Reinos cristianos en la Edad Media

2.1 AL-ÁNDALUS: CONQUISTA MUSULMANA EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. EMIRATO Y CALIFATO DE CÓRDOBA

La invasión de la Península Ibérica por parte de los musulmanes se encuentra dentro del proceso general de expansión del islam, iniciado en Arabía y que conquista las provincias más ricas del Imperio bizantino, avanzando hasta alcanzar el Estrecho de Gibraltar. La situación de la monarquía visigoda favorece la invasión musulmana, ya que había una crisis por la lucha por el poder que había desencadenado una Guerra Civil, que supuso una división y enfrentamiento entre los visigodos. Lo supieron aprovechar los musulmanes en el enfrentamiento entre ambos en la batalla de Guadalete (711). Con la derrota visigoda, se
desintegra su monarquía. Del año 711 al 715 se da una conquista rápida, los jefes musulmanes, con apoyo de las tropas bereberes, llegan hasta los Pirineos sin prácticamente oposición.Tras el periodo de conquista (711-714), Al-Ándalus pasa a ser una provincia del califato omeya de Damasco. (Emirato dependiente 714-756) Esta es una etapa de inestabilidad política, ya que se aplica una política de explotación del territorio que requiere establecerse definitivamente en
Al-Ándalus. Surgen enfrentamientos entre los conquistadores por el reparto de las tierras y la distribución del poder, con lo que la población bereber queda perjudicada. Continúa el intento musulmán de avanzar hacia el norte, donde son frenados en la batalla de Covadonga (722) y la de Poitiers (732). En el año 750 los omeyas son depuestos por los abasíes, que proclaman un nuevo califato con capital en Bagdad. Abd-al-Rahman, de la familia de los omeyas, consigue huir llegando a las costas de Al-Ándalus en el año 755, se hace con el poder y en el año 756 es proclamado emir (Emirato independiente 756-929). Abd-al-Rahman rompe el vínculo político con el califato de Bagdad, pero mantiene la relación religiosa, aceptando la superioridad del califa de Oriente como jefe espiritual. Durante este periodo se consolida el poder del islam en la península. Abd-al-Rahman III se convierte en emir de Córdoba en el año 912. En el año 929 se proclama califa (Califato de Córdoba 929-1031), suponiendo esto la ruptura definitiva, también en el ámbito religioso, con el califato de Bagdad.


2.2 AL-ÁNDALUS: REINOS DE TAIFAS. REINO NAZARÍ

Tras la muerte de Almanzor (hayib) en 1002, le sucedieron sus hijos al frente del califato, bajo cuyos gobiernos, la situación de crisis en al-Ándalus se complicó todavía más debido a las constante luchas entre los intereses de estos (Amiríes) y los que defendían al legítimo Omeya Hixam II, iniciándose en 1009 hasta 1031, un periodo de desintegración política de al-Ándalus que llevará a la desaparición del Califato de Córdoba. En 1031 las élites de Córdoba decidieron abolir el califato, estableciendo un sistema de gobierno basado en los Reinos de Taifas, en los que iban autoproclamándose reyes diferentes miembros de familias poderosas de las ciudades de al-Ándalus. Durante este periodo las luchas entre los intereses de los diferentes gobernadores de las taifas se sucederán, fragmentándose el Califato de Córdoba y propiciando el avance de los reinos cristianos. En total, los reinos de taifas se van a desarrollar en tres fases:
primeras taifas (s. XI), segundas taifas (s. XII) y terceras taifas (s. XIII). Van a ser territorios independientes unos de otros. Se dieron los siguientes tipos de taifas: las eslavas (zona levantina y Baleares), las bereberes (costa andaluza) y las árabes (resto de al-Ándalus y zonas de marcas).
Dichas taifas gozarán de una riqueza cultural importante unida a una cierta prosperidad económica, aunque política y militarmente eran débiles, ya que estaban
sometidas al pago de tributos o parias a los reinos cristianos con el objetivo de detener el avance de la Reconquista, pero ante la incapacidad de frenar el avance de los reinos cristianos que ya habían conquistado Toledo (1085), las taifas se unen para pedir ayuda a los almorávides. Los almorávides, procedentes del sur de Marruecos, van a volver a imponer los antiguos impuestos a los no creyentes musulmanes, la yihad y la ortodoxia religiosa, aunque se relajarán en sus costumbres, siendo atacados por otro pueblo norteafricano, los almohades, los cuales consiguieron unificar al-Ándalus, venciendo a las tropas de Alfonso VIII de Castilla en la Batalla de Alarcos (1195), extendiendo su poder hasta la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), quedando reducido el territorio islámico al Reino Nazarí de Granada, que pudo sobrevivir hasta finales del s. XV gracias a los pactos que realizaron los sultanes con los reyes de Castilla y de Aragón.


