Repercusiones de los cambios políticos e intelectuales en el gobierno español en Venezuela

 CUADERNOS PARA EL DIÁLOGO, Marzo DE 1974 este texto pertenece a un ejemplar de la revista Cuadernos para el Dialogo, editado en Marzo de 1974, dirigida por Joaquín Ruiz-Giménez, profesor universitario y político, que en su etapa final se distanció del régimen. Esta revista representaba la idea de evolución reformista de la propia dictadura hacia un régimen democrático. Se trata de una fuente primaria con un destinatario colectivo. El texto se enmarca en el gobierno de Arias Navarro tras el asesinato de Carrero Blanco, un momento en el que los miembros de “el búnker” ganan presencia en el gobierno y se ejerce una dura represión. La idea principal del texto, estructurado en un único párrafo, es una crítica a esas medidas represoras y una propuesta de diálogo y conciliación. Al mismo tiempo se pide que se que se tenga en cuenta las demandas de cambio político que están surgiendo en la sociedad española. Por último, se insiste en que medidas extremas como la aplicación de estas penas de muerte van en contra del clima de entendimiento entre los distintos sectores sociales u políticos que querían crear en España para intentar propiciar la reforma de la dictadura. En el texto se refiere a dos hechos destacados que ocurren en los últimos años del régimen franquista. El primero fue el de las ultimas condenas a muerte que se produjeron en España por garrote vil. El primer caso fue de un joven de ideología anarquista, Puig Antich, acusado de la muerte de un policía, y Heinz Chez, súbdito polaco, que mató a un Guardia Civil mientras cometía un robo. Por otra parte, se habla del obispo de Bilbao, Antonio Añoveros, quien hizo un alegato a favor del reconocimiento de la entidad del pueblo vasco y de sus peculiaridades (lengua vasca). Ante este hecho el Gobierno de Arias Navarro reacciónó arrestando al obispo e intentando expulsarlo del país. Sin embargo, ante la amenaza de excomunión y de enfrentamiento grave con la Iglesia decidíó dar marcha atrás. Este texto se enmarca en la última época de la dictadura franquista concretamente en los años que van de 1973 a 1975. Este periodo viene marcado por una profunda crisis económica y política, varios conflictos internos y exteriores así como el final de este régimen  político con la muerte de Franco en Noviembre de 1975. A nivel económico hay que resaltar que España, se ve afectada por las consecuencias de la crisis económica de 1973, provocada por la subida espectacular de los precios del petróleo provocando una alta inflación, una disminución considerable del poder adquisitivo de la población y un profundo decrecimiento económico. En lo político se debe resaltar la división entre los inmovilistas o “búnker” que desean mantener las esencias del régimen franquista sin cambios y los aperturistas o reformistas, que aspiraban a una evolución del régimen hacia un mayor pluralismo político. Por otra parte, en el del Gobierno franquista se producen cambios ante la decadencia de Franco, con el nombramiento de Carrero Blanco como presidente del Gobierno en Junio de 1973 quien es asesinado por la banda terrorista ETA en Diciembre de 1973. Le sustituyó en la presidencia del Gobierno, Carlos Arias Navarro, que fue incapaz de lograr la apertura del régimen franquista. Asimismo, en 1974 y en 1975 Juan Carlos de Borbón ocupó ya la Jefatura de Estado en varias ocasiones por la enfermedad de Franco. Entre tanto la oposición política al franquismo se iba organizando tanto en el interior como en el exilio. Aparecieron dos organismos que se unían a distintos grupos que pedían el fin de la dictadura y demandaban la instauración de un régimen democrático. Uno de ellos era la Junta Democrática, impulsada por el PCE, Comisiones Obreras y otros grupos de distinta ideología política partidaria de una “ruptura” con la Dictadura. El otro era la Plataforma de Convergencia Democrática, en torno al PSOE, la UGT y a la que se adhirieron también distintas fuerzas políticas y partidaria de una “reforma”. Por otro lado, se elevó el clima de contestación social y se recrudecieron los atentados terroristas promovidos por organizaciones como el FRAP, GRAPO o ETA. Frente a las protestas sociales y el incremento de la disidencia política contra la dictadura, el régimen franquista reacciónó con una dura represión. Buena muestra de ello eran acontecimientos como la del Proceso 1001 contra los dirigentes de Comisiones Obreras, la ejecución del anarquista Puig Antic, el enfrentamiento con la Iglesia por el caso Anoveros, y las últimas condenas a muerte a varios miembros del FRAP y ETA que dieron lugar a protestas internacionales entre ellas las del papa Pablo VI. A todo lo anterior se le sumó en la época final del franquismo el problema del Sáhara Occidental, el último territorio colonial español en África, tras la independencia de Marruecos (1956-1957), y la de Guinea Ecuatorial (1968). En estos momentos, el Gobierno español se había comprometido a realizar un referéndum de autodeterminación bajo los auspicios de la ONU y había aparecido una organización que propugnaba la independencia del Sáhara el Frente Polisario. Sin embargo, el rey Hassan II de Marruecos, que tenía aspiraciones sobre este territorio, aprovechó el momento de debilidad de la dictadura franquista para promover una invasión pacífica del Sáhara conocida como la Marcha Verde. Las autoridades españolas ante la tesitura de una posible guerra con Marruecos optaron por abandonar el Sáhara y a sus habitantes. Los Acuerdos de Madrid (Noviembre de 1975) cedía el territorio saharaui a Marruecos y Mauritania. En medio de este panorama de crisis, represión y conflictos moría finalmente Franco el 20 de Noviembre de 1975, y finalizaba su dictadura, la cual se había prologado durante cerca de 40 años. Los grupos inmovilistas, se vieron superados por los grupos reformistas, quienes se impondrían en la nueva monarquía de Juan Carlos I. Estos últimos propiciaron, junto con una buena parte de la oposición antifranquista, la evolución desde la legalidad de un régimen dictatorial hacia otra de tipo democrático


