El Estallido de la Primera Guerra Mundial: Un Conflicto Global
La chispa que encendió el conflicto de la Primera Guerra Mundial fue obra de un joven revolucionario bosnio, quien asesinó al heredero al trono austrohúngaro en junio de 1914. Este magnicidio en Sarajevo fue el detonante que, en agosto de ese mismo año, dio inicio a la Gran Guerra.
Causas Profundas del Conflicto Bélico
Rivalidades Europeas y el Sistema de Alianzas
El ambiente prebélico en los años anteriores a 1914 estuvo marcado por grandes problemas internacionales, entre los que destacaban el enfrentamiento entre Alemania y Francia, así como las crecientes diferencias políticas y económicas entre el Reino Unido y Alemania.
- Enemistad franco-alemana: La animosidad entre Francia y Alemania se originó en la guerra de 1870, cuando Francia perdió los estratégicos territorios de Alsacia y Lorena.
- Ascenso de Alemania y la Triple Alianza: Alemania, consolidada como la primera potencia del continente, formó en 1882 la Triple Alianza con Austria-Hungría e Italia, un bloque militar defensivo.
- Respuesta francesa y la Triple Entente: Francia, buscando contrapesar el poder alemán, encontró en Rusia un aliado con quien firmó su propia alianza en 1892. A principios del siglo XX, las tensiones económicas y políticas entre el Reino Unido y Alemania se hicieron evidentes. Sintiéndose amenazado, el Reino Unido abandonó su tradicional política de aislamiento y buscó apoyos en el continente, firmando en 1907 un acuerdo con Francia y Rusia, que dio origen a la Triple Entente.
Este complejo sistema de alianzas, sumado a las ambiciones imperialistas y la carrera armamentística, creó un escenario de alta tensión donde cualquier incidente menor podía desencadenar un conflicto a gran escala. El detonante final, como se mencionó, fue la volátil situación en los Balcanes.
El Polvorín de los Balcanes
La región de los Balcanes se convirtió en un foco de inestabilidad debido al choque de intereses geopolíticos:
- Austria-Hungría buscaba expandir sus fronteras hacia el sur.
- Rusia aspiraba a controlar los estrechos para asegurar la libre navegación de su flota.
- Los pequeños estados balcánicos, por su parte, luchaban por mantener su recién adquirida independencia frente a las grandes potencias.
En 1908, Austria-Hungría proclamó unilateralmente la anexión de Bosnia y Herzegovina, lo que exacerbó las tensiones. Posteriormente, la región fue escenario de dos conflictos armados:
- La Primera Guerra Balcánica estalló en octubre de 1912.
- La Segunda Guerra Balcánica surgió por las diferencias entre los propios miembros de la Liga Balcánica.
Estos conflictos previos demostraron la fragilidad de la paz en la región y la facilidad con la que las disputas locales podían escalar a un nivel internacional.
Desarrollo de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)
La Gran Guerra: Un Conflicto de Larga Duración
Contrario a las expectativas iniciales de una guerra corta, la Gran Guerra se transformó en una contienda prolongada que se extendió por más de cuatro años, desde mediados de 1914 hasta finales de 1918.
Los principales bandos enfrentados fueron:
- Las Potencias Centrales: Alemania y sus aliados (principalmente Austria-Hungría, el Imperio Otomano y Bulgaria).
- Los Aliados: Los participantes de la Triple Entente (Francia, Reino Unido, Rusia) y otros países que se unieron posteriormente (como Italia y Estados Unidos).
Las Fuerzas Enfrentadas y las Expectativas Iniciales
Las cinco mayores potencias europeas se vieron involucradas en el conflicto, junto con la mayoría de los estados europeos, a excepción de España, Suiza, los Países Bajos y los estados escandinavos. El sistema de alianzas funcionó plenamente, especialmente en lo que respecta a la Triple Entente.
