La Industrialización en España en el Siglo XIX
La Industria Textil en Cataluña
Solo en Cataluña la industria tuvo un desarrollo equiparable al de otras zonas de Europa. El sector textil algodonero se localizaba en las comarcas marítimas y fluviales catalanas (Manresa, Terrassa, etc.) y en la propia ciudad de Barcelona. Además, puntualmente en otras zonas del Mediterráneo como Alicante y Málaga. Siempre cerca de puertos porque dependía de la importación de algodón y cerca de los ríos para aprovechar la fuerza motriz de la corriente de agua. A partir de 1830 se extendieron lentamente las máquinas de vapor. La maquinaria textil (mule jennies, selfactinas, hiladoras…) era de origen británico.
Se desarrolló primero gracias a la iniciativa de empresarios manufactureros que proporcionaban a las familias de campesinos la materia prima y la maquinaria y después recogían y pagaban el producto acabado (industrialización doméstica). Luego entraron los capitales de indianos enriquecidos que pusieron en marcha las primeras fábricas hacia 1825-1830, pero conservaron siempre un carácter familiar. Inicialmente eran empresas de pequeñas y medianas dimensiones. En las nuevas fábricas se concentraron obreros e hiladoras y telares mecánicos movidos por los saltos de agua de los ríos o por la energía de la máquina de vapor. Las industrias crecieron progresivamente gracias a la reinversión de beneficios de la burguesía catalana, con una gran iniciativa empresarial. En 1833 la Fábrica Bonaplata de Barcelona fue la primera en funcionar con vapor. El principal inconveniente del textil catalán fue su **dependencia del proteccionismo**. Los productos textiles se destinaban al escaso mercado interior y a las colonias (Cuba, Puerto Rico y Filipinas), y necesitaban altos aranceles para impedir la entrada de los textiles británicos más competitivos en precio y en calidad. El bajo poder adquisitivo de los españoles limitó su crecimiento y la **pérdida de las colonias (1898)** marcó un punto crítico en la industria catalana.
La Siderurgia en España
La instalación de altos hornos de fundición dependía de la disponibilidad de carbón y de hierro, y de la existencia de una demanda suficiente de productos siderúrgicos (ferrocarriles, barcos, maquinaria…) que justificase las elevadas inversiones necesarias. En España el carbón era relativamente abundante, pero de escasa calidad y la demanda interna era insuficiente, por lo que gran parte de la producción se exportaba. Tres **núcleos siderúrgicos** se sucedieron a lo largo del siglo:
- Entre 1830 y 1860 surgió un foco siderúrgico en Málaga-Marbella, ya que las minas de hierro estaban a solo 10 km de distancia. El problema era que usaban carbón vegetal, más caro y menos efectivo. La producción era escasa y cara. Pero el núcleo de Málaga mantuvo su importancia bastantes años por la incidencia en el norte de España de las **guerras carlistas**.
- Hacia 1860-1880 la siderurgia se instaló en Asturias (Mieres, Langreo, etc.), donde abundaba el carbón mineral. Pero el hierro se extraía lejos (**País Vasco**) y su transporte supuso altos costes económicos. Además, el carbón tampoco era de buena calidad y su extracción era costosa debido al relieve.
- A finales del siglo XIX la siderurgia se estableció en **Vizcaya**, muy cerca de las minas de hierro y junto al puerto de Bilbao. Un factor clave para su rápido crecimiento fue el final de las guerras carlistas a partir de 1876. Destacó la empresa»**Altos Hornos de Vizcaya*» en 1902, que unificó los distintos altos hornos de la zona de la ría de Bilbao. Se desarrolló gracias al **carbón galés**, bueno y barato, que se traía en los fletes de retorno de los barcos que exportaban el hierro vizcaíno a Inglaterra.
