Fuerte crecimiento de las importaciones en la década de los 60 en España

En los años 50 se fue acabando el aislamiento y aparecieron los primeros síntomas de recuperación económica.
En 1957 tras una crisis estudiantil Franco remodelo el Gobierno, ceso a los ministros más radicales del Movimiento y nombro a los llamados Tecnócratas que antepusieron la eficiencia a la ideología política y tomaron sobre todo medidas económicas acordes con el capitalismo occidental. Se produjeron leyes destinadas a organizar el estado aunque sin abandonar su carácter de dictadura personal, las más importantes fueron: la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958) que recogía los principios básicos del franquismo alejándose del totalitarismo de los primeros años pero rechazando la democracia, el régimen se definía como una monarquía tradicional, católica, social y representativa; se crea la vicepresidencia del Gobierno en 62 cargo que ocupo Carrero Blanco; en 63 se puso en marcha el Tribunal de Orden Publico para juzgar delitos políticos; en 66 se aprueba la Ley de Prensa e Imprenta que suprime la censura previa; 67 se aprueba la Ley Orgánica del Estado que hizo las veces de una pseudoconstitución y preparaba el post-franquismo fue votada en referéndum; en 69 se designo a Juan Carlos de Borbón como sucesor de Franco a título de rey. En política exterior destacaron la visita del presidente de EEUU, Eisenhower; España presento su solicitud para entrar en la CEE y se insistió en recuperar Gibraltar. En 39 España era un país arruinado demográfica y económicamente, la mayoría de la población pasaba hambre, era urgente un proceso de recuperación económica y se opto por un régimen de autarquía y de intervención estatal. La autarquía económica supuso que se fijaran precios y se obligo a entregar el excedente de cosecha al estado, cualquier inversión industrial estaba sujeta a licencias previas y las fábricas se reconvirtieron para producir bienes de primera necesidad.  En 41 se creó el Instituto Nacional de Industria, el estado fabricaba los productos que la empresa privada no podía producir y canalizaba los permisos de importación y exportación. El objetivo de la autarquía no era posible por lo que se produzco un encarecimiento de los precios y los productos comenzaron a racionarse por medio de cupos del estado. Todo esto trajo consigo la existencia de un mercado negro.  Al inicio de la década
50 el fracaso de la autarquía era evidente, en 51 el Gobierno decreto una liberalización parcial de precios, comercio y circulación de mercancías, estas medidas permitieron acabar con el razonamiento y se inicio una tímida expansión económica, a este crecimiento contribuyó EEUU con sus ayudas que comenzaron a llegar en 51 y permitieron aumentar las importaciones de bienes de equipo para el desarrollo industrial. Franco y sus asesores no encontraban la forma de solucionar el problema económico del país que estaba al borde del colapso y se preveía la vuelta al racionamiento.  Franco remodelo el gobierno en 1957 y puso a los tecnócratas Navarro Rubio y Ullastes al frente de Hacienda y Comercio, estos elaboraron el Plan de Estabilización Económica decretado en 59 cuyas medidas destacadas fueron: reducción de gastos del estado, congelación de salario y


devaluación de la peseta, desaparición del control estatal sobre las actividades económicas, apertura al mercado exterior facilitando la instalación de empresas extranjeras en España. Este Plan liberalizo la economía y sentó las bases del despegue económico de los 60, favorecido por la coyuntura económica internacional aunque provoco la emigración de millones de españoles. En los años 60 la economía española creció mucho pero no equilibradamente, el desarrollo fue favorecido por abundante mano de obra procedente del éxodo rural, barata y muy controlada, existencia de capitales acumulados en España y llegada de capital extranjero, ingresos crecientes procedentes del turismo y las remesas de dinero enviadas por emigrantes, industrialización concentrada en Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias y Valencia. En 1962  se pusieron en marcha los Planes de Desarrollo bajo la dirección de López Rodó con una duración cuatrienal establecían directrices obligatorias para las empresas públicas, se concedieron ventajas fiscales y crediticias a las empresas que siguieron las directrices del Estado con los siguientes objetivos: crecimiento del PIB, desarrollo de la industria y modernización de la agricultura, desarrollo de regiones no industrializadas por lo que se crearon los Polos de Desarrollo. El desarrollismo tenia limitación: industria con poca tecnología y dependiente del exterior, incentivación de la emigración para evitar un paro masivo, renta per cápita y bienestar social no alcanzaron el nivel medio, el sistema fiscal era regresivo basado en impuestos indirectos y fraude y evasión de impuestos. Entre 1957 y 1970 el crecimiento de la población fue alto debido a la natalidad elevada y el descenso de la mortalidad. Las migraciones de los años 60 fueron espectaculares: el éxodo rural se dirigió a Madrid, Cataluña y Valencia donde surgieron suburbios y ciudades dormitorio sin planificar y sin servicios. Se despoblaron Andalucía, las dos castillas, Extremadura y Galicia. La emigración al exterior afecto a más 1.5 millones de personas, los destinos fueron Alemania, Francia, suiza y Bélgica. La estructura de la población activa se modernizo, en 1970 el sector primario ocupaba el 27%, el secundario el 37% y el terciario el 34%, disminuyo el numero de jornaleros, aumento el de obreros y se amplió la clase media. Los modos de vida y la mentalidad cambiaron sobre todo entre la juventud urbana por la influencia del turismo y la difusión de la TV, uno de los cambios más destacados fue la incorporación de la mujer al mercado laboral. El crecimiento económico transformo profundamente la sociedad española, los cambios económicos  sociales contrastaban con el inmovilismo político y la regresión.

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