La Dictadura Franquista entre 1959 y 1975
Superados los desequilibrios y las deficiencias de la posguerra, tanto en Europa como en EE. UU. y Japón, se vivió una etapa de prosperidad económica a lo largo de los años sesenta. Se habla del ‘milagro japonés’ y el ‘milagro alemán’. Este último país actuó de locomotora, junto a los Estados Unidos, de la CEE (Comunidad Económica Europea). Son años de grandes transformaciones culturales y de mentalidad: de los Beatles, los hippies y la minifalda; del Mayo Francés del 68, del Concilio Vaticano II y del aggiornamento de la Iglesia. Por eso, esta época se la conoce como la **Década Prodigiosa**. España, a pesar del hermetismo de su régimen, no vivió ajena a estos cambios.
La Integración Económica y el Desarrollismo
Para integrar la economía española en la internacional era necesario romper con todo lo que quedaba de la autarquía. Para ello, el equipo de ministros **tecnócratas** inició un conjunto de medidas económicas que tendían a frenar la inflación y a corregir los desequilibrios sectoriales. Esto se conoce como **Plan de Estabilización de 1959** y consiguió moderar los precios, frenar los gastos y contener la demanda. También se tomaron medidas liberalizadoras para favorecer la exportación y la importación. Los resultados fueron favorables, pero exigieron altos sacrificios de la población. El éxito de este plan permitió crear en España las bases de un importante crecimiento económico durante los años sesenta y parte de los setenta.
A partir de 1962, bajo la dirección de López Rodó, se pusieron en marcha varias medidas destinadas a estimular la economía española: los **Planes de Desarrollo**. Estos planes tenían un carácter indicativo y contemplaban la creación de Polos de Desarrollo en las regiones industrializadas.
El desarrollo afectó principalmente a la industria, de modo que cambió el signo de la exportación española: de ser un país exportador de productos agrícolas y materias primas, pasó a exportar productos industriales. Sin embargo, el crecimiento fue tan descontrolado que se incrementaron los desequilibrios sectoriales y, sobre todo, los regionales. Se formó una **España industrial y rica, frente a otra España agrícola, subdesarrollada y pobre**. Por eso se denominó como **desarrollismo** al irregular crecimiento de España durante los años sesenta.
Factores del Crecimiento Económico
Hubo varios factores que impulsaron este crecimiento:
- El desarrollo español se explica dentro del esplendor económico que vivió el mundo occidental en la llamada **Década Prodigiosa**.
- Coincide con los años sesenta, cuando España se convierte en uno de los grandes destinos turísticos europeos.
- La cuantiosa emigración española a otros países de Europa y América (canarios y gallegos) supuso el envío de grandes sumas de dinero que ayudaron a crear un mercado nacional.
- El capital extranjero realizó importantes inversiones en Bolsa y en la industria española.
Transformaciones Sociales
El desarrollo económico dio lugar a muchos cambios en la sociedad: hubo un importante aumento demográfico, debido a que aumentó la natalidad y descendió la tasa de mortalidad. Esto fue gracias a la mejora de la alimentación y el nacimiento de la **Seguridad Social**. Además, hubo un predominio de la ciudad y de las actividades terciarias. La nueva estructura social de esta década presentaba un predominio de la **clase obrera**, seguida de la clase media, alta y baja.
Conflictividad Política y Oposición al Régimen
Los profundos cambios socioeconómicos de la sociedad española no fueron acompañados por las correspondientes transformaciones políticas. La estructura política autoritaria del régimen de Franco era incapaz de resolver la conflictividad que una sociedad en transformación estaba generando. Surgió el **sindicalismo ajeno al oficial** (como **CCOO, Comisiones Obreras**) y aumentó la conflictividad laboral y las huelgas. Mientras, la agitación estudiantil reclamaba cambios democráticos y los nacionalismos despertaron, surgiendo **ETA** como banda terrorista. Por último, la Iglesia se distanció del régimen.
El gesto más importante de la oposición política fue el llamado **Contubernio de Múnich**, un comunicado que dieron los asistentes españoles a un congreso de políticos convocado en 1962 en esa ciudad, en el que pedían al gobierno de Franco que tomara medidas que democratizaran el país. Franco reaccionó enérgicamente suspendiendo el artículo del Fuero de los Españoles que se refería a la libertad de residencia.
