Sectores políticos q apoyaron a rosas en primer gobierno

La creación del Estado franquista. Grupos ideológicos y apoyos sociales. Etapas de la dictadura y


Principales carácterísticas de cada una de ellas. El contexto internacional del aislamiento al

Reconocimiento exterior


Tras la victoria de los militares sublevados ante la Segunda República en Abril de 1939 se establecíó un nuevo
gobierno dictatorial gobernado por Francisco Franco, que asumirá todos los poderes políticos y ejercerá un
importante control social y económico. El franquismo se desarrolló durante varias etapas. Desde el primer
momento, Franco desarrolla un sistema político autoritario, personalista, nacionalista y católico. Actuará como Jefe
de Estado, presidente del gobierno y Generalísimo de los ejércitos de España. Creará un Estado centralista en el
que la unidad territorial del país es esencial.
Al inicio de la dictadura, Franco eliminó la Constitución de 1931, por lo que fue necesario crear un cuerpo
legislativo. Esta actividad la realizó mediante las Leyes Fundamentales. La primera de ellas fue el Fuero de los
Trabajadores de 1938, que legislaba sobre cuestiones relativas al trabajo en la zona sublevada. En las sucesivas
leyes se recogerían cuestiones como la declaración de derechos de los españoles, o la sucesión del Estado, que
quedaba bajo la decisión del dictador. El régimen, ante la inminente derrota de los fascismos europeos, dejó en
1943 su apariencia fascista y desarrolló la llamada democracia orgánica. Se basaba en la representación de la
uníón de los tres grupos de asociación permitidos: la familia, el sindicato (el trabajo) y el municipio.
A nivel ideológico encontramos diferentes grupos que se unieron a los militares ante su rechazo a la República. En
primer lugar, los monárquicos, que vieron en Franco un modo para instaurar a un monarca. Dentro de este grupo
encontramos a los partidarios de Juan de Borbón, quien había defendido sus pretensiones de volver al trono en el
Manifiesto de Lausana. Franco había mantenido abierta la posibilidad de reinstaurar la monarquía, pero finalmente
fue finalmente el hijo de Juan quien le relevaría. También encontramos a los carlistas. Por otro lado, destacó la
Falange, el único partido permitido. Tras la guerra fueron liderados por Serrano Suñer y su ideología era
nacionalsindicalista y fascista. Por último, destaca el catolicismo, que se uníó al régimen ante el anticlericalismo de
algunos sectores de izquierda. Fue importante el sector del Opus Dei, cuyos miembros ocuparon importantes
puestos de gobierno. Además, influyó a la sociedad española a través de la educación.
A nivel social, varios sectores apoyaron al franquismo. En primer lugar, pequeños medianos propietarios rurales,
así como la oligarquía financiera, capitalista y empresarial. También lo hicieron las clases bajas y medias de la
sociedad, que defendían una mentalidad tradicional y defendían la estabilidad social. Destacan por último el
Ejército y el clero.
La dictadura atravesó por varias etapas ante las que se tuvo que adaptar. Tras la guerra se desarrolla la posguerra
hasta los años 50. Es un periodo de hambre, miseria, racionamiento, miedo y gran represión hacia los vencidos.
Durante estos años, los falangistas tuvieron mucho poder. Franco desarrolló políticas proteccionistas y
autárquicas. Ante el fracaso de estas, se desarrolló desde los 50 hasta los 70, el desarrollismo. Los falangistas
fueron sustituidos por el Opus Dei, que apostaron por el desarrollo industrial gracias al levantamiento del
aislacionismo internacional.
En este periodo se establecíó el Plan de Estabilización, que liberalizó la economía. En
este periodo la industria fue impulsada con los Planes de Desarrollo. En esta segunda etapa se produjeron
algunos intentos de aperturismo, reducción de la censura y en 1969 se establecíó la sucesión de Franco (Juan
Carlos). También es importante mencionar la descolonización de Marruecos en 1956.
Finalmente, desde los años 70 se desarrolla la última etapa que perdurará hasta la muerte del dictador en 1975.
Cada vez se demandaba una mayor apertura política y crecíó la oposición hacia el régimen. Muestra de ello son
las protestas que se suceden en este periodo y el surgimiento de ETA (asesinato de Carrero Blanco). Finalmente,
tras la muerte de Franco, el sistema se desmoronó.
A nivel internacional, el franquismo tuvo que adaptarse a la realidad que le rodeaba. Al comienzo de la Segunda
Guerra Mundial Franco se declaró neutral. Sin embargo, tras la reuníón con Hitler, se declaró no beligerante, lo
que le permitía apoyar a los nazis con el envío de la División Azul. Cuando las potencias del Eje comenzaron a
perder en 1943, Franco volvíó a declararse neutral. Aún así, tras la guerra, las demás potencias aislaron política y
económicamente a España por cercanía con los vencidos en la guerra. Por ello, España quedó fuera de la ONU y
del Plan Marshall. Esta situación se mantendría hasta los años 50, cuando Estados Unidos, en plena Guerra Fría,
antepuso el anticomunismo de Franco a la dictadura, por lo que se levantó el bloqueo internacional, llegó ayuda
económica a cambio del establecimiento de bases militares y España fue incluida finalmente en la ONU en 1955.
Esta apertura posibilitó la entrada de capitales extranjeros, el aumento de exportaciones y la llegada de turistas.
Esta situación le permitíó al régimen sobrevivir hasta la muerte del dictador.


