Derechos humanos negados en la dictadura de Franco

LA Resolución DE LA ONU SOBRE LAS RELACIONES CON ESPAÑA .

Nos encontramos ante un texto de tipo jurídico, al ser una resolución aprobada por la Asamblea  General de la ONU, organización recientemente creada por las naciones aliadas tras el final de la guerra (Carta de San Francisco, 25 de Junio de 1945) para lograr el mantenimiento de la paz universal y luchar por el establecimiento de los derechos humanos. La Segunda Guerra Mundial acababa de terminar (Agosto de 1945) y en el nuevo orden mundial que las democracias liberales y la URSS trataban de establecer, un país como España no estaba bien visto, pues su implicación con las potencias del Eje había sido clara a lo largo de la guerra. El propósito del documento es dejar clara la postura de la ONU ante nuestro país, la cual era de claro rechazo, exigiendo al gobierno franquista que restableciera las libertades holladas por su dictadura.
En el apartado A se califica de forma indiscutible al régimen de Franco como “fascista”, y para probarlo recuerda que se impuso mediante una larga y sangrienta Guerra Civil (1936-39) que ganó gracias al apoyo de todo tipo que le prestaron los que serían los grandes enemigos de los aliados: Hitler y Mussolini. Esta ayuda se había concretado en un constante apoyo militar cuyos más relevantes fueron la CTV italiana y la Legión Cóndor nazi. También el apartado se refiere a la “naturaleza” y “comportamiento” fascista del régimen. Evidentemente, uno de los rasgos claros del franquismo fue el nacionalsindicalismo, de clara inspiración fascista. Estos primeros años de la dictadura eran pródigos en todo tipo de simbología fascista, muy acorde con los aliados que Franco había escogido, de hecho a este periodo muchos historiadores lo denominan “los años azules” en referencia al color de la camisa del uniforme de falange. Pero la mayor parte de los estudiosos del franquismo consideran que el sistema se recubría de estas formas sin llegar a participar plenamente de la ideología fascista. La dictadura de Franco fue más una autocracia de inspiración fascista, que un sistema parecido al italiano o al alemán, aunque exteriormente si lo pareciera.Otra de las cosas que achacan los aliados a Franco es su alineamiento durante la Guerra Mundial con las potencias del Eje. Esta actitud de Franco fue clara pero nunca comprometedora. La dictadura proporciónó materias primas y colaboró como base de espionaje y de aprovisionamiento de los submarinos nazis, pero no llegó a participar directamente en el conflicto, pues su aportación a éste iba a ser más una carga para Alemania que una ayuda, tal y como se debíó de establecer en la entrevista de Hendaya en 1940. Lo más parecido a una participación real fue el envío de un cuerpo de voluntarios para la invasión de la URSS, la División Azul, en 1941. Pero el cambio de signo en la guerra hizo que Franco se alejase de esta política filo nazi, por lo que sustituyó a su Ministro de Exteriores, Serrano Súñer, que había sido hasta entones su mano derecha, y trató de aparentar una postura más neutral.

Ante esta situación, la ONU apuesta por el bloqueo diplomático al régimen franquista

Se le excluye de cualquier foro internacional y se recomienda la retirada de los embajadores. El aislamiento va a tener graves repercusiones políticas y económicas para el país, que todavía arrastraba la crisis de la posguerra, prolongando el hambre y los sufrimientos de la población española, agravada por la política autárquica mantenida por los falangistas en el poder. De esta forma, en la segunda década de los años 40, mientras en Europa se produce el milagro económico de la reconstrucción, en nuestro país continuará el estancamiento económico al serle negadas las ayudas del plan Marshall. Esta situación de bloqueo internacional no se solventará hasta que las tensiones entre los aliados estallen en la Guerra Fría. A partir de 1950,  EE.UU. Descubre que Franco puede ser un aliado por su anticomunismo y por la posición estratégica del país, lo que le llevará a firmar un tratado bilateral para el emplazamiento de bases militares, que romperá el aislamiento de España y la introducirá en el bloque capitalista, pero eso si, sin entrar en la OTAN ni en la CEE.La finalidad de la ONU con esta actitud no era más que tratar de lograr la democratización del país (“gobierno nuevo y adecuado”), buscando respeto para los derechos de los ciudadanos españoles (“libertad de expresión, religión y reuníón”), pues la dictadura franquista estaba muy alejada de mantenerlos. La censura en el país era férrea e intransigente. El nacional catolicismo, otras de las veleidades ideológicas del franquismo, impónía la religión católica como oficial e impónía su moral y sus ritos a la totalidad de la población. Los partidos políticos estaban prohibidos, salvo el oficial, FET de las JONS, y las asociaciones estaban controladas por el aparato del régimen, permitíéndose sólo las de carácter religioso. La ONU exigía elecciones libres, cosa que les estaba negada a los españoles, aunque Franco, haciendo uso de su camaleonismo político, había tratado de disimular el carácter autocrático de su régimen con la aprobación en 1945 de la Ley de Referéndum Nacional, donde otorgaba el derecho al voto a los españoles para determinadas consultas, que fueron pocas y manipuladas. Ese mismo año también se promulga el Fuero de los Españoles,  donde se  reconocían ciertos derechos a los españoles, pero siempre supeditados a su voluntad y a los “principio generales del régimen”. Esta postura de la ONU da ciertas esperanzas a los exiliados. Se reorganizó la oposición pacífica en México, mientras que el PCE reactivaba la lucha guerrillera en el interior. Por otro lado, Juan de Borbón, el descendiente oficial de la realeza, ya había tratado de apuntarse a los nuevos aires redactando el manifiesto de Lausana (Marzo de 1945), en el que  pedía a Franco la democratización y la vuelta a una monarquía liberal y constitucional. Ante todo esto, Franco se reafirma en el poder. Combatíó a la guerrilla, organizó grandes manifestaciones de apoyo en la Plaza de Oriente y emitíó la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947),  donde se autonombraba Jefe del Estado vitalicio y establecía que sólo él decidiría quien sería su sucesor.La ofensiva diplomática de la ONU no pudo acabar con la dictadura, que se cerró en si misma y resistíó estos embates. Los cambios en la política internacional facilitarían las cosas  a Franco para consolidarse en el poder hasta su muerte

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