DISCURSO DE Manuel AZAÑA


El texto es un discurso pronunciado por Manuel Azaña, uno de los principales personajes de la II República española, líder de los partidos Acción Republicana e Izquierda Republicana. Fue presidente del Gobierno durante el bienio reformista (1931 – 1933) y después del triunfo del Frente Popular, en Febrero de 1936, desempeñó el cargo de presidente de la República. Tras la Guerra Civil se exilió en Francia donde murió. El texto es una fuente primaria con un destinatario colectivo. La idea principal del texto criticar que el Golpe de Estado de 1936 acabó con la legalidad republicana, sistema apoyado por el pueblo y en el contexto internacional. Además, indica que el golpe había sido un problema interior de España y que la labor de las potencias extranjeras (Alemania e Italia, especialmente) fue fundamental
para el triunfo del bando sublevado, a su juicio, esta operación violenta no dejaba de ser una invasión encubierta contra la República española. La Guerra Civil española se da en un periodo en el que las transformaciones socioeconómicas producen una crisis del sistema liberal a causa de la irrupción de los partidos y movimientos de masas en la política. Al mismo tiempo, hay que destacar el surgimiento de los movimientos totalitarios como alternativa a los sistemas representativos. La Guerra Civil española está considerada como una antesala o una fase previa de la Segunda Guerra Mundial ya que muchas potencias europeas estuvieron presentes en este conflicto español apoyando a un bando u otro. Además, se convirtió en banco de pruebas de tácticas de guerra y de armamento. El conflicto alcanzó una gran difusión que se acrecentó con la presencia de numerosos intelectuales y artistas y la enorme divulgación que llegaron a adquirir algunas de sus obras (Ej. George Orwell, “Homenaje a Cataluña”; Picasso, “Guernica”, Malraux, Hemingway). Según algunos historiadores, la Guerra Civil tuvo tanto eco a nivel internacional por mostrarse como un conflicto en el que se enfrentaban las grandes corrientes ideológicas del momento (democracia, fascismo, comunismo….). Este alcance internacional y las posturas de las diferentes potencias, fueron determinantes en la evolución del conflicto. Para el bando sublevado la ayuda prestada por la Alemania nazi y la Italia fascista fue muy importante, consistíó en el aporte de recursos económicos, el envío de armamento (aviones, tanques, artillería…) y de tropas (Legión Cóndor alemana, el Cuerpo de Tropas Voluntarias italiano). La ayuda alemana fue de menor cuantía de la italiana pero más decisiva y de calidad. Respecto a las tropas italianas, éstas tuvieron sus propios mandos y participaron en hechos destacados de la Guerra Civil con fortuna desigual. La ayuda de estas potencias fueron fundamentales en la batalla de Guadalajara, toma de Málaga o la intervención de la Legión Cóndor en la toma del Norte en 1937. Por otro lado, hay que resaltar que el régimen autoritario de Salazar en Portugal pese a declararse neutral dejó pasar por su territorio suministros al bando franquista y, excepto en algunos casos excepcionales, entregaba a todos los republicanos que se refugiaron en territorio luso. Respecto al bando republicano en el plano militar hay que destacar la ayuda prestada por la Uníón Soviética, que fue la potencia que mayor cantidad de armamento aportó a la
República (tanques, aviones principalmente), que fue pagado con las reservas de oro del Banco de España que se depositaron en Moscú. Asimismo fue destacada la presencia de asesores militares soviéticos y de consejeros políticos que influyeron sobre el Partido Comunista español. Por otro lado, cabe resaltar la formación de las Brigadas Internacionales, como tropas de carácter voluntario reclutadas por las organizaciones obreras provenientes principalmente de Europa y América. Las cifras varían en en torno a 35.000 o 60.000 efectivos y participaron en hechos como la defensa de Madrid. Cabe destacar que la ayuda de la URSS no
siempre llegó a España debido al cierre de la frontera por parte de Francia; la ayuda del bando sublevado súperó a la republicana desde el primer momento. Por otra parte, en Agosto de 1936 se formó el Comité de No Intervención. Francia, con el apoyo de Inglaterra, creó este organismo con el propósito de no implicarse en la Guerra Civil española. Inglaterra y Francia practicaban la política de apaciguamiento por el temor a un
enfrentamiento con Hitler ejemplo de ello fue la Conferencia de Múnich en la que los gobiernos franceses e ingleses hicieron no opusieron resistencia sobre los deseos del III Reich de anexionarse la zona checa de los Sudetes, hecho que abriría el proceso de la desaparición de Checoslovaquia como país. Los países que se adhirieron al Comité se comprometían a no enviar material bélico a España. Hubo hasta 26 que participaron de este organismo, sin embargo Alemania e Italia, a pesar de firmar el acuerdo, siguieron enviando ayuda con la misma intensidad. Por ello, la actuación del Comité perjudicó especialmente al bando
republicano ya que el bando franquista continuó recibiendo los suministros y el apoyo que le prestaban abiertamente sobre todo Alemania e Italia. Dentro de los distintos factores que se pueden distinguir en la Guerra Civil española la ayuda internacional (en armamento, soldados…) recibida de Italia y Alemania por parte del bando franquista fue uno de los elementos decisivos que explica su victoria sobre el republicano en esta larga y sangrienta contienda que enfrentó a los españoles entre 1936 y 1939. Por parte del bando republicano, los defensores de “resistir a toda costa”, liderados por Negrín, auguraban el estallido de una Guerra Mundial que animase a las potencias democráticas a intervenir en la Guerra Civil. No obstante, ese conflicto mundial llegará 4 meses después de la guerra.


