La Guerra Civil Española (1936-1939)
1. Estallido y Etapas del Conflicto
Las dificultades que la Segunda República intentó resolver para lograr la modernización y democratización real del país fueron las bases de los principales conflictos a los que se enfrentaron las clases sociales. Entre las causas del estallido de la Guerra Civil, destacan:
- El problema agrario.
- La resistencia de la oligarquía.
- Las reformas sociales y laborales que enfrentaron a patronos y obreros.
- El motivo religioso, centrado en establecer un Estado laico.
- El descontento generado por la reforma militar y su actitud propia del siglo XIX.
En sí, fueron muchas las causas por las que se produjo el estallido de la Guerra Civil. Antes del triunfo del Frente Popular, un grupo de generales monárquicos y conservadores (José Sanjurjo, Emilio Mola, Francisco Franco), junto con la adhesión de grupos derechistas (Falange, Renovación Española, Carlistas), comenzaron a preparar un levantamiento militar. Además, el asesinato del ultraderechista José Calvo Sotelo aceleró su inicio. El coordinador de la operación fue el general Mola, bajo la dirección del general Franco. Este movimiento se extendió por la Península Ibérica, pero fracasó en las grandes ciudades. El objetivo de esta sublevación era implantar rápidamente un régimen autoritario que pusiera fin a las libertades democráticas y a la amenaza de la extrema izquierda. Sin embargo, el fracaso del alzamiento provocó el estallido de la Guerra Civil.
Primera Etapa: El Avance sobre Madrid
El primer avance se produjo en Madrid, donde las tropas sublevadas de África avanzaron hacia la capital para tomarla. Franco, jefe del ejército, decidió desviarse hacia Toledo para ocuparla y liberar el Alcázar. Esta acción sirvió para demostrar al Ejército de África que no abandonaría a los suyos, aunque supuso un retraso en el avance hacia la capital. A pesar de los numerosos intentos y bombardeos para entrar en Madrid, finalmente fracasaron y los sublevados emprendieron maniobras envolventes para aislar Madrid y cortar sus comunicaciones con Valencia. Las batallas de Guadalajara y del Jarama fueron las más importantes.
Segunda Etapa: El Frente Norte
En la segunda etapa, ante las dificultades para tomar Madrid, Franco decidió abandonar el asedio y se centró en la Cornisa Cantábrica, rica en recursos mineros e industriales. Guernica fue además bombardeada por la aviación nazi, lo que constituyó el primer bombardeo aéreo contra una zona civil indefensa. La República, para aliviar la presión militar, decidió atacar las zonas de Brunete y más tarde Belchite, pero no consiguió evitar la caída de Santander y Asturias. Esto otorgó a Franco un enorme poder aéreo.
Tercera Etapa: La Ofensiva Final
En la tercera etapa, los republicanos, conscientes de que la guerra estaba siendo perdida, crearon brigadas mixtas y profesionalizaron el Ejército Popular. Vicente Rojo inició una ofensiva contra Teruel para demostrar que los republicanos aún contaban con fuerzas, pero fue en vano, ya que Franco volvió a ocupar Teruel y el territorio republicano quedó dividido en dos zonas, aislando a Cataluña del resto. En febrero de 1939, las tropas republicanas aún controlaban algún territorio, pero sus recursos se agotaban, especialmente tras la caída de Cataluña. Manuel Azaña finalmente dimitió y el coronel Casado dio el golpe final a la República mediante un golpe de Estado que desembocaría en una ofensiva de Franco que el ejército de Madrid no pudo contener, ocupando en los días posteriores la zona mediterránea.
2. La Ayuda Internacional y la Organización de los Bandos
La Ayuda Internacional
La ayuda internacional jugó un papel decisivo en el desenlace de la Guerra Civil española. Bajo la supervisión del Comité de No Intervención, ningún país podía ayudar con armas, municiones o repuestos a ninguno de los dos bandos. Aunque Francia y Gran Bretaña, al cumplirlo, terminaron perjudicando a los republicanos. El motivo fue que el gobierno británico tenía que mantener la paz con la Alemania nazi a cualquier precio, pudiendo evitar así cualquier guerra contra ellos. Los franceses también se sumaban a esa política y la URSS se encontraba en la misma situación.
Los republicanos, por tanto, no tuvieron más remedio que confiar en la URSS, ya que eran los únicos que les proporcionaban armas en secreto. Aunque el armamento cedido a los republicanos no era ni de la mejor calidad ni el más moderno, y pasado un tiempo, debido al alto coste que tenían estos bienes cedidos, las reservas de oro se agotaron. Solo México podía colaborar con la República. Además, cabe destacar la participación de las Brigadas Internacionales, voluntarios que se pusieron al servicio de la República y actuaban frente a la amenaza fascista.