2.3 Al-Ándalus: economía, sociedad y cultura

Durante esta época hubo importantes cambios en el terreno económico. En agricultura los musulmanes heredaron muchas carácterísticas de los romanos, pero también impulsaron la práctica del regadío, con novedades tan significativas como la noria, al tiempo que difundieron cultivos como los cítricos, el arroz, el algodón o el azafrán. No obstante, los cultivos principales de las tierras hispanas siguieron siendo los mismos que en la época romano-visigoda: los cereales, la vid y el olivo (trilogía mediterránea). En la ganadería, el descenso de la cabaña porcina por la prohibición coránica, se compensó con el desarrollo del ganado ovino, caprino o equino. El comercio se vio favorecido por la acuñación de dos tipos de monedas, el dinar de oro y el dírhem de plata, y por la densa red viaria heredada de tiempos romanos. El comercio exterior se mantuvo sobre todo con el mundo islámico pero también con la Europa cristiana. Aunque la mayor parte de la población de al-Ándalus vivía en el medio rural, las ciudades tuvieron una gran importancia. Las ciudades andalusíes se desarrollaron en su gran mayoría a partir de las existentes en los tiempos romano-visigodos. Pero los musulmanes también crearon ciudades nuevas, como Almería, Madrid o Calatayud. Para el Islam solo hay una clase social, la umma (comunidad de creyentes), dentro de la cual estaba la jassa (linajes de familias árabes importantes) y la amma (clases
populares urbanas y rurales). Dentro de los musulmanes se daban los siguientes grupos: árabes (minoría urbana dominante en al-Ándalus); bereberes (participaron en la invasión pero ocupan posiciones inferiores a los árabes); muladíes (cristianos convertidos al Islam para evitar el pago de impuestos por no ser musulmanes). Por último, fuera de los no musulmanes nos encontramos a los siguientes grupos: mozárabes (cristianos que vivían en territorio musulmán); judíos. La cultura va a estar muy influida por la religión en diferentes grados. La lengua oficial fue el árabe, aunque el latín seguía siendo la lengua empleada por los mozárabes y los muladíes. La literatura fue una actividad de carácter cortesano, practicada por las altas élites y mandatarios. En filosofía destaca Averroes, nacido en Córdoba, fue el responsable de haber rescatado el conocimiento de la filosofía de Aristóteles para el pensamiento medieval. En el campo de la ciencia en Al-Ándalus fue muy importante el avance en el campo de la astronomía o la medicina, siendo uno de sus principales inventos como el astrolabio.


2.4 PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA CRISTIANA. ETAPAS DE LA RECONQUISTA. MODELOS DE REPOBLACIÓN

3. SISTEMAS DE REPOBLACIÓN DURANTE LA RECONQUISTA
Junto al proceso de Reconquista se llevaron a cabo
– Sistema de presura (siglos VIII-X) – ocupación de tierras deshabitadas, regulaba que la tierra era para quien la trabajara. Norte del Duero y Pirineos.
– Sistema concejil (siglos XI-XII) – territorios divididos en concejos a los que el rey concede un fuero o carta puebla que regula la vida municipal. Tierras entre el Duero y los montes de Toledo y valle del Ebro.
– Sistema de órdenes militares (1a mitad del siglo XIII) – se reparte la tierra en distintas órdenes militares por su ayuda en la Reconquista, como la orden de Calatrava. Valle del Guadiana, Teruel y norte de Castellón.
– Sistema por repartimientos (2a mitad del Siglo XIII) – últimas zonas reconquistadas, las tierras se reparten según el rango social. Valle del Guadalquivir y litoral levantino.


2.5 LOS REINOS CRISTIANOS EN LA Edad Media: ORGANIZACIÓN POLÍTICA, RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL

La sociedad medieval es carácterística por su rigidez, que deriva de su división en estamentos cerrados, organizados de forma piramidal. La sociedad estaba organizada en tres estamentos – nobleza, clero y pueblo llano. Sus carácterísticas principales son:
– La rigidez de la división social, en la que era muy difícil pasar de un estamento a otro.
– Cada estamento tiene sus propias normas, teniendo privilegios únicamente la nobleza y el clero.
– El clero es el único estamento abierto, ya que admite a miembros de la nobleza y del pueblo llano, aunque se les asignen cargos diferentes según su procedencia.
– Cada estamento tiene una función social definida:
 El clero es el encargado de la oración para obtener la salvación de las almas.
 La nobleza se encarga de la defensa de toda la comunidad.
 El pueblo llano trabaja para el mantenimiento propio y el del resto de la comunidad.