En términos de recursos y potencial:
- La Triple Entente duplicaba en población a sus adversarios, contando con un potencial de hasta 200 divisiones. Sin embargo, la movilización rusa era previsiblemente lenta, y entre los ejércitos de la Entente, solo el francés pudo ser puesto inmediatamente en línea. Además, Rusia y Francia tenían el inconveniente de la separación física. A largo plazo, la Entente contaba con acceso a materias primas y una financiación casi ilimitada gracias a sus vastos imperios coloniales.
- La Triple Alianza (Potencias Centrales) presentaba la ventaja de un mando único y formaba un bloque geográfico unido, lo que les otorgaba una ventaja inicial en la coordinación de movimientos.
La guerra fue recibida con alegría y entusiasmo por los países beligerantes. Gobiernos, mandos militares y ciudadanos estaban convencidos de que las hostilidades serían breves. Solo algunos socialistas manifestaron su oposición a lo que consideraban una guerra entre capitalistas.
1914: La Guerra Rápida y el Fracaso del Plan Schlieffen
Alemania tomó la iniciativa en la guerra con el ambicioso Plan Schlieffen. Este plan consistía en lanzar el ejército sobre Francia a través de dos países neutrales, Bélgica y Luxemburgo, con el objetivo de evitar las férreas defensas francesas en la frontera común y sorprender al ejército francés por la retaguardia. Simultáneamente, el ejército austrohúngaro y una parte del alemán frenarían a los rusos, aprovechando la previsible lentitud de su movilización. Una vez derrotada Francia, todas las fuerzas alemanas se concentrarían en el frente oriental contra Rusia.
La campaña contra Francia tuvo dos fases principales:
- La primera fue la Batalla de las Fronteras.
- La segunda fase fue la contraofensiva aliada, dirigida por el general francés Joffre, en la decisiva Batalla del Marne.
El balance de la campaña de 1914 fue contradictorio: por un lado, el plan alemán de guerra rápida había fracasado; por otro, habían logrado conquistar Bélgica, el noreste de Francia y la Polonia rusa. Este resultado abrió la posibilidad de una guerra larga, en la que el potencial económico y la capacidad de resistencia serían fundamentales. Francia y el Reino Unido, gracias a sus vastos imperios coloniales, tenían la ventaja de disponer de recursos y materias primas adicionales.
1915: La Guerra de Posiciones y las Trincheras
Ante la imposibilidad alemana de romper las líneas enemigas, los ejércitos adoptaron una estrategia de defensa de posiciones fijas. A pesar de los intentos de ambos bandos por lograr una batalla decisiva, estos fracasaron, dando paso a la característica principal de este periodo: la guerra de trincheras.
La trinchera se convirtió en el elemento por excelencia de la guerra de posiciones. Un frente relativamente pequeño permitía organizar un sistema defensivo casi infranqueable, complementado con barreras de alambradas y fortificaciones. Los combatientes tuvieron que malvivir durante años en estas zanjas, enfrentando condiciones extremas. Este sistema demostró ser muy eficaz y, a pesar de las numerosas y sangrientas ofensivas, el frente se mantuvo prácticamente estable durante cuatro años.
Esta nueva forma de guerra requirió el desarrollo y uso de nuevas armas, como los lanzallamas y los gases asfixiantes. La aviación adquirió un mayor protagonismo en tareas de reconocimiento y bombardeo, y otra arma innovadora que hizo su aparición fue el tanque.
El balance de la campaña de 1915 fue claramente favorable a los Imperios Centrales.
1916: La Guerra de Desgaste y Batallas Clave
En 1916, la estrategia principal se centró en la guerra de desgaste, buscando el agotamiento total del ejército enemigo mediante ofensivas masivas y prolongadas.
- La primera de estas grandes operaciones fue la Batalla de Verdún, iniciada por los alemanes con el objetivo de «desangrar» al ejército francés. En esta brutal contienda, perecieron cerca de medio millón de hombres.
