El forcejeo con la iglesia católica

1. Origen del franquismo. Fundamentos ideológicos del régimen

A) Origen del régimen franquista

El franquismo fue el régimen político y social que nacíó durante la Guerra Civil debido a la necesidad de los militares sublevados de dotarse de un mando único y de una estructura político-administrativa antidemocrática, paralela a la republicana, que se apoyaba en una ideología de partido único, el Movimiento.
Con la muerte de los generales Sanjurjo y Mola, el líder indiscutible fue Franco, quien configuró una dictadura personal y militar y concentró en su persona los poderes ejecutivo, legislativo y judicial: Generalísimo de los Ejércitos, Jefe del Movimiento, Jefe del Estado y del Gobierno, con potestades legislativas, y Caudillo cuya misión era salvar a la patria. Esta dictadura conservadora asumíó los intereses económicos y sociales de las oligarquías, que atemorizadas por la posibilidad de que el movimiento obrero organizado acabara con su situación de privilegio, apoyaron al nuevo régimen. El general Francisco Franco supo aprovechar esa coyuntura, comprendiendo que al mantener la tranquilidad de los poderosos, podría perpetuarse en un poder que había conseguido por las armas.

B) Rasgos principales de la ideología franquista

La ideología franquista no presenta un cuerpo de doctrina estructurado, sino que se asentó sobre una serie de principios procedentes de la Falange, del carlismo, de la Iglesia católica y de la tradición conservadora española:

El rechazo a la democracia liberal, inadecuada para el pueblo español, considerado como un menor de edad cuyo supuesto carácter bárbaro y anarquista le incapacitaba para vivir en democracia. Sería superior y más apropiada la “democracia orgánica”, modelo corporativo de participación.

La represión del marxismo y del movimiento obrero


El anticomunismo llevó a perseguir con dureza a los activistas de izquierda, considerados responsables de las conspiraciones contra el Estado. El nacionalsindicalismo encuadró a los trabajadores en los sindicatos oficiales como medio para evitar la lucha de clases.

Un exacerbado nacionalismo


España sería una nacíón unida, centralizada y uniforme y se rechazaron los nacionalismos periféricos, considerados separatistas. En este sentido, se prohibíó el uso en actos públicos, escuelas e iglesias de los idiomas catalán, vasco y gallego.

El nacional-catolicismo


El régimen identificó la Patria con el Catolicismo, religión oficial del Estado, ya que se consideró parte esencial del “alma española”. La jerarquía eclesiástica calificó la Guerra Civil como “cruzada” y apoyó el régimen; y la moral y los principios católicos impregnaron la vida del país.

La nostalgia de un pasado glorioso llevó a proclamar que la nacíón tenía un destino imperial, entendido como difusión de principios espirituales por el mundo. Por ello, los modelos a imitar eran la España de los Reyes Católicos y el viejo Imperio español del Siglo XVI

A partir de los años 60, la modernización del país y la introducción de ideas, comportamientos sociales y costumbres extranjeras harían pasar a un segundo plano esos valores, sobre todo para la generación que no había vivido la Guerra.

2. Los apoyos sociales del franquismo

Los grupos sociales que apoyaron al bando nacional durante la Guerra Civil fueron los que sostuvieron el régimen franquista. Ninguno de ellos tuvo suficiente fuerza para imponerse sobre los demás. Franco arbitró el juego político con habilidad, distribuyendo los cargos políticos entre las diversas “familias” del régimen:

El Ejército


Los militares fueron el apoyo más decidido y fiel de la dictadura franquista. Muchos ministros, gobernadores civiles y altos cargos del régimen eran militares. También contó con los comandantes de la Guardia Civil y de la Policía armada, que constituían el llamado poder disuasivo.

La Iglesia católica constituyó el poder legitimador de la dictadura. Su gestor, Martín Artajo, fue el personaje más relevante del catolicismo político. Más tarde, el Opus Dei suministró dirigentes de elevado nivel de formación técnica. Pero a partir del Concilio Vaticano II una parte de la jerarquía eclesiástica y del clero se fue distanciando del régimen.

La Falange y los tradicionalistas o carlistas constituyeron la burocracia estatal, con funciones de propaganda y de organización social y sindical. Importancia de la simbología falangista, de corte fascista.

Otros apoyos sociales fueron: la derecha más conservadora, los terratenientes, que recuperaron su papel social y le fueron devueltas las tierras expropiadas;
pequeños y medianos agricultores, tradicionalmente conservadores; y financieros y empresarios, que se aprovecharon de la paz social, también apoyaron al franquismo.
La mayoría silenciosa, formada, entre otras, por las clases medias urbanas, integradas por funcionarios y empleados, en general despolitizadas y que constituyó un apoyo indirecto, generado por la desmovilización política inducida por la propaganda, el miedo a la guerra y la censura.

