Problemas Sociales de la Industrialización
La industrialización trajo cambios sociales profundos. En la sociedad destacaban los obreros de las industrias. Sus penosas condiciones de trabajo y de vida fueron una de las consecuencias sociales de la Revolución Industrial. Las denuncias fueron aumentando y provocaron una conciencia social.
La Formación de la Clase Obrera
Los obreros o proletariado era un nuevo grupo social. Unos eran campesinos, cuya mano de obra no era necesaria debido a la aplicación de máquinas; otros eran empleados del sistema de trabajo a domicilio (*Domestic System*); y también había artesanos cuyos talleres cerraron.
La introducción de las máquinas supuso el origen de la formación de la clase obrera. Las máquinas permitían contratar mano de obra barata, que no necesitaba formación.
Condiciones de Trabajo
Las condiciones de trabajo eran muy duras, ya que las empresas obtenían el máximo beneficio. Las condiciones de los trabajadores tuvieron unas características comunes:
- Largas jornadas laborales.
- Disciplina estricta.
- Supresión de los descansos dominicales y festivos.
- Despidos frecuentes.
- Inexistencia de pensiones y ausencia de derechos laborales o sindicales.
La fábrica suponía unas condiciones de trabajo más duras. Enfermedades respiratorias minaban la salud de los obreros. El nuevo trabajo era mecánico. Mientras, los artesanos tenían un sistema de trabajo de calidad.
El Trabajo Infantil y Femenino
Mujeres y niños trabajaban en todo tipo de tareas, tanto en el campo como en las fábricas. La escolarización era poco común y la mayor parte de los hogares necesitaba la mano de obra infantil. Era una mano de obra oculta, dedicada en el pequeño taller doméstico. Algunas tareas estaban asignadas a las mujeres. Los sueldos eran muy bajos. Con la industrialización, las mujeres adquirieron mayor presencia en ciertos trabajos. El trabajo infantil formaba parte esencial de la economía familiar. Los niños tenían largas jornadas de catorce horas diarias y salarios más bajos que los de los adultos. La legislación protectora de la infancia fue escasa. La prohibición del trabajo a menores de nueve años fue establecida en el Reino Unido por la *Factory Act*.
Las Bases Ideológicas del Movimiento Obrero
El Socialismo Utópico
Los primeros socialistas denunciaban la miseria y las penalidades del proletariado y proyectaban sociedades futuras alternativas. Fueron llamados por Marx «utópicos», pues no tenían en cuenta la lucha social entre patronos y obreros, lo que hacía inviable una solución pacífica al conflicto de clases. El pensamiento del socialismo utópico se basaba en las siguientes ideas:
- Perseguían una sociedad ideal.
- Ese proyecto social se realizaría de forma pacífica.
- Primaban la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal.
- Defendían las novedades de la industria, pero condenaban sus efectos nocivos para los obreros.
Tuvo su máximo apogeo durante la primera mitad del siglo XIX. Sus principales ideólogos, destacaron tres:
El Conde de Saint-Simon
La sociedad basada en la industria. Toda la nación debía ser un gran taller. Propietarios y trabajadores, igualados en la producción, debían ser dirigidos por los más capaces; esta élite formaría una tecnocracia. Los sectores ociosos deberían ceder su poder a los «productores».
Charles Fourier
Odiaba la empresa industrial capitalista. Propuso la formación de cooperativas, llamadas *falansterios*, centros de actividad agrícola e industrial. Propuso además la igualdad entre hombres y mujeres.
Robert Owen
Socio de la fábrica textil de New Lanark, aplicó medidas para mejorar las condiciones de vida de sus obreros. Fundó una comunidad ideal, *New Harmony*, que fracasó.
También destacaron Louis Blanc, defensor de los *Talleres Nacionales*, y Étienne Cabet, que defendía la supresión de la propiedad privada.
