La Transición Española y la Constitución de 1978: Consolidación Democrática (1975-1982)

Unidad Temática 10: El Proceso de Transición a la Democracia Actual (1975-1978)

Unidad Temática 11: La Constitución de 1978 y los Primeros Gobiernos Democráticos (1978-1982)

Introducción

El primer gobierno democrático tras las elecciones de 1977 tenía como objetivo crear una nueva Constitución que reflejara la nueva España. Así nació la Constitución de 1978, que estableció un Estado social y democrático de derecho y reconoció los derechos y libertades de todos. Después, en 1979, hubo nuevas elecciones con resultados similares. Entre 1977 y 1982 gobernó la Unión de Centro Democrático (UCD), con Adolfo Suárez como líder.

Las Cortes Constituyentes y la Redacción de la Constitución de 1978

Las Cortes elegidas en 1977 actuaron como Cortes Constituyentes, es decir, su trabajo fue redactar una nueva Constitución. Para ello, se formó una Comisión Constitucional, que eligió a siete diputados para hacer el primer borrador. A estos se les llamó los “padres de la Constitución”. Fueron:

  • Gabriel Cisneros, Miguel Herrero de Miñón y José Pedro Pérez-Llorca (UCD)
  • Gregorio Peces-Barba (PSOE)
  • Jordi Solé Tura (PCE)
  • Miquel Roca i Junyent (Minoría Catalana y PNV)
  • Manuel Fraga Iribarne (AP)

Durante la redacción de la Constitución, la palabra clave fue el consenso, es decir, que los partidos se pusieran de acuerdo para evitar los errores del siglo XIX, cuando cada uno hacía su propia constitución. Tras los debates en el Congreso y el Senado, el texto fue aprobado por el Congreso con 316 votos a favor, 6 en contra y 14 abstenciones. Luego se celebró un referéndum el 6 de diciembre de 1978, y la Constitución fue aprobada por el 87,87% de los votantes.

Estructura y Principios Fundamentales de la Constitución de 1978

La Constitución de 1978 tiene un Preámbulo y 169 artículos, organizados en un Título Preliminar y diez Títulos más. En el Título Preliminar se recogen las ideas básicas: España es un Estado social y democrático de derecho, donde el poder reside en el pueblo. Todo el mundo, incluso el Gobierno, debe cumplir la ley. Además, el Estado debe proteger la justicia social y el bienestar de los ciudadanos.

Derechos, Libertades y Deberes de los Ciudadanos (Título I)

El Título I de la Constitución trata sobre los derechos, libertades y deberes de los ciudadanos. Establece que todos los españoles son iguales ante la ley, sin discriminación. Reconoce derechos como la educación, el trabajo, la sanidad, la vivienda y el derecho a huelga, y también libertades como la de expresión, enseñanza, asociación y mercado. Además, establece que el Estado es aconfesional, es decir, no tiene una religión oficial. También se abolió la pena de muerte, aunque en algunos casos se mantuvo hasta 1995.

La Monarquía Parlamentaria y la División de Poderes

España es una monarquía parlamentaria, lo que significa que el Rey es el Jefe del Estado, pero no gobierna. La Constitución define las funciones del Rey. El voto es universal, es decir, pueden votar todos los ciudadanos mayores de 18 años, hombres y mujeres.

La Constitución establece la división de poderes en tres:

  • El poder legislativo (hacer las leyes) reside en las Cortes Generales, que tienen dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado.
  • El poder ejecutivo (dirigir el país) lo tiene el Gobierno, formado por el Presidente y los ministros.
  • El poder judicial (hacer cumplir las leyes) está en los jueces y tribunales.

También se creó el Tribunal Constitucional, que revisa que todo lo que hagan los poderes públicos siga la Constitución y protege los derechos de las personas.

