La crisis de 1808. la guerra de la independencia y los comienzos de la revolucion liberal

1.      LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN

a.  

Carlos IV (1788-1808)

  1. Reinado muy convulso y complicado. A los pocos meses de llegar al trono estalla en Francia (vecino y aliado) una revolución que acaba con el rey guillotinado.
  2. Periodo de grandes hambrunas y crisis económica que se agrava por múltiples guerras.
  3. División en la Corte


    Enfrentamiento entre Carlos y su hijo Fernando.
  4. La figura de Godoy, una especie de valido del rey,  será muy relevante en este periodo.

B.   GUERRA CON FRANCIA

  1. Batalla de Trafalgar (1805): La gran armada que durante el siglo XVIII se había estado creando, es derrotada en esta batalla en la que Inglaterra aplasta a la coalición hispano-francesa. España, que era un aliado poderoso por tener la segunda gran armada del mundo pierde esa baza.
  2. Napoleón llega a un acuerdo con Godoy (Tratado de Fontainebleau
    1807) por el cual, se dejaría pasar a las tropas francesas para invadir Portugal.
    En ese momento, Francia estaba en guerra con Gran Bretaña y Portugal era una aliada clave.
  3. Motín de Aranjuez (1808): Fernando instiga una revuelta popular que obliga a Carlos IV a abdicar y a expulsar a Godoy. Aprovechando el vacío de poder en España, Napoleón empieza a ejecutar su estrategia de ocupar el país.
  4. 2 Mayo:
    El último miembro de la Familia Real e obligado a abandonar España. El pueblo de Madrid, consciente del engaño de Napoleón, se levanta en armas contra el que considera invasor. Este levantamiento es duramente reprimido aunque se extiende por toda la geografía nacional.
  5. Abdicaciones de Bayona (5 MAYO)


    Napoleón obliga a abdicar a Carlos IV en su hijo Fernando y este en el mismo Napoleón. Las tropas de Murat llegan a Madrid.

2.      LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

2.1.  GUERRA DE INDEPENDENCIA

  • CORTES EN BAYONA (


    15 de junio) redactan un estatuto y proclaman Rey de España a José Bonaparte (Pepe Botella). Una parte de los españoles, de tendencia ilustrada, colaborará con el hermano de Napoleón Bonaparte. Se les conocerá como afrancesados.
  • Gran parte del pueblo español no reconoce la legitimidad del nuevo rey y se organiza en Juntas. Con el paso de las semanas, estas juntas quedaron unificadas en la JUNTA SUPREMA DE GOBIERNO.
  • Puesto que no reconocen a José Bonaparte y el que consideran legitimo rey (Fernando VII) está fuera del territorio nacional, se crea en Cádiz un Consejo de Regencia.
  • CORTES GENERALES EXTRAORDINARIAS (septiembre de 1810) para redactar una constitución.
    Hay divisiones internas entre absolutistas, ilustrados y unos nuevos protagonistas: los liberales. Estos últimos llevarán a sus últimas consecuencias los principios de la Ilustración (influencia de la Revolución Francesa y Americana) y con gran habilidad acabarán imponiendo estas tesis sobre las otras opciones.

2.2.  LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ

Abolición del Antiguo Régimen (supresión de la Inquisición, abolición de los señoríos jurisdiccionales…)

La primera constitución liberal


19 de marzo de 1812

  • Soberanía Nacional


    El poder reside en el pueblo y este lo delega en las Cortes con el Rey.
  • División de poderes


    Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El Rey no obstante tiene todavía amplios poderes.
  • Derecho de representación a través de las Cortes.
  • Sufragio Masculino Universal indirecto


  • Igualdad ante la Ley


  • Derechos individuales


    Educación, prensa, imprenta, propiedad…
  • Catolicismo como religión oficial.
    La Iglesia conserva todavía un gran poder. No hay que olvidar que había una gran representación de la Iglesia en las Cortes de Cádiz.

Aunque estuvo poco tiempo vigente, esta Carta Magna estará en el horizonte de los liberales durante toda la contemporaneidad.