- En la Batalla del Somme, los Aliados emplearon una estrategia similar. A pesar de contar con una clara superioridad de armamento, no lograron romper las líneas alemanas y, después de tres meses de intensos combates, el ataque se detuvo con un coste humano elevadísimo.
- En el ámbito naval, la Batalla de Jutlandia vio a los alemanes retirarse ante la evidente superioridad británica, lo que llevó a que los barcos germanos no volvieran a salir de sus puertos de forma significativa durante el resto de la guerra.
El balance de la campaña de 1916 fue más equilibrado que el año anterior, sin victorias decisivas para ninguno de los bandos, pero con un coste humano y material inmenso.
1917: El Año Decisivo: Retirada Rusa y Entrada de EE. UU.
El año 1917 marcó un punto de inflexión en la guerra, ya que la retirada de Rusia y la intervención de Estados Unidos rompieron el equilibrio de fuerzas entre los dos bloques.
- Retirada de Rusia: La Revolución Rusa estalló el 12 de marzo (según el calendario juliano, 27 de febrero) y su triunfo afectó drásticamente la continuidad de la participación rusa en la guerra. El ejército ruso, desmoralizado y desorganizado, dejó de ser una fuerza combatiente efectiva.
- Entrada de Estados Unidos: Estados Unidos había optado inicialmente por mantenerse al margen del conflicto europeo, pero se había convertido en el principal proveedor y prestamista de los Aliados. Alemania, en un intento por cortar el abastecimiento al Reino Unido, había iniciado una guerra submarina sin restricciones. El hundimiento de buques mercantes, incluido el transatlántico Lusitania (en 1915, pero su impacto fue duradero), y la interceptación del telegrama Zimmermann, fueron factores clave que decidieron al gobierno y al pueblo estadounidense a entrar en la guerra. El Congreso de Estados Unidos declaró la guerra a Alemania en abril de 1917.
La moral de los civiles y los soldados en Europa también mostraba inequívocos signos de cansancio, con motines estallando en varios ejércitos.
1918: El Fin del Conflicto y el Armisticio
El año 1918 marcó el desenlace de la Gran Guerra:
- Salida de Rusia: Una de las primeras decisiones del gobierno bolchevique ruso fue la firma de un armisticio, que se formalizó en el Tratado de Brest-Litovsk en marzo de 1918. La salida de Rusia de la guerra permitió a Alemania concentrar el grueso de sus tropas en el frente occidental, con la esperanza de lanzar una ofensiva definitiva antes de la llegada masiva de las fuerzas estadounidenses.
- Contraofensiva Aliada y colapso alemán: Sin embargo, el contraataque aliado, reforzado por las tropas americanas, obligó a las fuerzas alemanas a una retirada general. Alemania fue perdiendo progresivamente el apoyo de sus aliados: los turcos abandonaron la lucha, seguidos por Austria-Hungría.
- Abdición del Káiser y Armisticio: Alemania se había quedado sola. El alto mando comunicó al emperador Guillermo II la incapacidad del ejército para continuar la lucha. Los motines revolucionarios que estallaron en Alemania obligaron al emperador a abdicar el 9 de noviembre de 1918. Dos días más tarde, el 11 de noviembre, se firmó el armisticio en Compiègne, poniendo fin a la Gran Guerra.
Consecuencias y la Búsqueda de la Paz
Impacto Devastador de la Guerra
El balance de la guerra fue desastroso para la mayoría de los países involucrados, con la notable excepción de Estados Unidos. Las pérdidas humanas fueron abrumadoras, contándose por millones los fallecidos, heridos y mutilados. La caída de la natalidad se sumó al aumento de la mortalidad entre la población civil, consecuencia directa de las penalidades, las enfermedades y la subalimentación.
Desde el punto de vista económico, el impacto fue igualmente devastador. Las zonas de combate sufrieron enormes destrucciones de infraestructuras y propiedades. El coste de la guerra llevó al endeudamiento masivo de todos los beligerantes, excepto Estados Unidos, que emergió como una potencia acreedora. Las inmensas pérdidas materiales y humanas estuvieron acompañadas de ingentes daños morales y sociales. Las dificultades cotidianas persistieron mucho después de la firma de la paz, y un profundo pesimismo se apoderó de Europa.
