El Sexenio Revolucionario: Un Período de Cambio y Democracia en España

SEXENIO REVOLUCIONARIO: INTENTO DEMOCRATIZADOR

En el año 1868 se produce un levantamiento, La Gloriosa, dirigido por Prim y Serrano. Las fuerzas revolucionarias se enfrentan a los Isabelinos en la Batalla de Alcolea, tras la cual Isabel II toma el camino del exilio. Esto da inicio al primer período democrático de la historia de España, el Sexenio Democrático.

Causas del Levantamiento

Las causas que precipitaron la salida de Isabel II fueron las siguientes:

  • En el año 1866 se inicia una enorme crisis económica que provoca hambre y paro, lo que genera protestas en las calles, respondidas por los moderados con una dura represión.
  • La represión política de los moderados obligó a muchos progresistas a irse al exilio; los Sargentos del Cuartel de San Gil se levantaron y fueron fusilados.
  • La corrupción de la corona, a la que Valle Inclán calificó como “La Corte de los milagros”.
  • El impacto de la revolución de 1848 en España, la primera revolución de carácter democrático de toda Europa.

Los revolucionarios defendían la soberanía nacional, el sufragio censitario y la sociedad civil frente al llamado régimen de los generales. Estos principios responden a una nueva concepción ideológica, el liberalismo democrático, que asienta las bases de la revolución, y al que se le une el movimiento obrero, cuya reivindicación fundamentalmente incluye:

  • La suspensión de las Quintas.
  • La eliminación de los consumos.
  • El derecho al trabajo.
  • La eliminación de la pena de muerte.

Con todo esto se inicia La Gloriosa. En septiembre de 1868, el almirante Topete, jefe de la Armada, secundado por Prim y Serrano, se sublevó en Cádiz e hizo un llamamiento de apoyo a la población civil. Se forman las Juntas Revolucionarias, que se extienden por todo el país, volcadas hacia planteamientos republicanos que representan la revolución popular de obreros y campesinos.

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

Los revolucionarios se enfrentan a las tropas Isabelinas en la Batalla de Alcolea, tras la cual Isabel II toma el camino del exilio y se forma un gobierno provisional, encabezado por el General Serrano, quien inmediatamente disuelve las Juntas y convoca Cortes constituyentes por sufragio universal.

La Constitución de 1869 es la primera constitución democrática de España. En esta se recoge:

  • La soberanía nacional.
  • Sufragio universal masculino.
  • Una amplia declaración de derechos, que incluye los derechos de la antigua Constitución de 1856.
  • La inviolabilidad de la correspondencia y del domicilio.
  • La libertad de expresión.
  • El derecho de reunión y asociación, lo que permite la formación de partidos políticos.
  • La libertad de culto privado y público, aunque el estado sigue manteniendo económicamente a la Iglesia.

El poder legislativo corresponde a las Cortes, formadas por dos cámaras: un congreso formado por sufragio universal directo y un senado formado por sufragio universal indirecto. El poder ejecutivo reside en el rey, que es democrático, y se dice que es un rey que reina, pero no gobierna. El poder judicial tiene plena garantía de independencia, ya que se crea un sistema de oposición para jueces.

La Regencia de Serrano y los Desafíos Económicos

Se establece un periodo de Regencia, se nombra a Serrano regente y a Prim presidente del gobierno. Además, Prim se encarga de buscar un rey que acepte ser rey democrático. Durante la Regencia de Serrano, se aprueban un conjunto de leyes que desarrollan la Constitución, como la ley del matrimonio civil, lo que provoca la oposición de la Iglesia.

Comienza una nueva política económica, se crea por fin la nueva unidad monetaria, la peseta. Se lleva a cabo una reforma fiscal que, sin embargo, no elimina los consumos, lo que provoca el descontento del movimiento obrero. La idea progresista más importante para abrir la economía española a los mercados exteriores fueron medidas como la Ley Arancelaria (Arancel Figuerola), que enfrenta al sistema con la burguesía catalana.

En materia económica, el liberalismo español se debate entre el librecambio y las políticas proteccionistas. Durante la regencia de Serrano, se produjeron continuos levantamientos populares, como en 1869, cuando se levantó el campesinado en Andalucía y hubo sublevaciones de carácter republicano que fueron respondidas con una dura represión.

Conflictos en Cuba y la Búsqueda de un Rey

En Cuba, a las quejas de los criollos se le suma la presión norteamericana con la Doctrina Monroe y en 1868 se produce el Grito de Yara, que tiene una escasa repercusión. Sin embargo, la represión del gobierno español fue tan dura que provocó un levantamiento mayor que termina con 10 años de guerra. Esta guerra obligó a hipotecar la hacienda, aumentar las levas y los impuestos, lo que provoca un periodo de inestabilidad política.