Debilidades


Tras ser suprimida por Fernando VII cuando regresa a España, será recuperada por los liberales durante la breve etapa del Trienio Liberal (1820-1823). La cultura liberal necesaria en el pueblo para que una constitución cuaje fue muy tardía.
Fue por lo tanto una constitución para unos ciudadanos que aún no existían (la inmensa mayoría del pueblo español seguía siendo súbdito del Rey, no ciudadanos de un régimen más o menos democrático)

3. FERNANDO VII (1814-1833)

3.1.  SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820)

Tratado de Valençay (1813): Fernando VII regresa a España.

  1. Manifiesto de los persas


    El sector absolutista alaba la llegada del monarca y le ofrece su apoyo para restaurar el Antiguo Régimen.
  2. Por decreto (1814)

    Anula toda la obra de Cádiz

  3. Restaura el absolutismo más recalcitrante.

Represión de los liberales

  1. Oposición desde el exilio:
    Algunos marcharon a Inglaterra y Francia.
  2. Oposición desde el interior: se agruparon en sociedades secretas donde conspiraban y trataron de organizar pronunciamientos.

Gran inestabilidad política: cambios de gobiernos…

Gran crisis económica:

  1. Consecuencias de la durísima guerra contra Francia.
  2. En América habían comenzado las emancipaciones (independencia) durante la guerra y esa riqueza dejó de llegar a las arcas reales.
  3. Lo peor: no se encontraba solución. Con las herramientas del Antiguo Régimen era imposible remediar una situación económica crítica.

3.2.  TRIENIO LIBERAL (1820-1823)

Pronunciamiento de Riego


Militar destinado a América para sofocar los movimientos independentistas. Los liberales toman el poder y recuperan para continuarla la obra de Cádiz.

Doble Problema:

  1. Los liberales se dividen entre los partidarios de un cambio más suave y conciliador (moderados) y los que prefieren un cambio radical e inmediato (exaltados).
  2. Fuerte oposición de los absolutistas.

Este triunfo liberal forma parte de la primera ola de revoluciones liberales europeas.
Las potencias de la Santa Alianza defensores de la monarquía tradicional logra sofocarlas. En España, se decide mandar una fuerza armada para “reponer” en el trono a Fernando VII y eliminar a los liberales (100.000 hijos de San Luis)
.

3.3.  DÉCADA OMINOSA (1823-1833)

Fernando VII vuelve a imponer un absolutismo duro y reprime a los liberales.

La situación económica era insostenible. Se ve obligado a tomar medidas más ilustradas y reformistas.

Problema sucesorio.

  1. Su última esposa, María Cristina de Borbón, da a luz a una hija (la futura Isabel II).
    Por la Ley Sálica se impide a las mujeres heredar la Corona así que Fernando VII con la Pragmática Sanción, anula este viejo impedimento.
  2. El país se encuentra muy dividido


    Los absolutistas no aceptarán la decisión del Rey. La cuestión sucesoria se convierte pues en un pretexto en el que se enfrentan las grandes fuerzas del momento:
        • Los absolutistas apoyarían al infante Carlos (hermano de Fernando)
        • Los liberales y otros realistas más moderados apoyarán los derechos de Isabel (hija de Fernando).
        • En 1833 muere el último rey absolutista de España y se inicia una dura guerra civil entre carlistas e isabelinos que en definitiva iba a decidir el rumbo que habría de tomar España.

3.4.  AMÉRICA (1808-1824): INDEPENDENCIA

Simón Bolívar, conocido como “el Libertador”, fue un criollo y terrateniente, nacido en Venezuela, de ideología liberal, que lideró la independencia de Venezuela, Colombia y Ecuador, creando la “Gran Colombia”. En colaboración con el general San Martín, confluyeron en Perú donde terminó la dominación española, tras la batalla de Ayacucho en 1824. Su sueño era crear unos Estados Unidos federados de Latinoamérica pero nunca llegó a realizarse.

4. ESPAÑA 1833-1868: EL ESTADO MODERADO: ISABEL II

INTRODUCCIÓN

La España del siglo XIX tendrá tres grandes retos:

La reconstrucción del Estado

La revolución liberal

Estabilización de la política

Y grandes problemas:

País rural y analfabeto (70%)

Poder civil frágil: Los partidos políticos eran coaliciones poco estructuradas de personalidades, grupos de notables. La manipulación y la corrupción electoral se hicieron pronto endogámicas.

Capital y tecnología pobre (excesiva dependencia del extranjero)

Aislamiento internacional: salvo la breve etapa de O´Donnel y la guerra con EE.UU. (1898), España se mantuvo al margen.