COMITÉ PROVINCIAL REVOLUCIONARIO DE Asturias se trata de un texto de naturaleza histórico circunstancial al tratarse de una proclama. Su autor es colectivo (El Comité de Huelga) y va destinado especialmente a los huelguistas. Es de carácter público y puede considerarse una fuente primaria. La idea principal del texto se refiere al cese de la huelga, reconociendo la derrota ante las fuerzas militares que el Estado usó contra los rebeldes. El texto explica las razones por las que recomienda cesar en las actividades huelguísticas, aduciendo a la enorme superioridad de las fuerzas que tiene en frente. En realidad no habla de renunciar a la lucha, ni de rendición, sólo de una tregua para recuperar la lucha cuando sea conveniente: “Es un alto en el camino, un paréntesis, un descanso reparador después de tanto «surmenage». Para el Comité Revolucionario no ha habido una derrota, ya que las razones de los obreros son justas y, antes o después, lograrán su objetivo. Finalmente, aconseja a todos recuperar la normalidad y volver al trabajo, abandonando la idea de la acción revolucionaria. La Huelga fue convocada en toda España y tenía carácter revolucionario, ya que no era una simple huelga que reivindicaba mejoras laborales. Pretendía hacerse con el poder y crear una república obrera, derrocando al poder establecido en esos momentos en la República, gobernaba una colación de derechas. La revolución protagonizada por los obreros asturianos, organizados por la UGT y con el apoyo de algunos líderes del PSOE, duró 13 días, desde el 5 de Octubre, para rendirse ante las tropas del general López Ochoa, que mandaba sobre el terreno el ejército enviado a Asturias al mando supremo de Franco. A lo largo de todo el texto se hacen continúas referencias a la actuación ponderada de los obreros, a su valentía y a sus aspiraciones revolucionarias. El fracaso de su huelga revolucionaria lo achacan a las fuerzas represoras infinitamente mejor armadas y preparadas (el ejército), y reiteran que esto sólo es una tregua. La huelga tuvo lugar durante el período que va entre los días 5 y 19 de Octubre del citado año 1934, mientras estaba en el poder el Bienio Radical-Cedista de la Segunda República. Sus causas se pueden encuadrar en las elecciones generales del año 1933, en las que el Partido Radical liderado por Alejandro Lerroux forma gobierno apoyado por la CEDA, con una ideología clerical, conservadora y claramente antirrepublicana. Alcalá-Zamora, por entonces presidente de la República, concede que Lerroux incluya a 3 ministros de la CEDA. Ante esto, los partidos de izquierda (sobre todo el PSOE) no aceptaron tal nombramiento y deciden actuar. El día cinco de dicho mes la UGT declara la Huelga General que fue seguida de forma irregular a lo largo del territorio español. Así, en Cataluña adquiere un carácter nacionalista con un breve intento del Presidente de la Generalitat de crear un Estado Catalán presidido por Lluís Companys dentro de la República Federal. La intervención del ejército dominó la situación y el Gobierno suspendíó la autonomía catalana. En las cuencas mineras del norte de España (País Vasco, cuencas mineras de Palencia y León) se da insurrección obrera y en las grandes ciudades se reduce a una huelga general de carácter político. La revolución fracasó en las regiones campesinas, donde una huelga general en Junio duramente reprimida había minado la capacidad de organización del anarquismo y el sindicalismo agrarios. Sin embargo, en Asturias adquiere el carácter de una revolución social con gran fuerza, gracias a la uníón de la CNT y la UGT, y en la que participarán también fuerzas anarquistas como la FAI y comunistas como el PCE. El objetivo de los sublevados era la toma del poder por el partido Socialista para desplazar a la CEDA del gobierno. Para reprimir esta insurrección, el gobierno envía a Asturias las tropas africanas, con mando supremo de Franco. El ejército de africanistas sofocó la revuelta y ejercíó una dura represión sobre los huelguistas, incluso se dieron casos saqueos, violaciones y ejecuciones sumarias. Así, entre las consecuencias podemos hablar de una dura represión con un saldo final de 1500 muertos. Asimismo, la extrema derecha se reafirma en su idea de que el movimiento obrero prepara una revolución para terminar con la República, a la que no podrán hacer frente los gobiernos republicanos porque son débiles estando en el ejército la única salvación para España. Además, la ciudad de Oviedo queda prácticamente destruida perdíéndose la Universidad, el teatro Campoamor o la Cámara Santa de la catedral. Al frente de la represión rápidamente destacó por su brutalidad un oficial de la Guardia Civil, Lisardo Doval, que desde entonces se convirtió en una de las bestias negras del movimiento obrero. Otros militares que destacaron fueron el teniente coronel Yagüe (comandante de las sanguinarias tropas africanas) y el general López Ochoa, que desde entonces recibiría el sobrenombre del Carnicero de Asturias En Cataluña se disuelve el Parlamento, el presidente Companys y su gobierno son condenados a 30 años de cárcel, además de quedar suspendida la autonomía catalana. El clamor a favor de la amnistía acerca las posturas de los partidos republicanos de centroizquierda, que en Enero de 1936, junto con el PSOE, la UGT, el PCE, el POUM, y la CNT contraria a la FAI, firman el pacto de Frente Popular, una coalición de izquierdas que acabará ganando las elecciones de 1936 pero cuyo gobierno estará impedido por el Golpe de Estado de Franco y la Guerra Civil. Finalmente, la revolución de Asturias supone un precedente de los antagonismos políticos y sociales que van a vislumbrar la época posterior, la radicalización de posiciones ideológicas desembocaron en unas posturas extremas que adelantaron no sólo la Guerra Civil sino la represión oficial del régimen franquista. Es, por tanto, un episodio más del ambiente prebélico entre el proletariado obrero y social y las fuerzas antirrepublicanas conformadas por la CEDA, la Iglesia, el Ejército y la Burguésía española temerosa de a revolución social. Todo ello enmarcado en el periodo histórico de entreguerras.


