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3. El aspecto más significativo del periodo fue el desarrollo de movimientos de oposición al sistema al que denuncian por su carácter oligárquico y corrupto.

 Por la derecha, destacó la oposición del carlismo, firme en la defensa del catolicismo.

 Por otro lado, encontramos El movimiento republicano que se caracterizó por su debilidad fruto de la división interna y de la pérdida del apoyo de las masas populares que ahora se identifican con las ideologías obreras (socialismo y anarquismo).

 También surgen movimientos nacionalistas y regionalistas en los territorios periféricos:  En Cataluña surge la Renaixença, y tendrá sus primeras manifestaciones en 1901 con la “Liga Regionalista” como principal partido del nacionalismo catalán.

 En Vizcaya surgirá el nacionalismo vasco con Sabino Arana que plasmará este sentimiento en un movimiento católico y conservador. En 1894 se crea el PNV como principal partido del nacionalismo vasco.

 Por último, crecen las dos grandes corrientes del movimiento obrero, beneficiadas por el desarrollo de la clase obrera. El anarquismo y el socialismo. Pablo Iglesias fundó en la clandestinidad el PSOE y el sindicato UGT como principales organizaciones socialistas.

4. La crisis de 1898 viene marcada por la pérdida del reducido Imperio colonial español, justo cuando las grandes potencias crean sus propios imperios. Este hecho provocará entre los españoles una profunda crisis de conciencia.

En 1895, con el grito de Baire, comienza la Segunda Guerra de Cuba contra el dominio español. Este conflicto se vio alimentado por el incumplimiento de la Paz de Zanjón y por la labor de José Martí que funda el partido Revolucionario Cubano, con gran apoyo entre los pequeños campesinos cubanos.

En 1896 comienza una insurrección en Filipinas, dirigida por José Rizal que será ejecutado por los españoles. La política represiva del gobierno español provoca un deterioro de su imagen.

La situación se complica por la intervención de Estados Unidos, interesados en controlar la ruta caribeña hacia el próximo canal interoceánico de Panamá, establecer bases en el Pacífico para aproximarse a China y, sobre todo, controlar la producción del azúcar cubano.


Estados Unidos tiene además interés en intervenir antes de que Cuba se independice, y por eso le hace a España ofertas para comprar la isla.

La política represiva de España hacia los cubanos es utilizada por la prensa norteamericana para crear un sentimiento anti-español. En 1898, el gobierno norteamericano envía a La Habana el acorazado “Maine” para proteger los intereses de Estados Unidos en Cuba.

El acorazado sufre una explosión y la prensa y el gobierno norteamericano culpabilizan a España. Pese a los intentos del gobierno español por aclarar los hechos, Estados Unidos pide la cesión de la isla y, ante la negativa española, declara la guerra a España. 

La guerra se resuelve rápidamente ante la superioridad militar de Estados Unidos. En las batallas de Cavité y Manila se hunde la flota del Pacífico y en la batalla de Santiago se pierde la flota del Caribe. España anuncia su rendición.

El mismo 1898 se firma la Paz de París, que pone fin a la guerra. España reconoce la independencia de Cuba y cede Puerto Rico a los Estados Unidos. También se cedían las Filipinas a Estados Unidos a cambio de una indemnización. Tras la paz de París España sólo mantiene en el Pacífico los archipiélagos de Marianas, Carolinas y Palaos que, sin ningún valor, fueron vendidos a Alemania.

La derrota ante Estados Unidos provocó una grave crisis de conciencia. La opinión pública toma conciencia de la situación de atraso del país y exige responsabilidades a un sistema político que se considera corrupto y oligárquico. Los intelectuales de la Generación del 98 son los principales portavoces de esta crisis. Surge el regeneracionismo, una corriente intelectual que cree necesario regenerar la vida política para iniciar una modernización económica y social.


En un sentido estricto, el sistema de la Restauración no acabó hasta Abril de 1931, cuando se proclama la II República. Después del desastre de 1898 el régimen de la Restauración entró en una nueva fase que vino marcada por la subida al trono de Alfonso XIII en 1902. Durante este periodo una nueva generación de políticos, tras la muerte de Sagasta (1903), como Maura y Canalejas, y nuevos movimientos sociales surgieron en la vida española. El régimen de la Restauración fue incapaz de dar respuesta a estas nuevas fuerzas lo que aumentó los conflictos sociales y políticos. A partir de 1912 la decadencia y fragmentación del régimen dio lugar al fortalecimiento de los republicanos, y de los movimientos obreros y nacionalistas. Los problemas en Marruecos y el impacto de la Primera Guerra Mundial agudizaron estos conflictos, principalmente durante 1917 lo que desembocó en una solución militar con el Golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 que dio origen a una dictadura hasta 1930.

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