Historia de España: Del Trienio Liberal a la Restauración

El Trienio Liberal (1820-1823)

El Trienio Liberal fue un período de tres años en la historia de España durante el cual se restableció la Constitución de 1812 y se implementaron reformas liberales. El teniente coronel Rafael del Riego lideró una revuelta en Sevilla que obligó al rey Fernando VII a jurar la Constitución. Durante este período, se llevaron a cabo elecciones municipales y a Cortes, se formaron juntas provinciales y el partido liberal se dividió en dos facciones: los moderados «doceañistas» y los exaltados «veinteañistas».

La división de los liberales, la intromisión de sociedades secretas, la conspiración del rey contra los liberales y la resistencia realista llevaron al fin del Trienio Liberal en 1823. Los absolutistas, con el apoyo de la Santa Alianza, restauraron el absolutismo y Fernando VII recuperó el poder absoluto.

Las Guerras Carlistas

Las Guerras Carlistas fueron una serie de conflictos civiles en España que se desarrollaron durante el siglo XIX. La primera guerra carlista (1833-1840) fue la más importante y se originó por la disputa sucesoria entre Isabel II y su tío, el infante Carlos María Isidro. Los carlistas, defensores del absolutismo y el tradicionalismo, se oponían a las reformas liberales y al ascenso al trono de Isabel II.

La guerra se caracterizó por la división del país en dos bandos: los isabelinos (liberales) y los carlistas (absolutistas). Tras siete años de conflicto, la guerra terminó con la victoria de los isabelinos y el mantenimiento de los fueros vasco-navarros.

Las guerras carlistas continuaron durante el Sexenio Democrático (1868-1874) y la Restauración borbónica. La tercera guerra carlista (1872-1876) finalizó con la derrota definitiva del carlismo y la consolidación del sistema político de la Restauración.

Comentario sobre las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La Constitución de 1812, promulgada por las Cortes de Cádiz, fue un hito en la historia de España. Estableció el principio de soberanía nacional, la monarquía constitucional, la división de poderes y reconoció derechos individuales como la libertad civil y la propiedad. A pesar de su corta vigencia, la Constitución de 1812 se convirtió en un símbolo del liberalismo español y su influencia se extendió a otros países.

Las Cortes de Cádiz, convocadas ante el vacío de poder provocado por la ocupación francesa, representaron un momento crucial en la transición del Antiguo Régimen al Estado liberal en España.

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