Opiniones en común como son la ausencia de liberalismo, la imposibilidad de decir o demostrar tus creencias o pensamientos por miedo a acabar en la cárcel o algo peor. un ejemplo muy claro es la iglesia; existía una clara inclinación y casi una oblig

ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN EL RÉGIMEN FRANQUISTA.

ECONOMÍA.

La economía española durante el franquismo tiene tres etapas bien diferenciadas. La primera es la etapa de la autarquía (1939-1950), caracterizada por la depresión, la dramática escasez de todo tipo de bienes y la interrupción drástica del proceso de modernización y crecimiento iniciado por el Gobierno de la República. En la segunda etapa (1950-1960) se produce una vacilante liberación y apertura al exterior que genera un incipiente despegue económico, aunque muy alejado del ciclo de expansión que disfruta el resto de Europa debido a las políticas keynesianas. Por último, entre los años 1960 y 1974 la economía española se ve favorecida por el desarrollo económico internacional, gracias al bajo precio de la energía, a la mano de obra barata, y a las divisas que proporcionan emigrantes y turistas.

Primera Etapa (1939-1950):


En este momento la situación económica de España es catastrófica. Se acaba de terminar una guerra que ha tenido nefastas consecuencias tales como la destrucción de industrias, cosechas, etc. Aparece pues una total y absoluta carencia de todo.

Surge el racionamiento que consiste en que una familia compre alimento sólo y únicamente para los miembros de su familia. ¿Qué ocurrió con esto ? Pues que fomentó la aparición de un fortísimo mercado negro que se dedicaba a camuflar alimentos, conseguir gasolina entre otras cosas.

España proclama también la autarquía ( sistema económico que consiste en consumir lo que uno es capaz de producir ). Cuando había excedente de producto en alguna parte , se vendía al resto del país

Segunda Etapa(1950-1960):


En esta etapa de la economía franquista se produce una importante mejora de la misma ya que España por fin se abre al exterior. Así, en promedios quinquenales, el índice de la producción industrial arroja una tasa de crecimiento del 6,6% para 1951-1955 sobre la media de 1946-1950, y otra de nada menos que del 7,4% para 1956-1960 sobre la media del quinquenio 1951-1955. Con todo, lo que más importa señalar es que, a diferencia de lo que se ha evidenciado en los años precedentes, el ritmo de crecimiento español sigue de manera muy uniforme la pauta de otros países europeos, muy particularmente los del Sur de Europa, en los que, por encima de diferencias institucionales, juega un papel semejante, ya en los años cincuenta, el conjunto de las relaciones exteriores (transacciones comerciales, remesas de emigrantes, flujos de capital y divisas por turismo).

Tercera Etapa(1960-1974):


El Plan de estabilización y liberalización de 1959 abre, en todo caso, la tercera gran etapa de la economía española durante el franquismo: la que abarca todo el decenio de los años sesenta y se prolonga hasta 1973. Por lo que se refiere a los factores impulsores de los prósperos sesenta, nada nuevo cabe señalar. Como en 1951, la economía española va a mostrar, tras las medidas del verano de 1959 y de los meses posteriores, una extraordinaria capacidad de asimilación de las favorables condiciones del mercado internacional, con ganancia de importantísimos márgenes de productividad antes desaprovechados. Y el proceso de acumulación y crecimiento se va a ajustar, hasta el comienzo de los años setenta, al esquema dominante en la escena de los países de la OCDE: energía barata en términos absolutos y crecientemente barata en términos relativos; favorables precios relativos también de las materias primas y de los alimentos; ampliadas posibilidades de financiación exterior; adquisición en un mercado internacional expansivo de la tecnología y de los productos necesarios para asimilar los cambios que el propio crecimiento impone en los patrones dominantes de la demanda, y abundantes disponibilidades de una mano de obra (las dos grandes reservas son la población agraria y la población femenina potencialmente activa), con la válvula de seguridad adicional de la fácil exportación de la mayor parte de la fuerza de trabajo excedente.


SOCIEDAD

Para explicar la sociedad durante el franquismo que mejor que basarnos en testimonios directos de personas que vivieron la época. Todos tienen opiniones en común como son la ausencia de liberalismo, la imposibilidad de decir o demostrar tus creencias o pensamientos por miedo a acabar en la cárcel o algo peor. Un ejemplo muy claro es la Iglesia;
existía una clara inclinación y casi una obligación a asistir todos los días a misa, además de ser católico por supuesto. Aquel que no era católico o no demostraba su catolicismo asistiendo a misa lo tenía que guardar en silencio.

Las ideas franquistas estaban en todos los aspectos. En el colegio, el canto del “Cara al Sol” era un ritual obligado todas las mañanas. Lo mismo ocurría con la prensa, que no tenía opinión propia, estaba censurada hasta los últimos años de la dictadura. Esto quiere decir que la prensa decía lo que Franco quería sin dejar que los periódicos expresasen sus ideas libremente.

Otra situación a destacar es la vida en el campo. Era muy dura , quizás más que la vida en la ciudad, porque “se trabajaba mucho para poder vivir con lo mínimo”. “En los pueblos no se conocía prácticamente la Universidad.”, comenta una persona que vivió en un pueblo de Toledo durante la época franquista.

Existía la Institución Libre de Enseñanza (ILE) que era un método alternativo de enseñanza ya que no recibía ningún tipo de ayuda estatl.

En los años 50-60 hay dos etapas a destacar:

  • Movimiento del campo a la ciudad: Tuvo consecuencias de aglomeraciones en las ciudades.

  • Sindicatos: Son consustanciales al regimen. Las personas de los sindicatos eran en su mayoría falangistas.

“Los trabajadores sólo tenían un sindicato creado por el régimen y por tanto no resultaba nada beneficioso para los trabajadores”, comenta un entrevistado.

Como conclusiones podemos decir que mayoritariamente la gente no era feliz con el régimen franquista, algo que se entiende perfectamente porque nos hacemos una idea de lo que es vivir sin libertad de expresión. Además lo más duro de todo es ver cómo no eres feliz y no puedes hacer nada. No puedes hablar, expresarte y dar rienda suelta a tus pensamientos porque las consecuencias podían ser nefastas.

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