Ante los conflictos, el régimen franquista adoptó medidas represivas porque solo los vio como alteraciones del orden público. No fue capaz de solucionarlos, pero aprendió a convivir con ellos y mantenerse firme, ya que contaba con un importante respaldo social. Esto le permitió llevar a cabo los llamados **25 años de paz**.
Intentos de Apertura y Crisis Final
Para intentar disminuir la imagen autoritaria del régimen se tomaron algunas medidas que contemplaban la existencia de un jefe de Gobierno distinto al jefe del Estado. En 1966 se aprobó la **Ley Orgánica del Estado**, que era una especie de constitución que aseguraba el carácter legislativo de las Cortes. En el mismo año, se promulgó la **Ley de Prensa**, que atenuaba los rigores de la censura; también se toleró el derecho a huelga. En 1969 Franco nombró al príncipe **don Juan Carlos de Borbón** sucesor al título de rey. Pero en ese mismo año estalló una crisis gubernamental por el ‘asunto Matesa’, una empresa textil catalana que realizó un fraude financiero con los créditos de la exportación. La opinión pública sobre el asunto se utilizó con fines políticos, desembocando en la constitución del **gobierno monocolor**.
Al terminar la Guerra Civil, marcharon al exilio muchos españoles; su suerte fue muy variada y dio lugar a que se hablara de una **España peregrina**. Se mantuvo un gobierno republicano en el exilio y un importante sector monárquico apoyó a don Juan de Borbón (rey de derecho en el exilio). De todos los partidos democráticos en el exilio, el más activo fue el **PCE**.
En 1973 el almirante **Luis Carrero Blanco** fue nombrado presidente del Gobierno, pero fue **asesinado en diciembre del mismo año por ETA**. Su muerte fue un duro golpe para el régimen. Le sucedió **Carlos Arias Navarro**, que inició una tímida apertura durante la que se intentó reanudar la legalización de las asociaciones políticas, pero no dio resultado.
En junio de 1974 se creó la **Junta Democrática** con la influencia del Partido Comunista y en 1975 la **Plataforma de Convergencia Democrática** respaldada por el PSOE. En ese año se quiso frenar una oleada de terrorismo con la **Ley Antiterrorista** y una severa represión, que puso a la opinión internacional en contra del régimen. La situación de protesta se generalizó desde las universidades hasta las fábricas y se formaron huelgas y manifestaciones.
El **20 de noviembre de 1975** Franco murió y con él su régimen. Dos días más tarde, **Juan Carlos I** fue coronado como rey de España.
Fortalecimiento de la Oposición
Mientras todo esto ocurría, la oposición al régimen se había fortalecido, tanto desde la legalidad como desde la clandestinidad.
- Desde la legalidad: En la democracia cristiana, Joaquín Ruiz Gómez, a través de la revista Cuadernos para el Diálogo, hizo una dura crítica a la política. Además, desde las posiciones conservadoras aparecieron grupos como ‘Tácito’ que defendieron una democratización del país.
- Desde la clandestinidad: Destacó el **Partido Comunista** por su eficiencia y organización; logró penetrar en los sindicatos verticales y crear el sindicato **Comisiones Obreras (CCOO)**. El **PSOE** superó la división entre los sectores exiliados y los del interior del país. Los partidos nacionalistas catalanes y vascos también empezaron a actuar desde la clandestinidad. **ETA** obtuvo una gran relevancia y llegó a alcanzar el respaldo de la sociedad vasca.
El Proceso de Descolonización y el Sáhara Español
Tras la Segunda Guerra Mundial, las ideas independentistas de los países colonizados por las potencias europeas se incrementaron, alcanzando su punto más álgido en la **Conferencia de Bandung en 1955**. A partir de este momento, se aceleró el proceso de descolonización, especialmente en África. España no podía mantenerse al margen de esta corriente, aunque sus posesiones africanas eran escasas. En abril de 1956 el sultán Mohamed V visitó Madrid para firmar la declaración de independencia.
Cuando en noviembre de 1975, la vida de Franco y su régimen llegaban a su fin, el nuevo rey de Marruecos, Hassan II, aprovechó la situación para reivindicar sus derechos sobre la colonia española. Con el apoyo secreto de EE. UU., organizó una manifestación de miles de personas (la **Marcha Verde**) dispuestas a traspasar la frontera entre Marruecos y el **Sáhara español**. España cedió la administración del territorio a Marruecos y Mauritania. Los derechos del pueblo saharaui no fueron tenidos en cuenta, por lo que el problema de la soberanía todavía no estaba resuelto y se encuentra bajo control de la ONU.