Gobierno de largo caballero

3.- EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LAS DOS ZONAS Y CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO

La sublevación había provocado la dimisión del gobierno dirigido por Quiroga y el encargo del presidente Manuel Azaña a Martínez Barrio para formar nuevo gobierno. Su fracaso lo llevó a dimitir el mismo julio. De ese modo Azaña confió a Giral la formación de un nuevo gobierno y comenzó la entrega de armas al pueblo. Hasta el fin de la guerra, las instituciones republicanas funcionaron sobre las bases de la pluralidad y con la Constitución en vigor. La dinámica de los partidos y las organizaciones republicanas, con posiciones diferentes provocó cambios de gobierno y enfrentamientos en el propio bando republicano.
En septiembre de 1936 Azaña encargó formar gobierno a Largo Caballero, quién formó un gabinete de coalición que integrada a nacionalistas vascos y catalanes, los partidos republicanos, al PSOE y al PCE.
A principios de noviembre el gobierno abandonó Madrid trasladándose a Valencia. Madrid quedó bajo la autoridad de la junta de Defensa dirigida por Miaja que hizo fracasar los intentos de Franco de tomar la capital. El gobierno de Caballero acometió las principales reformas en los meses siguientes. La confianza en la victoria era grande pero nuevos factores vinieron a complicar la situación. El PCE vio aumentar su protagonismo por varias causas como la disciplina interna, la división entre las demás fuerzas republicanas… el PCE preconizaba la unidad para enfrentarse a un enemigo que se caracterizaba por su unidad de acción y su política, la del PCE, buscaba la alianza con los sectores de la burguesía media, pequeños empresarios y campesinos bajo el lema primero ganar la guerra, mientras que otras fuerzas entendían que había que tomar medidas revolucionarias y colectivizadoras para poder contar con el apoyo popular que llevase a la victoria.
Los enfrentamientos llegaron a su culminación en mayo de 1937, con combates en Barcelona entre partidarios de ambos grupos. Se produjeron los alquileres de viviendas; fueron incautadas y nacionalizadas las industrias de los partidos de la sublevación; se nacionalizaron industrias básicas como CAMPSA y las compañías ferroviarias. El aspecto más llamativo de la transformación que se produjo fue la colectivización de empresas y de explotaciones agrarias, que fueron llevadas a cabo por las organizaciones sindicales campesinas.
A partir de la crisis de mayo de 1937 el gobierno republicano pasó a estar dirigido por Negrín, las derrotas enturbiaron aún más las relaciones entre la Generalitat de Cataluña y el gobierno central, que deseaba recuperar competencias con objeto de unificar el esfuerzo de la guerra. Negrín trasladó el gobierno a Barcelona mientras en la retaguardia, la unidad se afirmaba con la marginación de los anarquistas y comunistas heterodoxos del POUM. El apoyo del Frente Popular francés y de la URSS al bando republicano favorecía el crecimiento comunista. En un intento de lograr un acuerdo con los nacionales y pactar una paz negociada se publican los Trece Puntos que fueron rechazado por Franco. Las esperanzas republicanas estaban en quiebra, la política de concesiones y apaciguamiento mantenido por los británicos frente a Hitler se concretó con la cesión de Checoslovaquia. En ese momento, la consigan del gobierno republicano de resistir hasta que se desencadenara el inminente conflicto europeo no fue igualmente comprendida por todos los combatientes republicanos. Se había decidido la rendición a Franco. Esto llevó a los combates internos en Madrid, una vez conocida la caída de Barcelona y al hundimiento de la resistencia republicana de centro.
Respecto a la evolución política del bando rebelde hay que decir que la muerte del general Sanjurjo puso en primer plano la figura de Franco, a quien solamente podía hacer sombra figuras como Mola, quién también fallecería. La junta técnica funcionó como embrión de un nuevo gobierno, ese año una reunión de generales acordó el nombramiento de Franco como generalísimo y jefe de un nuevo Estado. En los meses siguientes Franco logró hacerse con la jefatura política y militar del Estado. La sublevación fue adquiriendo nueva orientación cuando este adoptó la bandera roja y gualda y oficializó el grito de Viva España.
La inexistencia de una dirección clara en la falange le permitió, ponerse a la cabeza del contingente. Respecto a la CEDA, Franco no permitió la presencia de Gil Robles en España. Mola tampoco permitió a don Juan, hijo de Alfonso XIII permanecer en sus filas.
Todas las actividades políticas habían sido suspendidas en septiembre de 1936. A comienzos de 1937, toda la España sublevada estaba disponible para ser liderada por Franco. En febrero tras algunas refriegas entre falangistas Franco se constituyó en jefe nacional del partido único, la Falange Española Tradicionalista y de la JONS.
Aún seguiría funcionando unos meses más la junta técnica creada en Burgos aunque en enero se constituyó el gobierno del nuevo Estado. Todo el poder recaería sobre el cuartel general de Franco. El primer gobierno de Franco constituía un agregado de fuerzas conservadoras. Como remate al proceso de legitimización de la guerra, el episodio español se dirigía a los católicos del mundo con una carta colectiva explicando la naturaleza religiosa de la guerra. Quería desautorizar a un sector de la intelectualidad católica extranjera que se empeñaba en desvelar motivaciones menos confesables de la contienda. La pastoral no significaba un cheque en blanco si no que permitía entrever los recelos de la Iglesia ante la estructuración del nuevo Estado conforme al modelo de las potencias fascistas europeas.
La Guerra Civil fue el episodio más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. El dolor de la mayoría y el rencor de muchos era el denominador común de la España de la posguerra. En los últimos meses de guerra, millares de combatientes republicanos y de familias enteras tuvieron que abandonar España de manera precipitada. En resumen, casi medio millón de muertos. Acabada la guerra, mas de 250000 personar ingresaron en prisiones o campos de trabajo forzado. Hubo decenas de miles de exiliados españoles. En la cultura tuvo una gran importancia. Quedó destruido todo el esfuerzo de regeneración cultural y educativa de la Edad de Plata de la cultura española. Fueron ejecutados o destituidos por el franquismo más del 60% de maestros y profesores. Prácticamente la totalidad de los intelectuales de la Generación del 27 y los más notables científicos y artistas murieron o marcharon al exilio. La cultura oficial retrocedió a los tiempos del oscurantismo clerical, la represión y la censura, propias de la Inquisición. Las consecuencias económicas fueron desastrosas para el país; la pérdida de reservas, la disminución de la población activa. La mayoría de la población española sufrió a lo lardo de las décadas de 1940 y 1950 los efectos de racionamiento o la privación de bienes de consumo. Las consecuencias políticas fueron el inicio de un larguísimo período de represión y la suspensión de derechos fundamentales de las personas. Internacionalmente se iniciaron veinte años de aislamiento políticos. Quedó fuera del fuerte impulso de progreso iniciado en Europa después de 1945. España llegaba a la mitad del siglo XX sin haber solucionado sus problemas de convivencia política.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *