Historia de los sindicatos en españa

4. EL NACIMIENTO DEL MOVIMIENTO OBRERO

4.1 Las asociaciones obreras. Su evolución

Las duras condiciones de trabajo de la clase proletaria (en un marco legal que no la protege), la libertad absoluta del empresario en todos los aspectos, incluido el de contratación y la obtención de rápidos y máximos beneficios, fábricas carentes de un mínimo de condiciones para el obrero, insalubres y antihigiénicas. Están regidas de forma despótica por el dueño o, más frecuentemente, por capataces que infringen torturas físicas o psíquicas cuando no rinden lo previsto, jornadas de trabajo alrededor de catorce horas diarias , salarios de miseria ( sin subsidio de enfermedad y mucho menos de paro) de la que no escapan mujeres ni niños, hizo que surgiera un afán por organizarse, formando asociaciones que con el tiempo se transformarían en Sindicatos, defensores de los derechos laborales de los trabajadores.

4.1.1 Práctico, protagonizado por los mismos obreros: luddismo y sindicalismo

·Luddismo


El luddismo fue una de las primeras formas de acción. Los luddistas comenzaron a actuar en Inglaterra en 1811 con el objetivo de evitar la entrada de las máquinas de vapor en las fábricas, porque eliminaban mano de obra y enviaban a muchos obreros al paro. Usaban todo tipo de acciones violentas: la destrucción de las máquinas, el chantaje y la amenaza a los patronos para que subieran los salarios. (Por entonces la destrucción de las máquinas empezó a ser penada con la muerte). En España hubo acciones luddistas desde 1821 (Alcoy). Actuaban por reivindicaciones inmediatas y no tenían una ideología determinada.

·Sindicalismo


Los primeros sindicatos no eran superiores a un club local y su principal objetivo era hacer cumplir las leyes para la protección del obrero. Desde principios del siglo XVIII existen estas asociaciones (Friendly Societies) que a raíz de los hechos revolucionarios de Francia serán perseguidas en Gran Bretaña: las Combination Laws prohibieron cualquier tipo de asociación con fines laborales, por entender que ponían en peligro la seguridad pública. Estas leyes estuvieron en vigor hasta 1824, cuando el Parlamento las derogó mediante una Ley que permitía la libre pertenencia a una asociación, aunque aún no se legalizaban los sindicatos obreros. Esta legalización no llegará hasta los años 1871-75.
A pesar de las dificultades, desde 1830 se producen nuevas iniciativas, como la de Robert Owen, al crear un gran sindicato de alcance nacional que abarcaba a todos los trabajadores: La Grand Nacional Consolidated Trade Union, que llegó a contar con medio millón de afiliados, tanto de trabajadores agrícolas como industriales. Pero sus esfuerzos se perdieron en una serie de huelgas, que fueron reprimidas y antes de final de año desapareció.
Este fracaso inclinó al movimiento obrero a la opción política: el cartismo (1838). Nombre derivado de la Carta del Pueblo documento donde se recogen sus principales peticiones y entre las que sobresale el sufragio universal masculino. Entre sus dirigentes los había moderados (Owen,Lovett) y radicales como Õ Connor, que se inclinan por presionar con huelgas y manifestaciones violentas. La convención que celebran los cartistas en 1839 aprueba esta última vía y se envía una nueva carta apoyada por millón y medio de firmas. El Gobierno respondió poniendo los distritos obreros bajo mando militar, deteniendo a algunos líderes y reprimiendo con dureza cualquier intento de presión. Este movimiento fue disolviéndose poco a poco por la división entre sus dirigentes, la represión citada y la prosperidad que se inicia en los años cuarenta. El fracaso del cartismo, condujo de forma definitiva al movimiento sindical británico hacia los métodos pacifistas y de negociación. Sobre este modelo se crearon en Gran Bretaña numerosos sindicatos durante la década 1850-60, hasta que en el periodo 1871-75 se legalizaron estas asociaciones de trabajadores.
El reconocimiento de los sindicatos se producirá en casi todos los países a partir del último tercio del siglo XIX y del XX.

4.1.2 Teórico. Las doctrinas socialistas


Entendemos por socialismo una forma de pensamiento y un sistema de ideas (ideología) que surge en la primera mitad del siglo XIX, y que defiende formas de organización social y normas de actuación basadas en la igualdad natural de los hombres y de las mujeres y en la propiedad colectiva de los medios de producción. Se diferencia del liberalismo esencialmente porque los socialistas no acentuaron sus principios en el individualismo, sino en los intereses comunes de la organización social.
Los primeros pensadores socialistas o premarxistas son los llamados socialistas utópicos ( Owen, Saint Simon, Fourier, Louis Blanc y Prudhon), pero las doctrinas socialistas que tuvieron arraigo en el movimiento obrero fueron la marxista (Carlos Marx) y la anarquista (Bakunin).

