El Nazismo Alemán
El Ascenso de Adolf Hitler al Poder
El ascenso de Adolf Hitler al poder, culminando el 30 de enero de 1933 con su nombramiento como canciller por el presidente Paul von Hindenburg, fue el resultado de una serie de elecciones parlamentarias e intrigas políticas. La Ley de Plenos Poderes —si se aplicaba de forma despiadada y autoritaria— otorgó a Hitler la capacidad de ejercer constitucionalmente un poder dictatorial y sin objeciones legales a partir de ese momento. Su trayectoria política comenzó en 1919, cuando se unió al partido político DAP (Partido Obrero Alemán). Un año después, cambió el nombre del partido a NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán), comúnmente denominado Partido Nazi. Este partido político se desarrolló durante la posguerra de la Primera Guerra Mundial como un movimiento antimarxista y opuesto al Tratado de Versalles. Hitler ascendió a un lugar prominente en los primeros años de existencia del partido. Siendo uno de los mejores oradores, exigió a los otros miembros que lo nombraran líder, bajo la amenaza de abandonar el partido. En parte, se valió de su deseo de utilizar la violencia para avanzar en sus objetivos políticos y para reclutar miembros que compartieran esta visión. Una vez que Adolf Hitler se autoproclamó Führer del Tercer Reich, impuso un totalitarismo racista y expansionista que conduciría a la Segunda Guerra Mundial.
Política Interior del Régimen Nazi
Se puso fin a la República de Weimar y se implantó una dictadura totalitaria. En 1934 se suprimieron todos los derechos civiles y las libertades, así como los partidos políticos y sindicatos. El sistema parlamentario quedó eliminado y la estructura del Partido Nazi se fusionó con la del Estado. En 1933 se creó la Gestapo, la policía secreta, para eliminar cualquier tipo de oposición. Entre el 28 de junio y el 2 de julio de 1934, los nazis asesinaron a decenas de miembros del propio Partido Nazi, desafectos a Hitler, en la llamada Noche de los Cuchillos Largos. Desde 1933 se crearon campos de concentración para internar a opositores y grupos considerados peligrosos, bajo la supervisión de las SS. Al morir el presidente de la República en agosto de 1934, Adolf Hitler asumió todo el poder y se proclamó Führer del Tercer Reich. El nazismo tuvo un peso muy importante en la base ideológica de Hitler: proclamaba la superioridad de la raza germana, que denominaba «raza aria superior», y llevó a cabo una violenta persecución contra todo aquello que se consideraba enemigo del pueblo alemán.
Economía Nazi: Autarquía y Rearme
En el momento de la toma del poder de Hitler en 1933, la economía se convirtió en un elemento crucial para la consolidación del NSDAP. El responsable de economía del régimen nazi, Hermann Göring, aplicó una política económica autárquica e intervencionista, si bien se concedieron privilegios a la banca y a las grandes empresas afines. Un ambicioso programa de obras públicas y la potenciación de la industria pesada, química y armamentística redujo el número de parados y facilitó la recuperación económica y la preparación de la industria alemana para la guerra.
Organización Social y Racismo en el Tercer Reich
Dentro del proceso de adoctrinamiento nazi, la educación tuvo un papel muy importante. Fueron vitales las Juventudes Hitlerianas (HJ) y la Liga de Mujeres Nacionalsocialistas (NSF), que redujeron a la mujer al ámbito doméstico y la procreación. En el terreno religioso, a pesar del Concordato Imperial (julio de 1933) con la Santa Sede, el régimen nazi denunció muchos aspectos ideológicos. El racismo tuvo un gran impacto en la base ideológica nazi, que proclamaba la superioridad de la raza germana. El racismo llevó a cabo una violenta persecución contra quienes se consideraban enemigos del pueblo alemán (minorías étnicas, sexuales, judíos, etc.). La mayor manifestación del racismo fue el antisemitismo, que culpabilizaba a los judíos de todos los males internos. La persecución judía empezó con el boicot económico y continuó con la discriminación legal. Esto desembocó en detenciones y asesinatos, donde las víctimas eran recluidas en campos de concentración. Los alemanes crearon una serie de instalaciones de detención para encarcelar y eliminar a los “enemigos del Estado”. Se considera como variante el campo de trabajo, un tipo de campo de concentración donde los reclusos eran sometidos a trabajos forzados, frecuentemente en condiciones deplorables. Todas aquellas personas, incluidos mujeres y niños, que se negaban a trabajar o que ya no podían seguir trabajando (por estar cansados, enfermos, etc.) eran torturadas o ejecutadas. Más tarde, los nazis construyeron cámaras de gas para aumentar la eficiencia del proceso y para hacerlo más impersonal para los verdugos. En Auschwitz, el campo de exterminio de Birkenau tenía cuatro cámaras de gas. Al culminar las deportaciones, hasta ocho mil judíos fueron gaseados cada día.
Política Exterior Nazi y el Camino a la Guerra
Se caracterizó por su expansionismo territorial, con la idea de alcanzar el espacio vital (Lebensraum, término utilizado por Alemania para justificar su expansionismo porque consideraban que el territorio alemán era muy pequeño para alimentar y resguardar a toda la población) que la nación aria alemana necesitaba para su desarrollo económico y demográfico. Para ello, Hitler decidió incorporar al Reich a personas de etnia alemana que vivían fuera de las fronteras. Se anexionó territorios de países vecinos de Europa Oriental, rompiendo los acuerdos del Tratado de Versalles y estableciendo un clima propicio para el estallido de la Segunda Guerra Mundial. También se declaró anticomunista. Su principal objetivo era desafiar el orden establecido por las potencias occidentales. Alemania salió de la Sociedad de Naciones y firmó un pacto de no agresión con Polonia, además de comenzar una política de rearme. Además, ayudó militarmente a Franco en la Guerra Civil Española. En 1939, Alemania firmó el Pacto de Acero (para reforzar las relaciones con la Italia fascista) y en 1940 el Pacto Tripartito (con Italia y Japón). A lo largo de 1938, también adquirió nuevos territorios, como Austria (Anschluss), mediante la amenaza de guerra.