El Bajo Imperio Romano: Transformaciones bajo Diocleciano y Constantino

El Bajo Imperio Romano: Diocleciano y Constantino

Origen y Ascenso al Poder

Diocleciano nació en Iliria en el año 245 d.C. Desarrolló una extraordinaria carrera militar bajo los emperadores Aureliano y Probo. En el 280 d.C., recibió el gobierno de Moesia. A Probo le sucedió Caro, a quien siguieron sus hijos Numeriano y Carino. Tras el asesinato de Numeriano a manos del prefecto del pretorio, las tropas lo proclamaron emperador a finales del 284 d.C. Carino murió luchando contra Diocleciano en Margo.

Etapas del Gobierno de Diocleciano

Con Diocleciano se dio paso a una nueva forma de gobierno y a una nueva concepción ideológica del poder y del territorio. La Tetrarquía se estableció como el sistema político de gobierno encaminado a resolver el problema de la descentralización, manteniendo sus extensas y amenazadas fronteras. El poder se repartió entre diversos centros territoriales y a través de la mediación de cuatro personas: dos Augustos y dos Césares, quienes se repartieron competencias, áreas de influencia y poder decisorio.

1. Etapa Pre-Tetrarquica (284-293 d.C.)

Este fue un periodo de inestabilidad política y social. Diocleciano asoció al poder a personas de su confianza, como Maximiano, a quien otorgó el título de César y envió a la Galia para sofocar los problemas con los Bagaudas. También tuvo que acudir a Britania, donde Carausio había provocado otra rebelión.

2. Segunda Etapa: Periodo de la Tetrarquía (293-300 d.C.)

Estos años fueron más estables. La administración del estado quedó dividida en dos partes: Oriente (al mando de Diocleciano, en Nicomedia) y Occidente (al mando de Maximiano, en Milán). La maniobra política se completó en 293 d.C. con el nombramiento de dos Césares: Constancio Cloro (César de Maximiano) y Galerio (César de Diocleciano). Nació así la Tetrarquía.

Caracteres del Sistema Tetrarquico

Al frente del Imperio se situaban los Augustos, quienes recibían las prerrogativas típicas del poder imperial (imperium, tribunitia potestas, pater patriae y pontifex maximus). Bajo ellos, y adoptados por los Augustos, se situaban los Césares, con un poder algo inferior en su titulación, pero no tan limitado en su realidad, pues, aunque existía una clara jerarquía, se presentaban como los quator Principes mundi. Césares y Augustos compartían las victorias, los triunfos e incluso algunos cargos. La gestión del poder se repartía entre varios centros, pero solo con el ánimo de que la autoridad imperial estuviera presente en distintos frentes. Cada Augusto o César contaba con varias residencias. La prefectura del pretorio seguía siendo única y con ámbito en todo el imperio; no había una verdadera partición territorial del mismo. El trono imperial se revistió de un boato ceremonial y religioso, con la convicción de que el Princeps (calificado como Augustus) se asemejaba a Hércules y a Júpiter en vida, y que generaba divinidades a su alrededor (los Césares) a través del sistema de adopción. El Imperio se transformó en una monarquía de corte oriental. Los ciudadanos pasaron a ser súbditos del poder imperial y el emperador su Dominus; de aquí que se denomine Dominado al régimen de la Tetrarquía.

Reformas de Diocleciano

1. El Ejército

El Limes

Se fortalecieron las fronteras con la creación de una red de fortificaciones (strata diocletiana) situadas en lugares estratégicos. Las tropas fronterizas (bajo el mando de Duces y Praepositi Limitis) estaban reforzadas con destacamentos de caballería (Vexillationes), que eran pequeñas guarniciones policiales listas para solucionar conflictos puntuales.

El Ejército Interior

Reestructurado y ampliado, se transformó en un ejército móvil, a disposición de cada tetrarca. Se generalizó el reclutamiento de individuos de áreas bárbaras a cambio de subsidios alimenticios.

2. Economía

La economía se basaba fundamentalmente en la agricultura. Las reformas fiscales y económicas de Diocleciano se orientaron a solucionar dos de las grandes necesidades del momento: la obtención de fuentes de ingresos para el ejército y la regulación monetaria. Se creó un sistema fiscal denominado iugatio-capitatio (basado en una forma de impuestos en especies), consistente en la recaudación anual (annona) de dos tipos de impuestos: iuga (basada en la explotación de la tierra) y capita (para los hombres y animales). La cantidad a recaudar se prefijaba según las posibilidades de explotación teórica (no real). Los decuriones municipales eran los encargados de la recaudación. Para frenar la devaluación y caída de la moneda, Diocleciano reanudó la emisión del argenteus y estableció una nueva moneda, el follis. En 301 d.C., se intentó poner un límite máximo a los precios y fijar un mínimo a los salarios mediante el Edictum de Pretiis Rerum Venalium, que fue abolido poco tiempo después.