El crecimiento de las ciudades medievales supone la aparición de una nueva clase social denominada burguésía. Sistema económico, social y político basado en la concesión de un feudo por el rey a un noble, o por este a otro noble de rango inferior, quedando ambos vinculados por una relación de vasallaje. La relación de vasallaje es una relación personal y libre entre un señor y un vasallo. El señor mantiene y defiende al vasallo, concedíéndole feudos, a cambio de que este le sirva por medio de las armas. Los latifundios romanos evolucionan en señoríos, en los que el señor adquiere el derecho a gobernar a los campesinos que residan en sus tierras a cambio de protección y al margen de la autoridad real. La modalidad de señorío más extendida es el mayorazgo, según el cual el patrimonio es heredado por el primogénito. Al ser la sociedad de la época fundamentalmente agraria, el feudo era el centro político, social y económico.

2.6 ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE Castilla, ARAGÓN Y DEL REINO DE Navarra AL FINAL DE LA Edad Media (PARTE 2 )

Era un reino de carácter foral, contaba con un fuero general redactado en 1238 mediante el cual se limitaban las atribuciones del rey en el reino, garantizando derechos políticos de los súbditos y derechos esenciales jurídicos de la vida privada. Desde las primeras Cortes navarras (1253), el rey tenía la obligación de jurar y respetar los fueros, evitando que fortaleciera en exceso su poder. Cuenta con una doctrina pactista, pero sus instituciones se acercan más a las castellanas.


2.6 ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE Castilla, ARAGÓN Y DEL REINO DE Navarra AL FINAL DE LA Edad Media

Uno de los objetivos que van a darse en Castilla desde tiempos de Alfonso X el Sabio (1252- 1284), va a ser el fortalecimiento del papel de la monarquía, pasando de una monarquía feudal, en la que el rey depende del apoyo de los nobles, a una monarquía autoritaria, defendiendo que toda la autoridad debe concentrarse en manos del monarca. Para legislar estas ideas Alfonso X el Sabio, redacta las Siete Partidas con el objetivo de conseguir una uniformidad jurídica del reino. En 1438, con el objetivo de alcanzar un poder todavía mayor de la monarquía, se redacta el conjunto de leyes recogidas bajo el nombre de Ordenamiento de Alcalá. En ese documento promulgado por orden de Alfonso XI de Castilla, se intentó definir la monarquía autoritaria. Estas leyes refuerzan la autoridad del rey, que es apoyado por las instituciones del reino. El reino de Castilla contaba con las siguientes instituciones:
– Consejo real – gente de confianza que asesora al rey.
– Audiencia o chancillería – tribunales de justicia permanentes.
– Hacienda o contaduría – recaudación de impuestos.
– Cancillería – documentación real.
La situación de la Corona de Aragón era diferente a Castilla al ser un territorio formado por varios reinos (Aragón, Valencia, Mallorca y Principado de Cataluña). Cada uno de estos reinos tenía sus propias Cortes, leyes e instituciones y el monarca debía someterse a las peticiones de cada uno de ellos, ya que gozaban de cierta función legislativa y votaban los impuestos. A partir del Siglo XIV se creó en Cataluña una delegación permanente de las Cortes, la Generalitat, con el objetivo de recaudar impuestos y vigilar por el cumplimiento de las leyes. También se creó el Consell De Cent, que velaba por los intereses de hombres notables de la ciudad. Mallorca funciona de la misma manera que Cataluña. En Valencia se crea la Generalitat para representar a los tres estamentos en las cortes. Después del rey, que era la máxima autoridad, se encontraban las personas que interpretaban los fueros en Aragón. La debilidad política del monarca Aragónés era notoria, ya que su futuro dependía en buena medida de la nobleza, que se hizo indispensable para pagar la expansión de Aragón por el Mediterráneo. En 1283 se establecíó el Privilegio Real por el cual, el monarca de Aragón tuvo que reconocer una serie de privilegios a la nobleza a cambio de su fidelidad y apoyo. Comienza a desarrollarse toda una política entre el rey y la nobleza, basada en el pactismo, por medio del cual el rey de Aragón negociaba sobre distintos pactos con los distintos reinos en las cortes. Queda unido a Francia desde finales del Siglo XIII hasta mediados del XIV para mantenerse independiente de Castilla y Aragón. 


