Reyes Católicos: Unificación, Reformas y Expansión de la Monarquía Hispánica

La Monarquía Hispánica: Unión Dinástica y Territorial

El matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón dio origen a una nueva entidad política: la Monarquía Hispánica. Fue una unión dinástica y no territorial. Los distintos territorios que la integraban (Castilla, Aragón, Cataluña y Valencia) solo tenían en común la monarquía, y cada reino conservaba sus leyes, instituciones y costumbres.

Para completar la unificación territorial, Castilla se anexionó al Reino de Granada en 1492. Así, Fernando, tras la muerte de Isabel, incorporó Navarra en 1512. La unión de la Corona de Castilla y Aragón fue personal, no institucional. Los Reyes Católicos utilizaban la denominación de los diferentes reinos que formaban España. Las fronteras entre los reinos obligaban al pago de derechos. El reinado de los Reyes Católicos supuso cambios en la ampliación efectiva del poder de la Corona. Había un poder de equilibrio entre ambos soberanos.

Administración Central

La monarquía autoritaria que se impone sobre la fuerza de la nobleza y el clero, e intenta dotar a la Corona de unos organismos o instituciones de poder eficaces para afirmar la autoridad real. Los corregidores aumentaban el poder real en Castilla. En la Corona de Aragón se instituyó el cargo del virrey en cada uno de sus territorios como representante del monarca. Sus funciones se complementan con el Consejo Real de Castilla. Al crearse la figura de los secretarios, se comportó una pérdida de poder e influencia de la antigua nobleza tradicional. Se crearon otros consejos para funciones específicas. En 1480 se produjo la reorganización de las Audiencias y la creación de la Cancillería. En Aragón, la Justicia Mayor ejerce como árbitro entre el rey y sus súbditos. En la reforma de hacienda se creó la Contaduría Mayor de Hacienda y la Contaduría General de Cuentas y Resultas. En 1476 se creó la Santa Hermandad. Las Cortes poco a poco fueron perdiendo su función.

Cortes y Concejos Municipales

Los Reyes Católicos se propusieron imponer su potestad sobre las Cortes y los concejos municipales. Las Cortes representaban a los grupos sociales más privilegiados. Tomaban juramento al rey y aceptaban nuevos impuestos. Se reunían cuando el rey necesitaba recursos financieros. Los reyes impulsaron la limitación de la autonomía de los concejos municipales mediante el nombramiento de cargos y la expansión del señorío. El poder de los señoríos consiguió limitar el poder municipal.

Expansión Territorial

Isabel de Castilla tuvo mayor influencia en las decisiones de la política interior, mientras que Fernando se dedicaba a impulsar una política de expansión exterior. La reorganización interior del Estado proponía incorporar todos los reinos peninsulares a la nueva monarquía. Se realizó por fases:

  • 1492: Conquista del Reino Nazarí de Granada.
  • 1493: El rey Fernando recupera los territorios de Rosellón y Cerdaña.
  • 1500: Ocupación de las Islas Canarias.
  • 1512: Incorporación del Reino de Navarra a la Corona Castellana.
  • Intento de anexionar Portugal.

Uniformismo Religioso y Reorganización Social

En el siglo XV, la Iglesia era una institución con un gran poder económico y político, a través de las órdenes militares. Tenía el derecho a cobrar la décima parte de todas las cosechas (diezmo). Los Reyes Católicos se esforzaron en consolidar su autoridad sobre la Iglesia. De ahí viene su insistencia en el cumplimiento de las regalías: conjunto de derechos y atribuciones eclesiásticas.

Inquisición y Expulsión de los Judíos

La Santa Inquisición fue creada en el siglo XV para reprimir la herejía y otros actos considerados delitos contra la fe cristiana (superstición o brujería). Más tarde, se independizó de la Santa Sede y se transformó en un tribunal secular, financiado y dirigido por la monarquía. El objetivo era alcanzar la unidad religiosa, que se consideraba amenazada por la herejía y por los judíos conversos que mantenían sus antiguas prácticas religiosas. Por ello se produjo la expulsión de judíos que no aceptaban convertirse al cristianismo. Esta expulsión no fue aceptada por los Reyes Católicos hasta el 31 de marzo de 1492. Muchos de los expulsados eran importantes banqueros y eran obligados a vivir en barrios separados.

Ocupación de Granada

Fue también la guerra contra los infieles. A los mudéjares se les garantizó el mantenimiento de sus costumbres, propiedades, leyes y religión, porque pensaban que con el contacto de la fe católica se convertirían. Al obtener pocos resultados, el arzobispo Cisneros impulsó los bautismos obligatorios, provocando revueltas y la aparición de moriscos (musulmanes bautizados). En 1502, los mudéjares de Castilla tienen que elegir entre exiliarse o bautizarse. En 1518 se les prohíbe el uso de su lengua y hábitos culturales. Todo esto llevó a la desaparición del islam en Castilla y a la ruptura de la convivencia entre culturas diferentes.

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