3. Administración

Administración Central
  • Prefecto del Pretorio: Es la figura principal de la administración central; aglutina poder civil y militar. De origen ecuestre, algunos llegan al consulado e incluso aspiran a la prefectura de Roma.
  • El Consejo Imperial: Adquiere nuevas atribuciones administrativas y judiciales.
  • Las Oficinas: Adquieren un carácter burocrático. Se constituye una verdadera milicia del funcionariado, distinta de la carrera militar.
Administración Provincial

Se procedió a una organización territorial del Imperio, casi duplicando el número de provincias, de las cuales destacan especialmente las fronterizas. Italia se dividió en diversas circunscripciones controladas por correctores. Se creó la diócesis como unidad de fragmentación de las distintas provinciae. La estructura de las diócesis se correspondía con la presencia de mandos intermedios (vicarii para Italia y praesides para las provinciae), subalternos del prefecto del pretorio, con amplias atribuciones fiscales y judiciales, pero sin mando militar.

4. Religión

Con la Tetrarquía se estableció una teología imperial oficial y una rígida moralidad. Diocleciano dictó un paquete de leyes para asegurar la moral tradicional. Se llevaron a cabo dos persecuciones contra religiones contrarias al interés del Imperio:

  • Contra el Maniqueísmo, de origen persa, en 297 d.C.
  • Contra el Cristianismo, desde el 303 hasta el 311 d.C.

La Abdicación de Diocleciano y su Sucesión

El mecanismo de sucesión funcionó de forma controlada. En 305 d.C., Maximiano y Diocleciano abdicaron a favor de los dos Césares (Constancio Cloro y Galerio), quienes fueron proclamados Augustos, designándose como Césares a Maximino Daya y Flavio Valerio Severo. Diocleciano se retiró a Salona. A Constancio Cloro (Augusto) y Severo (su César) les correspondió Occidente; a Galerio (Augusto) y a su César (Maximino Daya) les correspondió Oriente. La situación degeneró en una guerra de sucesión al morir Constancio Cloro en 306 d.C. Constantino, hijo de Constancio Cloro, se hizo proclamar Augusto por los soldados, pero Galerio no lo consintió. Por este motivo, se llegó a pactar el nombramiento de Constantino como César de Severo, quien a su vez ascendió a Augusto.

La situación empeoró al proclamarse Augusto el hijo de Maximiano, Majencio. Tales acciones tuvieron como consecuencia inmediata: dos Augustos legítimos y tres ilegítimos (Constantino, Majencio y Maximiano), a los que se sumó Maximino Daya. En consecuencia: seis Augustos y ningún César. Esta situación se redujo con la muerte de Maximiano y Galerio, y finalmente todo se dirimió en la batalla del Puente Milvio, en Roma, en el 312 d.C., entre Majencio y Constantino. Tras esta batalla, Constantino y Licinio —a la postre los dos Augustos reconocidos— firmaron en Milán un edicto (312 d.C.). A partir de entonces, se estableció una diarquía que duró más de diez años, quedando Constantino como único Augusto de Occidente y Licinio de Oriente. Consolidaron el principio dinástico de sucesión al nombrar Césares a sus propios hijos.

El Gobierno de Constantino (311-337 d.C.)

El Senado saludó a Constantino como el primer y más grande Augusto, sucesor legítimo de la Tetrarquía. En 316 d.C. se produjeron disensiones entre ambos emperadores hasta el 324 d.C., cuando Licinio fue derrotado, quedando la unidad total del Imperio bajo el poder de Constantino. La nueva monarquía recogió dos elementos típicos del sistema tetrarquico, aunque este estuviera traicionado: por un lado, el carácter religioso del poder y, por otro, la presencia de una serie de Césares al servicio de un Augusto principal.

Las Reformas

Dos fueron los factores más destacados: la aceptación del predominio del cristianismo en el campo religioso y la disolución del sistema de gobierno colegial de la Tetrarquía con la concentración del poder en sus manos.

Reforma Administrativa

Dirigida a concluir la obra iniciada por Diocleciano.