3.1 LOS REYES CATÓLICOS. UníÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO

Tras la muerte de Alfonso de Castilla, Enrique IV e Isabel, deciden acabar con su disputa y firman el pacto de los Toros de Guisando (1468), mediante el cual Isabel se convirtió en la heredera al trono de Castilla. Con el matrimonio celebrado entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en 1469, comienza a construirse la futura uníón dinástica entre ambas coronas, con la oposición de Portugal, Francia y Enrique IV, que veía que su hija Juana quedaría sin posibilidades de heredar el trono castellano. A la muerte de Enrique IV en 1474, Isabel se autoproclamó reina de Castilla, propiciando el comienzo de la Guerra de Sucesión (1475-1479) entre los partidarios al trono castellano de Isabel y los de su sobrina Juana. El rey Alfonso V de Portugal entró en Castilla con el objetivo de recuperar el trono para Juana, pero tras la Batalla de Toro (1476), se produjo la derrota de las tropas portuguesas y la consolidación en el trono de Isabel y Fernando. El conflicto quedó cerrado con la firma del Tratado de Alcaçovas (1479), por el cual Alfonso V renunció al trono de Castilla, Isabel y Fernando a Portugal, y ambas potencias se repartieron los territorios insulares del Atlántico. La uníón dinástica se materializó con la firma de la Concordia de Segovia (1475), mediante la cual se establecía la uníón familiar, pero no de coronas. Cada corona manténía sus propias instituciones aunque decidieron gobernar conjuntamente en todos sus territorios tanto interiores como exteriores. Las instituciones de la dinastía castellano-aragonesa eran las siguientes: el Consejo Real, un órgano consultivo formado por letrados por preferencia de los monarcas para evitar la influencia de la nobleza sobre la corona, cuyo poder va paulatinamente siendo sustituido por las cortes. La Santa Hermandad (1476), una institución común en ambos reinos, encargada de conseguir la pacificación, proteger el comercio y perseguir el bandolerismo. La Chancillería, que es el órgano supremo de justicia de la corona; y, por último, la Inquisición, también común para ambos reinos, fue establecida por los Reyes Católicos por petición del papa Sixto IV, con objetivo de vigilar y velar para que se cumpliera la política de unidad religiosa.


3.2 EL SIGNIFICADO DE 1492. LA GUERRA DE Granada Y EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

1. CONQUISTA DE Granada (1481-1492)
A finales del Siglo XIII el proceso de reconquista de los reinos cristianos sobre al-Ándalus se había detenido, permitiendo la supervivencia del reino nazarí de Granada. Los Reyes Católicos, tras asegurar su trono, pasada la guerra de Sucesión, reanudaron la Reconquista para poner fin al reino granadino. Desde 1481 a 1492 se produce la Guerra de Granada, una guerra de desgaste. En la primera fase, los musulmanes conquistan Zahara en 1481, a los que los cristianos responden conquistando Alhama. Se produce una Guerra Civil en Granada tras la concesión de la Bula Cruzada a los cristianos. En la segunda fase se produce el asedio de Málaga (1485-1487), reduciendo en 1490 el reino nazarí a la ciudad de Granada. Para tomar Granada finalmente, los Reyes Católicos edifican en 1491 un campamento militar que se convertiría en la ciudad de Santa Fe, donde se instaló la corte real. El rey de Granada, Boabdil se rinde y negocia con el reino cristiano, firmando las capitulaciones en 1491, permitiendo que los Reyes Católicos tomen la Alhambra en 1492 terminando con el proceso de Reconquista.

2. DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
Al mismo tiempo que los Reyes Católicos llevan a cabo la conquista de Granada, Cristóbal Colón se dirige a ellos para presentar su proyecto para llegar a las Indias navegando por el Atlántico hacia Occidente. En 1492 los Reyes Católicos aceptan su plan y firman las Capitulaciones de Santa Fe, llegando el 12 de Octubre de 1492 a América, descubriendo islas como las Antillas. Posteriormente al descubrimiento de América, Colón vuelve a la península mostrando a los Reyes Católicos sus descubrimientos, permitíéndole estos hacer un segundo viaje, en el que descubrirá nuevas islas caribeñas, y será en el tercer y cuarto viaje
cuando encuentra continente. Cristóbal Colón muere sin encontrar el paso a las Indias, ni saber que ha conocido un nuevo continente. En 1493 se firma la Bula Intercaetera, por la cual se le concedía a Castilla el dominio de las tierras conquistadas. También se realiza una revisión del Tratado de Alcaçovas, firmando el Tratado de Tordesillas en 1494, por el cual se produce el reparto del atlántico con los portugueses.