Política económica del franquismo: de la autarquía al desarrollismo. Transformaciones sociales: causas y

Evolución


Tras la Guerra Civil hubo una transformación económica y social del país con respecto a los periodos anteriores,
ya que va a modificarse según se desarrolle la evolución política franquista. Tras el conflicto se desarrolla la
posguerra, que perdurará hasta los años 50. Este es un periodo de años de miseria, hambre y racionamiento. La
destrucción de las infraestructuras productivas provoca un descenso de la productividad. La política económica se
centra en un fuerte intervencionismo por parte del Estado, que establece cupos de producción, y lleva a cabo
medidas autárquicas, de autosuficiencia económica, limitando las importaciones, situación favorecida por el
aislacionismo internacional. Se experimenta un aumento de los precios de los productos, incluidos los básicos, que
no va acompañado de la subida de los salarios.
La necesidad primordial de la dictadura es regenerar el tejido industrial que nunca fue demasiado fuerte y además
fue destruido durante la guerra. Por ello se crea el Instituto Nacional de Industria para impulsar el desarrollo del
sector secundario y de las industrias siderúrgicas, químicas y de bienes de equipo. Sin embargo, hasta la llegada
de los años cincuenta no se producirá un cambio económico importante y la producción industrial seguirá siendo
baja, continuando la subida de precios, el mantenimiento del nivel salarial, el hambre y la miseria.
Ante el evidente fracaso de las políticas autárquicas, a principio de los años 50 se intenta modificar el sistema
económico, iniciándose la liberalización de algunos sectores, de los precios y el aumento ligero de las
exportaciones, a lo que se une la apertura internacional y la llegada de ayuda económica a España. A pesar de
que la situación mejora, se mantiene la inflación, por lo que el franquismo decide optar por un nuevo gobierno
compuesto por miembros tecnócratas del Opus Dei que consiguen mejorar la eficacia económica y aumentar la
productividad. Sus medidas se van a centrar en el abandono de la autarquía y en llevar a cabo el Plan de
Estabilización económica, por el que se reducía el gasto público, se congelaban los salarios, se devaluaba la
peseta, se liberalizaba la economía, se incentivaba la inversión extranjera o se aumentaban las exportaciones…
Estas medidas y la situación internacional darían paso al llamado “milagro español” de los años sesenta. Es un
periodo en el que se desarrolla enormemente el turismo. Se desarrollan además los Planes de Desarrollo que
pretenden impulsar la industria en lugares más atrasados. Sin embargo, estas medidas tuvieron en algunas
ocasiones un impacto reducido. Todo ello contribuyó a un aumento de la renta per cápita, del PIB y de la
producción industrial y económica, a pesar de que el crecimiento era débil y se manténían diferencias territoriales.
Los cambios económicos y políticos en el franquismo estuvieron acompañados de importantes transformaciones
sociales. Durante la posguerra el nivel de vida de la sociedad disminuyó debido a la bajada de precios y salarios.
El nivel de renta no remontó hasta los años 50. El hambre y la miseria se convirtieron en rutinas. La precaria
situación provocó la reaparición de enfermedades que se creían superadas. En conjunto, todo ello provocó un
aumento de la mortandad. La población se centró mayoritariamente en actividades agrarias, mientras que las
actividades urbanas fueron minoritarias. La situación económica provocó una brecha entre una adinerada y
minoritaria oligarquía industrial, financiera y terrateniente y el resto de la población pobre, desapareciendo la clase
media. Estos son años de miedo, silencio, represión y censura, en los que se establece una división social entre
vencedores y vencidos. Los valores sociales eran tradicionalistas, religiosos, de obediencia al dictador y al
superior en la jerarquía. A nivel cultural existía un atraso importante.
A partir del desarrollismo la situación cambia. Con la mejora de la alimentación se revierte la situación de
precariedad, llegando a la segunda fase de transición demográfica: se reduce el nivel de muertes y se mantiene el
alto nivel de nacimientos, impulsándose este factor en estos años a través del llamado baby boom, lo que se
traduce en crecimiento poblacional. Se produce en este momento un éxodo rural hacia grandes ciudades, además
de migraciones a Europa occidental. La sociedad experimenta grandes cambios: el aumento de la renta favorece
la reaparición de una clase media con mejor nivel educativo. Aun así, se mantienen las diferencias económicas
entre españoles. Es destacable que la mujer comienza a incorporarse a la universidad y al mundo laboral. La
apertura internacional y la llegada de turistas provoca cambios de mentalidad que alejarán paulatinamente a la
sociedad de un régimen inmovilista, ante el que se sucederán protestas que demandarán la apertura política del
régimen.

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