La Minería en España
España destacó por la riqueza y la variedad de sus recursos minerales. Muchos de los yacimientos como el plomo de Cartagena o el cobre de Huelva se encontraban en lugares cercanos a puntos de embarque y exportación. Hasta la promulgación de la **Ley de Minas (1868)** el desarrollo de la minería en España era muy escaso. El subsuelo pertenecía a la Corona, de forma que era muy dificultoso crear sociedades mineras privadas. La demanda de minerales en España era escasa (baja industrialización), las inversiones necesarias muy altas, y los conocimientos técnicos casi inexistentes. La ley de 1868 fue una verdadera **desamortización del subsuelo**. En un momento de creciente demanda de minerales en Europa (industrialización) favoreció que llegaran a España **capitales extranjeros** para la explotación y exportación del mineral, especialmente compañías británicas. España se convirtió en uno de los principales países productores de minerales del mundo. Entre los de mayor interés industrial:
- Cobre. Explotado por los británicos de la **Rio Tinto Company Limited**, en Huelva.
- Plomo. Sierra de la Unión, Cartagena (Murcia).
- Mercurio. Almadén (Ciudad Real).
- Hierro. Comarca de las Encartaciones (Vizcaya). Alimentaba los altos hornos de la ría de Bilbao, muy cercanos, o se exportaba a Inglaterra.
La **industrialización en España** fue **tardía**, limitada a unas pocas regiones periféricas y dependiente del exterior debido a:
- a) **Escasez de capitales nacionales**. Con excepciones en Cataluña y País Vasco, los “capitalistas” españoles prefirieron invertir en la compra de bienes y tierras desamortizadas. La industrialización se financiaría, por tanto, con capital público (escaso debido al endeudamiento) o bien con capital extranjero.
- b) **Dependencia tecnológica**. Tanto la industria textil como la siderurgia vasca importaban máquinas y tecnología, sobre todo británicas, con alto coste por las patentes.
- c) **Pequeño tamaño de las empresas industriales**. Todavía a finales del siglo XIX predominaban las compañías industriales de origen familiar de como máximo varios cientos de trabajadores, que no podían ni competir con las grandes compañías extranjeras que estaban iniciando la internacionalización, ni invertir para poder competir. Solo las empresas siderúrgicas de Vizcaya estaban bien dimensionadas e integradas con las empresas financieras (Bancos de Bilbao y Vizcaya).
- d) **Dependencia de legislación proteccionista** y, por tanto, poca motivación para la innovación competitiva.
- e) **Agricultura atrasada y deficiente**: No producía suficientes excedentes para alimentar a una población creciente en las ciudades, ni liberaba mano de obra suficiente para la industria, ni generaba aumento de capacidad adquisitiva en los agricultores.
- f) **Transportes caros y lentos**. Debido a las dificultades orográficas. Los primeros tramos de ferrocarril no se construyeron hasta 1848 y la expansión del tren no despegó hasta la promulgación de la **Ley General de Ferrocarriles (1855)**. Al igual que la industria, la mayor parte de las nuevas líneas eran acaparadas por el capital extranjero, en este caso sobre todo francés.
Evolución Demográfica y Estructura de Población en el Siglo XIX
1. El Atraso Agrícola y las Crisis de Subsistencia
En España persistieron a lo largo del siglo XIX las crisis de subsistencia que se debían a varios tipos de causas interrelacionadas: causas ambientales derivadas de una climatología irregular y frecuentemente adversa, atraso de técnicas agrícolas, regadío muy escaso, insuficiente abonado, largos barbechos… Las consecuencias eran la **subida de precios del pan**, hambre, enfermedad y **alta mortalidad**. Además, en España el relieve montañoso dificultaba el desarrollo de los transportes, lo que impedía distribuir eficazmente los recursos desde las zonas excedentarias a zonas afectadas por la crisis de subsistencia.
2. Las Enfermedades
Estaban muy relacionadas con la deficiente alimentación. En España se sucedían con terrible periodicidad las epidemias de **cólera**, tifus, fiebre amarilla. También había zonas endémicas de malaria o paludismo y la viruela seguía presente a pesar de conocerse la vacuna desde finales del siglo XVIII. Como muchos de los factores de infección y contagio tenían que ver con deficiencias sociales y económicas, la **morbilidad** afectaba mucho más a las **clases bajas**.
