Revoluciones y Nacionalismos en el Siglo XIX: Un Cambio de Paradigma

Tras las Guerras Napoleónicas, quedó claro que el regreso al Antiguo Régimen era imposible. Las ideas revolucionarias calaron, haciendo que los habitantes se sintieran ciudadanos en lugar de súbditos, y nuevos grupos sociales, como la burguesía, ganaron importancia. El liberalismo político, basado en la Ilustración, buscaba la libertad individual de las personas, promoviendo la igualdad jurídica y política, la participación, la existencia de una Constitución y el progreso económico. Para lograr esto, se planteaba que los parlamentos tuvieran poder legislativo, el derecho al sufragio, los derechos de ciudadanía y la separación de poderes. Paralelamente, los ciudadanos se vieron como parte de una comunidad unida por vínculos culturales, lingüísticos e históricos, lo que se define como nación. La nación dejó de ser propiedad del rey para ser de sus integrantes. De ahí surgió la ideología nacionalista, que buscó crear el Estado-nación a lo largo del siglo XIX. Liberalismo y nacionalismo a menudo actuaron juntos, impulsando oleadas revolucionarias que crearon regímenes liberales y nuevos Estados.


Procesos Revolucionarios (Siglo XIX)

Las revoluciones de la primera mitad del siglo XIX cambiaron el mapa político de Europa.

1. La Revolución de 1820

Inicio: España. El golpe de Riego obligó a Fernando VII a aceptar la Constitución de 1812 (el Trienio Liberal).

Fin: Francia envió tropas (Cien Mil Hijos de San Luis) y restauró el absolutismo en 1823.

Resultado: Fracasó en casi toda Europa (Portugal, Nápoles), pero triunfó en Grecia, que logró la independencia del Imperio Otomano.

2. La Revolución de 1830

Inicio: Francia. Se derrocó a Carlos X y se proclamó rey a Luis Felipe de Orleans, estableciendo un régimen liberal.

Resultado: Bélgica se independizó de los Países Bajos (Holanda) por diferencias culturales y económicas.

Fracaso: Movimientos en Polonia, Italia y Alemania fueron reprimidos.

3. La Revolución de 1848

Fue la más importante, impulsada por una crisis económica y la aparición de nuevos grupos (republicanos y socialistas). Tuvo un fuerte componente nacionalista.

Francia: Se derrocó a Luis Felipe y se proclamó la Segunda República. Se implementó el sufragio universal masculino y medidas sociales. Sin embargo, terminó cuando Luis Napoleón Bonaparte dio un golpe y se hizo emperador (1851).

Otros países: Movimientos nacionalistas en el Imperio Austríaco, Italia y Alemania fracasaron.


Nacionalismo en el Siglo XIX

El nacionalismo se disparó después de 1848. Los grandes imperios (Austríaco, Ruso, Otomano) tenían muchos pueblos diferentes (polacos, checos, etc.) que querían su propio Estado. Los casos más importantes fueron Italia y Alemania.

3.1. Unificación de Italia

Italia estaba dividida, pero compartía historia y cultura. El proceso fue liderado por el reino de Piamonte-Cerdeña (Víctor Manuel II y Cavour).

1ª Fase (1849-1860): Guerra contra Austria. Se anexan Lombardía, Parma, Toscana, etc., uniéndose a Piamonte.

2ª Fase (1860-1865): Cavour anexa Sicilia y Nápoles. Víctor Manuel II es proclamado rey.

3ª Fase (1866-1870): Se incorpora Venecia (tras guerra con Austria) y finalmente Roma, que se convierte en la capital.

3.2. Unificación de Alemania

Los territorios alemanes estaban en la Confederación Germánica. Prusia lideró la unificación, con Bismarck como canciller.

1ª Fase (1859-1865): Se crea el Zollverein (Unión Aduanera). Prusia interviene en la crisis danesa (Schleswig-Holstein).

2ª Fase (1866-1869): Guerra contra Austria. Prusia gana (Batalla de Sadowa) y crea la Confederación de la Alemania del Norte.

3ª Fase (1870-1871): Guerra contra Francia (derrotada en Sedán). Se anexa Alsacia y Lorena. Se proclama el Segundo Imperio Alemán (II Reich) con Guillermo I como káiser.


Construcción del Estado Liberal en España

La muerte de Fernando VII (1833) inició la Primera Guerra Carlista (Liberales apoyando a Isabel II vs. Absolutistas apoyando a Carlos).

4.1. Reinado de Isabel II (1833-1868)

Fue un Estado liberal inestable, dominado por:

  • Moderados: Clases altas.
  • Progresistas: Clases medias.