El Socialismo Marxista
El marxismo o socialismo científico fue elaborado por Karl Marx y su amigo Friedrich Engels. Engels, en Manchester, se ocupó de la fábrica de su padre, donde conoció a Owen y empezó a colaborar con Marx. El marxismo trataba de llevar a la destrucción de ese sistema. Para los marxistas la lucha de clases era el motor del cambio. Marx denominó a esas etapas como *modos de producción*. En su época se estaba desarrollando el modo de producción capitalista. El trabajo más importante de Marx fue *El Capital*, donde se expresaba mediante la *plusvalía*. El socialismo marxista postulaba la conquista del poder por el proletariado y la transformación del «Estado burgués» en una *dictadura del proletariado*, hasta alcanzar la sociedad comunista. El marxismo fue la base ideológica de los movimientos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XIX y de todo el siglo XX.
El Anarquismo
La palabra anarquía significa «sin autoridad». Su principal teorizador fue Mijaíl Bakunin, quien defendía la rebelión espontánea contra la sociedad capitalista y el Estado. Esta revolución social tenía como objetivo la destrucción total e inmediata del orden social burgués y del Estado. Socialistas y anarquistas perseguían alcanzar la sociedad comunista. Los anarquistas calificaron a los marxistas como autoritarios y centralistas. Estas diferencias ideológicas provocaron el enfrentamiento en el seno de la *Primera Internacional*.
Orígenes y Desarrollo del Movimiento Obrero
Las duras condiciones de vida y de trabajo de los obreros empujaron a los trabajadores a organizarse para luchar contra estos abusos.
Los Precedentes: De las Friendly Societies al Ludismo
Las primeras organizaciones obreras eran más bien clubes sociales y cumplían las leyes para la protección del obrero. Las *Sociedades Fraternales* fueron evolucionando. Las *unions* o asociaciones de trabajadores y los clubes de reforma política y de tendencia democrática se extendieron por el Reino Unido. William Pitt promovió las *Combination Laws*, que prohibieron cualquier asociación con fines laborales. Esta legislación fue el resultado del miedo. Estuvieron en vigor hasta que el Parlamento las derogó mediante una ley que permitía la libre asociación. Durante los años de prohibición, los sindicalistas se reunían en tabernas. El *Ludismo* fue uno de los fenómenos más destacados de las etapas iniciales del movimiento obrero. Los movimientos luditas agitaron la sociedad británica desde fines del siglo XVIII hasta la década de los treinta del siglo XIX. *Ludd* fue creado como un Robin Hood que actuaba contra los ricos y los jueces; sus seguidores eran trabajadores de los talleres. Los motines luditas más destacados tuvieron lugar en varios ciclos.
El Sindicalismo en Reino Unido: La Larga Lucha por la Libertad de Asociación
Antes de la legalización de las asociaciones, un evento clave fue la *Masacre de Peterloo*. Se congregaron manifestaciones de forma ordenada y pacífica para pedir la revocación de las *Leyes del Maíz*. El ejército disparó contra la multitud. La represión produjo un movimiento de solidaridad: los «héroes de Peterloo». Este clima social empujó al gobierno británico a legalizar las asociaciones obreras. De esta forma, ni los sindicatos ni las huelgas eran legales. Pero el empeño en la lucha no se detuvo. Hubo varios intentos de formar una gran unión sindical. Se fundó el *Grand National Consolidated Trades Union*. Pero el Gran Sindicato desapareció tan solo un año más tarde por dos causas: las numerosas huelgas locales y el procesamiento de algunos de sus dirigentes. Este fracaso causó una desilusión, lo que hizo que muchos de ellos pasaran al *cartismo*. Su nombre derivaba de la *Carta del Pueblo*. El movimiento cartista experimentó una primera fase de apogeo, pero sus peticiones fueron rechazadas. La última gran manifestación dio paso a su disolución. El fracaso del cartismo llevó hacia los métodos pacíficos y la negociación. Surgieron nuevos sindicatos. Tenían las siguientes características:
- Eran sindicatos de ámbito nacional.
- Formados por obreros técnicos.
- Cobraban cuotas a los socios.
- Daban beneficios a sus mutualistas.