1. Administración Central
  • Poder Imperial: Constantino estableció la nueva monarquía imperial de derecho divino y el principio hereditario dinástico. Se le dio un carácter marcadamente sagrado y fastuoso a la corte y al emperador.
  • Instituciones Administrativas:
    • El Palacio Imperial era el centro de la Corte y de la administración del estado. Toda la actividad se canalizaba a través de dos organismos (Sacrum Palatium y Sacrum Cubiculum) dirigidos por dos Praepositi. Le seguían el prefecto del pretorio y los jefes de la milicia (ministros de guerra y generales).
    • La administración central se basaba en la cancillería (carácter ejecutivo), el consistorio (consultivo), el consejo de Estado, el tribunal supremo y los ministerios.
2. La Administración Provincial

Se mantuvo la división territorial creada por Diocleciano, pero administrativamente se introdujeron cambios como:

  • La Prefectura: Circunscripciones donde se agrupaban varias diócesis. Están bajo el prefecto y aumentan en número.
  • Las Diócesis: Doce diócesis con unas ocho provincias cada una. Están bajo el Vicario.
  • Provincias: Hay entre 48 y 104 y están bajo el Gobernador (praesides).
3. El Nuevo Patriciado

Constantino creó una nueva aristocracia (el comitatus), eliminando la antigua distinción entre carreras ecuestres y senatoriales. Surgieron otros títulos:

  • Los Comites: Ejercían funciones en cualquier administración: central, diocesana o provincial. Son una especie de consejo privado. Su órgano principal es el consistorio.

Reforma Militar

A Constantino se le debe la creación definitiva de un gran ejército de campaña o maniobra.

  • Los Comitatenses: Conjunto de legiones y tropas auxiliares (infantería y caballería) formadas por bárbaros.
  • Tropas de guardia en las fronteras (infantería y caballería), asentadas en las posiciones más retiradas de las fronteras.
  • Guardia personal y directa del emperador.

Reforma Legislativa

  • Legislación de Derecho Privado: Con un carácter moralizante e influencias del cristianismo.
  • Legalización de la desaparición de la esclavitud: El esclavo desaparece, pero el colono tiende a confundirse con el esclavo.

Reforma Económica, Fiscal y Monetaria

Se emitió una nueva moneda de oro; los tributos se hicieron en especie (se siguió la práctica de la Iugatio-Capitatio). Las grandes exigencias fiscales acentuaron las diferencias entre ricos y pobres, con secuelas como:

  • Huida del campo por parte de los ciudadanos.
  • Huida de los colonos por presión de sus patronos.
  • Los oficios, el ejército y los trabajos se hicieron hereditarios y vigilados.

Constantinopla

Constantino pretendía dotar al Imperio de una doble capitalidad: la religiosa con sede en Roma y la política con sede en Constantinopla. Constantinopla, fundada en 330 d.C. en el sitio de la antigua Bizancio, ofrecía una serie de ventajas como capital del Imperio:

  • Geográficas: Óptima situación defensiva. Fue sucesivamente fortificada hasta el fin del Imperio.
  • Políticas: Se creó un segundo Senado y una administración autónoma. Su territorio y población recibieron beneficios fiscales.
  • Religiosas: Era una ciudad cristiana, diluyéndose los antiguos valores paganos.
  • Comerciales: El eje económico se había desplazado hacia Oriente; Constantinopla quedó como el gran puerto comercial que se comunicaba con tres importantes vías de comercio marítimas y centro de cuatro vías terrestres.

El Concilio de Nicea

Después de la batalla del Puente Milvio, se decidió la libertad de culto en todo el Imperio. En 312 d.C., Constantino se convirtió al cristianismo, incluyendo a la Iglesia en el Estado y en la vida social, y concediéndole privilegios y concesiones que le proporcionarían un gran poder. Las grandes herejías fueron el Donatismo y el Arrianismo. Con el Concilio de Nicea (325 d.C.), se definió “la Divinidad”, se aclaró el concepto de “Trinidad” y la Iglesia se estableció como un poder de tipo monárquico.

Política Exterior

Constantino tuvo que ocuparse de tres focos de peligro exterior: el Rin, el Danubio y la frontera oriental con los Sasanidas.

El Problema Sucesorio

Alrededor del año 333 d.C., se repartió el Imperio entre los hijos de Constantino (Constantino el Joven, Constancio y Constante) y sus sobrinos Dalmacio el Joven y Hanibaliano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *