La Crisis General de 1917 en España: Causas, Manifestaciones y Consecuencias
En medio de un clima de tensiones sociales y políticas derivado de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, en el verano de 1917 el sistema político de la Restauración atravesó por una de sus situaciones más críticas al confluir tres tipos de conflictos. A continuación, se detallan los hechos más destacados:
1. La Crisis Militar: Las Juntas de Defensa
Uno de los factores que explican el malestar de los militares fue el proyecto de reforma militar, que pretendía modernizar el ejército mediante una reducción del excesivo número de oficiales. Otro motivo era el sistema de ascensos, en su mayoría por méritos de guerra, lo cual favorecía a los militares que servían en África frente a los peninsulares.
El conflicto surgió entre los jóvenes oficiales peninsulares de algunos cuerpos, que exigían el establecimiento de la “escala cerrada”, es decir, que los ascensos fueran por rigurosa antigüedad.
El descontento cristalizó en la formación de las Juntas de Defensa, que se extendieron a todo el ejército. En junio de 1917 presentaron un ultimátum al gobierno conocido como “el Manifiesto de las Juntas”. En el largo pulso entre el gobierno y las Juntas, estas, con el apoyo del rey, lograron imponer sus demandas.
2. La Crisis Política: La Asamblea de Parlamentarios
El lenguaje regeneracionista de las Juntas fue interpretado por diversos y heterogéneos grupos de la oposición (catalanistas, republicanos y socialistas) como una señal inminente de la quiebra del régimen y la oportunidad para una reforma o una revolución democrática.
Cambó, líder de la Lliga Regionalista, tomó la iniciativa. Ante la suspensión de las garantías constitucionales, la imposición de la censura de prensa y el cierre de las Cortes decretado por el gobierno conservador de Dato, convocó a todos los senadores y diputados españoles a una Asamblea de Parlamentarios en Barcelona en julio de 1917.
La Asamblea acordó la formación de un gobierno provisional y la celebración de Cortes Constituyentes que reformaran la Constitución para aprobar la autonomía de Cataluña. Sin embargo, el reducido apoyo de los grupos políticos (solo asistieron 70 parlamentarios de un total de 760, en su mayoría republicanos y socialistas) y el rechazo de las Juntas a sus pretensiones permitieron al gobierno disolverla.
3. La Crisis Social: La Huelga General de Agosto
En el verano de 1917, se añadió un tercer desafío: el del movimiento obrero y su disposición a lanzarse a una huelga general. En marzo de 1917, las dos grandes organizaciones sindicales, la UGT (Unión General de Trabajadores) y la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), suscribieron un manifiesto convocando una huelga general. Para los dirigentes socialistas, la huelga general, en caso de producirse, debería servir para derrocar al régimen e implantar una república democrática.
Finalmente, en agosto de 1917 estalló la huelga general, pero solo tuvo una especial incidencia en los centros industriales de Madrid, Barcelona, el País Vasco y Asturias, donde se produjeron los incidentes más graves. Apenas tuvo impacto en las zonas rurales.
El ejército cumplió la orden de disparar contra los obreros, y se produjeron 71 muertos y 2.000 detenidos en todo el país. Los miembros del comité de huelga fueron detenidos y condenados a cadena perpetua, aunque no llegaron a cumplirla, pues al año siguiente fueron elegidos diputados.
Consecuencias del Desastre de 1898
Las consecuencias del Desastre de 1898 van mucho más allá de las meras pérdidas territoriales ya señaladas:
- Pérdidas demográficas: Aproximadamente 60.000 soldados españoles murieron entre 1895 y 1898, muchos de ellos por enfermedades infecciosas. La mayoría pertenecían a familias pobres, las que no podían pagar las quintas.
- Impacto económico: La economía española no se sintió muy afectada. Si bien la industria catalana perdió un mercado para sus productos y unas materias primas baratas (café y azúcar), la repatriación de capitales sirvió para el desarrollo industrial de nuevos sectores.
- Críticas profundas al sistema:
- Desde la clase política gobernante, que vio la necesidad de democratizar el país «desde arriba» (representada por figuras como Maura y Canalejas).
- Desde los intelectuales regeneracionistas, como Joaquín Costa, que criticaron el sistema de la Restauración por corrupto y fraudulento. Propusieron programas basados en la reorganización política, la dignificación de la vida parlamentaria, la reforma educativa, la acción orientada a la ayuda social y, en definitiva, una política encaminada al bien común y no en beneficio de los intereses de la oligarquía.
- Nacimiento de la «Generación del 98»: Un movimiento literario con figuras como Pío Baroja, Azorín, Unamuno y Valle-Inclán, quienes reflexionaron sobre los problemas de España y sus posibles soluciones.
- Desprestigio militar: La dureza de la derrota evidenció que las fuerzas armadas no estaban preparadas para un conflicto de estas características. El ejército salió muy dañado, lo que traería graves consecuencias para el futuro.
- Reorientación colonial: Se sustituyó la presencia en ultramar con una mayor atención al norte de África, con consecuencias también importantes en el futuro.
En resumen, el pesimismo se adueñó de la sociedad española. España había perdido sus últimas colonias en un momento de revitalización del imperialismo europeo y americano, y el gobierno apareció como el responsable de la catástrofe. Por ello, se vio la necesidad de importantes cambios en las condiciones de vida de los españoles y en su educación; en la organización social, económica y en su política interior y exterior. Solo con cambios profundos se podría recuperar el prestigio perdido.
En 1902, Alfonso XIII es declarado mayor de edad y comienza su reinado. Los intentos de cambios y modernización se van a producir, pero tendrá muchos problemas por resolver, y es durante su reinado donde se producirán las crisis más importantes del sistema de la Restauración.