El principal objetivo de los militares rebeldes era una rápida conquista de Madrid pero el avance quedó detenido en la sierra de Guadarrama. Con este fracaso el protagonismo recayó en el ejército de África al mando de Franco, quien con ayuda de ale

Guerra Civil LA SUBLEVACIÓN


El Golpe de Estado se organizó de acuerdo con las instrucciones del general
Mola el cual se iniciaría con la declaración del estado de guerra y la detención y eliminación de los principales dirigentes políticos y sindicales de izquierda. El plan consistía en una serie de sublevaciones simultáneas de guarniciones que deberían hacerse con el poder de sus respectivas zonas. Una vez tomada la capital, se formaría una junta de generales presidida por Sanjurjo aunque este murió en un accidente de avión cuando despegaba de Lisboa para unirse a la sublevación.

La sublevación militar se inició en Melilla el 17 de Julio de 1936 y se extendíó al Protectorado en Marruecos. El general Franco declaró el estado de guerra en Canarias y se trasladó a Marruecos para ponerse al mando de la Legión y de los Regulares.

Entre los días 18 y 20 de Julio el alzamiento militar se extendíó a la Península y dejó al país dividido en dos zonas enfrentadas. En Andalucía el general Queipo de Llano se hizo con Sevilla y la sublevación también triunfó en Cádiz, Córdoba y Granada. El General Mola ocupó Navarra con el apoyo carlista y el general Cabanellas logró dominar la mayor parte de Aragón. La sublevación también triunfó en Castilla y León, Galicia, Mallorca y parte de Extremadura. Además de los militares conservadores y monárquicos, los sublevados contaron con el apoyo de las oligarquías tradicionales, pequeños propietarios agrarios, clases medias católicas, partidos de derechas, organizaciones de extrema derecha como falangistas y carlistas y de la Iglesia católica.

Sin embargo en Madrid, Barcelona y Valencia se abortó la sublevación militar manteniéndose fieles a la República. En Barcelona fue detenido el general Goded y en Madrid el Cuartel de la Montaña fue asaltado muriendo el general Fanjul. El País Vasco se mantuvo fiel al gobierno republicano para mantener su estatuto de autonomía a pesar de la persecución clerical que se extendíó por la zona republicana. Además los republicanos contaron con el apoyo de obreros entre los que fueron ganando las tesis revolucionarias. Las principales ciudades y las zonas industriales quedaron en poder del gobierno y las zonas agrarias en manos de los militares sublevados.

Ante el fracaso del Golpe de Estado, surgíó entre los sublevados la necesidad de crear un órgano provisional que coordinase las operaciones militares. Se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional presidida por el general Cabanellas y el ejército se convirtió en el pilar básico de lo que los sublevados llamaron el nuevo Estado. Se practicó una brutal represión en sus zonas de control con sacas, “paseos” y fusilamientos de enemigos políticos, militares no unidos a la sublevación, militantes de sindicatos y organizaciones de izquierda, intelectuales y maestros.

En el lado republicano el presidente del gobierno Casares Quiroga dimitíó siendo sustituido por Giral cuyo gobierno aprobó el decreto de destitución de los militares sublevados y la distribución de armas entre las milicias populares de los partidos políticos y sindicatos de izquierda lo que debilitó la autoridad del gobierno quedando el poder repartido entre las milicias y los comités locales y provinciales propiciando una situación revolucionaria que desembocó en la desintegración del ejército regular republicano. El gobierno apenas controlaba política y militarmente Madrid mientras zonas como el País Vasco o Cataluña organizaban la defensa por su cuenta.

Hasta los primeros meses de 1937 se desató un terror incontrolado con el asesinato de ciudadanos de derechas y religiosos, el asalto de la cárcel Modelo de Madrid o las sacas de Paracuellos del Jarama o Torrejón de Ardoz. Se establecieron checas, cárceles creadas por los comités revolucionarios al margen de la legalidad. Anarquistas de la CNT y parte de la UGT comenzaron la revolución social con la colectivización de tierras e industrias mientras que para republicanos, socialistas y comunistas lo principal era ganar la guerra.

Giral presentó la dimisión para que pudiera formarse un gobierno de coalición con socialistas, republicanos, comunistas y nacionalistas catalanes y vascos dirigido por Largo Caballero al que se incorporaría después la CNT.

Convertida la sublevación en una Guerra Civil, el principal objetivo de los rebeldes era la rápida conquista de Madrid por lo que Mola inició el ataque desde Burgos y Valladolid quedando detenido en la sierra de Guadarrama y Yagüe lograba la conquista de Badajoz.

El ejército de África al mando de Franco fue trasladado en Agosto a la Península gracias a la ayuda alemana e italiana, pero Franco decidíó aplazar la toma de Madrid para liberar el Alcázar de Toledo lo que supuso un triunfo personal y su nombramiento de generalísimo por la que la Junta de Defensa concentrando el mando militar y los poderes políticos del nuevo Estado iniciando una dictadura personal similar a los estados fascistas, apoyado en el partido único, Movimiento Nacional, tras la fusión de carlistas y la Falange (decreto de Abril 1937) bajo la jefatura del Franco y en la Iglesia que declaró la guerra como cruzada cristiana.