3. La Natalidad
**Alta** pero insuficiente e irregular. La alta mortalidad era compensada por la alta natalidad (3,4 %), propia de una sociedad tradicional y con fuerte influencia de la religión. Eran muy frecuentes las familias numerosas. Para las clases bajas, los hijos apenas suponían un coste, y enseguida (10-12 años) se incorporaban al mundo laboral. Los hijos suponían además una garantía para la supervivencia de los padres, cuando estos tuvieran que dejar la actividad laboral. Por otro lado, las mujeres jóvenes no tenían más función social que casarse y tener hijos. El paso de un régimen demográfico antiguo a otro moderno (**transición demográfica**) se produjo en parte de Europa a lo largo del siglo XIX y principios del XX, pero de forma muy desigual. Como consecuencia del trasvase de población de las zonas agrarias y rurales a las zonas industriales y urbanas, cambió el comportamiento demográfico: se redujo la natalidad, pero sobre todo descendió fuertemente la mortalidad y por tanto creció fuertemente la población.
Continuación: Características Demográficas a Finales del Siglo XIX
Por el contrario, en España, como la población urbana apenas representaba el 10% del total, los comportamientos demográficos más tradicionales de la mayor parte de la población explican la pervivencia de las características del **régimen demográfico antiguo**. Por tanto, a finales del siglo XIX la estructura demográfica en España se caracterizaba por:
- **Predominio de la población joven**.
- **Alta o muy alta natalidad**. Con variaciones según la situación económica que se manifestaban en la edad de la nupcialidad o en el mayor o menor espaciamiento temporal de los nacimientos.
- **Alta mortalidad**, especialmente la **mortalidad infantil**, debido a las deficiencias económicas, higiénicas y sanitarias.
- **Alta mortalidad femenina por partos**.
- Ante las transformaciones económicas y las crisis aumentó poco a poco la **emigración**, sobre todo la interior (**éxodo rural**), aunque también gracias a la mejora de la navegación a finales de siglo creció la emigración hacia América Latina.
En cuanto a la estructura socioeconómica hay que tener en cuenta que la vieja **sociedad estamental del Antiguo Régimen**, cerrada y jurídicamente desigual, desapareció. Y fue sustituida por la actual **sociedad de clases capitalista**, en la que todos los individuos son ciudadanos iguales ante la ley, al menos en teoría. Las clases sociales se definen por la mayor o menor propiedad de bienes. La renta se convirtió en el valor social dominante. En términos **marxistas**, las clases sociales también pueden definirse por su función en el proceso de producción económica: la **burguesía inversora**, la **clase obrera trabajadora**, los **rentistas** (vieja nobleza, la Iglesia…). En España la **alta burguesía** fue la que más se benefició de los cambios económicos de la época, sobre todo de las desamortizaciones. Crearon una alianza con la alta y media nobleza formando así una **oligarquía terrateniente, industrial o financiera** que se convirtió en la **clase dominante del régimen liberal**. Las **clases medias** (comerciantes, artesanos, funcionarios, militares y profesiones liberales) formaban un grupo débil, muy heterogéneo y fundamentalmente urbano.
Continuación: Estructura Social y Clases Bajas
Muchos de ellos, empleados públicos, se veían muy afectados por los cambios de gobierno entre unas tendencias políticas y otras. Las **clases bajas** estaban formadas por grupos muy diferentes:
- Una gran mayoría de **población campesina**. Algunos de ellos eran pequeños propietarios o arrendatarios de tierra pero en situación de subsistencia, afectados con frecuencia por crisis graves. Otro enorme grupo eran **jornaleros**, sobre todo en el centro y sur de España, que a sus bajísimos jornales unían la precariedad de su situación laboral.
- Un pequeño grupo de **obreros industriales y mineros**. Estaban localizados en pocas regiones: Cataluña, Asturias, Madrid, zonas de Andalucía. Bajos salarios y absoluta precarización de sus condiciones de vida.