3.3 EL Imperio DE LOS AUSTRIAS. ESPAÑA BAJO Carlos I. POLÍTICA INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS

Carlos I, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, hereda el territorio de la Corona de Castilla y Aragón por parte materna, nombrado heredero por Fernando de Aragón, y el sacro Imperio romano germánico por parte de su padre. Se convirtió en Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico. Con el reinado de Carlos I se revitalizó la idea del Imperio universal, que comenzaba a ser sustituida por ideales individualistas del Renacimiento y la Reforma protestante. Carlos I situó al Imperio como medio para conseguir la ordenación, uníón y defensa de la fe. Tras la muerte de Isabel la Católica en 1504 se sucedieron en Castilla diferentes gobiernos y regencias que abrieron una crisis política y que continuarían durante el reinado de Carlos I, dado el descontento de Castilla con el desconocimiento del monarca de la cultura o la legislación de los reinos. Cuando Carlos I emprende el viaje a Alemania para tomar posesión de la corona imperial, el malestar estalla. Surgen protestas por los nuevos impuestos y se cuestiona el sometimiento de Castilla al Imperio. Aparecen las comunidades haciendo referencia a los poderes locales y al estado común, en contra de los poderes de la alta nobleza. Estas defendían la organización tradicional castellana, no querían la vuelta al estado feudal y pretendían un régimen monárquico peninsular. En 1521 se produce la batalla de Villalar y se ejecuta a los líderes comuneros. Por otro lado, las Germánías, surgen al unísonó con las comunidades en la corona de Aragón, debido al vacío político y la incapacidad de los plebeyos de velar por sus derechos en la ciudad. Eran luchas sociales entre los plebeyos y las clases medias de una parte, y la aristocracia territorial de otra. En cuanto a la política exterior, Carlos I mantiene buenas relaciones con Portugal, aseguradas con su matrimonio con Isabel de Portugal en 1526. Defendíó su hegemonía en Europa, causando una rivalidad con Francia entre 1519 y 1544, debido a puntos de confrontación entre ambos como Borgoña e Italia, producíéndose altercados como la Batalla de Pavía (1525) o el asalto y saco de Roma (1527). La guerra finalizaría en 1529 con el Tratado de Cambray. Defendíó la unidad de la cristiandad del Imperio turco en Centroeuropa y el Mediterráneo, y de la Reforma llevada a cabo por Lutero en el seno del catolicismo, suponiendo esto la división política del Imperio. Aun venciendo en la batalla de Mühlberg (1547), reconoce la libertad religiosa de cada Estado del Imperio en la paz de Augsburgo. En el Concilio de Trento (1545-1563) intentó terminar con la crisis de la Iglesia católica pero no consiguió resolver la división entre católicos y protestantes.


3.4 LA MONARQUÍA HISPÁNICA DE Felipe II. GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN. LOS PROBLEMAS INTERNOS. GUERRAS Y SUBLEVACIÓN EN Europa.

Tras la abdicación de Carlos V en 1556, Felipe II no heredó el título imperial, pero pasaron a su posesión los reinos hispánicos y los territorios de Italia, África y América que poseía su padre. Cuando muere el rey de Portugal en 1580, Felipe II reclama el trono por ser hijo de Isabel de Portugal, con objetivo de unir la Península Ibérica bajo el mismo reino. En 1581 las Cortes de Tomar nombran a Felipe II rey de Portugal. En la política interior, Felipe II lleva a cabo un gobierno personalista y polisinodial, asumiendo plenamente las responsabilidades gubernativas y pasando del concepto de Imperio universal de Carlos V al de Imperio hispánico. Para controlar la administración del reino, cuenta con los concejos territoriales, destinados a controlar los distintos territorios del reino, y los temáticos
destinados a distintos temas: religiosos, de hacienda, militares…Etc. En la administración territorial nos encontramos con las Cancillería (instituciones de justicia donde se encontraban los cancilleres o portadores del sello real), Audiencias (órganos de justicia) y los Corregimientos (ayudaban a los regidores en el gobierno de las ciudades, velando por la seguridad y el cumplimiento de las leyes en las mismas). En cuanto a los problemas en la política interior, en 1566 se publica la pragmática de Pedro de Deza, imponiendo limitaciones a la práctica religiosa, lingüística y cultural de los moriscos, lo que da lugar a la rebelión de las Alpujarras (1568-1571). En 1570 la población morisca granadina fue expulsada de sus lugares de origen y distribuida por Castilla. Entre los años 1590 y 1592 se
produce el caso de Antonio Pérez, una especie de trama conspirativa contra los intereses de la corona en los Países Bajos llevada a cabo por Antonio Pérez, secretario de Felipe II. Finalmente, gracias a la Inquisición se le consiguió apresar al acusarle de hereje. La política exterior de Felipe II se inspiró en los mismos principios que la de su padre Carlos V, defendiendo el catolicismo, luchando contra los turcos del Imperio Otomano en la Batalla de Lepanto (1571), defendiendo a los católicos franceses frente a los hugonotes y también interviniendo dentro de las provincias unidas para parar la rebelión protestante.