Por otro lado, los militares rebeldes tuvieron desde el primer momento una abundante ayuda de diversos países, especialmente la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, que entregaban armas y municiones sin coste, y también la ayuda de Portugal, que dejó sus fronteras abiertas para los ejércitos nacionalistas.
Organización Interna de los Bandos
El Bando Republicano
El bando republicano estaba formado por obreros y campesinos sin tierras. El principal problema de esta zona sería la falta de una dirección política única. El alzamiento militar provocó el estallido de divergencias y tensiones internas en el Frente Popular, a las que la República tuvo que hacer frente. El gobierno quedó en manos de José Giral, quien tuvo que hacer frente a los sublevados organizando de forma apresurada una fuerza militar capaz de oponerse a ellos. Las organizaciones obreras ejercieron además una gran presión, lo que derivó en actuaciones radicales como el asesinato de sacerdotes o la quema de iglesias. Se tuvo como obligación reorganizar el ejército, labor que recayó en Largo Caballero. Este optó por crear una gran alianza antifascista y militar. La serie de fracasos militares dio como resultado el enfrentamiento entre las fuerzas republicanas, lo que más tarde acabaría con la derrota de los anarquistas y la caída de Largo Caballero. A partir de ahí, el gobierno pasó a manos de Juan Negrín, quien basó su gestión en la prioridad del esfuerzo militar y en un estricto control de la producción agraria e industrial para abastecer al pueblo y al ejército. Además, intentó buscar una salida negociada a la guerra mediante el Programa de los Trece Puntos, pero Franco no lo aceptó. Negrín se apoyó en los comunistas, siendo este el grupo más disciplinado; sin embargo, la República sería derrotada unos meses más tarde.
El Bando Nacional
El bando nacional estaba formado por militares, monárquicos, entre otros. Su única directriz era la lucha contra el comunismo y la anarquía. Tras las sucesivas victorias y el poder que tenía el general Franco para controlar el ejército de Marruecos, se le asumió la jefatura. Más adelante, en la Junta de Defensa, sería nombrado Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, creando así un fuerte poder militar basado en el modelo fascista italiano y alemán. Finalmente, creó un partido único, la Falange Española.
Consecuencias de la Guerra Civil
Las consecuencias fueron tanto demográficas (gran cantidad de fallecidos y el exilio de españoles) como económicas (el desastre que produjo la guerra y la caída de la mayoría de industrias).
El Régimen Franquista (1939-1975)
3. Sociedad, Economía y Represión Política
La situación internacional obligó a Franco a cambiar su gobierno, desplazando a la Falange y potenciando el poder religioso, abandonando así el saludo fascista del brazo en alto. El objetivo fue la autosuficiencia. Al fijarse los precios agrícolas, se redujo la producción y se incentivó el mercado negro. En 1941 se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), pretendiendo recuperar e impulsar el tejido industrial español, convirtiendo a España en un gran empresario industrial. Todo esto derivó en un largo proceso de racionamiento de productos básicos, una renta per cápita más baja y movimientos de protesta en la Cornisa Norte de España. En general, la política fue intervencionista y proteccionista, lo que propició el tráfico de influencias y la corrupción. Se trataba de una mentalidad de economía de guerra, ya que el Estado quería controlarlo todo, de ahí la creación de empresas estatales como Endesa (electricidad), Seat y Enasa (transporte); sin embargo, el mercado interior era pobre y falto de materias primas.
La Represión Franquista
La represión fue durísima. La Ley de Responsabilidades Políticas, seguida de las de represión de la masonería y el comunismo, permitía juzgar a la gente, e incluso algunos eran víctimas de tortura o del hambre. Posteriormente, se llevó a cabo la Causa General, en la que se investigaban todos los crímenes atribuidos a los republicanos (aunque no hubiesen cometido delitos de sangre); el miedo se adueñó de la sociedad y se mantuvo una leve resistencia armada, el maquis.
El Desarrollismo y la Apertura Económica
Ante la negativa situación económica, la administración tomó la iniciativa de reorganizar la economía mediante el Plan de Estabilización (1959). Esto dio pie a una nueva etapa de desarrollismo, fundamental para acabar con la autarquía. Los efectos de este plan fueron la mejora de la balanza de pagos, el beneficio del turismo, la emigración, el aumento de las riquezas y las divisas, lo que supuso también un auge en la industria y la construcción. Esto se vio acompañado de profundos cambios estructurales, como el denominado éxodo rural a zonas de Europa como Alemania o Francia, donde ya comenzaba a verse una economía consumista y algo más moderna (ej. el famoso Seat 600).