- **Clases populares urbanas**: menestrales, criados, lavanderas… cuya situación en algunos casos rayaba en la marginalidad: mendicidad, prostitución…
Todos tenían problemas similares: muchas dificultades en momentos de crisis; oposición a los **impuestos al consumo** y oposición al **sistema de reclutamiento por quintas redimibles**. En el siglo XIX se acentuó el **reparto desigual de la población en el espacio** que ya era una tendencia desde el siglo XVII. El centro meseteño (excepto Madrid) y las regiones del norte (excepto Asturias y Vizcaya) perdieron población que por el contrario aumentó en las costas mediterráneas y en menor medida Andalucía.
La Intervención de Estados Unidos en Cuba (1898)
Estados Unidos estaba interesado en la isla de Cuba por varias razones:
Razones Económicas
- Los productos cubanos (**azúcar, café y tabaco**), eran muy demandados en Estados Unidos. El gobierno de Washington había realizado distintas ofertas a España para comprar Cuba. La última de ellas, en 1897, por 300 millones de pesetas.
Razones Estratégicas
- Estados Unidos necesitaba extenderse por el mundo como potencia comercial e industrial. Además, desde la **Doctrina Monroe de 1825**, consideraban que el resto de América debía estar libre de la presencia europea, particularmente la zona del Caribe.
Razones Populistas
- Entre 1895 y 1898 los **grandes periódicos estadounidenses**, que vendían millones de ejemplares a diario, atacaron a los españoles, acusándoles de brutalidad y tiranía y simpatizando abiertamente con los independentistas.
El 15 de febrero de 1898 el acorazado estadounidense *»Main»** que estaba fondeado en el puerto de La Habana sufrió una terrible **explosión accidental**. Murieron 274 marineros. La prensa estadounidense culpó a España del incidente. Y después de una intensa presión mediática el presidente **McKinley** declaró la guerra a España, hecho que se produjo el **25 de abril de 1898**. La prensa española, ignorante de las circunstancias militares y políticas de la guerra, hizo también campaña a favor de la guerra, pues había una creencia absolutamente infundada en la **superioridad militar española**. Solo las izquierdas estaban en contra de la guerra fundamentalmente por el problema de las *»quinta»**.
El desarrollo de la guerra fue rápido. El **1 de mayo**, la flota estadounidense destruyó a la española del Pacífico en **Cavite (Filipinas)**, y poco después la escuadra española fue aniquilada por completo en **Santiago de Cuba**. En **junio de 1898** desembarcaron los marines estadounidenses en suelo cubano y poco después se rindió la ciudad de Santiago de Cuba. Se iniciaron negociaciones de paz que condujeron al **Tratado de París** en **diciembre de 1898**.
- Reconoció la **independencia de Cuba**, bajo la influencia política y comercial de Estados Unidos.
- España cedió a Estados Unidos las **Filipinas**, la isla de **Guam** (Océano Pacífico) y **Puerto Rico**.
Las Consecuencias de la»Crisis del 9″
Consecuencias Económicas
- **Pérdida de mercados fundamentales** para la industria textil catalana y la producción agrícola nacional.
- **Pérdida de productos cubanos** como el azúcar, café, cacao y, en menor medida, algodón.
- **Déficit de la hacienda pública**, debido a los gastos financieros de la guerra. **Devaluación de la peseta**, aumento de los impuestos y los precios básicos.
- Al menos hubo una **consecuencia positiva**: Muchos *»indiano»** trajeron de vuelta sus inversiones en la isla para emplearlas en nuevas actividades en España: **industria siderúrgica, ferrocarriles, minería, comercio y banca**.
Consecuencias Políticas
- El **sistema político canovista** quedó muy desprestigiado y solo se mantuvo gracias a la alianza entre conservadores y liberales, dispuestos a mantener la alternancia política y garantizar la supervivencia de la monarquía.
- **Pérdida del prestigio internacional de España**. Justo cuando otras potencias europeas (Reino Unido, Francia, Bélgica…) estaban en un momento de expansión imperialista.
- **Desprestigio militar**. Ante la falta de preparación de España para la guerra, los políticos culparon a los militares y los militares comenzaron a desconfiar de los políticos. Se abrió un peligroso divorcio entre el ejército y la política.
- Fuerte **antimilitarismo** entre las **clases populares**, ya que a la guerra solo habían ido los que no tenían recursos económicos para evitar el reclutamiento (quintas).