La Propuesta de Paz de Wilson y los Catorce Puntos
La visión de paz fue articulada principalmente por el presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, cuyos Catorce Puntos sirvieron de base para el armisticio y fueron el único documento público que recogía las intenciones de los vencedores. Sus principales propuestas incluían:
- El derecho de los pueblos a la autodeterminación.
- La defensa de un desarme general.
- La creación de una organización política internacional para evitar futuras guerras: una Sociedad de Naciones permanente, donde todos los pueblos se reunirían para discutir y resolver sus disputas de forma pacífica.
Sin embargo, la buena voluntad de Wilson chocó con el férreo deseo de Georges Clemenceau, primer ministro francés, de afianzar la seguridad de Francia y debilitar drásticamente a la futura Alemania, lo que influiría decisivamente en los tratados de paz.
La Paz de los Vencedores: Tratados y Reconfiguración de Europa
La Conferencia de Paz de París, iniciada en enero de 1919, puso las negociaciones en manos de las cinco potencias principales: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Japón. Sin embargo, las decisiones más significativas fueron tomadas por el presidente estadounidense Wilson, el jefe del Gobierno británico Lloyd George y el jefe del Gobierno francés, Georges Clemenceau.
El resultado más trascendental fue la desaparición de los grandes imperios históricos europeos (Austrohúngaro, Otomano, Ruso y Alemán) y la creación de nuevas naciones. No obstante, el nuevo mapa de Europa contenía numerosos cambios que no siempre se correspondían con la filosofía de autodeterminación del presidente Wilson. Entre las disposiciones más destacadas se encontraban:
- La prohibición de una posible unión entre Austria y Alemania (Anschluss).
- Hungría perdió más de la mitad de su territorio y de su población.
- Checoslovaquia se formó con una importante minoría alemana y otra húngara en sus fronteras.
- Prusia Oriental quedó separada del resto de Alemania por el corredor de Dánzig.
- El imperio colonial alemán fue repartido entre los vencedores.
- Las posesiones turcas en Asia y África pasaron a ser protectorados británicos o franceses.
En última instancia, los tratados fueron más el resultado de las conveniencias e intereses de las grandes potencias europeas vencedoras que un fiel reflejo del respeto a los Catorce Puntos de Wilson.
Una Paz Cuestionable: Semillas de Futuros Conflictos
En el Tratado de Versalles, Alemania fue tratada con especial dureza, lo que generó un rechazo masivo en el país, que lo consideró una paz injusta y humillante. Este tratado fue percibido más como un acto de odio y venganza que de verdadera paz, y el trato punitivo dado a Alemania se convertiría, lamentablemente, en una de las causas fundamentales de la Segunda Guerra Mundial.
La Sociedad de Naciones: Un Intento por la Paz Duradera
La Sociedad de Naciones (SDN) fue una organización internacional que se constituyó durante la Conferencia de Paz de París, con el propósito fundamental de evitar una guerra de la magnitud de la que acababa de asolar Europa. La idea central era establecer un organismo internacional que asegurara el cumplimiento de los tratados, ajustara las fronteras y permitiera la limitación del armamento.
Sus principales objetivos eran:
- Preservar la paz y la seguridad internacional mediante la prevención o solución pacífica de los conflictos.
- Promocionar el desarme.
- Fomentar las relaciones internacionales y la cooperación entre naciones.
La sede de la SDN se instaló en Ginebra, Suiza. La organización funcionaba a través de una Asamblea anual, un Consejo y una Secretaría. A pesar de haber sido una iniciativa del presidente Wilson, Estados Unidos, paradójicamente, no llegó a formar parte de la SDN, lo que limitaría significativamente su efectividad y autoridad en el futuro.