MANIFIESTO DE LA AGRUPACIÓN DE INTELECTUALES AL SERVICIO DE LA REPÚBLICA


Este documento de tipo político se trata de un manifiesto publicado en el periódico “ El Sol” el 10 Febrero de 1931, del cual era uno de los máximos colaboradores José Ortega y Gasset. Los autores de este texto son importantes intelectuales españoles de la época: el escritor Pérez de Ayala, el doctor Gregorio Marañón, el filósofo y ensayista José Ortega y Gasset. Se realizó durante la época el gobierno del general Berenguer, tras la caída de la Dictadura de Primo de Rivera. La idea principal del texto es realizar una crítica a la monarquía de Alfonso XIII y organizar a la oposición republicana. En el texto se refiere a la “Monarquía de Sagunto”
haciendo una alusión al pronunciamiento de Sagunto con el que se dio inicio a la Restauración Borbónica planteada por Cánovas y que ya manifestaba claros signos de crisis y agotamiento. Se propone así un cambio desde la Monarquía a la República que solo sería posible en presión pública por lo que se constituirá una Agrupación de Intelectuales al Servicio de la República, para difundir tratar de obtener apoyos a la República pero sin constituir un partido político. Uno de los principales objetivos de este grupo de intelectuales sería el de preparar un proceso electivo para dotar al nuevo régimen republicano de una constitución por medio de unas elecciones democráticas y libres de la corrupción electoral de la Restauración. En el texto se critica a la monarquía de Alfonso XIII quien se caracterizó por un creciente intervencionismo político que se manifestó en su continua injerencia en las crisis de Gobierno, en su papel creciente en el Ejército y en los asuntos militares o en el apoyo que mostró a la dictadura de Primo de Rivera, como salida autoritaria frente a los graves problemas que acosaban al país. Esta actitud difería mucho de la que tuvo Alfonso XII que entendía, tal y como propuso Cánovas, que el papel del monarca debía limitarse a actuar como un “árbitro” político para evitar la inestabilidad del reinado de Isabel II. Por otro lado, la época en la que se enmarca es conocida como “dictablanda”. Esta breve etapa histórica viene marcada por los Gobiernos encabezados por militares: el general Berenguer y el almirante Aznar. Su objetivo era volver a recuperar la normalidad constitucional del régimen de la Restauración como si no hubiera pasado nada con la dictadura de Primo de Rivera (1923- 1930). La oposición a la dictadura y al gobierno de Berenguer estaba constituida por el nacionalismo catalán, ya que Primo de Rivera había eliminado la mancomunidad y prohibido hablar en catalán en actos oficiales, por el movimiento obrero (socialistas, UGT, el PCE, además del anarquismo organizado en la CNT), por republicanos tanto de izquierdas como de derechas y por una serie de intelecturales, como Unamuno o Blasco Ibáñez, que criticaban la censura de los gobiernos en la Universidad. Este último movimiento se organizó en la Federación Universitaria Española. En este contexto tiene lugar la reorganización de la oposición al régimen de la Restauración en el Pacto de San Sebastián (Agosto 1930) –socialistas, republicanos, nacionalistas catalanes y algunos intelectuales- que pedían ya abiertamente un nuevo régimen republicano. Asimismo se crea un Comité Revolucionario mientras se producían huelgas, protestas e incluso un intento fallido de pronunciamiento (Galán y García Hernández en Jaca, Diciembre 1930). No obstante, estos últimos gobiernos de Alfonso XIII continuaban actuando como si los cambios operados en los años anteriores (políticos, sociales y económicos) y la situación que se vivía en el país en esos momentos en el país no tuvieran ninguna transcendencia. A partir de Febrero de 1931, el almirante Aznar sustituyó a Berenguer en el Gobierno intentando una vuelta al régimen representativo de la Restauración. Se tenía previsto realizar tres tipos de elecciones: municipales, provinciales y generales. Para el 12 de Abril de 1931 se fijaron las elecciones municipales, que los firmantes del Pacto de San Sebastián se plantearon como un plebiscito sobre la monarquía. Una vez celebrados los comicios las candidaturas defensoras de la República, tuvieron un gran apoyo en las zonas urbanas del país donde el caciquismo no tenía ya tanto influencia, venciendo en 41 de 50 capitales de provincia. Dos días después, el 14 de Abril se proclamó la II República y Alfonso XIII, convencido de su falta de apoyos, abandonó España camino del exilio. Con la salida de Alfonso XIII se ponía fin al régimen de la Restauración, que se había extendido desde 1875 hasta 1931. El final de la monarquía de Alfonso XIII era el resultado de la incapacidad del régimen para dar soluciones a las graves crisis y tensiones socioeconómicas y políticas que se dieron en España como la crisis económica tras la bonanza de la Primera Guerra Mundial, el protagonismo de los partidos de masas opuestos a la monarquía, la
organización del movimiento obrero, el creciente intervencionismo del Ejército en política o la crisis de los partidos dinásticos. Por otra parte, algunos historiadores señalán que el apoyo que mostró el rey hacia la dictadura de Primo de Rivera puso en su contra a importantes sectores políticos y sociales que antes habían apoyado a la monarquía como el caso de algunos miembros de la burguésía. Todo lo anterior junto con los cambios políticos operados en este último periodo (dictablanda) allanó el camino hacia la Segunda República donde, en un primer momento se tratará de poner solución a algunos problemas del país (agrario, militar, educativo, social…).