- El **nacionalismo catalán** se agudizó: En Cataluña se decía que España había sido incapaz de defender el mercado colonial que era fundamental para la industria textil de la región.
Consecuencias Ideológicas
- Las **clases bajas**, los **obreros** y los **jornaleros** no se vieron afectados por la derrota en Cuba. Ellos no habían perdido nada en la guerra de Cuba. De hecho, incluso mejoró su situación al terminarse los envíos de soldados de quinta a la guerra.
- Las **clases medias** y muchos **escritores e intelectuales** protagonizaron un movimiento crítico conocido como **Regeneracionismo**. Para los “regeneracionistas” el origen del problema de España estaba en la corrupción del sistema político, los privilegios de las oligarquías, el atraso económico, social y educativo de la población y la visión “épica e irreal” de la Historia de España. El más conocido de los regeneracionistas fue el aragonés **Joaquín Costa**. Propuso acabar con el caciquismo, fomentar la riqueza nacional mediante una extensión de los regadíos y reformar la enseñanza. Su lema era»**despensa y escuela*».
- Para lograr la moralización de la política Costa llegó a proponer la idea de un»*»cirujano de hierr»*». Esta idea ambigua y peligrosa, fue después manipulada interesadamente y utilizada por el general **Miguel Primo de Rivera** para imponer su dictadura en 1923.
- Otro proyecto regeneracionista fue la **Institución Libre de Enseñanza (ILE)**, fundada en 1876 por **Giner de los Ríos** y otros maestros y pedagogos que aspiraban a regenerar la sociedad desde la educación. La ILE fue un intento de desarrollar una **educación laica** en España, separada de los condicionamientos dogmáticos de la Iglesia católica. La Institución fue muy atacada precisamente por la Iglesia católica y por las clases sociales más conservadoras. Además, se trataba de una educación de calidad pero costosa, solo al alcance de las clases medias y altas.
- También se produjo un regeneracionismo intelectual y literario. Se trata de la llamada»*»Generación del 9″*», un grupo de escritores como **Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno,»Azorí» o Ramiro de Maeztu** que expresaron un profundo pesimismo en sus reflexiones sobre la decadencia de España.
Origen y Evolución del Movimiento Obrero en España
A. Orígenes del Movimiento Obrero y Campesino (Hasta 1871)
A lo largo del **reinado de Isabel II** se produjeron distintas protestas populares por causas como los **impuestos al consumo**, las habituales **crisis de subsistencia** y el **sistema de reclutamiento militar** (las odiadas **quintas redimibles en metálico**), que castigaban sobre todo a las clases sociales más bajas. En las zonas de latifundio (Extremadura, zonas de Castilla, Murcia y sobre todo en Andalucía) fueron frecuentes las **ocupaciones de tierras**. Los jornaleros ocupaban las tierras del dueño hasta que eran desalojados por la Guardia Civil. A medida que se difundió poco a poco la industria surgieron protestas de trabajadores y artesanos contra las máquinas (**ludismo**), a las que acusaban de destruir sus puestos de trabajo y empeorar sus condiciones de trabajo. Un caso de ludismo fue el incendio de la fábrica textil **Vapor Bonaplata** en Barcelona en **1835**. Fueron hechos frecuentes pero aislados y desorganizados cuyo objetivo era la mejora de las condiciones de vida de las clases populares, pero sin ninguna capacidad revolucionaria. A veces eran muy duramente castigadas por las autoridades, incluso con penas de muerte. A mediados de siglo se crearon las primeras **sociedades de socorros mutuos** como la **Asociación de Protección Mutua de Tejedores de Algodón (1840)**. Al principio solo buscaban la ayuda mutua, pero pronto adoptaron un carácter más reivindicativo y de hecho fueron prohibidas su participación en las protestas contra la política librecambista de Espartero (1842). En 1855, se produjo la **primera huelga obrera (Barcelona)**. Una de las peticiones de los huelguistas era precisamente la legalización de las asociaciones obreras. Los obreros y jornaleros participaron activamente en la **Revolución Gloriosa (1868)**, en las filas demócratas y republicanas. Su actuación sería decisiva en el triunfo revolucionario y en la caída de la monarquía de Isabel II.
