El Primer Franquismo: Bases, Autarquía y Consolidación (1939-1959)
Tras la victoria franquista el 1 de abril de 1939, se instauró en España la más larga dictadura de toda su historia. Entre 1939 y 1975, el régimen del general Franco tuvo que evolucionar para adaptarse a las distintas situaciones internacionales, pero sin dejar de ser un régimen personal y autoritario, aunque diferenciándose en ciertos aspectos de los totalitarismos nazi en Alemania y fascista en Italia.
Bases Ideológicas del Régimen Franquista
- Carencia de Constitución, aunque se hicieron las Leyes Fundamentales que regulaban aspectos del Estado.
- Inexistencia de partidos. Unión de todas las fuerzas de derechas con el Decreto de Unificación de 1937.
- Franco asumió todos los poderes (Jefatura del Gobierno, del Ejército, del Estado y del Movimiento).
- Potestad legislativa en la Jefatura del Estado. Podía dictar leyes sin contar con el Consejo de Ministros.
- Presencia de “familias políticas” en el entorno del régimen como Falange Española, los católicos, los monárquicos, los Tradicionalistas-carlistas y los tecnócratas del Opus Dei.
La Década de los Cuarenta: Autarquía y Aislamiento
La década de los cuarenta se caracterizó por las secuelas de la guerra, la reconstrucción económica, la autarquía, el aislamiento tras la Segunda Guerra Mundial y el predominio de la Falange. Esta etapa recibe el nombre de la época azul.
En enero de 1938, Franco constituyó su primer gobierno y promulgó la Ley de Administración Central del Estado, por la que reunía todos los poderes en su persona. Ramón Serrano Súñer, entre 1938 y 1942, ocupó las carteras de Interior, Gobernación y Asuntos Exteriores. En marzo de 1938 se publicó el Fuero del Trabajo, que reguló las relaciones laborales y plasmó los principios del régimen imponiendo el nuevo escudo, nuevas monedas y fiestas cargadas de conmemoraciones políticas; suprimiendo los Estatutos de Autonomía, estableciendo la preeminencia del castellano; y la Iglesia Católica recuperó su importancia y privilegios; se restableció la Compañía de Jesús y se derogó la ley de divorcio. Súñer impulsó un programa de acercamiento al Eje. El 23 de octubre de 1940, tuvo lugar la entrevista de Hendaya entre Franco y Adolf Hitler, sin llegar a un acuerdo. En julio de 1945, los aliados reunidos en la Conferencia de Potsdam recomendaron a la ONU romper relaciones con el gobierno español. Franco se dio cuenta de que había que planificar el futuro y puso en marcha algunos cambios.
Intentó atraer a personal político católico para satisfacer al Vaticano y a las demás democracias, lo que redujo la influencia de la Falange. Por eso, en julio de 1945 se promulgó el Fuero de los Españoles, una de las ocho Leyes Fundamentales del franquismo, que establecía derechos como el servicio a la Patria, derecho a la educación, protección de la religión católica, habeas corpus, y la familia como base de la sociedad, etc.
Debido a la guerra y las políticas franquistas, se tuvo que implantar la cartilla de racionamiento en los años 40 para repartir productos básicos como azúcar, arroz, aceite, pan y judías. Para contrarrestar el ostracismo, Franco estrechó relaciones con Latinoamérica, destacando la ayuda económica del argentino Perón entre 1946 y 1948. En marzo de 1947, se promulgó la Ley de Sucesión, por la que Franco seguiría gobernando hasta su muerte o incapacidad y podría elegir sucesor con aprobación de las Cortes. En agosto de 1948, Franco se entrevistó en el yate Azor, en San Sebastián, con Don Juan de Borbón. Franco prometió poner fin a la propaganda contra la familia real y Don Juan sugirió que el príncipe Don Juan Carlos debería educarse en España.
La instauración de dictaduras comunistas desencadenó la Guerra Fría, lo que debilitó la política de ostracismo. Francia reabrió la frontera pirenaica en febrero de 1948. El régimen intensificó el intervencionismo económico, sacando del mercado libre productos agrícolas y ganaderos, fijando precios y restringiendo el derecho de propiedad. En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) y se estableció un control rígido del comercio exterior. El centralismo de la dictadura bajo el lema «España, una, grande y libre» también llevó a cabo una feroz represión contra los nacionalismos periféricos.
Oposición al Primer Franquismo
Al primer franquismo se opusieron:
- Republicanos en el exilio.
- Monárquicos, como Gil Robles, partidarios de Don Juan.
- El maquis, un conjunto de movimientos guerrilleros antifranquistas. Actuó desde la Guerra Civil y vivió su apogeo entre 1945 y 1947. En 1948, tras la orden de Stalin de desmantelar la guerrilla comunista, se intensificó la represión franquista contra las partidas o grupos, en cuya disolución estuvo implicado también el PCE.
