Tercer gobierno de suarez

intentando resolver con ello el reconocimiento por parte de ciertos sectores de la izquierda española de esta enseña, frente a la republicana, y también respecto al tema autonómico el asunto del reconocimiento de las banderas autonómicas, con rango de símbolo oficial. Estos temas fueron de más trascendencia en los territorios donde era más polémico el tema de la lengua y de los símbolos, como forma de afirmar sentimientos nacionales y su encaje o no en el sentimiento nacional español. plantea la igualdad de derechos y la no discriminación por cualquier motivo.
Hay que destacar que la Constitución de 1978 va a reconocer definitivamente esta no discriminación a las mujeres españolas.
Ya el Referéndum para la Reforma política de 1976 y las elecciones de 1977, o el Referéndum de aprobación de la Constitución de 1978 se había celebrado bajo sufragio universal masculino y femenino, pero aún quedaba pendiente de desarrollar una legislación a partir de esta constitución en que las mujeres españolas dejaban de estar “sometidas” a ciertos grados de autoridad de sus maridos, situación esta que se había mantenido durante el régimen franquista manteniendo a las mujer en unas situación de inferioridad legal. Si bien algunos cambios producidos en 1975, sobre las autorizaciones maritales habían cambiado la situación de facto, la constitución y los cambios posteriores en el código civil cambiaron la situación de la mujer.
LOS PACTOS DE LA MONCLOA texto político de carácter económico en el que los partidos democráticos llegan con el gobierno de la nación a un acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía, el 9 de octubre de 1977.  El texto manifiesta el acuerdo de todos los partidos políticos en la necesidad de tomar una serie de medidas monetarias, financieras y de empleo a corto plazo, para que permitieran restablecer en un periodo de dos años los equilibrios fundamentales de la economía española, aminorando la inflación, reduciendo el paro y mejorando la situación de la balanza de paz.

COMENTARIO

Ganadas las elecciones, Suárez forma gobierno frente a una oposición liderada por el PSOE. Integraban este gobierno personalidades como el general Manuel Gutiérrez Mellado, Enrique Fuentes Quintana, Francisco Fernández Ordóñez y Fernando Abril Martorell, entre otros.  Tres eran las principales tareas a resolver: la crisis económica en la que desde 1973 se encontraba España, aprobar una Constitución y solucionar el problema regional, complicado por el terrorismo de ETA. Resolvió los dos primeros a través de la llamada “política del consenso”, es decir, por acuerdos negociados entre los principales partidos que, luego, eran ratificados por las Cortes. Una vez despejada la incógnita de las elecciones, el profesor Fuentes Quintana elaboró el Plan de saneamiento y reforma de la economía. En él se fundamentaba una reforma fiscal, una moderación de las tasas de crecimiento salarial y se dedicaba atención al problema del paro. Se apeló al consenso con la oposición y los sindicatos en los llamados Estos acuerdos dieron como resultado la contención de los salarios, efectuándose, a cambio, una reforma social y económica cuyo objetivo era reducir la tasa de inflación. Fuentes Quintana planteaba todo un plan de saneamiento y reforma de la economía con 5 objetivos concretos: 1º) Establecimiento de un cambio realista de la peseta. 2º) Reforma fiscal con sentimiento social. 3º) Moderación de las tasas de crecimiento salarial. 4º) Especial atención al problema del paro. 5º) Estimulo a la libertad económica de mercado. Otro consenso fue la elaboración y aprobación por las Cortes de una Constitución. ) fue aprobada en Cortes. En ella se reconocían los derechos fundamentales y libertades públicas, establecía la monarquía parlamentaria, se declaraba aconfesional y se creaba el Estado de las autonomías.
El 12-11-1978 la Constitución se sometió a referéndum que fue aprobado por el 87,79% de los votos emitidos. El 27-12 fue sancionada por el Rey y, dos días más tarde, el presidente del Gobierno anunciaba elecciones generales para 3-1997. El periodo constituyente había terminado y se abría paso al legislativo. Las elecciones del 1-3-1979, dieron la victoria a la UCD de Suárez, que forma el primer gobierno constitucional de la democracia, también se afianza el PSOE, con una posición socialdemócrata, y el Partido Socialista Andaluz (PSA). En las elecciones municipales (3-4-1979), la izquierda fue la vencedora en la mayor parte de los ayuntamientos, gracias al pacto postelectoral entre comunistas y socialistas. Este hecho tuvo gran importancia política, porque demostraba que era posible una alternativa de izquierdas pacífica. El Estado de las autonomías recibe un notable impulso. Ya el 9-1979 se había restablecido la Generalitat catalana y a Josep Tarradellas como presidente; en enero y marzo de 1978, se instituyeron el Consejo General del País Vasco y la Xunta de Galicia y poco después, se creaban las “plataformas preautonómicas” de Aragón, Canarias, País Valenciano, y luego, todas las demás. Con la aprobación de los Estatutos de autonomía de las comunidades “históricas” (Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía), se da un paso importante. Se aceptan dos vías para llegar a la autonomía plena: las comunidades “históricas” lo harán por la vía rápida de la Constitución y el resto, por la vía lenta.
El Gobierno impulsó el desarrollo legislativo, llevando a las Cortes importantes proyectos políticos como la reforma del Código Civil, el Estatuto de los Trabajadores, la creación del Tribunal Constitucional, la Ley Orgánica de la Libertad Religiosa, bien aceptada por la Iglesia del Vaticano II, y la reforma fiscal del ministro Fernández Ordóñez. Pese a los logros conseguidos, en la sociedad se detecta un patente desencanto político, quizás como consecuencia de las grandes ilusiones puestas en la nueva democracia. Llegaron los problemas derivados de la crisis económica y el paro. Surgen rencillas en la UCD. Algunos de sus dirigentes, “barones”, no ven bien el protagonismo de Suárez y su forma de conducir la política. Ante esto, Suárez nombra nuevo Gobierno, dando entrada a algunos de ellos. Desilusionado y presionado, Adolfo Suárez dimite y convoca el Congreso de Mallorca, en el que se elige, como candidato a la presidencia, a Leopoldo Calvo Sotelo.
El terrorismo de ETA y del GRAPO es muy intenso. Las Fuerzas de Seguridad del Estado son las más afectadas y los sectores más conservadores aprovechan esta situación para alentar el golpismo.
Fueron desmontadas algunas operaciones contra la democracia, como la “Galaxia”.
Pero no evitó que, el 23 de febrero de 1981, en la sesión de investidura de Calvo Sotelo, en un intento golpista, el teniente coronel Antonio Tejero, secuestrara el Congreso durante la votación. La rápidez y decisión del Rey y la falta de respaldo militar ahogó el golpe. El pueblo apoyó totalmente la democracia.


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