La Desamortización en España: Concepto y Precedentes Históricos
Una desamortización es la apropiación por parte del Estado de bienes raíces de propiedad colectiva, tanto nobiliarios sometidos a la ley de mayorazgo (desvinculación) como de los ayuntamientos y la Iglesia (bienes de manos muertas), puestos en venta en subasta pública. Así, se consigue sanear la hacienda y modernizar el campo.
Los precedentes del proceso desamortizador se encuentran en las reformas llevadas a cabo por Godoy, así como en los intentos desamortizadores de las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal. En el siglo XVIII ya existía demasiada propiedad amortizada perteneciente a la nobleza, la Iglesia y los municipios que no era explotada adecuadamente. Estas propiedades solían estar ligadas a derechos, leyes o instituciones que impedían su venta.
La Desamortización de Mendizábal (1836-1837): El Clero Regular
La primera gran desamortización fue la de Juan Álvarez Mendizábal, líder progresista, y afectó a los bienes del clero regular. Se llevó a cabo a través de una serie de decretos:
- 19 de febrero y 8 de marzo de 1836: Afectó a las propiedades de las órdenes religiosas suprimidas.
- 29 de junio de 1837: Afectó a los bienes de las órdenes femeninas y al clero secular.
El poder de la Iglesia quedó reducido, pero la desamortización no consiguió todos sus fines. Se puso en marcha durante la Guerra Carlista y respondía a fines económicos, pero también buscaba castigar a la Iglesia por apoyar al carlismo.
Con el primer decreto, se declaraban en venta todos los bienes de las órdenes religiosas extinguidas, se convertían en «bienes nacionales» y se subastaban públicamente. Por el segundo, los bienes del clero regular fueron nacionalizados y subastados.
Objetivos de la Desamortización de Mendizábal
- Financiar la Guerra Carlista y solucionar los problemas económicos.
- Beneficiar a los campesinos con las reformas agrarias.
- Ampliar la base social del liberalismo con una nueva masa de pequeños propietarios.
- Incrementar la producción agraria.
Los bienes incautados resultaron inasequibles para los pequeños propietarios, quedando al alcance de las oligarquías más adineradas. Solo se pagaba el 20% al realizar la compra; el resto se pagaba aplazado y se admitían títulos de deuda pública. (Flórez Estrada propuso el arrendamiento de tierras a los campesinos, pero su situación no mejoró).
Consecuencias de la Desamortización de Mendizábal
- Aunque aumentó la superficie cultivada, no se introdujeron las necesarias mejoras técnicas y el crecimiento fue muy limitado.
- No se resolvió completamente el problema de la deuda, aunque sí se redujo bastante.
- No se creó una masa de pequeños campesinos que apoyaran al liberalismo. En su lugar, se formó una burguesía terrateniente vinculada al liberalismo conservador.
- Provocó la ruptura entre la Iglesia y el Estado, aunque la Iglesia conservó su influencia en las mentalidades y la educación.
- Se incrementó el peso de los latifundios. El latifundio de baja productividad se acentuó, como señala el historiador Jaime Vicens Vives.
- Absorbió capitales que podrían haber sido destinados a la industrialización.
- Se perdió una gran parte del patrimonio artístico y cultural.
Interrupción y Reanudación (1840-1854)
La desamortización entre 1840 y 1854 enfrentó a los partidos liberales moderados y progresistas. La victoria de los moderados en 1837 supuso la paralización de muchas subastas de bienes desamortizados.
Con Espartero se reactivó el proceso y se intentó solucionar el problema de las necesidades de la Iglesia mediante tres tipos de ingresos: derechos de estola y pie de altar, y una contribución estatal de culto y clero. Con la llegada de Narváez se interrumpió el proceso desamortizador.
Durante la Década Moderada (1844-1854) se paralizaron las ventas y se devolvieron a la Iglesia las propiedades incautadas. Finalmente, se firmó el Concordato de 1851, por el que se reservó una parte del presupuesto para los gastos eclesiásticos.
La Desamortización de Madoz (1855): Bienes Comunales y Civiles
Durante el Bienio Progresista (1854-1856), Pascual Madoz completó el programa desamortizador. La Ley General de Desamortización se promulgó el 1 de mayo de 1855 y se orientó hacia los bienes comunales y eclesiásticos. Fue esencialmente civil.
Objetivos de la Ley Madoz
- Reducir la deuda pública y el déficit del Estado.
- Financiar obras públicas (ferrocarriles).
- Contribuir a la industrialización y el desarrollo económico de España.
El proceso fue muy rápido. En esta ocasión, se abonaba un 10% de entrada y el resto aplazado; el pago era en metálico y no se aceptaban títulos de deuda. Las consecuencias fueron la eliminación de la propiedad comunal y la eclesiástica. La violación del Concordato supuso una nueva ruptura con la Iglesia.
Todos los moderados se opusieron a la Ley Madoz. Las ventas fueron suspendidas hasta que Narváez, en 1856, suprimió la ley desamortizadora. El problema con la Iglesia se arrastró durante un siglo.
Balance y Consecuencias Generales del Proceso Desamortizador
La desamortización fue uno de los cambios más trascendentes en la transición al liberalismo, aunque no consiguió algunos de los objetivos más importantes:
- No propició una reforma agraria profunda y acentuó la concentración de tierras en pocas manos (latifundismo).
- No se creó una nueva clase de medianos propietarios afines al liberalismo.
- La puesta en cultivo de grandes extensiones de tierra no precipitó una modernización de la producción.
- La ruptura con la Iglesia no se solventó definitivamente hasta la firma del Concordato de 1851 (y se reabrió con Madoz).
- Las consecuencias culturales fueron devastadoras, y numerosos edificios de interés artístico fueron abandonados y acabaron en ruinas.