A LOS OBREROS Y A LA OPINIÓN PÚBLICA (12 de Agosto de 1917)


Se trata de un fragmento del manifiesto por el que la UGT y el PSOE convocaron la Huelga General Revolucionaria el 12 Agosto de 1917 exigiendo un cambio de régimen político. Los firmantes son Largo Caballero y Anguiano por la UGT y Saborit y Besteiro por el PSOE. En cuanto a su naturaleza, se trata de una fuente primaria, documento escrito,
histórico- circunstancial de contenido político y claro carácter público (los firmantes buscan máxima difusión, dirigíéndose no solo a los obreros, sino a toda la ciudadanía). En cuanto al análisis, debemos partir de la idea principal: el comité de huelga socialista en representación de la clase obrera reivindica «un cambio fundamental de régimen político» y el fin del sistema oligárquico de la Restauración. Esa demanda de renovación se refleja varias veces, tanto en el primero como segundo párrafo del texto. En el primer párrafo, los convocantes de la huelga tratan de situarla en un contexto más amplio, como parte de todo un movimiento nacional que cuestiona el sistema político. Incluyen en ese deseo de cambio a las Juntas de Defensa militares y a la Asamblea de Parlamentarios. Además, se hace mención a la situación de los ferroviarios valencianos que estaban en huelga desde varias semanas antes («los ferroviarios españoles no están solos en la lucha. Los acompaña todo el proletariado»). En ese segundo párrafo, los líderes huelguistas plantean los pasos a seguir en el proceso de renovación política que proponen: creación de un gobierno provisional, que convoque elecciones libres a Cortes Constituyentes, que deberán elaborar una nueva constitución. En el último párrafo hay un llamamiento, propio de todo manifiesto, a la opinión pública y la ciudadanía, destacando que su objetivo es trabajar por el bien común y rechazando las recurrentes acusaciones que desde sectores conservadores se hacían al movimiento obrero como «instrumento de desorden», caos y conflictividad. Para contextualizar el texto debemos partir de la fuerte crisis que vivíó el sistema oligárquico y caciquil de la Restauración en los años posteriores al comienzo de la Primera Guerra Mundial. España se benefició de su posición neutral y comenzó una fuerte expansión económica que enriquecíó a la burguésía pero generó una elevada inflación que deterioró el nivel de vida de los sectores más humildes, aumentado las desigualdades sociales y la conflictividad social. Además, el estallido de la Revolución Rusa, impulso las demandas de los obreros. En 1917 el sistema de la Restauración fue amenazado por la confluencia de una triple crisis: A)CRISIS MILITAR: se generó un fuerte descontento entre los oficiales de baja y media graduación, debido a la pérdida de nivel de vida por la inflación y al hecho de que los ascensos se obténía mayoritariamente por méritos de guerra, lo que beneficiaba a los militares africanistas frente a los de la Península. Como consecuencia, surgieron Juntas de Defensa que reclamaban un aumento salarial y se opónían a los ascensos por mérito de guerra, reivindicando la antigüedad como único criterio. Culpaban al gobierno de la situación y pedían también la renovación de la política. El gobierno liberal llegó a encarcelar a sus líderes pero el apoyo del rey y el ultimátum que plantearon los militares provocó su dimisión. El nuevo gobierno del conservador Dato cedíó a muchas de sus exigencias y las legalizó. B)CRISIS POLÍTICA: Ante esta situación de crisis, el gobierno suspendíó las libertades constitucionales y clausuró las Cortes. Como reacción los nacionalistas catalanes crearon en Barcelona la Asamblea de Parlamentarios, una especie de parlamento alternativo, a la que después se unirán republicanos y socialistas. Todos pedían la creación de un gobierno provisional que convocara Cortes Constituyentes, con el objetivo de cambiar el sistema. La Asamblea fracasó por su división interna y la intervención de la guardia civil que la disolvíó por la fuerza. C)CRISIS SOCIAL: Para hacer frente a la grave situación económica, las dos grandes corrientes del obrerismo (marxismo y anarquismo) habían empezado a coordinarse en 1916. Fruto de ello fue la huelga general conjunta del 18 de Diciembre de 1916 y el manifiesto de Marzo de 1917 en el que la UGT y la CNT se comprometían a convocar una gran huelga general que lograra el fin del sistema político existente y pedían el control de la subida de precios. En ese contexto de creciente conflictividad social estalló en Julio una huelga de ferroviarios de la UGT en Valencia que se radicalizó y se extendíó, lo que precipitó los acontecimientos y llevó a los dirigentes socialistas y ugetistas de forma unilateral a convocar de forma precipitada la huelga general revolucionaria a través del Manifiesto que estamos estudiando. Durante varios días de Agosto de 1917 los principales centros mineros e industriales se paralizaron. La CNT no firmó la convocatoria pero en varios lugares participó activamente, como es el caso de Barcelona. Aunque a la huelga le faltó organización y fue pronto sofocada con la ayuda del ejército, la dura represión que se ejercíó sobre dirigentes y sindicatos obreros (cerca de 100 muertos, 2.000 detenidos) no logró evitar el fortalecimiento en años posteriores del movimiento sindical. Después de 1917 el sistema quedó gravemente tocado y entró en descomposición, determinado por la debilidad de los gobiernos y partidos que sosténían el sistema caciquil (conservador y liberal) y la fuerza creciente del movimiento obrero («trienio bolchevique»). Fueron los años del pistolerismo en Barcelona, mientras que en Marruecos se producía el Desastre de Annual. La difícil situación desembocó en el Golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923.