3.5 EXPLORACIÓN Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA. CONSECUENCIAS DE LOS DESCUBRIMIENTOS EN ESPAÑA, Europa Y AMÉRICA

A partir del descubrimiento de América en 1492, se produjo la exploración y conquista de territorios americanos durante un periodo que dura hasta el Siglo XVI. Esta exploración puede dividirse en dos periodos principales: en el primero, desde 1502 hasta 1519, se realiza la conquista Antillana, y en el segundo, a partir de 1519, se produce la conquista continental de los imperios inca y azteca. Como resultado de estas conquistas, hubo grandes repercusiones tanto para la Península Ibérica como para los indígenas. La conquista Antillana que tuvo lugar hasta 1519 fue importante para llegar a la posterior conquista continental. La conquista continental, se basa en la conquista del Imperio azteca y el
Imperio inca. La rapidez de este proceso se debe a la superioridad técnica de los españoles además de la incapacidad de estos pueblos para defenderse ante las enfermedades que estos habían traído del continente. La conquista del Imperio Azteca fue llevada a cabo por Hernán Cortés desde 1518 hasta 1521. En cuanto a la conquista del Imperio Inca, esta fue llevada a cabo por Francisco Pizarro, simbolizando el hundimiento del Imperio inca. Entre los distintos avances y aportaciones por parte de los castellanos a los americanos se encuentran la imposición de sistemas económicos más avanzados, políticos, higiénicos y sanitarios y sistemas de trabajo e influencias culturales, como la lengua castellana o el arte. Sin embargo, lo más importante es el enorme declive demográfico que se produjo por la transmisión de enfermedades ante las cuales sus víctimas no tenían ninguna defensa por las duras condiciones de vida a las que fueron sometidos. Todo esto se reguló a partir de las Nuevas Leyes de Brugos, en las cuales se defendíó a los indígenas y se cesó su explotación. En España, la conquista de América tuvo importantes repercusiones, como el hallazgo de minas
de oro y plata, y la aportación de productos como la patata, el tabaco y el cacao, que favorecíó la economía. A su vez, tuvo gran importancia el desarrollo del comercio con el continente americano, creándose un único organismo que tuviese el monopolio del comercio: la Casa de Contratación en Cádiz, permitiendo proteger las rutas comerciales de la piratería y el contrabando.

3.6 LOS AUSTRIAS DEL Siglo XVII. GOBIERNO DE VALIDOS. CRISIS DE 1640. (PARTE 2)

Durante su reinado surgen problemas como la crisis de subsistencia, el Motín de los Gatos y crisis por la subida del paro, aunque el gran problema de Carlos II fue el problema sucesorio, dada su imposibilidad de dar descendencia al trono, por lo que asciende al trono la familia de los borbones a su muerte.