3. La configuración política del Estado franquista

A) Carácterísticas y evolución del Estado franquista

El franquismo trató de construir un “Estado nuevo”, antidemocrático y totalitario, que se institucionalizó mediante las Leyes Fundamentales del Reino, siete leyes elaboradas entre 1938 y 1967. La primera de ellas la promulgó Franco durante la Guerra Civil, el Fuero del Trabajo, que conténía la legislación social supeditada al interés de la nacíón. Destacamos en el régimen tres etapas:


-La fase totalitaria (1939-59), caracterizada por el retroceso económico, la involución ideológica y la dureza de la represión. España, simpatizante de las potencias del Eje en la II Guerra Mundial, pasó de la no beligerancia a la neutralidad cuando EEUU entró en la guerra y el Eje empezó a declinar. En este contexto, se promulgaron la Ley constitutiva de Cortes, asamblea deliberante poco representativa pues Franco designaba la mitad de los procuradores y no controlaba la acción del Gobierno; y el Fuero de los Españoles, que cubría la falta de una declaración de derechos, aunque eran muy limitados. Las potencias vencedoras en la II G.M. Consideraron a España el último reducto del fascismo y no fue admitida en la ONU. Para mejorar su imagen, se promulgaron la Ley de Referéndum Nacional, para dar a entender que en España funcionaba el sufragio universal, pero era fácilmente manipulado desde el poder al no existir libertad política ni de prensa; y la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, por la que España se convertía en Reino, si bien, el Jefe del Estado seguía siendo Franco a perpetuidad. En la década de los 50 la guerra fría benefició al franquismo, régimen muy anticomunista, para romper el aislamiento: en 1953 España firmó un Concordato con la Santa Sede, un acuerdo con los EEUU y fue admitida en la ONU en 1955. Esto permitíó consolidar el régimen, que promulgó la Ley de Principios del Movimiento, en la que pervive el ideario falangista y del nacional catolicismo y define España como una monarquía tradicional, católica, social y representativa.

-La Fase tecnocrática (1960-1969)

, caracterizada por el plan de Estabilización de 1959 y desarrollismo de los años 60. Franco nombró ministros tecnócratas del Opus Dei, hubo una modernización de la economía y de la sociedad, y una tímida apertura política con la Ley de Prensa y la Ley Orgánica del Estado, que sustituía el Estado nacional-sindicalista por la democracia orgánica, basada en la familia, el municipio y el sindicato, unidades naturales representativas de la sociedad, consideradas superiores a los partidos políticos. En 1969, Franco designó como su sucesor a título de rey, al príncipe Juan Carlos.

– La Fase de descomposición del régimen (1969-75)

Franco, deteriorado físicamente, delegó la Jefatura del Gobierno en su hombre de confianza, el almirante Carrero Blanco, y van apareciendo signos de descomposición del régimen: el distanciamiento de la Iglesia, la capacidad movilizadora de la oposición, y, sobre todo, las tensiones dentro del régimen entre inmovilistas y aperturistas. El 20 de Diciembre de 1973 ETA asesinó a Carrero Blanco y se endurecíó la represión: la ejecución en Septiembre de 1975 de cinco militantes de ETA y del FRAP ocasiónó la protesta internacional. Al mismo tiempo, los marroquíes iniciaron la “Marcha Verde”. Franco moría el 20-11-1975.

B) El control de la opinión pública como instrumento de poder

Esta se realizó mediante la negación de las libertades básicas, la falta de garantías jurídicas y el control de los medios de comunicación por el Estado. También con el mantenimiento de un relevante aparato represivo: exilio de muchos españoles a Francia y a México sobre todo; y ejecuciones. El adoctrinamiento de la población en los principios del Movimiento a través de organizaciones como el Frente de Juventudes, la Sección Femenina o el SEU fue también clave y a ello contribuiría la celebración de actos de corte fascista

C) La oposición al franquismo

En la postguerra, el gobierno de la República mantuvo la oposición desde el exilio y en el interior, los maquis mantuvieron su lucha hasta 1948. En los años 50 fueron importantes las tensiones en el mundo estudiantil y el mundo obrero. En los años 60 y 70, los cambios sociales facilitaron la generalización de la oposición: un hecho significativo fue el llamado contubernio de Múnich. El movimiento obrero, en torno a CC.OO. Y el PCE; los movimientos nacionalistas catalán y vasco y el movimiento estudiantil y de los católicos de base consiguieron crear una contestación social clave para la transición a la democracia

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