La Década de los Cincuenta: Fin del Aislamiento
La década de los cincuenta es un período de transición hacia el segundo franquismo, en el que se culmina el proceso de institucionalización, se pone fin a la situación de aislamiento, la autarquía, el racionamiento y el predominio de Falange.
El ascenso del régimen comunista en China, la Guerra de Corea y los conflictos en Oriente Medio tras la creación del Estado de Israel, obligaron a EE.UU. a incorporar a España en su sistema defensivo; firmando ambos países el Pacto de Madrid en septiembre de 1953, que contemplaba defensa mutua durante diez años y una gran ayuda económica. A cambio, EE.UU. obtuvo bases estratégicas en Rota, Morón, Zaragoza y Torrejón de Ardoz. Esto permitió la entrada en la OMS (1951), UNESCO (1952) y OIT (1953).
El Concordato con la Santa Sede del 27 de agosto de 1953, confirmó la confesionalidad del Estado, y el 14 de diciembre de 1955, España ingresó en la ONU. En 1958 se promulgó la Ley de Principios del Movimiento, una de las ocho Leyes Fundamentales del franquismo, que establecía los ideales del régimen: Patria, familia y religión, junto al respeto a las Leyes Fundamentales y a la Monarquía de tipo conservador que supuestamente había.
En el año 1959 Franco vivió dos momentos importantes. En abril, la inauguración del Valle de los Caídos. Y en diciembre, la visita del presidente Eisenhower, que con su abrazo le abría aún más las puertas de Europa.
El Segundo Franquismo: Del Desarrollismo a la Crisis Final (1959-1975)
El Plan de Estabilización y el Desarrollismo
En 1959, el fuerte déficit de la balanza de pagos provocó el estallido de la crisis, por lo que el régimen puso en marcha el Plan de Estabilización, la mayor operación económica desde 1939. Este plan sentó las bases para un desarrollo equilibrado que exigía la creciente inflación. Incluyó:
- La convertibilidad de la peseta, acompañado de cuantiosos créditos del exterior, tanto de organismos internacionales como del gobierno norteamericano.
- Fomento de la inversión extranjera, permitiendo la participación de capital extranjero en empresas españolas.
- Reforma fiscal y limitación del gasto público para reducir el déficit.
Las consecuencias iniciales fueron negativas. Se produjo un frenazo económico acompañado de caída de precios, disminución real de salarios y migraciones internas (campo-ciudad) y externas (Francia, Alemania y Suiza). Pero a partir de 1961, comenzaron a notarse los efectos positivos. Aumentaron las reservas de divisas del Banco de España, se redujo la inflación y se incrementó la inversión extranjera. Entre 1961 y 1973 se vivió un período de rápido crecimiento industrial y del sector servicios. Las inversiones extranjeras aumentaron gracias a los bajos salarios. El desarrollo industrial desencadenó una emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa.
Para organizar el crecimiento económico, el régimen impulsó los Planes de Desarrollo (a partir de 1963), basados en ayudas estatales e incentivos fiscales. En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos debido a:
- Las inversiones extranjeras. El sector energético, el químico y el de automoción fueron los más beneficiados.
- Las remesas de los emigrantes.
- El turismo. Manuel Fraga, Ministro de Información y Turismo, convirtió a España en destino de millones de europeos. Esto provocó una terciarización de la economía y un deterioro del paisaje natural.
El desarrollo económico desigual de las regiones españolas llevó al gobierno a crear los Polos de Desarrollo: núcleos industriales impulsados por inversión estatal, entre ellos se cuentan Huelva, Sevilla, Zaragoza, etc. En definitiva, el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico que permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y la eliminación del paro mediante la emigración a Europa.
La Década de los Setenta: Declive y Crisis Final
La década de los setenta representa el declive de la dictadura, la crisis institucional y la intensificación de las críticas, internas y externas, y el fracaso definitivo de los intentos de apertura hasta la muerte de Franco. España buscó acercarse a Europa Occidental, aunque su integración en el Mercado Común Europeo (CEE) se vio obstaculizada por el carácter no democrático del régimen. No obstante, en 1970 se firmó el Tratado Preferencial con la CEE, que representó el primer paso hacia una futura integración.
En 1968, llegó la hora de renovar los tratados con Estados Unidos. España había perdido interés estratégico para los americanos. El tratado provisional solo concedía una pequeña parte de los mil millones de dólares solicitados en ayuda militar. Este mismo año se independizó y descolonizó Guinea, y en 1969, el territorio de Sidi Ifni fue cedido. El caso MATESA (1969) fue uno de los escándalos político-económicos más importantes de la España franquista.
El intento de apertura del régimen y su posterior bloqueo generó dos consecuencias que marcarían profundamente al período posfranquista:
- Una oposición de extrema derecha, dentro del régimen, liderada por Blas Piñar y Girón de Velasco, denominados “el búnker”, contrarios al aperturismo.
- Un grupo de jóvenes reformistas dentro del Movimiento Nacional, convencidos de que las reformas eran posibles, denominados los azules.
Carrero Blanco le presentó a Franco un memorándum donde abogaba por la necesidad de nombrar un Presidente del Gobierno. Fue nombrado en mayo de 1973, pero el 20 de diciembre ETA lo asesinó en Madrid. En enero de 1974, Arias Navarro ocupó la presidencia. Su gabinete incluía solo tres militares y ya no contaba con la mayoría de ministros del Opus Dei.
Política Exterior en el Segundo Franquismo
- El régimen franquista quiso recuperar Gibraltar. Ante la negativa británica, el gobierno cerró la frontera con España el 8 de junio de 1969.
- La entrada en la OTAN no fue posible, ya que las necesidades de la Alianza Atlántica quedaban cubiertas con la utilización conjunta de las bases militares en territorio español.
- El 6 de noviembre de 1975, el rey Hassan II de Marruecos organizó la Marcha Verde, con la complacencia de Estados Unidos, por la que España perdió el control sobre el Sáhara Occidental.
Oposición al Segundo Franquismo
La violencia de ETA se incrementó, lo que provocó una dura ley antiterrorista que estableció los consejos de guerra sumarísimos y la pena de muerte para los asesinos de miembros de las fuerzas de seguridad. Se usó por primera vez en el Proceso de Burgos, donde fueron condenados a muerte 11 miembros de ETA. Esto provocó una durísima campaña internacional, lo que llevó a cambiar las penas a otras menos severas.
El 20 de noviembre de 1975 muere Franco. Durante el segundo franquismo surgieron diversos focos de oposición:
- El movimiento obrero se organizó en torno a las “comisiones obreras”, órganos de representación de los trabajadores elegidos en asamblea. En 1960 funcionaron infiltrándose en la organización sindical oficial del franquismo. Sin embargo, en 1967 fueron prohibidas y sufrieron la represión violenta.
- Los movimientos nacionalistas crecieron en Cataluña y el País Vasco, donde ETA (Euskadi Ta Askatasuna) ganó protagonismo mediante acciones terroristas.
- El movimiento estudiantil, influido por las protestas juveniles internacionales, se expandió alcanzando una importante repercusión social.
- Por último, la oposición católica, impulsada por el Concilio Vaticano II, promovió movimientos de base críticos con el régimen colaborando con la oposición. Incluso la Iglesia se distanció.
Reflexiones Filosóficas: Aforismos de Friedrich Nietzsche
Aforismo 108 de La Gaya Ciencia
Este texto aborda el aforismo 108 de la obra La Gaya Ciencia (1882) de Friedrich Nietzsche. El tema de la obra es el eterno retorno y la muerte de Dios, junto a una crítica al idealismo y el cristianismo. La obra pertenece a su período positivista o ilustrado (“filosofía de la mañana”). Apartado de la influencia de Wagner y del pesimismo de Schopenhauer, habla de la necesidad de una actitud crítica (a la que él llama ciencia), desenmascaradora de engaño.
La idea principal es la muerte de Dios en la conciencia de los seres humanos, pero su sombra (valores, normas, etc.) persiste en la sociedad. Esta sombra, “colosal y pavorosa”, tiene una gran influencia en el comportamiento e ideas humanas. Otra idea puede ser el llamamiento a una lucha activa (“tendremos que vencer también a su sombra”) para superar la influencia de las creencias religiosas, la moral y la metafísica religiosa. La sombra es un obstáculo para el desarrollo de nuevas formas de pensamiento.
En conclusión, la cuestión filosófica central abordada en este texto es la muerte de Dios y la influencia persistente de las creencias religiosas (la sombra).
Aforismo 298 de La Gaya Ciencia
Este texto analiza el aforismo 298 de la obra La Gaya Ciencia (1882) de Friedrich Nietzsche. El tema de la obra es el eterno retorno y la muerte de Dios, junto a una crítica al idealismo y el cristianismo. La obra pertenece a su período positivista o ilustrado (“filosofía de la mañana”). Apartado de la influencia de Wagner y del pesimismo de Schopenhauer, habla de la necesidad de una actitud crítica (a la que él llama ciencia), desenmascaradora de engaño.
La idea principal es que el lenguaje es limitado y no expresa la verdad y la riqueza de sensaciones y vivencias, lo que provoca la frustración al intentar captar una verdad. El lenguaje empobrece la experiencia.
Las ideas secundarias son:
- La pérdida de la vivacidad al atraparla con palabras.
- La naturaleza efímera de la experiencia (verdad como un “pájaro”, palabras como el hilo que lo ata).
- Lo absurdo que resulta pensar que las ideas reflejen un estado eterno e inmutable de las cosas.
- Que las ideas, abiertas al cambio, surgen de las dinámicas de la propia vida y de las necesidades del momento.
En conclusión, la cuestión filosófica es la búsqueda de la verdad, que no es algo definitivo y permanente.