3.6 LOS AUSTRIAS DEL Siglo XVII. GOBIERNO DE VALIDOS. CRISIS DE 1640

Los Austrias del Siglo XVII fueron delegando responsabilidades en sus validos, reducíéndose por tanto la importancia de la figura del monarca. Estos eran personas procedentes normalmente de la aristocracia, en los que el rey depositaba su total confianza. Durante el gobierno de estos validos se dieron numerosos casos de corrupción, nepotismo y venta de cargos. Durante el reinado de Felipe III (1598-1621), se mantuvo la hegemonía de los Austrias en el mundo, aunque la mala situación económica apuntó hacia el declive del Imperio y el comienzo de su decadencia. Se continuó con una política de intolerancia religiosa manifestada en el Decreto de expulsión de los moriscos (1609) firmado por el Duque de Lerma, primer valido de Felipe III, que afectó especialmente a Valencia y Aragón provocando el despoblamiento de determinadas zonas y la falta de mano de obra agrícola. Durante el gobierno del Duque de Lerma se produjeron varios casos de producción y clientelismo, que llevaron a destituirle y a dejar el gobierno en manos de su hijo, el Duque de Uceda. Con Felipe IV (1621-1665), se realiza una labor por parte de sus validos con el objetivo de mejorar la imagen de la monarquía. El principal valido de Felipe IV, El Conde-Duque de Olivares, un completo hombre de estado, priorizando los intereses del Estado sobre los propios. Escribíó un compendio, “El gran Memorial”, un análisis del estado en el Siglo XVII y las necesidades que veía él en la política hispánica. Trató de conseguir, mediante una serie de reformas, que la monarquía hispánica volviera a su antiguo esplendor. De esta manera, impulsó medidas contra la corrupción y de orden económico para evitar que la economía siguiera cayendo. También decidíó crear la Uníón de Armas, cuya finalidad era, además de crear un único ejército dispuesto para la batalla a merced del monarca, sin tener que pedir permiso a los reinos, conseguir una mayor uníón entre los reinos de la monarquía hispánica, buscando que todos los territorios se unan bajo la monarquía hispánica y no hubiera peculiaridades entre los reinos. Este hecho provocó la crisis de 1640, al negarse varios territorios a su puesta en marcha. Así pues, Cataluña no aceptó la “Uníón de Armas”, lo cual no le impidió a Olivares enviar tropas al Principado catalán al estallar la guerra con Francia. Debido a esto, se produjo el Corpus de Sangre (1640), que supuso la entrada de las tropas en Cataluña de manera muy violenta para resolver la situación. Por otra parte, Portugal, que formaba parte de la monarquía desde Felipe II, quería mantener su independencia, por lo que no estaban de acuerdo con la Uníón de Armas,se niegan a mandar tropas y proclaman su independencia de facto en 1648 y nombran al Duque de Braganza como rey, independizándose de iure en 1668. La crisis de 1640 trajo la destitución del Conde-Duque de Olivares, dados los problemas que surgieron de la Uníón de Armas. Después de esto, Felipe IV fallece y le sucede su hijo Carlos II, asumiendo la regencia su madre, Mariana de Austria, hasta que su hijo tuviera edad de reinar. Carlos II tuvo algunos validos como Don Juan de Austria y el padre Nithard. 


3.7 LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Y LA PÉRDIDA DE LA HEGEMONÍA ESPAÑOLA EN Europa

La guerra de los Treinta Años tuvo lugar en Europa de 1618 a 1648, en la cual intervinieron un elevado número de combatientes. Las causas de este conflicto deben buscarse en diversos factores de distinta índole. Por una parte, se debíó, en el ámbito religioso, a la división del Imperio firmada en la paz de Augsburgo en 1555, que abríó el enfrentamiento entre católicos y protestantes, agravado por el intento de los Habsburgo de introducir la contrarreforma católica. En cuanto a las causas políticas, tuvo gran importancia la lucha por la dignidad imperial y la rivalidad entre España y Francia por la hegemonía europea. Por último, esta guerra se vio influenciada por la crisis económica general que tuvo lugar en el Siglo XVII, la cual creó un gran malestar social. En cuanto a la intervención española en la guerra de los Treinta Años, la monarquía de Felipe IV intervino de manera directa, por ambas cuestiones religiosas y tácticas. España era una gran potencia, y las demás potencias europeas aprovecharon el conflicto religioso de la monarquía hispánica para mermar su poder. Se produjo la primera derrota de los tercios en Rocroi en 1643, estando en juego no solo la unidad religiosa europea, sino también la supremacía. En 1648, con intención de equilibrar la situación europea, se firma la paz de Westfalia, que afectó a todo el continente con repercusiones como la renuncia del emperador a sus intenciones centralizadoras, suponiendo la división del Imperio alemán; la pérdida de la hegemonía de la Casa de Habsburgo y de la monarquía hispánica; y el ascenso de la supremacía francesa. En el tratado de Münster España reconoce la independencia de las provincias unidad. Sin embargo, tras la firma de la Paz de Westfalia, continuó la guerra hispano-francesa durante el reinado de Carlos II, que concluyó en 1659 con la firma de la paz de los Pirineos. Los efectos de este acuerdo condujeron a la pérdida de territorios de la monarquía hispánica en favor de Francia como Artois, el Rosellón y parte de Cerdeña y a ventajas comerciales de Francia con América, suponiendo el fin de la supremacía de los Habsburgo en Europa, surgiendo Francia como una de las potencias.


