Sublevación Militar y Guerra Civil (1936-1939): Evolución y Consecuencias
El intento de establecer un régimen democrático en España, la II República (1931-1936), fracasó debido a la oposición de las clases dominantes, que pretendían mantener sus privilegios, y a un contexto internacional desfavorable (crisis de 1929, auge del fascismo y del comunismo frente a la democracia). Estos problemas explican una degradación de la convivencia política y social cuya consecuencia será el estallido de la Guerra Civil en 1936. Esta ha sido objeto de muy variadas interpretaciones, destacando las que la consideran como un producto de la lucha de clases y las que la consideran en el marco del enfrentamiento entre democracia y fascismo, es decir, como un prólogo de la Segunda Guerra Mundial.
La Sublevación Militar
Del Golpe Militar a la Guerra Civil
Tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, sectores del Ejército y la derecha decidieron dar un golpe de Estado para frenar las reformas republicanas. El general Emilio Mola organizó la sublevación desde Navarra, con la participación de Franco (Canarias-Marruecos), Goded (Baleares) y Queipo de Llano (Sevilla), buscando una acción rápida y coordinada.
La sublevación comenzó el 17 de julio en Marruecos y se extendió rápidamente. Franco se unió al levantamiento al día siguiente. El golpe triunfó en regiones conservadoras como Navarra, Castilla y León, Galicia, parte de Andalucía y Zaragoza, pero fracasó en zonas como Madrid, Levante y la Cornisa Cantábrica gracias a la resistencia obrera y la fidelidad de las fuerzas de orden público.
Lo que empezó como un golpe de Estado se transformó en una Guerra Civil, con dos bandos: los sublevados (“nacionales”) y los defensores de la República (“rojos”). La República controlaba zonas industriales, la flota, parte del Ejército y el oro del Banco de España, mientras que los sublevados contaban con amplias zonas agrícolas, el apoyo de milicias carlistas y fascistas, y el grueso del Ejército.
Desarrollo Militar
La Guerra de Columnas (julio-noviembre de 1936)
En esta primera fase de la Guerra Civil, los sublevados lograron trasladar tropas africanas a la Península gracias a un puente aéreo facilitado por aviones italianos y alemanes. La guerra se caracterizó por el avance de columnas militares hacia puntos estratégicos.
Las tropas republicanas intentaron tomar Zaragoza y Huesca desde Barcelona sin éxito. Por su parte, los sublevados avanzaron desde Pamplona y Sevilla con el objetivo principal de conquistar Madrid. Franco, avanzando desde el sur, se desvió para liberar el Alcázar de Toledo, lo que retrasó su llegada a la capital y permitió a los republicanos organizar su defensa. Mientras tanto, fuerzas enviadas por Mola tomaron Irún y San Sebastián, aislando al norte republicano de Francia, y tropas gallegas ocuparon Oviedo.
Guerra Total (noviembre 1936 – enero 1939)
En esta etapa la guerra se intensifica con ofensivas a gran escala y una mayor participación extranjera, convirtiéndose en un conflicto moderno con uso de aviación, tanques y guerra psicológica, anticipando la Segunda Guerra Mundial.
Franco intentó tomar Madrid (1936-1937), pero fracasó en las batallas del Jarama y Guadalajara. El gobierno republicano se trasladó a Valencia y la defensa de Madrid quedó en manos de una Junta.
Tras el fracaso en Madrid, Franco lanzó la Ofensiva del Norte (1937), con brutales bombardeos como el de Guernica. Los sublevados conquistaron Bilbao, Santander, Gijón y Asturias, mientras las ofensivas republicanas de Brunete y Belchite fracasaron.
En la Ofensiva del Mediterráneo (1937-1939), los republicanos tomaron Teruel, pero Franco contraatacó, avanzando hasta Castellón y dividiendo en dos la zona republicana. La batalla del Ebro (1938), el último gran intento republicano, terminó en derrota, y en enero de 1939 cayó Cataluña.
El Final de la Guerra (enero-abril 1939)
Tras la caída de Cataluña, la República quedó sin opciones reales de continuar la guerra. En Madrid, la Junta de Defensa liderada por el coronel Casado intentó negociar una rendición pactada, pero Franco exigió la rendición incondicional. Los frentes republicanos colapsaron y, el 1 de abril de 1939, Franco proclamó oficialmente el fin de la guerra con su último parte: “la guerra ha terminado”.
Consecuencias de la Guerra Civil
- Demográficas: Se estima cerca de medio millón de muertos, entre combates, represión y penalidades. Además, hubo un gran exilio republicano (unos 500.000) y un descenso de la natalidad.
- Económicas: La guerra dejó una grave crisis económica, con destrucción de infraestructuras y pérdida de población activa.
