Bie progre 54-56
En 1854 se produjo una revolución que acabó con los 10 años de gobierno moderado. Las principales causas fueron: por un lado, el descontento de los moderados reformistas liderados por O’Donnell, protagonizaron el pronunciamiento de Vicálvaro contra el gobierno moderado autoritario. Publicaron el Manifiesto de Manzanares de 1854 donde prometían al pueblo reformas progresistas. Además, hicieron un llamamiento para la creación de Juntas Revolucionarias.
En muchas ciudades se formaron juntas revolucionarias contra el gobierno moderado y se creó una alianza política de la que salíó el futuro gobierno de progresistas y moderados reformistas, compuesto entre el Partido Progresista, Partido Demócrata y los moderados reformistas de O’Donnell. Los líderes de este gobierno fueron Espartero y O’Donnell, ambos respetados por Isabel II. El gobierno progresista volvíó a emprender reformas sociales, políticas y económicas. Las cortes progresistas diseñaron una nueva constitución para sustituir a la moderada de 1845. Esta constitución tenía: soberanía nacional, libertad de culto, bicameralismo electivo, amplitud de derechos y libertades individuales y restablecimiento de la Milicia Militar. Esta constitución nunca llegó a imponerse, porque el Bienio Progresista se acabó antes, por eso se llamó “Non Nata”. El gobierno quiso modernizar la economía e impulsar la industrialización. La política económica tuvo como esencia la Desamortización de Madoz en 1855, la Ley General de ferrocarriles y las leyes bancarias que dieron lugar al Banco de España. En 1855 se produjo la Desamortización de Madoz que completaba a la de Mendizábal. Esta afectaba aparte de las tierras y bienes de la iglesia, a los municipios y al Estado. Los ingresos recaudados fueron invertidos en construir el ferrocarril y así impulsar el crecimiento industrial. Los principales compradores fueron la burguésía. Los planes de reforestación, el sistema telégrafo, la red de carreteas y el desarrollo de la banca y la minería supusieron una etapa de desarrollo económico hasta 1866. Durante el Bienio Progresista hubo frecuentes huelgas obreras y revueltas campesinas, pidiendo entre otras cosas la reducción de la jornada laboral y la mejora de salarios. En 1855 estalló la 1ª huelga general de trabajadores en Barcelona, comenzando así el Movimiento Obrero en España. El Partido Demócrata se convirtió en el partido de las clases trabajadoras. La conflictividad provocó la dimisión de Espartero e Isabel II confió en O’Donnell, que reprimíó duramente las protestas.
vuelta al moderantismo 56-68 este periodo estuvo marcado por la alternancia del poder entre unionistas y moderados. Tras el Bienio Progresista el gobierno de la Uníón Liberal del general O’Donnell intentó un equilibrio político combinando propuestas moderadas con progresistas. Durante el gobierno de la Uníón Liberal el capitalismo español se desarrolló y hubo una gran expansión económica. En esta etapa destaca la Ley de Instrucción Pública 1857, la cual reguló el sistema educativo en las 3 etapas conocidas hasta ahora; enseñanza 1ª, 2ª y superior. Sobre la política exterior, O’Donnell lanzó a España a la carrera imperialista en Asía y África para recuperar prestigio intencional. Hubo algunas intervenciones exteriores, la más importante fue la intervención militar de la campaña de Marruecos en 1859.
Poco a poco las fuerzas políticas y sociales de España se enfrentaron a O’Donnell provocando su dimisión en 1863. Después de eso la reina Isabel eligió al Partido Moderado para formar un nuevo gobierno. Esto dio lugar a la vuelta de Narváez, volviendo a gobernar de forma autoritaria, recortando libertades y derechos. En 1866 surgíó una grave crisis económica que arruinó la industria y la agricultura española. Descubrieron casos de corrupción política y se provocó una revolución en 1868 «La Gloriosa», la cual acabó con la monarquía liberal de Isabel II. Por un lado, el almirante Topete y los generales Serrano y Prim hacen público el Manifiesto de España con Honra y por otro lado se formaron Juntas Provinciales por toda España. Dos años antes, en 1866 hubo dos pronunciamientos, de Prim y demócratas del cuartel de San Gil. La represión del gobierno se endurecíó y en Agosto se firma el Pacto de Ostende por progresistas, demócratas y la Uníón Liberal ahora liderada por Serrano.
Estos se unieron para acabar con Isabel II y su gobierno, pero surgíó la revolución. Tras la Batalla de Alcolea
Isabel abandonó el país y triunfó la Gloriosa revolución. Formándose un gobierno de coalición entre unionistas, progresistas y demócratas; al mando de Serrano y Prim.
Bie progre 54-56
En 1854 se produjo una revolución que acabó con los 10 años de gobierno moderado. Las principales causas fueron: por un lado, el descontento de los moderados reformistas liderados por O’Donnell, protagonizaron el pronunciamiento de Vicálvaro contra el gobierno moderado autoritario. Publicaron el Manifiesto de Manzanares de 1854 donde prometían al pueblo reformas progresistas. Además, hicieron un llamamiento para la creación de Juntas Revolucionarias.
En muchas ciudades se formaron juntas revolucionarias contra el gobierno moderado y se creó una alianza política de la que salíó el futuro gobierno de progresistas y moderados reformistas, compuesto entre el Partido Progresista, Partido Demócrata y los moderados reformistas de O’Donnell. Los líderes de este gobierno fueron Espartero y O’Donnell, ambos respetados por Isabel II. El gobierno progresista volvíó a emprender reformas sociales, políticas y económicas. Las cortes progresistas diseñaron una nueva constitución para sustituir a la moderada de 1845. Esta constitución tenía: soberanía nacional, libertad de culto, bicameralismo electivo, amplitud de derechos y libertades individuales y restablecimiento de la Milicia Militar. Esta constitución nunca llegó a imponerse, porque el Bienio Progresista se acabó antes, por eso se llamó “Non Nata”. El gobierno quiso modernizar la economía e impulsar la industrialización. La política económica tuvo como esencia la Desamortización de Madoz en 1855, la Ley General de ferrocarriles y las leyes bancarias que dieron lugar al Banco de España. En 1855 se produjo la Desamortización de Madoz que completaba a la de Mendizábal. Esta afectaba aparte de las tierras y bienes de la iglesia, a los municipios y al Estado. Los ingresos recaudados fueron invertidos en construir el ferrocarril y así impulsar el crecimiento industrial. Los principales compradores fueron la burguésía. Los planes de reforestación, el sistema telégrafo, la red de carreteas y el desarrollo de la banca y la minería supusieron una etapa de desarrollo económico hasta 1866. Durante el Bienio Progresista hubo frecuentes huelgas obreras y revueltas campesinas, pidiendo entre otras cosas la reducción de la jornada laboral y la mejora de salarios. En 1855 estalló la 1ª huelga general de trabajadores en Barcelona, comenzando así el Movimiento Obrero en España. El Partido Demócrata se convirtió en el partido de las clases trabajadoras. La conflictividad provocó la dimisión de Espartero e Isabel II confió en O’Donnell, que reprimíó duramente las protestas.
vuelta al moderantismo 56-68 este periodo estuvo marcado por la alternancia del poder entre unionistas y moderados. Tras el Bienio Progresista el gobierno de la Uníón Liberal del general O’Donnell intentó un equilibrio político combinando propuestas moderadas con progresistas. Durante el gobierno de la Uníón Liberal el capitalismo español se desarrolló y hubo una gran expansión económica. En esta etapa destaca la Ley de Instrucción Pública 1857, la cual reguló el sistema educativo en las 3 etapas conocidas hasta ahora; enseñanza 1ª, 2ª y superior. Sobre la política exterior, O’Donnell lanzó a España a la carrera imperialista en Asía y África para recuperar prestigio intencional. Hubo algunas intervenciones exteriores, la más importante fue la intervención militar de la campaña de Marruecos en 1859.
Poco a poco las fuerzas políticas y sociales de España se enfrentaron a O’Donnell provocando su dimisión en 1863. Después de eso la reina Isabel eligió al Partido Moderado para formar un nuevo gobierno. Esto dio lugar a la vuelta de Narváez, volviendo a gobernar de forma autoritaria, recortando libertades y derechos. En 1866 surgíó una grave crisis económica que arruinó la industria y la agricultura española. Descubrieron casos de corrupción política y se provocó una revolución en 1868 «La Gloriosa», la cual acabó con la monarquía liberal de Isabel II. Por un lado, el almirante Topete y los generales Serrano y Prim hacen público el Manifiesto de España con Honra y por otro lado se formaron Juntas Provinciales por toda España. Dos años antes, en 1866 hubo dos pronunciamientos, de Prim y demócratas del cuartel de San Gil. La represión del gobierno se endurecíó y en Agosto se firma el Pacto de Ostende por progresistas, demócratas y la Uníón Liberal ahora liderada por Serrano.
Estos se unieron para acabar con Isabel II y su gobierno, pero surgíó la revolución. Tras la Batalla de Alcolea
Isabel abandonó el país y triunfó la Gloriosa revolución. Formándose un gobierno de coalición entre unionistas, progresistas y demócratas; al mando de Serrano y Prim.