La Conquista del Desierto: Dimensiones Económicas, Militares y su Carácter Genocida
La ocupación de grandes extensiones de tierras por parte de los pueblos indígenas y sus ataques a las propiedades de los colonos representaban un grave problema para la consolidación del poder del Estado. Por otro lado, obstaculizaban el progreso capitalista, ya que esas tierras no estaban disponibles para la producción de los alimentos que demandaban las economías centrales.
El Carácter Genocida de la Campaña
Genocidio: Miles de indígenas fueron asesinados y comunidades originarias fueron completamente destruidas.
El Plan de Alsina (Década de 1870)
Durante la presidencia de Avellaneda, el Ministro de Guerra, Adolfo Alsina, presentó al Congreso un plan de extensión de la frontera. Este plan se basaba en la construcción de dos líneas de fortines comunicadas entre sí por el telégrafo y una zanja larga que frenaría los ataques, además del establecimiento de nuevas poblaciones y estancias. Sin embargo, este plan no logró el control efectivo ni la incorporación total del «desierto».
El Plan de Roca (1877-1879)
En 1877, Alsina falleció y su sucesor en el Ministerio de Guerra, Julio Argentino Roca, impuso su criterio y organizó una campaña ofensiva para poner fin al «problema indígena». Roca propuso una ofensiva militar directa para ocupar todo el territorio hasta el río Negro. Esta campaña se desarrolló en dos etapas militares:
- Reconocimiento y ataque a tolderías: Fase inicial de exploración y golpes sorpresivos.
- Avance general: Culminó con la ocupación de la Patagonia (1877-1879).
Acciones Militares y Objetivos de la Campaña
Entre 1878 y 1879, Roca dirigió la ofensiva conocida como la «Conquista del Desierto». Esta fue una campaña militar impulsada por el Gobierno Nacional para destruir la resistencia indígena y ocupar las tierras del sur argentino, que estaban en poder de pueblos originarios. El objetivo principal era incorporar esas tierras al mercado y al Estado Nacional.
La ofensiva de Roca tuvo dos etapas principales:
- Se realizaron ataques sorpresivos a los indígenas y se reconoció el territorio.
- Se lanzó una gran ofensiva sobre el territorio de los indígenas para desplazarlos más allá del río Negro.
El Congreso autorizó la campaña y dispuso su financiación mediante la venta anticipada de las tierras que se conquistarían.
Argumentos y Justificaciones
Esta campaña se justificaba con la idea de «civilización o barbarie», que planteaba que los pueblos originarios debían ser reemplazados por inmigrantes europeos para lograr el progreso. Se justificó como una necesidad para consolidar el Estado Nacional, expandir la frontera agrícola y garantizar la seguridad y el progreso económico.
Consecuencias de la Campaña
- Al finalizar la campaña, las tropas nacionales mataron a más de 1300 indígenas y tomaron prisioneros a unos 14000, que fueron desplazados forzosamente y obligados a instalarse en áreas poco productivas.
- Se incorporaron grandes extensiones de tierras que se destinaron a la agricultura y ganadería.
- Los indígenas perdieron su independencia y debieron someterse a la autoridad del Estado Nacional.
- La venta de las tierras o su entrega como premio militar contribuyeron a la consolidación de la gran propiedad, más allá de los territorios pampeanos.
Presidentes Fundamentales en la Consolidación del Estado Nacional (1862-1880)
| Presidente | Políticas | Económicas | Militares | Culturales |
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| Mitre |
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| Avellaneda |
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| Sarmiento |
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Principales Levantamientos Federales (1862-1870)
| Año | Levantamiento | Causa |
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| 1862 | Resistencia de Ángel Vicente Peñaloza «El Chacho» (La Rioja) | Luchó por la justicia social y fue asesinado. |
| 1863 | Felipe Varela comenzó el «Levantamiento de los Colorados» (Catamarca y La Rioja) | Oposición al centralismo de Mitre y a la participación en la Guerra contra Paraguay. |
| 1870 | Ricardo López Jordán lideró rebeliones en Entre Ríos. | Venganza por el asesinato de Urquiza y rechazo al poder de Sarmiento. |
Consolidación del Estado Nacional: Instituciones y Orden
Durante el período 1862-1880, se crearon instituciones y leyes fundamentales para organizar el Estado y consolidar un nuevo orden político y económico. A su vez, fue igualmente importante ordenar el ejército, porque el Estado necesitaba el control exclusivo del uso de la fuerza. Por eso, se creó un Ejército Nacional, que reemplazó a las milicias provinciales y sirvió para imponer el orden interno y enfrentar las rebeliones del interior.
Desde 1862, las presidencias comenzaron a aplicar las disposiciones constitucionales acerca de la división de poderes. Se fortaleció el Poder Ejecutivo (PE), que formó una burocracia nacional. El Poder Legislativo (PL) sancionó leyes que consolidaron el nuevo orden político y económico, entre ellas las que regulan el poder judicial. En 1863, se puso en función a los integrantes de la primera Corte Suprema de Justicia y comenzó la organización de los tribunales federales. En 1863, se sancionó una ley para el voto del padrón y en 1873 se introdujo el voto escrito.
El Orden Jurídico Nacional
Desde 1810, el orden jurídico organizó leyes y códigos para todo el país. En 1871 se sancionó el Código Civil, y en 1880, el Código Penal y el de Minería. Este orden jurídico, junto con un ejército centralizado, fue clave para imponer el orden, combatir levantamientos y controlar provincias rebeldes.
El Ejército Nacional: Monopolio de la Fuerza
Las atribuciones del Estado incluyen el monopolio de la fuerza, es decir, solo el Estado podía hacer uso de las armas en todo su territorio (fuerzas armadas únicas de alcance nacional). Antes había muchas milicias provinciales, pero eso cambió tras la Batalla de Pavón. En 1864, Mitre organizó un Ejército Nacional, al crear cuerpos de línea que distribuyó por todo el país. Dos procesos contribuyeron a consolidar su creación: uno externo, la Guerra del Paraguay, y otro interno, las rebeliones del interior contra el Gobierno Nacional. Así, el ejército asumió una doble función: la de defensor de las fronteras y, a su vez, la de instrumento del Estado para imponer el orden interno.