Pacto de ostende comentario de texto

El bienio progresista: Se inicia con la revolución de 1854 y fue el motivo de descontento de moderadores y el proyecto de Bravo Murillo de reformar la Constitución de forma más autoritaria. Con un pronunciamiento militar de O’Donnell en Vicálvaro donde emitíó el Manifiesto de Manzanares. Tras ello, los  levantamientos populares en Madrid, Barcelona y Zaragoza formaron Juntas Revolucionarias. Se formó un gobierno progresista encabezado por Espartero que la reina designó: 1- Reanudación de la desamortización con la Ley de Desamortización General de Pascual Madoz. 2- La Ley General de Ferrocarriles, que significó el inicio tendido ferroviario en España. 3- La Constitución nonnata de 1856, que no llegó a entrar en vigor.

La descomposición del sistema isabelino, la uníón liberal y la vuelta al moderantismo: Caracterizada por la vuelta a los métodos e instituciones de gobierno de la década moderada, y se turnan en el gobierno el Partido moderado de Narváez y la Uníón Liberal de O’Donnell. Gracias a la coyuntura económica hay un periodo estable. Hay una política exterior de prestigio y agresiva, con intervenciones militares en Marruecos, México e Indochina. En 1866 se inicia la crisis final donde aumenta una crisis social que logra aumentar el descontento social y las aspiraciones de libertad y derechos políticos.  En el mismo año, demócratas, progresistas y un sector de unionistas firman el Pacto de Ostende, de carácter antiisabelino y democrático. Tenían dos compromisos: Derrocar a Isabel II y convocar Cortes constituyentes por sufragio universal.

La revolución de 1868: El Gobierno provisional y la Constitución de 1869: El motivo de revolución fue el descontento con el régimen moderado, excluyente y autoritario, pues dejaba sin derechos a una grande parte de la población. El descontento contra Isabel II no desempeñó un papel neutral y favorecíó a los moderados. La crisis económica del 66 acentuó el malestar social y las actuaciones represivas del régimen. Demócratas progresistas y un sector de unionistas firman el Pacto de Ostende, de carácter antiisabelino y democrático. Tenían dos compromisos: Derrocar a Isabel II y convocar Cortes constituyentes por sufragio universal. En Septiembre del 68 estalla la Gloriosa con un pronunciamiento militar iniciado por Topete en Cádiz al que se unen Dulce, Serrano y Prim. La insurreción se extendíó por Cataluña, Valencia y Andalucía, creándose Juntas Revolucionarias. La victoria en Alcolea obligó el exilio de Isabel II y su familia,

La regencia de Serrano y la monarquía de Amadeo I:
Con la aprobación de la Constitución se constituye un gobierno con Serrano como regente y Prim como jefe de gobierno. Se escogíó a Amadeo de Saboyá como rey, aunque su reinado fue de tan sólo dos años y se llevaron numerosos problemas políticos que le obligaron a fracasar: 1- Falta de apoyos: indiferencia de la población, rechazo de la nobleza, de la Corte y de la Iglesia. 2- Los problemas de orden: inicia la tercera Guerra Carlista, grito de Yara por la independencia de Cuba y revueltas de urbanas de tipo republicano. 3- Desuníón y falta de apoyo de los grupos del Pacto de Ostende.

La I República: La primera república fue breve y sus gobiernos inestables. En tan sólo un año pasaron cuatro presidentes: Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar. Se encontró con fuertes dificultades, así como la falta de reconocimiento internacional o el rechazo de grupos monárquicos, la falta de apoyo de masas obreras y campesinas, además de los fuertes problemas de orden, como el de la tercera guerra carlista en el norte y la de Cuba, por la independencia. El único apoyo que tuvo fue por el Partido Republicano, con la implantación entre la pequeña burguésía. Aún así, el republicanismo estaba dividido entre republicanos unitarios y federalistas.