B. La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) y su Influencia en España: Marxistas y Anarquistas
Con el nuevo clima de libertades traído por la **Constitución de 1869** (**sufragio universal, derecho de asociación**, etc.), el obrerismo español se integró en la **Primera Internacional Obrera (AIT)**, que se había creado en Londres en **1864**. Los debates dentro de la AIT sobre la futura orientación ideológica de la clase obrera provocaron una separación profunda entre los seguidores del filósofo **Carlos Marx** (**marxistas** o *»socialistas científico»**), y los seguidores de **Bakunin** (**bakuninistas, anarquistas, ácratas o antiautoritarios**). En **1870** se creó la sección española de la Primera Internacional, la **Federación Regional Española (FRE)**, en la que convivían las tendencias marxista y anarquista.
Continuación: Desarrollo de las Corrientes Marxista y Anarquista
Ese mismo año se celebró en Barcelona el **Primer Congreso Obrero Español**. **Fanelli**, anarquista italiano enviado por Bakunin, consiguió que triunfaran en España las **tesis ácratas** y los marxistas fueron expulsados en el **Congreso de Zaragoza de 1872**. Se constituyó la **Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE)**, de tendencia **anarquista**, que se convirtió en la ideología obrera dominante en **Cataluña** y entre los **jornaleros andaluces**. Los anarquistas se negaban a participar en partidos políticos y en elecciones. Por el contrario, defendían la formación de sindicatos para superar el capitalismo e instaurar el socialismo. Su principal arma era la **huelga revolucionaria**, aunque una minoría de ellos también recurría a la **acción directa (terrorismo)** para defenderse de la represión de las autoridades y acelerar la llegada de la revolución social. Carlos Marx había enviado a España en 1871 a su yerno, **Paul Lafargue**, que entró en contacto en Madrid con un grupo de obreros especializados (tipógrafos), quienes fundaron en ese mismo año la *»Asociación del Arte de Imprimi»**, liderada por **Pablo Iglesias Posse**. Tras ser expulsados de la FTRE los marxistas españoles fundaron en 1879 en Madrid un partido obrero (**PSOE**) dirigido por Pablo Iglesias y poco después el sindicato **UGT (1888)**. Pero su número e influencia era muy reducido y solo obtuvieron apoyo en algunas grandes ciudades como en **Bilbao** o en **Madrid**, donde obtuvieron los primeros concejales a finales de siglo. Los marxistas, al contrario que los anarquistas, eran partidarios de participar en las elecciones y de organizar de forma pacífica a los obreros hasta conseguir las condiciones en las que pudiera realizarse una revolución social, conforme a las condiciones teorizadas por Marx.
C. El Sindicalismo Católico en España
Preocupados por el aumento de influencia de las organizaciones marxistas y anarquistas, algunos eclesiásticos comenzaron a interesarse por cuestiones sociales y laborales relacionadas con la clase obrera. El Papa **León XIII** impulsó la redacción de la encíclica *»Rerum Novaru» (1891)** en la que criticó y condenó tanto el **liberalismo** como el **socialismo** y el **anarquismo**. Pero también favoreció que comenzaran a organizarse las primeras **asociaciones obreras católicas**. Tenían un carácter pacífico, colaborativo y reivindicativo. Rechazaban la **lucha de clases** y los instrumentos habituales de la lucha obrera, como las huelgas, manifestaciones y protestas. Optaban siempre por la negociación y la colaboración entre obreros y empresarios. Pero su influencia fue escasa en comparación con los anarquistas. Además, muchos obreros los veían con desconfianza y los llamaban sindicatos»**amarillos*» (por el color de la bandera del Vaticano) y por su colaboración con los empresarios. Cuando el conflicto social se agravó a comienzos del siglo XX los dueños de las industrias utilizarían a estos sindicatos (también llamados»**sindicatos libres*») para luchar incluso violentamente contra los sindicatos anarquistas organizados en la **Confederación Nacional del Trabajo (CNT)** (1910).