Además, se aprobaron leyes como la de la Seguridad Social, similar a la europea, que permitió a los españoles tener pensiones de jubilación y cobertura sanitaria, y la Ley General de Educación, que ampliaba la escolarización a los 14 años. Sin embargo, todo esto llamó la atención de movimientos sindicalistas y grupos políticos, entre los que destacaban el PCE, las CC.OO., la UGT (socialistas) y la CNT (anarquistas), además de algunos sindicatos universitarios. Se produjeron acciones terroristas (como las de ETA y FRAP) y el Contubernio de Múnich (que generó una fuerte represión del régimen y una actuación contundente del gobierno).
Contexto Internacional y Oposición al Régimen
Condena de las Naciones Unidas
Tras la victoria del bando nacionalista en la Guerra Civil en 1939, España no pudo participar en la Segunda Guerra Mundial, por lo que Franco se mantuvo al margen en un estado de neutralidad, aunque apoyó al bando del Eje. Tras los triunfos iniciales de Alemania, España se declaró no beligerante y Franco se reunió con Hitler sin llegar a ningún acuerdo. Franco envió a la División Azul para luchar contra el comunismo, a lo que Mussolini puso fin. España, con ese apoyo que dio en la Guerra Mundial, quedó aislada del resto de países de las Naciones Unidas, que la consideraron una amenaza mundial. A partir de aquí, se generó un caos en España y el país no se benefició del Plan Marshall de EEUU para la reconstrucción de Europa tras la Guerra Mundial (lo que implicó cierre de fábricas y racionamiento de comida).
Acuerdo Político del Contubernio de Múnich
Este evento, de carácter político primario, buscaba la instauración de un sistema democrático en España como requisito para el ingreso en el Mercado Común, lo que representó una clara oposición al régimen.
La Transición Democrática (1975-1982)
4. Del Franquismo a la Democracia
Tras la muerte de Franco, se plantearon tres posibles alternativas: la continuidad (sin cambios en el sistema franquista), la ruptura democrática (desarticulación de las instituciones franquistas y formación de un gobierno provisional que garantizase la democracia) y la ruptura pactada (reforma de las instituciones franquistas para avanzar progresivamente hacia un régimen democrático). En este momento de incertidumbre, el Rey fue de vital importancia al decantarse por la vía reformista; se apoyó en Gutiérrez Mellado, Torcuato Fernández-Miranda y Adolfo Suárez.
En un principio, gobernó Arias Navarro, la opción más lógica, teniendo en cuenta que en una época de tantos cambios, elegir a un nuevo presidente de gobierno podría traer más inestabilidad. Arias Navarro llevó a cabo una serie de medidas como la liberación de presos políticos o la legalización de partidos políticos; sin embargo, todo era puro maquillaje. Después de que Arias Navarro forzara su dimisión, el Rey eligió a Adolfo Suárez como presidente del gobierno.
Apareció la Ley para la Reforma Política, que tendría como consecuencias la constitución de Cortes bicamerales (Congreso y Senado) y que, además, sería el golpe definitivo al franquismo. Fue aprobada por el pueblo español en referéndum por abrumadora mayoría. Más tarde, llegaría la legalización de los partidos políticos restantes para que fuese posible una verdadera democracia; el momento culminante fue la legalización del PCE.
En 1977 se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes; previamente, Don Juan cedía los derechos del trono a su hijo, hecho que daría mucha más estabilidad a la situación. Cabe mencionar que ETA y algunos inmovilistas llevaron a cabo atentados, en alguna ocasión contra miembros del PCE.
Las Elecciones de 1977 y los Pactos de la Moncloa
Durante las elecciones de 1977 aparecieron muchos partidos. En la derecha, destacaban Fuerza Nueva en la posición más extremista y Alianza Popular. En el centro, cabe mencionar a la Unión de Centro Democrático (UCD), gobernada por Adolfo Suárez. En la izquierda, encontramos al PSOE encabezado por Felipe González y al PCE (Partido Comunista presidido por Santiago Carrillo), además de algunos partidos catalanes y vascos. El claro ganador fue la UCD.
En octubre de ese mismo año, se firmaron una serie de acuerdos entre todos los partidos políticos con representación parlamentaria para combatir la brutal crisis económica; estos acuerdos son conocidos como los Pactos de la Moncloa.
Discurso de Adolfo Suárez: «Puedo prometer y prometo»
Este discurso, de carácter político primario y dirigido al conjunto de la nación, se dividió en dos partes. En la primera, Suárez hizo un repaso de las promesas ya cumplidas: el restablecimiento de la soberanía popular, la democracia y el pluralismo político, reivindicando así su labor en el gobierno y presentándose como un político que cumple con lo prometido. En la segunda, expuso sus promesas electorales.