3.8 PRINCIPALES FACTORES DE LA CRISIS DEMOGRÁFICA Y ECONÓMICA DEL Siglo XVII Y SUS CONSECUENCIAS

Durante el Siglo XVII se produjo una crisis demográfica, económica y social en Europa, llamada Crisis del Siglo XVII, que afectó sobre todo a los países mediterráneos. En cuanto a la crisis demográfica, la monarquía hispánica se vio afectada por una crisis de subsistencia, las malas cosechas provocaron hambrunas que se prolongaron a lo largo del siglo.También se dio lugar a epidemias, favorecidas por la desnutrición y la falta de higiene, destacando la peste, que arrasó buena parte de España. A su vez las guerras debido a las rebeliones de Cataluña y Portugal provocaron grandes bajas en la población, al igual que la emigración a América y la expulsión de los moriscos entre 1609 y 1614, durante el reinado de Felipe III y el gobierno del Duque de Lerma. Los problemas económicos se ven reflejados sobre todo en la agricultura, actividad de la que la economía dependía en gran medida. La propiedad comenzó a concentrarse y aumentaron los latifundios, teniendo los campesinos la necesidad de convertirse en jornaleros. También la pérdida de los moriscos se vio reflejada en la economía, pues el estatus de un cristiano viejo supónía un mayor salario. Sin embargo, la introducción de nuevos cultivos procedentes de América, como el maíz y la patata, contribuyeron al crecimiento demográfico del norte peninsular. Durante el reinado de Felipe IV se da la Carrera de Indias, imprescindible para la economía de la monarquía hispánica, dada la dependencia total de los metales americanos para sufragar los conflictos bélicos. A partir de 1660 el monopolio del comercio con América es casi inexistente, ya que lo comerciantes europeos comienzan a introducir sus mercancías en la península para enviarlas a América. Dada la hidalguía y la intención de limpieza de sangre, la sociedad se hizo rentista, se invertía en títulos, rentas y propiedades agrarias. Debido a esto no se invierten las ganancias en manufacturas, la industria o el comercio. En consideración a la sociedad española, su estructura estaba basada en el esquema común propio del Antiguo Régimen, una sociedad estamental dividida entre privilegiados y no privilegiados.


3.9 CRISIS Y DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA. EL REINADO DE Carlos II Y EL PROBLEMA SUCESORIO

Cuando en 1665 fallece Felipe IV, el Imperio hispánico se encuentra en clara decadencia y la monarquía de los Habsburgo está a punto de extinguirse. Le sucedíó su hijo Carlos II, y dada su minoría de edad, se nombra regente a Mariana de Austria, madre de Carlos II. Mariana de Austria tuvo como regente al padre Nithard, pero ante el malestar de los nobles, Carlos II lo destituye en nombre de don Juan de Austria. En el gobierno de Carlos II se dieron varios problemas en la política interior como el neoforalismo, mediante el cual Carlos II concede la autonomía a los reinos que integran sus territorios, especialmente al reino catalán, provocando una descentralización de la monarquía hispánica y el surgimiento de conflictos internos. Otro problema que se dio en España durante su reinado fue el neofeudalismo, por el cual la alta nobleza pasó a controlar la monarquía. Por último, debido a la carencia de alimentos y la subida de los precios, estalló el Motín de los Gatos en Madrid en 1699, un disturbio que siguió las pautas de los motines de subsistencia del Antiguo Régimen, caracterizados por ser una forma de protesta popular para asegurar el abastecimiento de alimentos básicos a un precio asequible. En cuanto a la política exterior, la monarquía hispánica sufre un periodo de política de acoso por parte de Francia, a lo que sucederán continuas derrotas militares y pérdidas territoriales a favor de esta. Los continuos ataques de la monarquía francesa a las posesiones españolas en los Países Bajos llevaron a la firma de tratados de paz como la paz de Aquisgrán y la de Nimega en 1678, que supuso la entrega del Franco-Condado y otras posesiones Flamencas. Acabada la política de acoso francesa, Carlos II decide emplear una política de acercamiento con el fin de que Luis XIV evitara la división de su Imperio. Por último la independencia definitiva de Portugal en 1668, fue un factor más que supuso el declive de la monarquía hispánica en cuanto a la pérdida de territorios. Sin embargo, el mayor problema durante el reinado de Carlos II fue el problema sucesorio, debido a la carencia de descendencia de Carlos II, lo que provocó que las principales potencias europeas reclamaran el trono.

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