La Segunda República Española: Oposición y Crisis (1931-1936)

Oposición durante el Bienio Reformista de Azaña

La oposición al gobierno de Azaña estuvo representada, principalmente, por los grupos anarquistas y de derecha:

Grupos Anarquistas

Principalmente la CNT y la FAI, que promovieron una serie de huelgas y, en menor medida, actos terroristas. A finales de 1931, el gobierno aprobó la Ley de Defensa de la República, que permitía anular aspectos de la Constitución y fue utilizada para reprimir las protestas ocurridas en Castilblanco y Arnedo.

En enero de 1933, las protestas obreras en Cádiz culminaron con la represión de Casas Viejas, un suceso que enfrentó a la CNT contra la Guardia Civil y la Guardia de Asalto. Varios campesinos fueron fusilados, lo que se convirtió en una lacra para el gobierno.

Grupos de Derecha

La derecha, en su oposición al gobierno de Azaña, adoptó dos posturas distintas:

  • Comunión Tradicionalista y Renovación Española (1933): representaban a los sectores carlista y fascista de la derecha que promovieron el golpe de Estado fallido de Sanjurjo en 1932.
  • CEDA de Gil Robles (1933): la Confederación Española de Derechas Autónomas, de carácter más moderado, que buscaba ganar las elecciones para cambiar el sistema republicano.

El Final del Gobierno de Azaña

En septiembre de 1933, Niceto Alcalá Zamora forzó la dimisión de Azaña debido a la intensa oposición generada por su periodo de reformas. A este hecho contribuyeron, sobre todo, la postura del Partido Radical de Lerroux, que generó fisuras en la estructura de la coalición republicana, y las continuas protestas de la CNT.

En noviembre de 1933, tras la dimisión de Azaña, se convocaron elecciones en las que, por primera vez, se permitió el voto femenino. En estos comicios, las izquierdas perdieron terreno.

El Bienio Radical-Cedista y el Frente Popular (1933 – 1936)

El Bienio Radical-Cedista (1933 – 1935)

En las elecciones de noviembre de 1933, en las que se permitió el voto femenino, las izquierdas perdieron mucho terreno a favor de la CEDA (derecha) y del Partido Radical (centro). Esto se debió a que los sectores de derecha se habían presentado a las elecciones en coalición, algo que no habían hecho sus competidores.

Gobiernos del Partido Radical (diciembre de 1933 – octubre de 1934)

El Partido Radical, con una posición de centro, comenzó gobernando apoyado por la CEDA, que a cambio de su apoyo, exigió una serie de medidas al nuevo gobierno:

  • Ley de Congregaciones y Confesiones Religiosas: Propuesta durante el gobierno de Azaña, no se llevó a cabo, por lo que la Iglesia continuó impartiendo educación.
  • Legislación Laboral: Se anuló la Ley de Términos Municipales y se modificó la composición de los Jurados Mixtos, desplazando el poder hacia los empresarios.
  • Ley de Reforma Agraria: Se ralentizó progresivamente el reparto de tierras.
  • Amnistía: Se concedió la amnistía a los militares golpistas implicados en el intento de golpe de Estado de Sanjurjo en 1932.

Estas medidas, sumadas a la decisión de los propietarios agrarios de incumplir los acuerdos con los sindicatos y bajar los salarios, desencadenaron una huelga general de campesinos en junio de 1934.

Revolución de Octubre de 1934

Desde enero de 1934, Largo Caballero, quien dominaba la UGT, preparaba una revolución en alianza con el PSOE; la CNT, sin embargo, rechazó la iniciativa. El detonante de la revolución tuvo lugar el 4 de octubre de 1934, cuando la CEDA forzó al Partido Radical a introducir a tres de sus ministros en el gobierno.

El 5 de octubre de 1934, con motivo de este cambio de ministros, se convocó la huelga, que tuvo escaso seguimiento, excepto en Asturias y Cataluña, ya que no se esperaba la participación de algunos sectores de la CNT.

En Cataluña, Lluís Companys aprovechó para proclamar un Estado Catalán independiente dentro de la República Española, con muy poco seguimiento. Las huelgas y el intento de revolución fueron sofocados por la actuación de las tropas que capitaneaba Batet.

En Asturias, del 5 al 18 de octubre de 1934, se produjo el único movimiento que puede calificarse como auténtica revolución social en este periodo, gracias a la participación conjunta de UGT, CNT y grupos comunistas. Grupos de mineros armados tomaron el control de las cadenas de producción y mantuvieron un cierto avance hasta que se recurrió a las tropas de Marruecos, controladas por Franco, para reprimir la rebelión.

La revolución terminó con la represión de los revolucionarios, la retirada de la autonomía a Cataluña y la anulación de la Ley de Contratos de Cultivo que había debatido la Generalitat.

El Final del Bienio Radical-Cedista

Este gobierno, de corte más derechista, anuló las reformas realizadas en agricultura, cambió los mandos militares por otros menos fieles a la República y revisó la legislación impuesta a la Iglesia.

Para evitar males mayores, Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la República, decidió disolver las Cortes y convocar elecciones el 16 de febrero de 1936.

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