CONSTITUCIÓN DE 1812”:


El texto propuesto es de naturaleza jurídica y por lo tanto, es una fuente primaria. Este hace referencia a la primera Constitución Española, que impuso el modelo del liberalismo. Con respecto a los autores, decir que son los diputados de las Cortes de Cádiz y el destinatario era colectivo. Fue promulgada el 19 de Marzo de 1812, conocida popularmente como “La Pepa”. A su vez, tiene una estructura dividida en artículos. Los tres primeros analizan el concepto de soberanía nacional; el artículo 4 y 13 mencionan que las leyes deben garantizar la libertad y prosperidad de todos los ciudadanos; el artículo 8 indica que todos los españoles están obligados a pagar impuestos; el 12 hace referencia a la religión católica como oficial en la Nacíón española. Por último, los artículos del 14 al 17 determinan el modelo político del sistema liberal, que será una monarquía hereditaria y moderada, regida por la separación de poderes: el legislativo reside en las Cortes con el rey, el ejecutivo, representado por el monarca y el judicial, competencia exclusiva de los tribunales. Estos son algunos de los artículos más carácterísticos de la Constitución de 1812, pero, para poder entenderlo, hay que contextualizarlo. En primer lugar, decir que la proclamación de la Constitución ocurríó durante la Guerra de Independencia (1808-1814). En este periodo, se crearon las Juntas Provinciales y locales de defensa, ya que muchos españoles no reconocían la figura de José I Bonaparte como rey. Posteriormente, estas ceden su poder a la Junta Suprema Central Gubernativa del Reino, la cual inició un proceso de convocatoria de Cortes. Esta se trasladó a Cádiz, donde contaba con el apoyo de la flota británica para la defensa de la ciudad. Esta Junta fue sustituida por un Consejo de Regencia, que el 23 de Septiembre de 1810, convocó las Cortes de Cádiz. Entre los diputados de las Cortes nos encontramos con tres corrientes de opinión: los jovellanistas, que defendían una monarquía compartida entre el rey y las Cortes; los absolutistas, partidarios de la monarquía absoluta y los liberales, que querían conceder soberanía sólo a las Cortes. Con respecto a las carácterísticas con una mayor importancia son: la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial); Cortes Unicamerales; limitación del poder real; un sistema representativo basado en el sufragio universal masculino indirecto y el establecimiento de la Milicia Nacional. En cuanto a la acción legislativa, decir que las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar el Antiguo Régimen. Entre estas, podemos destacar la supresión de los señoríos jurisdiccionales; la eliminación de mayorazgos y desamortización de tierras comunales; abolición del tribunal de la Inquisición y creación de un mercado nacional. Finalmente, decir que no tuvo una gran incidencia práctica debido a que la situación de guerra impidió la efectiva aplicación de lo legislado y, al final de la guerra, lavuelta de Fernando VII condujo una vez más al absolutismo y a la abolición de la Constitución de 1812. Esta volverá a entrar en vigor durante el Trienio Liberal (1820-1823), aunque la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis supondrá el inicio de La Década Ominosa (1823-1833) y la vuelta al absolutismo. Por último, durante la Regencia de María Cristina se da el Bienio Progresista (1836-1837), en el que se restablecen algunas prerrogativas de la Constitución de 1812. 

Decretos 4 de Mayo 1814”:


El texto propuesto es un fragmento del documento conocido como “Decreto de Valencia” del 4 de Mayo de 1814. Por su naturaleza, es tipo jurídico-político y por lo tanto, es una fuente primaria. El rey Fernando VII, «El Deseado», es el autor del Decreto del 4 de Mayo. El destinatario de este texto es público. Como contexto histórico, decir que el rey volvíó a España por el Tratado de Valençay, en el que se le devolvía el trono, después de haber estado en Francia con el resto de la familia real hasta el fin de la Guerra de la Independencia Española. El texto se inicia con un discurso del rey, presentándose como un padre para sus vasallos. La apelación al Rey como padre es lo propio de un régimen absoluto que practica el llamado despotismo ilustrado y el llamar «vasallos» a miembros de la nacíón sobre la que se dispone a reinar es un indicio de la voluntad de Fernando VII de restaurar en España el absolutismo propio del Antiguo Régimen. A continuación, el decreto hace referencia al llamado “Manifiesto de los Persas”, presentado por 69 diputados realistas, que intentaban excusar su participación en las Cortes de Cádiz, justificándose con que habían sido amenazados y coaccionados. Estos afirman ahora su adhesión a la monarquía absoluta y se muestran partidarios de derogar la Constitución de 1812 y de anular toda la obra legislativa de las Cortes por sus dañinos efectos sobre la nacíón. Fernando VII, al firmar este decreto, lleva a cabo el primer pronunciamiento de la historia moderna de España. Reinó durante el periodo 1814-1833 sucedíéndose tres etapas políticas: el Sexenio Absolutista (1814-1820); el Trienio Liberal (1820-1823) y la llamada Década Ominosa (1823-1833). En el Sexenio Absolutista, Fernando abole la obra de las Cortes de Cádiz por su voluntad y por el contexto de la Europa de la Restauración, en la que triunfa la
Santa Alianza, una vez derrotado Napoleón. Además, le influye el Manifiesto de los Persas, redactado por una serie de diputados realistas, en el que le aconsejan ignorar la Constitución. Durante el Trienio Liberal, en 1820, tiene lugar el pronunciamiento de los militares destinados a América para detener la secesión americana, dirigidos por Rafael Riego. Fernando VII, asustado por los hechos, jura la Constitución de Cádiz, que vuelve a ponerse en marcha. Durante este periodo, protagonizado por importantes políticos, como Martínez de la Rosa, se ponen en marcha medidas de corte liberal, como la abolición del Santo Oficio y la desamortización eclesiástica. No obstante, Fernando VII pidió ayuda a la Santa Alianza, que se concretó con la entrada en España de un cuerpo del ejército llamado los Cien Mil Hijos de San Luis, al mando del duque de Angulema, que repusieron a Fernando VII como rey absoluto. En el último periodo del reinado de Fernando VII, en el periodo de la Década Ominosa, la persecución contra los liberales es constante. No obstante, la situación del país es precaria y el régimen absolutista de Fernando es tan solo apoyado por la nobleza y la Iglesia, por lo que el monarca no tuvo más remedio que pedir ayuda a la burguésía bancaria. Finalmente, decir que a su muerte, le sucedíó su hija Isabel II, pero como era una niña de tres años, se dio paso a la regencia de su madre Ma Cristina de Borbón. Al mismo tiempo, empezaba una Guerra Civil entre los partidarios del hermano de Fernando VII, Carlos María Isidro de Borbón (carlistas, partidarios del absolutismo), y los partidarios de Isabel II (isabelinos, que optaban por la instauración de un régimen de corte liberal).