Mientras tanto, Prim sigue buscando un rey por las cancillerías europeas. Entre los pretendientes al trono, Isabel II queda totalmente descartada junto a su hijo Alfonso, por ser Borbón y tener aún 12 años. Sin embargo, en las Cortes se forma un partido alfonsino, que defiende los derechos dinásticos de Alfonso, liderado por Cánovas del Castillo. El presidente carlista, al no ser elegido, abandona las Cortes e inicia la tercera Guerra Carlista. También hay otros candidatos provenientes de Alemania, Portugal y Francia, pero al final Prim convence a Amadeo, duque de Aosta, hijo del rey de Italia, para ser el rey de España, quien acepta ser rey democrático, mientras que Prim se convertiría en su valedor.

El Reinado de Amadeo I y la Inestabilidad Política

Comienza así el reinado de Amadeo I de Saboya, quien se encuentra con varios problemas al llegar. El primero fue que no tenía todo el apoyo de las Cortes, le faltaba unanimidad. A esto se le une el carácter tímido del rey y su falta de dominio del castellano. Además, Prim es asesinado antes de que Amadeo llegue a España, dejándolo solo y con una oposición aún mayor.

Se le opone la aristocracia terrateniente y la nobleza, ya que Amadeo significaba democracia, así que la nobleza retira de la Corte y hace el vacío al rey. También se opone a Amadeo la burguesía catalana, que ve en él un símbolo del librecambio. Ambos, aristocracia y burguesía catalana, comienzan a apoyar al partido alfonsino y a la vuelta de la constitución de 1845. Mientras tanto, Cánovas consigue que Isabel abdique en su hijo.

El bajo clero termina apoyando al carlismo, mientras que el alto clero no apoya a Amadeo porque procedía de la casa de Saboya, que ven el proceso de unificación italiana, que ha arrebatado al papa los Estados Pontificios. Los carlistas, en contra de Amadeo, inician la tercera guerra carlista. Por último, los republicanos tienen una gran fuerza en la calle.

Divisiones y Crisis en la República

A todo esto se le suma la división de los progresistas (que estaban liderados por Prim) en constitucionalistas de Sagasta (conservadores) y radicales de Luis de Zorrilla. Esta división fue provocada por el tema de la esclavitud en Puerto Rico. La guerra de Cuba se agrava, la insurrección carlista se intensifica con el levantamiento en el País Vasco, y el miedo de la burguesía al movimiento obrero, especialmente después de que en 1871 se haya formado en Francia la Comuna de París, hacen que Amadeo, el 11 de febrero de 1873, renuncie al trono español.

Inmediatamente, en una reunión conjunta de Congreso y Senado, aunque la constitución en vigor es monárquica, las Cortes proclaman la primera República Española. Esto se espera porque la mayoría monárquica de las Cortes está haciendo tiempo para que el Borbón sea mayor de edad y pueda reinar.

La república hereda los problemas de la monarquía. Hay una crisis económica que se agrava, se enfrenta a una guerra carlista al norte y a la guerra de Cuba, pero sobre todo se encuentra con un ejército contrario al proceso revolucionario, el ejército alfonsino.

Los republicanos se dividen en republicanos unitarios, dirigidos por Figueras (también eran centralistas) y republicanos federados, que a su vez se dividen en transigentes, liderados por Prim y Margal (partido del orden, que quieren hacer una república convocando unas Cortes constituyentes) e intransigentes (partidarios de hacer la federación desde abajo). Estos últimos tienen el apoyo del movimiento obrero y de las clases populares, además llevaron a cabo la revolución cantonal, que fue de carácter regionalista y un intento de revolución social. Comenzó en Cartagena y luego se extendió por las ciudades del sur y el levante.

El Fin de la Primera República

Todo esto lleva a una inmensa inestabilidad, que se vio reflejada en que en poco tiempo hubo 4 presidentes: Figueras, Pi y Margal, el cual presenta el proyecto de constitución federal de 1873, y se produce la revolución cantonal. Al fracasar y presentar el proyecto de constitución, termina dimitiendo. Por último, Emilio Castelar llama al ejército para restablecer el orden.

En 1874 se produce el golpe de estado del general Pavía, quien, con las fuerzas de la Guardia Civil, disolvió las Cortes Constituyentes, lo que puso fin a la Primera República. Sin embargo, dicho golpe de estado se encontró sin apenas resistencia porque no tenía base social en la que sustentarse. El ejército acaba con el cantonalismo, pero se mantiene la guerra de Cuba y la guerra carlista, y a partir de este momento el ejército asume el poder, liderado por el general Serrano.

Cánovas del Castillo, durante unos meses, consigue extender el alfonsismo entre el ejército y la burguesía, hasta que, a finales de 1874, el general Martínez Campos proclama en Sagunto rey a Alfonso XII y así comienza un nuevo periodo de Restauración, que supone la vuelta al poder de los Borbones, el regreso al liberalismo español y el fin del sistema democrático, a la primera experiencia democrática de la historia de España.

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