La restauración de la monarquía borbónica. La constitución de 1976: En 1874 el general Martínez Campos encabezó un pronunciamientos en Sagunto y proclamó rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Su restauración fue de larga duración y de estabilidad. Esto significó la vuelta de los Borbones en la persona de Alfonso XII y de los antiguos moderados.  Lo más carácterístico fue el entendimiento entre las dos corrientes de la burguésía liberal monárquica. El periodo se divide en dos etapas: una de plenitud (1875-1902) que corresponde a Alfonso XII y regencia de María Cristina, y otra de decadencia (hasta 1923). El pacto se ve reflejado en la Constitución de 1876 pues las divergencias más importantes se centraron en el concepto de soberanía, el tipo de sufragio y la confesionalidad del Estado. Se solucionaron algunas divergencias y permitíó una amplia incorporación a medio plazo de rasgos propios de la Constitución del 69, como amplias libertades o el sufragio universal.

El sistema canovista: bipartidismo, turnismo y manipulación electoral: El funcionamiento canovista se basó en un régimen bipartidista impulsado por Cánovas, con dos grandes partidos políticos que llevaban las distintas corrientes del liberalismo monárquico, son el Partido Conservador y el Partido Liberal. 1- El Partido Conservador estaba liderado por Cánovas e integró a moderados y unionistas. Su principal apoyo fue la burguésía agraria. Fue proclive al inmovilismo social, al orden y a favorecer privilegios a la Iglesia. El Partido Liberal fue dirigido por Sagasta e integró antiguos progresistas y demócratas. Apoyado por clases medias de profesiones liberales, comerciantes e industriales y se orientó al reformismo y laicismo.

La aplicación del turno durante el reinado de Alfonso XII Y la Regencia de Mª Cristina: La estabilidad del sistema se basó en el turnismo o la alternancia pacífica de los dos grandes partidos del poder. Con el turno, cada gobierno pudo legislar de acuerdo a sus ideas, pero manteniendo cierto respeto hacia lo obra que había realizado anteriormente el adversario. El gobierno de Cánovas destacó por poner fin a los problemas pendientes del sexenio, como el fin a la guerra carlista y de Cuba, así como la imposición de la supremacía del poder civil y el alejamiento de militares en la política, aprovechó para poner suprimir los fueros de las Provincias Vascongadas, salvo los conciertos económicos y establecíó por ley el sufragio censitario. Con la muerte prematura de Alfonso XII sin sucesión masculina y estando la reina embarazada, los dos partidos acordaron el turno político para garantizar la estabilidad del régimen.

Las fuerzas de oposición al sistema: republicanismo, carlismo y nacionalismo periféricos: El sistema de la Restauración marginó a amplios sectores sociales y políticos: republicanos, carlistas, socialistas y nacionalistas que quedaron relegados a la oposición y nunca consiguieron una minoría parlamentaria influyente.

Las fuerzas de oposición al sistema, nacimiento y evolución del anarquismo y socialismo: En los primeros años de la Restauración tiene lugar un flujo del movimiento obrero debido a la represión y a la división entre marxismo y anarquismo. Fanelli, seguidor de Bakunin, difundíó en España la ideología anarquista durante el sexenio revolucionario con un éxito notable, su principal líder fue Anselmo Lorenzo. El movimiento obrero de inspiración marxista fue difundido en el sexenio por Lafargue, yerno de Marx. En 1879 se fundó clandestinamente el PSOE, formado por 20 obreros y 5 intelectuales; y presidido por Pablo Iglesias.

La crisis de 1898: Los orígenes de la crisis surgen desde la guerra de Cuba a raíz del incumplimiento por parte de los gobiernos españoles de las promesas de autonomía, pues había tensiones entre la metrópoli y la isla por los elevados aranceles proteccionistas, que dificultaban el comercio con Estados Unidos, además del apoyo de ésta a los independistas cubanos.

Las repercusiones del 98, el regeneracionismo: La derrota en 1898 sumíó a la sociedad y a la clase política española en un estado de desencanto y frustración. Las consecuencias fueron sobre todo de tipo moral e ideológico  1- La crisis puso de manifiesto los graves problemas de España: el atraso económico y cultural respecto al resto de Europa, y la existencia de un régimen político corrupto y artificial, con elecciones manipuladas. 2- La crisis favorecíó la aparición de nuevos movimientos culturales como el regeneracionismo, teniendo como representante a Joaquín Costa, que criticó el retraso agrario y cultural, los defectos políticos del sistema de Restauración y la manipulación electoral.


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