- Políticas: La victoria de Franco dio paso a una dictadura militar de carácter autoritario y próximo al fascismo, que duró hasta 1975.
Conclusiones
El bando franquista ganó la Guerra Civil gracias al apoyo de las potencias fascistas (Alemania, Italia y Portugal), la débil ayuda soviética al bando republicano y la pasividad de las democracias occidentales. Además, la unidad franquista contrastó con los conflictos internos del bando republicano. La victoria de Franco no trajo reconciliación, sino una dictadura de casi 40 años, marcada por la represión, el exilio y la marginación de los vencidos.
La Creación del Estado Franquista: Bases, Autarquía y Consolidación (1939-1959)
Introducción
Durante la Guerra Civil, Francisco Franco consolidó un régimen dictatorial al ser nombrado jefe del Estado, generalísimo del Ejército (1936) y líder del partido único FET-JONS (1937), asumiendo el título de Caudillo en 1938. Tras su victoria en 1939, la dictadura franquista inició una etapa de evolución en sus fundamentos políticos, ideológicos y sociales.
Bases de Partida y Fundamentos del Nuevo Estado
Las Consecuencias de la Guerra Civil
Tras la Guerra Civil, el nuevo Estado franquista se construyó sobre importantes consecuencias:
- Humanas y materiales: elevadas pérdidas de vidas, destrucción de infraestructuras y pérdida de recursos económicos.
- Morales: profundas heridas sociales por la represión de ambos bandos durante la guerra y la brutal represión del régimen franquista después. La paz no trajo reconciliación, sino la persistencia del enfrentamiento entre las “Dos Españas”.
Características del Régimen
Régimen dictatorial caracterizado por:
- Autoritarismo
- Caudillismo
- Concepción unitaria y centralista del Estado
- Represión de la oposición
- Control de los medios de comunicación
Fundamentos Ideológicos y Sociales
El franquismo se basó en una ideología antimarxista y antiliberal, con influencias fascistas tanto simbólicas como estructurales. Existía un partido único (FET-JONS), sindicatos verticales y organizaciones para jóvenes y mujeres, todo bajo un fuerte componente tradicionalista y católico (Nacional-Catolicismo). Socialmente, el régimen contó con el respaldo de la Iglesia, el Ejército, las élites económicas y buena parte de las clases medias. Las “familias” del régimen eran grupos de apoyo a Franco que actuaban como núcleos de influencia, no como partidos. La Guerra Civil se utilizaba como justificación constante del poder del régimen.
Evolución Política
- Etapa “Azul” (1939-1945): Dominada por los falangistas, con una fuerte represión de la oposición mediante leyes como la de Responsabilidades Políticas (1939) y la de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940). Se institucionaliza la “democracia orgánica” con leyes fundamentales como el Fuero del Trabajo (1938) y la Ley Constitutiva de las Cortes (1942), que consolidan un sistema autoritario controlado por Franco.
- Reacción Nacionalista (1945-1959): Ante el aislamiento internacional tras la Segunda Guerra Mundial, el régimen suaviza su imagen fascista y gana protagonismo el sector católico. Desde 1957, los tecnócratas del Opus Dei empiezan a ocupar cargos clave. Se aprueban nuevas leyes como el Fuero de los Españoles (1945), la Ley de Referéndum Nacional (1945), la Ley de Sucesión (1947) y la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958), que refuerzan el poder de Franco y redefinen ideológicamente el régimen sin alterar su carácter autoritario.
Política Exterior del Régimen
- Neutralidad en la II Guerra Mundial (1939-1945): Aunque inicialmente hubo un acercamiento a las potencias del Eje (reuniones con Hitler y Mussolini), España se mantuvo neutral. Solo envió la División Azul contra la URSS, pero tras el cambio de rumbo en la guerra, Franco reafirmó la neutralidad.
- Aislamiento internacional (1946-1953): Tras la guerra, España fue excluida de organismos internacionales por su afinidad con el Eje, quedando solo con el apoyo de Portugal, el Vaticano y Argentina.
- Salida del aislamiento (1953-1955): Con la Guerra Fría, EE. UU. ve a España como un aliado estratégico. Se firman acuerdos militares y económicos con EE. UU. y un Concordato con el Vaticano. En 1955, España entra en la ONU, debilitando a la oposición tanto en el exilio como en el interior.
Autarquía y Estancamiento Económico
El estancamiento económico del franquismo se debió al aislamiento internacional, los daños de la Guerra Civil y una política autárquica e intervencionista. El Estado controlaba sectores clave mediante organismos como el Servicio Nacional del Trigo, el INI o RENFE, generando déficit y baja competitividad. El racionamiento y el Auxilio Social no lograron frenar el mercado negro. A partir de 1950, con la apertura internacional, comenzaron reformas liberalizadoras que impulsaron un crecimiento económico desigual y con alta inflación.