Etapas clave:

  1. Década Moderada (1844-1854): Predominio de Narváez. Constitución de 1845 (soberanía compartida).
  2. Bienio Progresista (1854-1856): Liderado por O’Donnell y Dulce. Reformas económicas (ferrocarriles, desamortización).
  3. Final del Reinado (1856-1868): Alternancia entre Moderados y Unión Liberal. La crisis política y económica llevó a la caída de la reina.

4.2. Sexenio Democrático (1868-1874)

La crisis y la oposición firmaron el Pacto de Ostende. En 1868 triunfó la revolución «La Gloriosa» e Isabel II se fue.

  1. Gobierno Provisional: Se creó la Constitución de 1869 (sufragio universal masculino, derechos individuales).
  2. Monarquía de Amadeo I de Saboya (1871-1873): Reinado lleno de problemas (Tercera Guerra Carlista, Cuba, inestabilidad política). Abdicó.
  3. Primera República (1873-1874): Fue muy inestable (4 presidentes en un año). Surgió el movimiento cantonal (ciudades se declaraban repúblicas independientes).
  4. Fin: El general Pavía dio un golpe en 1874, preparando la restauración de los Borbones.


Sociedad Española en el Siglo XIX y el Papel de la Mujer

La sociedad española del siglo XIX se basaba en la desigualdad y se dividía en clases:

1. Clase Superior:

  • Nobleza: Mantuvo riqueza e influencia.
  • Burguesía: Creció con la riqueza de la industria/comercio. Se unía a la nobleza por matrimonio o títulos.

2. Clase Media:

Profesionales liberales, comerciantes urbanos y propietarios rurales medianos.

3. Clase Baja:

Jornaleros, empleados. Aquí surge el proletariado (obreros), lo que generó mucha conflictividad social y movimientos obreros.

El Papel de la Mujer

Las mujeres estaban discriminadas y subordinadas a la figura masculina.

Reivindicaciones: Derecho a la educación, mejores condiciones de trabajo, derecho.


Cultura y Arte: El Romanticismo

El Romanticismo fue un movimiento artístico y literario que reaccionó contra el Neoclasicismo y la Restauración.

Principales Características

  1. Exaltación de Sentimientos: Se valora el individualismo, la pasión (amor, religión, muerte) y la libertad como valor fundamental.
  2. Historia y Tradición: Énfasis en la historia popular y las tradiciones (influencia de los movimientos nacionalistas).
  3. Naturaleza: Vista como fuente de inspiración y conocimiento profundo.
  4. Arte Pictórico: Importancia de la luz, el color y el movimiento. El paisaje es clave.

Manifestaciones Artísticas

Pintura: En Francia destacan Théodore Géricault (La balsa de Medusa) y Eugène Delacroix (La Libertad guiando al pueblo). En Inglaterra, John Constable (paisajista).

Escultura: Ejemplo clave es La Marsellesa de Rude.

Arquitectura: Se busca inspiración en la historia (estilo historicista). Aparecen los estilos neobizantinos y neogóticos. La mezcla de estilos se llama estilo ecléctico (ej. Ópera de París).

Literatura Romántica

El escritor expresa sus pasiones sin límites, usando la naturaleza, la muerte y los mitos/leyendas medievales.

Nuevos Géneros: Novela histórica, leyenda, novela gótica y drama romántico.

Autores Destacados:

  • España: José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.
  • Europa: Victor Hugo (Los Miserables), Lord Byron, Goethe (Fausto).


Resumen: Andalucía en el Siglo XIX

La Guerra de Independencia y la Constitución de 1812 tuvieron varias consecuencias en Andalucía:

  1. Liberalismo: Ganó fuerza en ciudades con burguesía. Apoyó el pronunciamiento de Riego y el Trienio Liberal. Hubo levantamientos contra el absolutismo (ej. Los Colorados 1824, Torrijos 1831).
  2. Bandolerismo: Las guerrillas se convirtieron en bandoleros, causando inseguridad rural hasta finales de siglo, lo que llevó a fuerte represión.

Reinado de Isabel II:

Organización provincial: Se establece como la conocemos hoy (Javier de Burgos, 1833). Guerras Carlistas: Andalucía se alineó con los liberales (creando una Junta Suprema).

Hubo inestabilidad con sublevaciones (Loja, Arahal, Utrera en 1854 y 1861).

Sexenio Revolucionario:

Comenzó en Cádiz y culminó con la Primera República y el movimiento cantonal (ej. cantones de Cádiz, Granada, Málaga).

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