Ejército como instrumento del cambio político. El ejército y no el sistema electoral se convertirá en el elemento esencial del cambio político a través del pronunciamiento.

  1. Cinco grandes generales protagonizaron la vida política española entre 1840 y 1868: los progresistas Espartero y Prim, los centristas Serrano y O´Donnell y el conservador Narváez.
    1. La preponderancia militar legitimo el intervencionismo del ejército e hizo cristalizar la idea de que las fuerzas armadas son una institución esencial del Estado y de la garantía última de la unidad del país (durante buena parte del siglo XX estará viva esta idea: Franco, Primo de Rivera o Tejero intervienen en la vida política porque consideran que España está en peligro).

Monarcas mediocres. El sistema da unas amplias prerrogativas a la Corona (El poder ejecutivo está en las Cortes con el Rey). La Corona, especialmente Isabel II, hizo un uso arbitrario e insensato de ese poder. El intervencionismo fue nocivo.

Catolicismo: Monarquía y catolicismo son los pilares del incipiente nacionalismo español. La iglesia se vio amenazada por las políticas de los liberales más progresistas (desamortización de Mendizabal…). El Concordato de 1851 entre la Santa Sede y el Estado español pone a la iglesia en una situación central.

4.1.  ENTRE LA REACCIÓN Y LA REVOLUCIÓN LIBERAL: GUERRAS CARLISTAS

El reinado de Fernando VII son veinte años perdidos. Careció de visión de Estado y de una dirección política clara. Gran inestabilidad.

1833 triunfo final del liberalismo. Pero graves problemas:

no llega ni por la vía parlamentaria ni por vía revolucionaria. La clave fue el ejército.

Apoyos débiles. No es una solución querida sino forzosa. La regente María Cristina se ve obligada a incluirlos porque la sucesión fue cuestionada. Los absolutistas rechazaron a Isabel II y apoyaron a Carlos María Isidro (hermano de Fernando VII).

Guerra (1833-1839). Debe construirse el nuevo estado durante una durísima guerra civil. Será muy sangrienta. Importantes zonas rurales, parte del clero… apoyarán a Carlos (carlistas).

El Estado liberal durante la guerra:

Inestabilidad gubernamental: gobiernos débiles y sin autoridad.

Distintas constituciones (Estatuto Real, Constitución progresista de 1837).

La operación política más ambiciosa: la desamortización de Mendizabal (1836). Se nacionalizaron y vendieron tierras de la Iglesia. No logró sus objetivos que eran reforzar el ejército en la guerra y sanear la hacienda.

Con la guerra, el poder civil queda en evidencia pero el poder militar adquiere un gran prestigio.

Finalmente, el abrazo de Vergara (general Espartero y general Maroto) pone fin a la Primera Guerra Carlista. Pero el carlismo no será derrotado: habrá dos guerras más.

4.2. LA MAYORÍA DE EDAD (1843-1868)

El progresista Espartero, el gran triunfador de las guerras carlistas, había desplazado a María Cristina convirtiéndose en Regente (1840). Tres años después, debido a la inestabilidad política (entre otras cosas bombardeó Barcelona), tras el pronunciamiento del general Narváez, se inicia una larga etapa de gobiernos moderados. Se declara mayor de edad a Isabel. Estará en el trono hasta que en 1868 la obligan a exiliarse.

La constitución progresista de 1837 fue sustituida por la Constitución moderada de 1845. En ella se establecen las bases del moderantismo (forma de liberalismo moderada que guiará la construcción del Estado liberal en España) :

Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey en lugar de la soberanía nacional que reconoce la Constitución de 1837.

Catolicismo como religión oficial. Con esto y el Concordato de 1851 las relaciones Iglesia-Estado se vuelven cordiales. Esto daba seguridad al poder civil y devolvía a la Iglesia un papel central.

El partido progresista queda excluido del poder. Salvo el llamado Bienio Constitucional (1854-1856), el partido dominante fue el Moderado.

El sistema acepto formas de gobierno mesuradas: O´Donnell unió a las fuerzas de centro (las posturas más tolerantes de los partidos progresista y moderado) creando la Unión Liberal. Esta alternativa gobernará desde 1858 a 1863 pero no logrará que el consenso dure.