CONSTITUCIÓN DE 1869


El texto propuesto (Constitución de 1869) es de tipo jurídico y por lo tanto, es una fuente primaria. La Constitución fue la principal tarea de los integrantes de las Cortes Constituyentes, convocadas por el Gobierno Provisional, tras las revolución de Septiembre de 1868 (La Gloriosa). Por otro lado, el destinatario es público. El texto está constituido por una pequeña introducción y por 10 artículos, que son los que presentan una mayor importancia. Comienza afirmando la idea de soberanía nacional asociada a las Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio universal masculino, es decir, por los varones mayores de 25 años. En los primeros artículos, además del 26, podemos ver el establecimiento de derechos judiciales, tales como el principio de presunción de inocencia, el orden de ir a un tribunal o libertad de residencia. En el 21, hay ideas progresistas, como la libertad de culto y de ejercicio público, y moderadas, como el mantenimiento del culto católico y del clero. Finalmente, del 32 al 36, se proclama la soberanía nacional y el sufragio universal maculino; el poder legislativo reside en las Cortes; se establece una independencia en el poder judicial y además, una monarquía democrática, en la que el Rey tiene poder ejecutivo,  pero lo ejerce por medio de los ministros.   Para poder entender bien la Constitución de 1869, hay que remontarse primero a los factores que llevaron a la promulgación de esta. La revolución de 1868, conocida como “La Gloriosa”, fue apoyada por los generales Serrano, Prim y por el almirante de la Armada, Topete. Se empezó por un pronunciamiento en Cádiz, pero esta sublevación fue extendíéndose rápidamente por diversas ciudades españolas, las cuales constituyeron Juntas Revolucionarias. La Corona únicamente contaba con el apoyo de su pequeña “camarilla” y la derrota en Alcolea por parte de sus tropas, hicieron que la reina se exiliara a Francia. El Gobierno Provisional que surgíó de la revolución estuvo constituido por los partidos que habían aceptado el Pacto de Ostende, con excepción de los demócratas. Fue presidido por Serrano, y formaron parte de él destacados progresistas (Prim, Segasta) y unionistas (Topete). Sus primeras medidas fueron la disolución de Juntas Revolucionarias, el desarmar a la Milicia Nacional, la libertad de culto, la supresión de órdenes religiosas y la desamortización de los bienes eclesiásticos. A continuación, el Gobierno Provisional, convocó elecciones a Cortes Constituyentes, primeras que se celebraron mediante el sufragio universal masculino directo para mayores de 25 años. El resultado electoral dio la victoria a los partidos firmantes del Pacto de Ostende coaligados en el Gobierno Provisional (progresistas, unionistas y demócratas). La principal tarea de las Cortes fue la elaboración de la Constitución de 1869, cuyas carácterísticas ya han sido explicadas. Una vez promulgada esta y con el trono vacante, se establecíó una regencia que recayó en el general Serrano, mientras Prim era designado jefe de gobierno. Este tuvo que enfrentarse a varios problemas: el descontento de los republicanos, la vuelta de la insurrección carlista y la búsqueda de un monarca para la Corona española. Eligieron como Rey a Amadeo de Saboyá, cuyo reinado duró dos años (1871-1873) y el cual dio paso a la I República en Febrero de 1873. Esta estuvo vigente hasta Enero de 1874, proclamándose posteriormente una monarquía con Alfonso XII (primer hijo de Isabel II), cuyo velador fue Antonio Cánovas del Castillo. Se iniciaba en España el periodo de la Restauración. En conclusión, decir que la Constitución de 1869 fue la más democrática y avanzada de las que se hicieron hasta el momento en España. Fue el primer intento fallido de hacerla democrática. 

