Porque los criollos estaban a favor del libre comercio

5.1El reinado de Carlos IV comenzó condicionado por la Revolución francesa (1789). La ejecución de Luis XVI, rompió todos los lazos de España con Francia, participando además en la Guerra de la Convención. La derrota española provocó la unión de Francia e Inglaterra. Godoy firma el Tratado de Fontainebleau en Octubre de 1807 con el que autorizaba el paso del ejército francés a Portugal por España. Sin embargo, las tropas napoleónicas ocuparon nuestro país. El 17 de Marzo de 1808 estalló el Motín de Aranjuez, organizado por Fernando VII, hijo de Carlos IV. Debido a este motín, Godoy fue destituido y Carlos IV tuvo que abdicar en su hijo. Este enfrentamiento fue aprovechado por Napoleón, que les obligó a abdicar en su hermano, José Bonaparte, en Bayona. Como respuesta, el pueblo madrileño se sublevó el 2 de Mayo de 1808 contra el ejército francés. Tuvieron lugar los fusilamientos del 3 de Mayo, por orden del general Murat. Esto desencadenó una serie de levantamientos por todo el país. Ante el vacío de poder se producen las Juntas Provinciales y más tarde, la Junta Central Suprema. La Guerra de la Independencia fue un conflicto civil entre los afrancesados, que estaban a favor del reinado de José I; y los patriotas, a favor de Fernando VII. Estos últimos se dividen en absolutistas, posicionados a favor del absolutismo; y liberales, que preferían una monarquía constitucional. También fue un conflicto internacional entre Francia y Gran Bretaña. La guerra se desarrolló en tres fases: La primera (hasta Noviembre de 1808) se caracterizó por la reacción de los españoles ante la invasión. España derrotó a Francia en Bailén, lo que impidió la ocupación de Andalucía y provocó que José I se fuese de Madrid a Vitoria. La segunda, (desde Noviembre de 1808) caracterizada por la hegemonía militar francesa y por la actuación de la guerrilla como nueva táctica. Napoleón penetró en España con más de 250.000 soldados. Además, los ingleses entrarán en el conflicto del lado español. La última, (entre 1812 y 1813) definida por la pérdida de posiciones de las tropas francesas, embarcadas también en la campaña de Rusia. Las tropas españolas y las tropas inglesas de Wellington consiguieron las victorias de Arapiles, Vitoria y San Marcial. Napoleón reconoció a Fernando VII como rey de España en el Tratado de Valençay de Diciembre de 1813. Las graves consecuencias de la guerra agudizaron la quiebra económica proveniente de la época de Carlos IV. 

5.2Mientras los franceses ocupaban el país, la Junta Suprema Central, se convirtió en gobierno de la resistencia. En 1809 convocó las Cortes Generales del Reino. La Junta Central traspasó sus poderes a un Consejo de Regencia en Cádiz debido a la invasión francesa que nunca llegó a esta ciudad. Aunque el Consejo estaba en contra de la convocatoria a Cortes, estas empezaron a reunirse en 1810 en la Isla de León cuyos diputados fueron elegidos por sufragio universal masculino. La mayoría de los diputados eran de clases medias, eclesiásticos, comerciantes, militares, funcionarios, catedráticos. No había partidos políticos pero se diferencian grupos ideológicos: los liberales liderados por Argüelles, Muñoz Torrero y el conde de Toreno pusieron las bases de toda la labor legislativa posterior. Las Cortes de Cádiz aprobaron la eliminación de las instituciones del Antiguo Régimen y la abolición de instituciones feudales como el señorío jurisdiccional. Además, se aprobaron una serie de reformas económicas, como la supresión de los gremios y la Mesta, la limitación de los mayorazgos, la autorización de los propietarios de tierras para venderlas o arrendarlas, y la aprobación de leyes desamortizadoras que convierten los bienes nobiliarios en libres y circulantes. También hubo reformas políticas como la abolición de la Inquisición, el reconocimiento de libertades individuales y de la imprenta. El 19 de Marzo de 1812 las Cortes de Cádiz promulgaron la primera Constitución española, que es mayormente liberal y en ella se hace referencia a lo siguiente: La soberanía reside en la nación española que está representada en las Cortes. La división de poderes estructura el Estado como monarquía moderada: el poder legislativo corresponde al rey y a las Cortes, el ejecutivo al gobierno presidido por el rey, y el judicial que reside en los tribunales de justicia. Las Cortes deciden sobre la sucesión de la Corona, aprueban tratados, presupuestos e impuestos. El rey no puede disolver las Cortes y los diputados, que deben disponer de rentas para poder presentarse a elecciones, son elegidos cada dos años por sufragio universal masculino. Se garantizaban los derechos fundamentales del individuo (igualdad ante la ley, inviolabilidad del domicilio, libertad de prensa, educación elemental…), y se impone el catolicismo como religión oficial y única del Estado. Consecuencia del clima social, se llevaron a cabo leyes fundamentales en la propiedad privada y la libertad de mercado, desapareciendo los privilegios de la nobleza, clero y derechos señoriales. La Constitución de Cádiz estuvo vigente de Marzo de 1812 cuando se aprobó hasta Marzo de 1814 cuando la derogó Fernando VII. Más tarde estuvo en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823) y en la Regencia de María Cristina (1836-1837).