Pese a la inestabilidad general, España comienza a cambiar de manera lenta. Se crea un sistema uniforme y centralizado de administración, se crea un cuerpo de control efectivo (Guardia Civil), se establece el sistema nacional de educación, se homogeneiza el sistema de justicia, se codifica el derecho penal, se empieza a poner fin al desorden en el acceso a las distintas categorías de funcionarios, se reconstruyó la Marina, se reestructuró el Ejército, reforman la Hacienda, crean el sistema tributario, se comienza a construir la red de ferrocarriles, despega la minería española, se desarrolla la Banca y la Bolsa y en Cataluña y algunos puntos del norte comienza la Revolución Industrial.

No obstante la agricultura era atrasada y de muy baja productividad, los procesos de urbanización fueron lentos, la población creció pero a menor ritmo que otros países europeos, la burguesía no fue fuerte ni emprendedora y la industria dependía en excesivo del capital extranjero.

Dualismo:

Las “islas de modernidad”: Barcelona y Madrid. Con más de medio millón de habitantes, gran contraste con el resto de España. Estas grandes ciudades reciben y desarrollan las novedades (industrialización…) pero el resto de España es rural y tiene una economía atrasada.

El Estado es débil, el desarrollo desigual y mal integrado (malas comunicaciones, barreras geográficas…). Por este motivo, las fuerzas locales fueron muy poderosas. Como el Estado no era capaz de estar presente de manera efectiva en todo el territorio, sus servicios eran limitados y por lo tanto, las elites locales usurparon en la práctica las sus funciones. El pacto con esas élites locales (caciques) será imprescindible.

Regionalismo: En el segundo tercio del siglo XIX empiezan a surgir (como en el resto de Europa) toda una serie de movimientos culturales muy estrechamente vinculados sentimientos de identidad. En este momento hay comienza a gestarse un sentimiento nacionalista en Cataluña (Renaixença), Galicia (Rexurdimiento) y en las provincias vascas.

5.  SEXENIO REVOLUCIONARIO

5.1.  LA REVOLUCIÓN GLORIOSA DE 1868

Tras el fracaso de la Unión Liberal, la crisis del Estado fue muy profunda. Las camarillas de la Corte de Isabel II controlaban el país en lugar del Parlamento. 1866. La oposición: progresistas, demócratas (escisión de los progresistas, más radical, que pedía el sufragio universal) y republicanos firmaron el Pacto de Ostende para acabar con la monarquía de Isabel.

Septiembre de 1868. Levantamiento, conocido como LA REVOLUCIÓN GLORIOSA. Capitaneado por Topete, Prim y Serrano y seguido de manifestaciones populares. Redactaron una nueva constitución en 1869 que pretendía renovar el sistema: libertad religiosa, sufragio universal, abolición de la pena de muerte y la esclavitud…). Se reconoce a España como reino pero en ese momento no tenía rey, había que buscarlo.

Es precisamente en esa búsqueda de un nuevo rey cuando el consenso se rompe. Fue elegido Amadeo de Saboya. Prim, que era su principal valedor y el hombre capaz de mantener la unidad de los distintos grupos políticos en el poder, fue asesinado días antes de que llegara a España Amadeo.

5.2.  AMADEO I DE SABOYA (1870-73)

  • Muerto Prim, Amadeo sin apoyos y divididos todos, la inestabilidad se acentúa. Rebrotan las guerras carlistas. Amadeo se ve incapaz de gestionar la complicada situación y dimite (1873)

5.3.  LA I REPÚBLICA

Fracaso. Quiebra casi total de la autoridad del Estado. Once meses, cuatro presidentes.

Proponen un régimen federal (dividir España en 17 Estados)

Tres guerras simultáneas:

III Guerra Carlista (1872-1876)

Guerra en Cuba (1869-1878): sangrienta y costosa.

Insurrecciones cantonales: se proclamaron repúblicas independientes como el cantón de Cartagena (que llegó a acuñar moneda propia, declarar la guerra a pueblos vecinos e incluso casi declara la guerra a Alemania)

  • El golpe de Pavía pone fin al sistema Republicano. Tras un gobierno de interinidad del general Serrano, el pronunciamiento de Martinez Campos restaura la monarquía en la persona de Alfonso XII (hijo de Isabel II)

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