Desamortizaciones, Agricultura e Industrialización en el Siglo XIX

Desamortizaciones y la Agricultura

La desamortización fue la expropiación por el estado de bienes pertenecientes a la iglesia o a los municipios y su venta en subasta pública. Se pretendía fomentar la propiedad privada y sanear la hacienda. Leyes desamortizadoras (políticos, progresistas): Mendizábal (1836 propiedades del clero regular); Espartero (1841 bienes del clero secular); y desamortización civil de Madoz (1855 venta de bienes comunales). Las desamortizaciones desmantelaron casi la propiedad eclesiástica y disminuyeron la deuda pública. Compraron terratenientes locales y nuevos inversores de la burguesía. La desamortización permitió una expansión de los cultivos y del producto.

La Agricultura

La agricultura fue durante el siglo XIX la más importante de las actividades económicas. En 1900, 2/3 de la población activa trabajaba en la agricultura y más de la mitad de la renta nacional se generaba en este sector, con un peso preponderante en el comercio de exportación. La producción agrícola del siglo XIX tuvo un crecimiento modesto. El estancamiento agrario se atribuye a factores geográficos y naturales por un lado y a factores culturales y sociales (desigualdad en la distribución de las tierras).

Subsector Agrícola Más Prometedor

En el litoral mediterráneo una agricultura frutícola y hortícola comercializada: vinos, pasas, almendra. La protección arancelaria obstaculizó la transición a la agricultura moderna impidiendo el desarrollo de otros cultivos.

La Industrialización y los Transportes

La pérdida del imperio colonial en 1824 perjudicó a la industria algodonera. Gracias a la protección arancelaria se desarrolló en Cataluña: se importaron máquinas inglesas y se expandió el vapor. Los tejidos de algodón reemplazaron a los de la lana y lino y la industria algodonera catalana fue sustituyendo gradualmente a la inglesa en el mercado español por la protección arancelaria y la represión del contrabando.

Crisis a Mediados de Siglo

Inversiones en otros sectores como minas, bancos o el ferrocarril y la guerra civil americana provocó un ‘hambre de algodón’ desde 1861. Tras 1868 la industria catalana se recuperó. La independencia de Cuba y Puerto Rico fue un duro golpe. Siderurgia: primeros altos hornos en Málaga. Luego predominó la siderurgia asturiana: cuencas carboníferas de Mieres y Langreo.

Los Cambios Sociales y Demográficos

En el siglo XIX triunfo de la sociedad de clases con el aburguesamiento de la nobleza y ennoblecimiento de la burguesía, sociedad fundamentalmente rural. Peso de las élites como nobleza, ejército e iglesia. A la alta burguesía de terratenientes e industriales, se añade una nueva burguesía. Se consolidan las clases medias urbanas vinculadas al comercio, la administración y las nuevas industrias y servicios. Clases trabajadoras urbanas (artesanos, tenderos…) y rurales (jornaleros).

La Población Española

La población española creció a un ritmo lento en el siglo 19 por una alta tasa de mortalidad debida al atraso económico. Varias crisis de subsistencia debidas a las fluctuaciones meteorológicas que traían malas cosechas cuyas consecuencias era el hambre y la muerte. También epidemias y además enfermedades endémicas por el subdesarrollo económico, la escasez y mala calidad de los servicios médicos, la deficiente política de higiene pública.

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