Valentí Almiral, España tal cual es


El presente texto es un fragmento del ensayo “España tal cual es”, del año 1886. Es una fuente primaria o directa, y por su naturaleza es un texto político y teórico. Está destinado a la difusión general, por tanto es público. Su autor es Valentí Almirall, abogado e intelectual catalanista, y republicano defensor del modelo federal. La idea principal de texto es la crítica y denuncia del fraude electoral del sistema canovista durante el periodo de la Restauración Borbónica. Almirall critica la ley electoral, identificando al Ministerio de Gobernación (actual Ministerio de Interior) como único elector, y describe el fraude a través de los Gobernadores Provinciales y los caciques locales. Los caciques, dentro del mundo rural, tenían un gran poder político, económico y social, lo que permitía la coacción sobre el electorado. Alude a que los resultados son siempre los mismos, “lo mismo si el sufragio es universal que restringido”. Cuando se publica el ensayo, en 1886, el sufragio es censitario, establecíéndose el universal en 1890, pero se seguirá manteniendo el turno pacífico de los partidos. El autor ironiza sobre el fraude de los censos electorales, que incluso recurre a los votos de los llamados “lázaros”, en nombre de personas fallecidas, que “resucitan” para poder votar, como su propio padre. Por último, analiza algunos de los métodos de manipulación electoral, el llamado “pucherazo”, que introduce en las urnas las papeletas necesarias hasta conseguir que venza el candidato elegido previamente. Enmarcamos el texto en la Restauración Borbónica (1875-1902). Tras el convulso periodo del Sexenio Democrático, se restablece la dinastía Borbónica con Alfonso XII, hijo de Isabel II, gracias a la labor de Cánovas del Castillo y el pronunciamiento de Martínez Campos. La Restauración se basó en el sistema canovista, basado en la Constitución de 1876, elbipartidismo, el turno  pacífico de los dos partidos dinásticos, el Conservador de Cánovas y el Liberal de Sagasta. Esto se hacía mediante el acuerdo entre los partidos y el Rey, y un sistema de fraude electoral que garantizaba siempre a los partidos dinásticos. Esto permitía que el nuevo gobierno mantuviera lo que había hecho el anterior, quedando fuera del sistema carlistas, republicanos y fuerzas del movimiento obrero.. Los líderes dinásticos firmaron el Pacto del Pardo, tras la muerte de Alfonso XII, y el sistema quedó institucionalizado durante la regencia de Ma Cristina de Habsburgo. La Restauración permitíó la vuelta al poder de la oligarquía, así como un periodo de gran estabilidad, como demuestra la derrota definitiva al Carlismo y el fin de la participación del ejército en la política. A partir de los 90, la Restauración entró en crisis, fundamentalmente tras el Desastre del 98. Esto provocó la pérdida del patrimonio colonial español y una profunda crisis económica, política y social. El movimiento regeneracionista analizó este hecho y crítico duramente la política de la Restauración.


Flórez Estrada

Nos encontramos ante un fragmento de un artículo de prensa del periódico “El Español”. Se trata de un texto de naturaleza económico -social además de tener matices políticos. En cuanto a su fuente, es primaria, pues es coetáneo a los hechos presentados.Está destinado a la difusión a través del periódico “El Español” y por lo tanto es de destinatario público. Su autor es individual , Flórez Estadra , político y financiero español, presidente del gobierno (1835-1836).En cuanto a su contexto, el texto se encuadraría en torno a 1836, en el gobierno progresista de Mendizábal , durante la regencia de María Cristina. En cuanto a la idea principal, destacaría la siguiente: Realizar una crítica a la propuesta de desamortización de Mendizábal y proponer el modelo enfitéutico como alternativa. Como ideas secundarias cabría destacar: -Plantear la enfiteusis como forma de aliviar la deuda pública . -Defensa de la creación de una clase media agrícola a través de la vinculación de las tierras. -Con la desamortización de Mendizábal, solo se beneficia la clase alta ya que es la única que tiene capacidad adquisitiva para pujar. En el texto se hace mención del término enfiteusis , que hace referencia a el arrendamiento a un campesino a muy largo plazo; es decir, hacer que el campesino se sienta vinculado a la tierra . Este arrendamiento puede durar de 30-40 años o ser vitalicia. También se hace mención al término “desamortización” que hace referencia al proceso por el cual se transforma la propiedad colectiva en individual a través de la expropiación de la tierra y la subasta pública de esta. El texto se enmarca en el gobierno progresista de Mendizábal que se desarrolla tras la revuelta producida en 1836, debido a la falta de reformas del gobierno de Mrtínez de la Rosa. Durante su breve etapa como presidente del Consejo de Ministros Mendizábal adoptó una serie de medidas tendentes a lograr el triunfo en la guerra Carlista y a reestructurar el grave problema de la deuda nacional. Entre todas ellas destacó entonces la reactivación de la desamortización de los bienes del clero regular , que constituía una continuación de las efectuadas por Godoy y posteriormente por las Cortes de Cádiz y los gobiernos del trienio liberal . Mendizábal decretó la disolución de las órdenes religiosas y establecíó la incautación de su patrimonio . Los bienes desamortizados fueron puestos en venta mediante subasta pública . Las tierras podían adquirirse en metálico o a cambio de títulos de la deuda pública. Mendizábal pretendía conseguir así los recursos necesarios para financiar el ejército liberal en la guerra carlista. Al mismo tiempo, los nuevos compradores constituían unos sólidos apoyos sociales comprometidos con el triunfo del liberalismo. También tenía un objetivo social, crear una base de pequeños y medianos propietarios, pero este no se cumplíó. Junto a la transformación del régimen de propiedad, una serie de medidas encaminadas al libre funcionamiento del mercado completaron la liberalización de la economía . La abolición de los privilegios gremiales, de la mesta, abolición de los diezmos eclesiásticos…
La ley de “Desamortización general” de 1855, fue decretada durante el Bienio Progresista del reinado de Isabel II, y era más ambiciosa. Impulsada por el Ministro de Hacienda Pacual Madoz, afectó a los bienes del clero secular que aún quedaban, pero sobre todo a los bienes civiles de los ayuntamientos: bienes de propios (que los ayuntamientos arrendaban) y los bienes comunales (que se dejan para el uso de los vecinos). El dinero obtenido se invirtió especialmente en obras públicas, especialmente en el desarrollo ferroviario (Ley de Ferrocarriles de 1855). Las consecuencias de la desamortización no fueron positivas. Empobrecíó más a los campesinos. Sin embargo, los enormes lotes puestos a la venta sólo pudieron ser adquiridos por las mayores fortunas , sobre todo por aquellos que se habían enriquecido con los negocios pero que ansiaban poseer tierras como poseía la nobleza. La desamortización eclesiástica se completó con otras medidas similares . Desaparición de los señoríos y los mayorazgos , supresión de la mesta, supresión de los derechos señoriales. Las reformas a corto plazo sí consiguieron sus objetivos (financiar guerra carlista y construcción del ferrocarril). Debido a todas estas consecuencias, hubo en su contexto voces alternativas , uno de ellos fue Flórez Estrada, autor de este texto que acabamos de comentar.

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