5.3El Tratado de Valençay (1813) y el Manifiesto de los Persas (presentado por diputados a Cortes absolutistas) devolvieron el trono a Fernando VII. Comenzó así el Sexenio Absolutista (1814-1820) con una gran crisis y sin presencia de España en el ámbito internacional. A pesar de ello, el rey no aplicó ninguna reforma para la recuperación económica. En cambio, se dedicó a la represión de todos aquellos en contra del absolutismo, por lo que surgieron los pronunciamientos (Espoz y Mina, Porlier, Lacy) y las sociedades secretas masónicas como forma de protesta. En Enero de 1820, el pronunciamiento de Rafael de Riego desde Cabezas de San Juan triunfó, y dio paso al Trienio Liberal (1820-1823). El rey firmó la Constitución, pero trató de obstruir todos los avances liberales, lo que provocó que estos se dividieran en dos: los doceañistas o moderados (Martínez de la Rosa), que pretendían modificar los artículos más radicales de la Constitución; y los veinteañistas o exaltados (Romero Alpuente), que pedían la aplicación de “La Pepa” tal cual estaba. Esta división provocó una gran inestabilidad, pero no impidió que se llevasen a cabo reformas socioeconómicas, desamortizaciones y desvinculaciones. Entre otras medidas, se suprimieron los mayorazgos, se redujo el diezmo y se redactó un Código Penal. Los absolutistas estuvieron en contra en todo momento, y con ayuda del rey organizaron conspiraciones e insurrecciones. Estaban dirigidos por la nobleza y el clero del norte de la península. En 1822 surgió la Regencia de Urgel para intentar gobernar. Finalmente, en 1823 desde el Congreso de Viena de la Europa de la Restauración, la Santa Alianza envió a los “Cien Mil Hijos de San Luis” (liderados por el Duque de Angulema), quienes terminaron con esta etapa liberal. La Década Ominosa o absolutista (1823-1833) regresó a la represión de los liberales, y con ello las conspiraciones militares. Esta etapa trajo dos problemas importantes: la revuelta de los agraviados (Guerra dels Malcontents) en 1827, una sublevación campesina en Cataluña; y el movimiento carlista en el ámbito sucesorio, que tomaría importancia más adelante. Este último problema surgió por la abolición de la Ley Sálica por la Pragmática Sanción, y generó una ruptura entre los propios absolutistas. Paralelamente, en el continente americano comenzó la emancipación de las colonias españolas. Fueron provocadas por causas como el descontento de los criollos, las limitaciones en el comercio y el desarrollo económico, la llegada de la Ilustración o la independencia de los Estados Unidos de América. Se distinguen dos etapas: de 1808-1814, cuando los territorios se declararon independientes pero mantuvieron lazos con las cortes, y a la llegada de Fernando VII al trono se reunificaron (excepto Argentina) a España; y de 1814 a 1824, cuando la vuelta al absolutismo provocó pronunciamientos militares independentistas entre los criollos, alentados por Inglaterra y EEUU. Destacaron José San Martín y Simón Bolívar. Estas guerras de independencia culminaron con la derrota en Ayacucho del bando español en 1824. Todas las colonias excepto Puerto Rico y Cuba se independizaron de España. Todo ello tuvo consecuencias en España (pérdida del principal mercado exterior, y con ello pérdida de importancia en el ámbito internacional), pero principalmente en América, con la fragmentación en quince repúblicas, la aparición de la figura del caudillo, el predominio de los criollos, la marginación de las poblaciones india, negra y mestiza y la entrada en el comercio con Reino Unido y EEUU 

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