Pero el retraso de la toma de Madrid permitíó a los republicanos organizar su defensa cuando, a finales de Octubre, las tropas sublevadas llegaban a la ciudad. El 6 de Noviembre el gobierno republicano se trasladó a Valencia dejando una Junta de Defensa dirigida por el general Miaja y el coronel Vicente Rojo. Para evitar la rápida expansión de los rebeldes y organizar la defensa republicana se optó por la creación del Ejército Popular con un mando centralizado, la militarización de las milicias y la creación del Estado Mayor Central eliminándose la represión incontrolada.

En Madrid se libraron combates en la Casa de Campo, en la Ciudad Universitaria y en el Puente de los Franceses, mientras la ciudad era bombardeada pero las tropas republicanas consiguieron resistir. Franco decidíó entonces completar el cerco de la ciudad prolongando la batalla en Febrero y Marzo de 1937 con la batalla del Jarama y la de Guadalajara en las cuales el Ejército Popular derrotaba al cuerpo de ejército italiano (CTV) obligando a Franco a abandonar la idea de conquistar Madrid. Al mismo tiempo Queipo de Llano ocupaba la provincia de Málaga en Febrero iniciándose una brutal represión.

En Mayo de 1937 estallaron enfrentamientos en Barcelona entre el PSUC (partido socialista catalán) y los anarquistas de la CNT y el POUM que derivaron en luchas armadas venciendo el PSUC. Esto provocó la retirada del apoyo a Largo Caballero que dimitíó formando nuevo gobierno Juan Negrín cuyo objetivo fue restablecer la autoridad del gobierno central, el encarcelamiento de anarquistas y la reorganización de la industria de guerra.

El fracaso de Madrid dio inicio a la guerra de desgaste. Franco se dirigíó contra el norte industrial y minero que comprendía Vizcaya, Santander y Asturias bajo dominio republicano. La ofensiva del General Mola contra Vizcaya se inició con masivos bombardeos de la Legión Cóndor alemana sobre Durango y Guernica que fue arrasada lo que permitíó la ocupación de todo el País Vasco en Junio de 1937.

Para detener la ofensiva sobre Santander, el gobierno preparó una operación en Brunete que fracasó por lo que no se logró impedir la caída de Santander. Para salvar Asturias, los republicanos intentaron conquistar Zaragoza lanzando una ofensiva en Belchite pero sus resultados fueron desastrosos que provocaron la caída de Asturias en Octubre de 1937 por lo que todo el norte con las minas de hierro y carbón y las grandes industrias siderúrgicas quedó en manos de los sublevados.

Franco volvíó sobre Madrid por lo que el gobierno de Negrín decidíó una ofensiva en Teruel para salvarla. El Ejército Popular entró por sorpresa en la ciudad por lo que Franco ordenó una contraofensiva dando lugar a la batalla de Teruel que duró entre Enero y Febrero de 1938 imponiéndose la superioridad franquista cuya ofensiva general en el frente de Aragón le permitíó alcanzar el Mediterráneo partiendo en dos zonas la España republicana, aislando a Cataluña tras el desplome del ejército republicano.

En Junio de 1938 Negrín decidíó desencadenar una ofensiva en el Ebro para reducir la presión sobre Valencia y unir de nuevo las dos zonas republicanas dando lugar a la batalla del Ebro entre Julio y Noviembre de 1938. El rápido avance republicano quedó frenado por la contraofensiva franquista que agotó definitivamente al ejército republicano.

Este mismo año, se formó el primer gobierno franquista el cual promulgó la Ley de Administración Central del Estado por la cual Franco reunía los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Se abolieron los estatutos de autonomía, se impuso el castellano como única lengua oficial, se anuló la legislación laica republicana y la Iglesia recuperó bienes, derechos y privilegios como el de la enseñanza. La política social quedó plasmada en el Fuero del Trabajo (Abril 1938) inspirado en la Carta del Lavoro del gobierno de Mussolini suprimíéndose las libertades de reuníón, asociación y de huelga. La Ley de Prensa y de Imprenta implantó la censura previa y la Ley de Responsabilidades Políticas (Febrero 1939) castigaría a los que hubiesen apoyado a la República desde 1934. En el plano económico, el estado franquista creó el Servicio Nacional del Trigo para regular los precios y el Decreto de Protección y Fomento de la Industria Nacional (1937) que puso las bases de la economía autárquica.

En el plano militar, a finales de 1938 se produjo la ofensiva sobre Cataluña cayendo Barcelona a finales de Enero de 1939.El presidente de la República, Azaña y el de la Generalitat se exiliaron a Francia. Negrín, a pesar de todo, defendíó la resistencia para alargar el conflicto ante el inminente estallido de una Guerra Mundial y buscó la mediación de las potencias democráticas para conseguir la paz pero Francia y Gran Bretaña reconocieron el gobierno de Franco en Febrero de 1939 uníéndose al reconocimiento ya realizado por Alemania, Italia, Portugal y el Vaticano. Al día siguiente Azaña dimitíó.

En Madrid el coronel Casado, junto a dirigentes socialistas, de la CNT, de Uníón Republicana e Izquierda Republicana se sublevaron contra el gobierno de Negrín quien abandonó el país, con el objetivo de negociar con Franco una paz con garantías y sin represalias pero Franco exigíó una rendición incondicional. A finales de Marzo, los ejércitos franquistas entraron en Madrid. El 1 de Abril de 1939 terminaba la Guerra Civil.

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