Texto

El anarquismo según Bakunin


Yo soy un amante fanático de la libertad a la que considero como el único medio en el seno de la cual puede desarrollarse y agrandarse la inteligencia, la dignidad y la felicidad de los hombres. No de esa libertad formal otorgada , medida y reglamentada por el Estado, mentira eterna y que en realidad no representa nunca nada más que al privilegio de algunos fundado sobre la esclavitud de todos…
Yo entiendo esta libertad de cada uno como algo que, lejos de ser un límite a la libertad del otro, encuentra por el contrario en esa libertad del otro su confirmación y su extensión al infinito…
Yo soy partidario convencido de la igualdad económica y social, porque sé fuera de esta igualdad, la libertad, la dignidad humana y el bienestar de los individuos, así como la prosperidad de las naciones no serán nunca más que mentiras. Pienso que la igualdad debe establecerse en el mundo por la organización espontánea del trabajo y la propiedad colectiva de las asociaciones productivas libremente organizadas y federadas en las comunas, pero no por la acción suprema y tutelar del Estado.
Los comunistas creen deber organizar las fuerzas obreras para alcanzar el poder político de los Estados. Los socialistas revolucionarios se organizan para la … liquidación del estado. Los comunistas son partidarios…; de la autoridad, los socialistas revolucionarios no tiene más confianza que en la libertad. Unos y otros son partidarios de la ciencia, que debe matar la superstición y reemplazar la fe. Los primeros, desean imponer esa ciencia, los segundos se esforzarán por propagarla… conforme a sus reales intereses, nunca según un plan trazado de antemano…

M. Bakunin: La Comuna de Paris y la noción de Estado (1871)

4.1.3 LAS INTERNACIONALES



LA PRIMERA INTERNACIONAL (AIT).- Se organiza en Londres en 1864 entra en crisis en el Congreso de la Haya en 1872, al ser expulsados los anarquistas (enfrentamientos entre Marx y Bakunin) y se disuelve en 1876.
Se crea por la necesidad de lograr la solidaridad internacional de los trabajadores (crear un sindicato internacional) ya que parten de la idea de que los problemas del proletariado son los mismos en todas las naciones, y de la convicción de que la acción de las masas debía estar organizada. Es un llamamiento británico a la solidaridad internacional, para defenderse ante los empresarios que acudían a la contratación de obreros extranjeros para producir bajas en los salarios y boicotear las posibles huelgas.

LA II INTERNACIONAL. Entre 1870 y 1889 creció el número de afiliados a los sindicatos nacionales y a los partidos socialistas. En este contexto de expansión del sindicalismo y del socialismo se planteó la posibilidad de restaurar la AIT.
En 1889 se constituye en Paris la II Internacional, teniendo en su fundación un papel fundamental los socialdemócratas alemanes y el Partido Obrero Francés. Se organizó como una especie de federación de partidos socialistas (Marxistas) dada la fuerza y el protagonismo alcanzado por aquellos en los distintos países europeos. Adoptó los principios teóricos del marxismo, demandando una legislación laboral de carácter internacional. En el congreso fundacional (1889), se acordó realizar una campaña a favor de la jornada de ocho horas para lo que se organizarían manifestaciones el día 1 de mayo a nivel internacional. Entre los miembros fundadores se encontraba el español Pablo Iglesias.
Los grandes problemas que se plantearon en su seno fueron: el revisionismo (reformismo o colaboración con la burguesía) frente a radicales (extremistas revolucionarios), rechazo al colonialismo y la actitud pacifista frente a una posible guerra (1ª Guerra Mundial), causante esta última del final de la misma (1914) al no responder la clase obrera al llamamiento de la II Internacional contra la guerra.
Del triunfo de la revolución rusa (radicales) de 1917 por el partido bolchevique surge la III Internacional en1919 (KOMINTERN) impulsada por Lenin y que aunará a los partidos comunistas a nivel internacional, y cuya sede se encuentra en Moscú.

4.2 El movimiento obrero en España

La aparición de un proletariado moderno con conciencia de clase surge, a mediados de siglo, en el mundo fabril catalán.
Entre 1820 y 1840, la conflictividad social se inscribe en la línea de los llamados movimientos mecanoclastas ( Alcoy en 1821, fábrica Bonaplata en 1835)
En 1840 aprovechando las condiciones favorables de la legislación progresista que permitía las asociaciones de auxilio mutuo, los obreros barceloneses forman la Sociedad de tejedores y la asociación mutua de obreros de la industria algodonera. Estas plantean las primeras reivindicaciones laborales: reducción de la jornada laboral, aumento de salarios, reglamentación del trabajo de las mujeres y de los niños etc. Pero muy pronto fueron disueltas por el gobierno.
En los años ochenta (1881-1883) y 1885-1890 con el partido liberal en el poder (Sagasta), se producen medidas liberalizadoras que permiten la consolidación de movimientos obreros organizados, legalizados tras la ley de asociaciones de 1887.
Los socialistas, bajo la dirección de Pablo Iglesias, fundaron en Madrid (1879) el PSOE (Partido Socialista

Obrero Español) de inspiración marxista, y en 1888 el sindicato UGT (Unión General de Trabajadores). Paralelamente se habían ido constituyendo asociaciones de inspiración anarquista. En 1881 se había creado en Barcelona la Federación de trabajadores de la Región Española.

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