Turno de partidos

12.6 La Regencia de María Cristina de Habsburgo y el turno de partidos. La oposición al sistema. Regionalismo y nacionalismo. (1885 – 1902).
En 1885, Alfonso XII fallecíó de tuberculosis con 28 años de edad. Tras esto, su viuda, María Cristina de Habsburgo, que estaba embarazada, pasó a ocupar la jefatura de Estado como reina regente hasta la mayoría de edad de su hijo, el futuro Alfonso XIII, nacido en 1886. Tras la muerte de Alfonso XII y para garantizar la alternancia y el turno de partidos, Sagasta y Cánovas llegaron a un acuerdo que se plasmó en el Pacto del Pardo (1885). Este pacto entre los partidos garantizaba su turno en el poder de manera pacífica, ya que el cambio de gobierno se realizaba por decisión del rey, dando igual el tipo de sufragio existente. Comenzó así la Regencia de María Cristina de Habsburgo y el turno de partidos. A lo largo de estos años los conservadores y los liberales se turnaron pacíficamente en el gobierno. La reina regente mantuvo el equilibrio institucional aunque parece que tenía una especial confianza con Sagasta, cuyas reformas apoyó. Entre 1885 y 1890 estuvieron en el Gobierno los liberales de Sagasta y en este tiempo aprobaron varias medidas importantes. Se suprime la censura en la prensa y ampliaron las libertades de expresión. También se promulgó una ley de asociaciones para legalizar las actividades de las organizaciones obreras y sindicales. Por último se restablecíó en sufragio universal masculino para los mayores de 25 años. La introducción del sufragio universal no cambió mucho las cosas debido a la manipulación electoral (Pucherazo). En 1890 volvíó a gobernar el partido conservador y se fueron turnando cada dos años hasta 1901. El partido conservador será liderado por Francisco Silvela tras el asesinato de Cánovas en 1897. Sin embargo en estos últimos diez años del Siglo XIX el sistema canovista empezó a mostrar síntomas de agotamiento, ya que ninguno de los dos partidos supieron o quisieron solucionar los graves problemas que más preocupaban a los españoles:        El analfabetismo. El déficit y el endeudamiento estatal. El mantenimiento del sistema de reclutamiento militar discriminatorio. (Quintas) La ausencia de reformas sociales efectivas (pensiones de jubilación, seguros de accidentes y de asistencia sanitaria para los trabajadores…) Ausencia de verdaderas instituciones democráticas debido al turnismo y al fraude electoral que impedían a los ciudadanos españoles participar en la toma de decisiones políticas.        La oposición al sistema canovista. Además de los partidos Conservador y Liberal, existieron otras corrientes políticas al margen del sistema: el carlismo, el republicanismo, el socialismo y los nacionalismos: 1. El Carlismo. Durante este periodo el carlismo va a perder apoyos debido a la emigración a Francia de muchos carlistas y a la pérdida del apoyo del Vaticano. Aun así, el carlismo mantuvo cierta popularidad en el País Vasco, en Navarra y en sectores católicos muy conservadores. 2. El republicanismo. Tras el fracaso de la Primera República, los republicanos estuvieron muy divididos por conflictos internos y se fragmentaron en varios partidos. En este momento los republicanos apenas alteraron la hegemonía de conservadores y liberales. 3. El socialismo. En 1879 se fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fundado por Pablo Iglesias y con Jaime Vera como ideólogo. Fue el primer partido obrero que se creó en España y lo hizo con un programa marxista que intervino en la política oficial para representar los intereses de los trabajadores. El PSOE debíó esperar hasta 1910 para conseguir un acta de diputado. 4. Los nacionalismos periféricos. En este periodo se produce un auge de los sentimientos nacionalistas en toda Europa. En España, los movimientos nacionalistas se expandieron por Cataluña y el País Vasco aprovechando los escasos sentimientos patrióticos de muchos ciudadanos. El patriotismo de los españoles fue disminuyendo a medida que aumentaba el malestar de los ciudadanos ante el caciquismo, la corrupción, la ineficacia administrativa, el servicio militar obligatorio y la falta de escuelas. Todos los sentimientos nacionalistas se caracterizaron por el sentimiento de pertenencia a una comunidad, con el objetivo de conseguir la creación de una entidad política independiente y asumir el control de un determinado territorio. Con la intención de reclamar sus objetivos, los grupos nacionalistas se apoyaron en la prexistencia de elementos culturales diferenciales como una lengua propia, un pasado histórico peculiar o una cultura o costumbres distintas. Las reivindicaciones nacionalistas siguieron planteamientos más o menos radicales que iban desde la petición de autonomía manteniendo la unidad de España (Regionalismo), hasta la reclamación de la separación total y de la plena independencia (Nacionalismo)
. Curiosamente, España fue el único país europeo donde surgieron, movimientos nacionalistas en las regiones más desarrolladas. (Cataluña y País Vasco)

a. Nacionalismo Catalán. Su origen se remonta la Renaixença, movimiento intelectual y literario que surge en los años treinta del Siglo XIX en la facultad Letras de la Universidad de Barcelona y que promovíó el uso de la lengua catalana y la recuperación de sus tradiciones culturales. En un primer momento este pensamiento se conciliaba con un patriotismo a España. Hacia 1880 se desarrolló el catalanismo político y se consolidó en 1892 en las denominados Bases de Manresa que propónía la consideración de Cataluña como una entidad autónoma dentro de España. El Regionalismo pasó entonces a convertirse en un verdadero Nacionalismo. Con la crisis de la Restauración en 1898 aumentó el interés de la burguésía catalana por tener su propia representación política al margen de los partidos dinásticos. Así, en 1901 se crea la Liga Regionalista, partido político que aspiraba a participar activamente en la política para defender los intereses del catalanismo. B. Nacionalismo Vasco. Poco relevante hasta finales del Siglo XIX, el regionalismo surgíó como reacción a la abolición de los fueros en 1876. En 1895, surge el primer nacionalismo vasco, cuando Sabino Arana fundó el Partido Nacionalista Vasco (PNV) cuyos fundamentos ideológicos eran la separación de España y la creación de un Estado vasco independiente, exaltación racista y xenófoba de la etnia vasca, a la cual consideraban superior, mientras que calificaba a los españoles como “la raza más vil y despreciable de Europa”, evitar la influencia española, la defensa de la lengua y costumbres vascas…Este nacionalismo no defendían los fueros por no admitir las concesiones de las Coronas. C. Nacionalismo gallego y valenciano. Tiene un desarrollo mucho más débil y no se organizaron hasta principios del Siglo XX.

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