetivos prioritarios fueron erradicar el analfabetismo, se estableció el principio de la coeducación y la no obligatoriedad de la enseñanza de la religión en las escuelas.
  • La reforma del ejército: Sus objetivos eran conseguir un ejército moderno y eficaz, reduciendo el excesivo número de oficiales y establecer la primacía del poder civil. Se dictó un primer decreto en el que se obligaba a los militares a jurar fidelidad a la República. Por el Decreto de Retiros se ofrecía a los oficiales el retiro voluntario conservando su sueldo. Se cerró la Academia General Militar de Zaragoza, de la que era director Franco, y se abolió la Ley de Jurisdicciones de 1906. Parte de la oficialidad y de sectores políticos emprendieron una dura campaña contra el nuevo régimen y acusaron a Azaña de triturar el ejército.
  • La cuestión del orden público: A pesar de la creación de un nuevo cuerpo de policía armada, la Guardia de Asalto, la República utilizó los mismos mecanismos de represión que la monarquía.

Primeras reacciones y conflictos

Ante la implantación de la República, los agentes económicos y los terratenientes reaccionaron con temor. La Bolsa de Madrid se desplomó, se redujeron los préstamos y créditos de la banca y casi mil millones de pesetas fueron retirados de los bancos.

El primer conflicto serio al que tuvo que enfrentarse la República fue contra la Iglesia Católica. El cardenal Segura, opositor de estas reformas, se mostró beligerante y a ello se sumó la prensa católica y monárquica. La publicación de una pastoral del cardenal Segura el 1 de mayo en la que elogiaba a Alfonso XIII acabó con un conflicto abierto y el gobierno ordenó la expulsión de Segura. Estos y más hechos provocarían consecuencias irreversibles en las relaciones con la Iglesia.

La Constitución de 1931

Las elecciones a Cortes Constituyentes

El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes para el 28 de junio con el fin de dotar a la República de una Constitución. Poco antes publicó un decreto que modificaba la Ley Electoral de 1907. La coalición de republicanos y socialistas obtuvo una aplastante mayoría. Destacaron dos grandes partidos: el Socialista y el Partido Republicano Radical.

La Constitución de 1931

A finales de junio se creó la comisión parlamentaria presidida por el socialista Luis Jiménez de Asúa. Redactó el proyecto de Constitución, resultado del compromiso entre los socialistas y los republicanos de izquierdas para establecer una república democrática y laica. La Constitución contenía una amplia declaración de derechos y libertades: el derecho a voto de las mujeres, el matrimonio civil y el divorcio, derecho a una educación primaria obligatoria y gratuita. Se reconoció el derecho a la propiedad privada, aunque podía ser objeto de expropiación forzosa por utilidad social con una correspondiente indemnización. Se estableció una división de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.

Los grandes debates en las Cortes Constituyentes

El voto femenino, la organización territorial del estado y la cuestión religiosa provocaron las primeras fricciones entre los partidos de la coalición republicano-socialista.

El debate sobre la organización territorial del estado se abrió desde el momento en el que la Generalitat de Cataluña tomó la iniciativa de redactar y aprobar en agosto de 1931 el Estatuto de Nuria, que entraba en colisión con el proyecto constitucional. Según el texto constitucional, varias provincias podían organizarse en región autónoma, pero se prohibía la federación de dos o más regiones.

El debate más enconado se produjo en torno a la separación Estado-Iglesia. Originó la dimisión de Alcalá Zamora y de Maura. La Constitución declaró la libertad de cultos y eliminó la financiación estatal de la Iglesia. Se disolvió la Compañía de Jesús, cuyos bienes fueron nacionalizados.

Una Constitución sin consenso

El problema fue que la Constitución, aprobada el 9 de diciembre de 1931, nació sin el aconsejable consenso de todas las fuerzas políticas. (Semanas antes de aprobar la Constitución, las Cortes juzgaron al rey Alfonso XIII por el golpe de estado que instauró la dictadura de Primo de Rivera, fue declarado culpable de alta traición, lo desoyeron de sus bienes y le condenaron a destierro perpetuo.

El Bienio Reformista (1931-1933)

La formación del gobierno de Azaña

Una vez aprobada la Constitución, fue elegido presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, que encargó a Azaña que formara un gobierno. Su intención era que continuasen en el nuevo gobierno todos los sectores representados en el gobierno provisional. Lerroux rechazó permanecer en el gobierno si continuaban en él los socialistas. Azaña optó por la alianza de los republicanos de izquierda y socialistas.

La coyuntura: la crisis económica mundial

La instauración de la República coincidió con la crisis mundial de 1929-1933. El sector más afectado fue el comercio exterior, que descendió un 30%. Sobre todo, las dificultades económicas se debieron a los propios problemas tradicionales de la economía española, como eran la falta de inversión, estructuras anticuadas… Los objetivos eran mantener un presupuesto equilibrado y una moneda fuerte, pero las reformas aumentaron los gastos y los recursos económicos resultaron insuficientes. La evolución negativa de la economía dificultó la realización de reformas e intensificó la conflictividad social.

Las reformas

Se caracterizó por la puesta en marcha de una política reformista que afectó a todos los ámbitos.

  • La política religiosa: El gobierno estaba decidido a establecer una clara separación Iglesia-Estado, por ello desarrolló una serie de leyes que alimentaron la beligerancia de la Iglesia contra la República, como la Ley del Divorcio en 1932 y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de 1933. Esta última desencadenó una nueva ofensiva del clero.
  • Reforma educativa y política cultural: Las bases de la reforma educativa eran hacer la educación gratuita y laica un derecho universal. Se calculó que tenían que construir más de 27.000 escuelas primarias. A pesar de que no se alcanzó este plan, entre los años 1931 y 1933 se crearon 13.000 escuelas. Se crearon las Misiones Pedagógicas, destinadas a la extensión de la cultura en las áreas rurales.
  • Reformas laborales: Largo Caballero prosiguió la política social y laboral que ya se había iniciado en el gobierno provisional con una serie de leyes que fueron aprobadas por las Cortes entre 1931 y 1932. Eran las siguientes: Ley de Contratos de Trabajo, Ley de Jurados Mixtos, Ley de Asociaciones Obreras. Largo Caballero orientó su actividad a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
  • Estatuto de Autonomía: Uno de los problemas que se arrastraba desde la Restauración era la cuestión de diseñar una organización territorial del estado que permitiera satisfacer las aspiraciones de las regiones con sentimientos nacionalistas.
    • Cataluña: La iniciativa partió de Esquerra Republicana, que desde las elecciones de junio de 1931 había desplazado al catalanismo moderado de la Lliga Regionalista. En junio de 1931 se elaboró el Estatuto de Nuria. Su debate se alargó hasta septiembre de 1932. Si finalmente se llegó a su aprobación se debió a la intervención del propio Azaña. Esta reacción de solidaridad provocó entre los republicanos el fracaso del golpe de estado de Sanjurjo en 1932. Las instituciones autonómicas, la Generalitat, el Parlamento y el Tribunal de Casación obtuvieron importantes competencias.
    • Más difícil fue la elaboración del Estatuto Vasco por las profundas diferencias entre izquierdas y derechas.

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