El Estado de las Autonomías

La Constitución dice que España es un país unido, pero permite que las regiones se gobiernen a sí mismas. Así nace el Estado de las Autonomías. Las regiones que quisieran, y cumplieran unos requisitos, podían convertirse en Comunidades Autónomas, con su propio Estatuto de Autonomía (como una mini constitución). Este estatuto debía ser aprobado por las Cortes Generales. Entre 1979 y 1983 se crearon las 17 Comunidades Autónomas y en 1995 Ceuta y Melilla se convirtieron en Ciudades Autónomas.

La Constitución también establece el principio de solidaridad entre las regiones, con el objetivo de garantizar el equilibrio económico y social en todo el territorio español, evitando desigualdades entre unas zonas y otras.

Los Primeros Gobiernos Democráticos (1979-1982)

Elecciones de 1979 y Consolidación Democrática

Después de aprobarse la Constitución, se hicieron elecciones generales en marzo de 1979. Ganó Adolfo Suárez con su partido, la UCD, con 169 escaños. El PSOE, con Felipe González, fue el segundo partido. Los resultados fueron parecidos a los de 1977. Con estas elecciones, España terminaba su transición a la democracia, recuperando el sistema democrático que se perdió en 1936, tras el golpe militar.

Aunque Adolfo Suárez intentó continuar con sus reformas, tuvo que enfrentarse a una creciente inestabilidad dentro de su propio partido, la UCD. A pesar de estas dificultades, su gobierno logró aprobar leyes importantes, como el Estatuto de los Trabajadores, que regulaba los derechos laborales, y el Plan Energético Nacional, que buscaba mejorar el uso de la energía en el país.

Los «Años de Plomo» y la Inestabilidad Política

Esta etapa se llama los “años de plomo” por el aumento de la violencia terrorista. Grupos como GRAPO, FRAP, Terra Lliure y ETA hicieron atentados y secuestros. Desde la extrema derecha actuaban grupos como Guerrilleros de Cristo Rey, Triple A y Batallón Vasco Español, que se oponían a las reformas del gobierno y empezaron a conspirar. En noviembre de 1978 se detuvo un intento de golpe de Estado llamado Operación Galaxia, organizado por militares y guardias civiles.

La Dimisión de Suárez y el 23-F

En las primeras elecciones municipales de 1979, los partidos de izquierda lograron formar gobiernos locales en muchas grandes ciudades. El PSOE, que era el principal partido de la oposición, aprovechó las divisiones internas dentro de la UCD y el malestar social causado por la segunda crisis del petróleo para presentar una moción de censura contra el gobierno. Aunque la moción no tuvo éxito, debilitó mucho la figura de Suárez, quien terminó presentando su dimisión en enero de 1981.

El 23 de febrero de 1981, durante la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, un grupo de guardias civiles armados, liderados por Antonio Tejero, entró en el Congreso e intentó dar un golpe de Estado. Secuestraron a los diputados, pero el golpe fracasó por desacuerdos entre los golpistas. Esa noche, el Rey Juan Carlos I salió en televisión para condenar el golpe, y en los días siguientes mucha gente salió a la calle para defender la democracia.

Fin de la UCD y el Ascenso del PSOE

El último gobierno de la UCD fue muy inestable, aunque aprobó cosas importantes, como la Ley del Divorcio (1981). La entrada de España en la OTAN (1982) causó mucha oposición. Además, el escándalo del aceite de colza (1981) provocó muchas intoxicaciones. Por todo esto, se convocaron elecciones anticipadas en 1982, y el PSOE ganó con mayoría absoluta. Así empezó la etapa socialista, con Felipe González como presidente (1982–1996).

Conclusión

La Constitución de 1978 fue un momento clave porque marcó el inicio de la democracia en España. Los primeros gobiernos democráticos (1978–1982) ayudaron mucho a consolidar este nuevo sistema, aunque hubo muchas dificultades. Aun así, el país avanzó hacia una sociedad más abierta, diversa y democrática. Con las elecciones de 1982, ganó el PSOE con Felipe González, y comenzó una nueva etapa en la historia de España.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *