El Sistema Canovista: Constitución de 1876 y Turno de Partidos
La Restauración Borbónica: Contexto y Protagonistas
La **Restauración** (entendida como el retorno al trono de la dinastía borbónica) marcó una época de relativa estabilidad en España. Este periodo abarcó el breve reinado de **Alfonso XII** (1875-1885), la regencia de **María Cristina de Habsburgo-Lorena** (1885-1902) y el reinado de **Alfonso XIII** (1902-1931), con el paréntesis de la **Dictadura de Primo de Rivera** (1923-1931).
Orígenes y Fundamentos del Sistema Canovista
El ambiente político estaba preparado por el fracaso del **Sexenio Revolucionario** y fue hábilmente conducido por **Antonio Cánovas del Castillo**, un liberal moderado que se erigió como el inspirador e ideólogo del nuevo régimen. Cánovas consiguió que la reina Isabel II renunciara a sus derechos y abdicara en su hijo. Preparó una campaña de adhesión al príncipe Alfonso, que se concretó en el *Manifiesto de Sandhurst* (1 de diciembre de 1874). En este documento, se prometía la ausencia de represalias, la integración de todos los partidos (al margen de sus antecedentes) y la creación de una constitución donde todos pudieran coincidir, reflejando su visión liberal. El sistema se apoyaría en dos grandes pilares:
- La **Constitución de 1876**
- El **Turno de Partidos** (bipartidismo)
La Constitución de 1876: Un Marco de Estabilidad
La **Constitución de 1876** fue redactada con una intencionada ambigüedad, buscando que los partidos pudieran aplicar sus programas sin necesidad de cambiar continuamente la carta magna, garantizando así su permanencia en el tiempo. Fue la constitución de más larga vida en España, vigente sin interrupción hasta 1923, cuando se instauró la Dictadura de Primo de Rivera.
Aunque admitía algunas conquistas revolucionarias del periodo anterior, giraba abiertamente hacia posturas conservadoras:
- Desaparece la **soberanía nacional**, que ahora residía en las Cortes y el Rey.
- El **sufragio** podía ser censitario o universal. Este último se impuso en 1890 con los Liberales de Sagasta.
- Los **derechos** se restringieron bastante y podían ser suspendidos en circunstancias especiales.
- No habría libertad, pero sí **tolerancia religiosa**: la religión católica era la oficial, pero se permitía el uso privado de otras confesiones.
- El **Rey** amplió sus poderes: nombraba y revocaba ministros, decidía el cambio de gabinete, ostentaba competencias ejecutivas y podía vetar, suspender y disolver las Cortes.
- Las **Cortes** estaban compuestas por:
- Un Congreso electivo.
- Un Senado con miembros por derecho propio (los Grandes de España y altos cargos del ejército y de la iglesia), por derecho electivo (180) y por nombramiento real (180).
El Turno de Partidos: Bipartidismo y Alternancia Pactada
La **alternancia pactada** entre los dos grandes partidos, el **Partido Conservador** y el **Partido Liberal**, buscaba equilibrar y complementar el sistema. El modelo de inspiración era el parlamentarismo inglés de la época victoriana (Reina Victoria, 1837-1901), un momento de esplendor y expansión para Gran Bretaña.
Los Partidos del Bipartidismo
- El **Partido Conservador**: Liderado por **Antonio Cánovas del Castillo** (jurista, historiador, periodista, escritor y conferenciante), procedía de la Unión Liberal y aglutinaba a las fuerzas que apoyaron la Restauración, incluyendo a los moderados.
- El **Partido Liberal**: Liderado por **Práxedes Mateo Sagasta** (ingeniero y director de prensa progresista), este partido renunció a la oposición radical y aceptó el sistema, integrando a progresistas, demócratas y unionistas de izquierda.
Mecanismos del Turno: Encasillado y Caciquismo
El **sistema** consistía en que, cuando el partido en el poder se desgastaba, pactaba con el líder del otro partido (que estaba en la oposición) su sustitución pacífica. Ambos debían respetar la obra legislativa de sus antecesores. Este mecanismo funcionaba gracias al **falseamiento de las elecciones**: los dos partidos se ponían de acuerdo de antemano sobre los resultados electorales, resolviendo la distribución de escaños, que siempre resultaría en mayorías aplastantes logradas alternativamente por unos u otros. A este proceso se le denominaba **Encasillado**.
Después de la convocatoria de elecciones, intervenían los **caciques** (oligarcas, personas destacadas de un pueblo o comarca que dominaban y controlaban los votos de extensos grupos e imponían su voluntad) para lograr los resultados esperados. Este **caciquismo** funcionaba gracias al *pucherazo* (fraude electoral), que utilizaba diversos medios, como:
- Destrucción de votos.
- Coacciones previas.
- Listas falsas.
Ambos partidos se apoyaban en caciques, quienes eran empleados por ambos y recompensados por el candidato triunfante. A su vez, el cacique también recompensaba con favores, ayuda social y económica a sus «clientes». Este **falseamiento sistemático** de toda consulta electoral se mantuvo hasta la **Segunda República** (1931).
Este sistema correspondía a un país con una **estructura predominantemente rural** y un fuerte **analfabetismo**, lo que propiciaba un elevado **abstencionismo**.
La Oposición al Sistema Canovista
Fuera del sistema de alternancia quedaban diversos grupos opositores:
- Los **republicanos**, muy divididos hasta 1893.
- Los **carlistas**, muy debilitados tras las guerras.
- Los **nacionalistas vascos y catalanes**, todavía no consolidados como partidos políticos.
- Los **obreros**, cuyo movimiento político tardaría en obtener representación (el **PSOE** no obtuvo su primer diputado en Cortes, **Pablo Iglesias**, hasta 1910).
Los Nacionalismos Periféricos
Los **nacionalismos** surgieron en las regiones de la periferia como movimientos políticos y culturales, denominados en este momento **regionalistas**.
Nacionalismo Catalán
El nacionalismo catalán nació como un **movimiento cultural**, la **Renaixença**, de reivindicación de la lengua autóctona (el catalán). Se apoyó en la burguesía, que pedía un **proteccionismo económico** para favorecer su industria. En 1891 se formó la **Unió Catalanista**, que redactó las *Bases de Manresa* en 1892. Este documento pedía **autogobierno**, la **oficialidad del catalán** e **instituciones propias**, proponiendo un estado federado con España, con autonomía dentro del Estado español. En 1901 se fundó la **Lliga Regionalista** (partido que aglutinaba a burgueses y campesinos, pero no a los obreros), con **Enric Prat de la Riba** como líder (jurista, periodista y político).
Nacionalismo Vasco
El nacionalismo vasco fue más radical, inspirado por **Sabino Arana** (1865-1903). Arana creó una doctrina independentista de Euskadi e inventó sus límites étnicos, históricos y geográficos. Sus textos eran integristas y de un catolicismo muy «rancio», y la sociedad que él imaginaba, «químicamente pura», estaba radicalmente idealizada. Demandaba la independencia de la «nación vizcaína» (Euskadi), formada por Vizcaya, Guipúzcoa, Álava, Navarra y una parte de Francia. Afirmaba la **raza**, las **costumbres**, el **antiespañolismo** y el **antimaketismo** (*maqueto* se refería a los inmigrantes, cualquier español, y era considerado el causante de todos los males de la sociedad vasca, pues si se mezclaban, la personalidad vasca se diluía). Arraigó entre los burgueses y las clases medias por miedo a ver crecer el socialismo entre la clase obrera vasca. En 1895 fundó el **PNV**.