La Guerra Civil Española: Implicaciones Internacionales y Consecuencias Devastadoras

LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO

La Guerra Civil Española obligó a las grandes potencias a adoptar posiciones individuales, pero también una postura conjunta conocida como No Intervención. A esto se sumó el debate ideológico que afectó tanto a la opinión pública como a los intelectuales de todo el mundo.

3.1 LAS ACCIONES INDIVIDUALES DE LAS POTENCIAS

La posición particular de las potencias fue decisiva en el devenir de la guerra civil debido a la intervención de la Italia fascista y la Alemania nazi a favor del ejército rebelde. Los motivos de Italia y Alemania para apoyar a los sublevados fueron de tipo político-estratégico:

  • El conflicto español les servía para poner a punto sus ejércitos de cara a la Segunda Guerra Mundial que se avecinaba.
  • Los alemanes e italianos simpatizaban ideológicamente con los sublevados. La victoria de Franco representaba el triunfo del fascismo y daba prestigio a todos los regímenes autoritarios.
  • Apoyar a los sublevados abría la posibilidad de ejercer influencia sobre un nuevo aliado que podía ser útil para la política internacional en el futuro.
  • La mayor parte de las ayudas italo-germanas fueron a crédito y se convirtieron en semigratuitas. Durante la Segunda Guerra Mundial, España aportó a Alemania los materiales de interés estratégico que necesitaba.
  • La ayuda directa con la entrega de armamento se hizo de forma clandestina y lenta, y la II República hubo de pagar al contado con el oro del Banco de España.

El gobierno soviético, por su parte, ordenó a la Internacional Comunista que organizara el reclutamiento de voluntarios de todo el mundo para las Brigadas Internacionales e impulsó movimientos de solidaridad antifascista en los países occidentales. Fomentó asimismo la presencia diplomática con la llegada a España del primer embajador soviético de la historia de nuestro país.

3.2 EL ACUERDO COLECTIVO DE NO INTERVENCIÓN

Todas las potencias acordaron la no injerencia diplomática y militar en los asuntos españoles y prohibieron las exportaciones de armamento a España. Esta política, conocida como No Intervención, sirvió para impedir al gobierno legítimo de la II República que se aprovisionara libremente de armas en el extranjero para defenderse de una rebelión. Para que el acuerdo de No Intervención fuera efectivo se encargó a un comité. Esta política, defendida por el gobierno británico, tuvo éxito hasta cierto punto ya que aisló el conflicto español, pero fracasó en lo fundamental: reforzó el fascismo y no solo no impidió, sino que alentó un conflicto internacional como fue la Segunda Guerra Mundial.

6 LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA

La Guerra Civil tuvo un balance trágico para España: muertes y desapariciones, el exilio de numerosos españoles, la represión y las pérdidas económicas.

LOS MUERTOS Y DESAPARECIDOS

Las pérdidas demográficas ascendieron prácticamente a un millón, aunque solo unas 300.000 personas murieron en los campos de batalla. El franquismo prolongó las ejecuciones directamente relacionadas con la guerra alrededor de una década. Si se suman las pérdidas por enfermedades y desnutrición derivadas de la guerra civil, la cifra de un millón de personas se superaría con facilidad. A las muertes debe añadirse asimismo el descenso de la natalidad.

LOS EXILIADOS

Las pérdidas como consecuencia del exilio no solo tuvieron relevancia cuantitativa sino sobre todo cualitativa. Los exiliados se encaminaron a Francia y México, y en menor grado a África del Norte, a la URSS y a otros países iberoamericanos. Para todas estas personas, las peripecias del exilio fueron trágicas, y para los que emigraron a África o a Europa, el estallido de la Segunda Guerra Mundial y el avance nazi complicó aún más su situación: numerosos españoles acabaron en campos de concentración alemanes.

LA REPRESIÓN

Además de los fusilados, hay que contar con los presos e internados en campos de concentración franquistas, los condenados a trabajos forzados en obras faraónicas y las personas que permanecieron escondidas en desvanes, sótanos, buhardillas y hasta baúles, conocidos como topos. También estaban los que practicaban el exilio interior por sus propias convicciones o a causa del rechazo de sus vecinos tras haber estado en la cárcel o en un campo de concentración.

LAS PÉRDIDAS ECONÓMICAS

Se produjeron innumerables pérdidas económicas. Al descenso de la población activa hay que sumar el envío de oro a la URSS, los gastos ocasionados por la guerra y la destrucción de edificios públicos y privados, y de las redes ferroviarias y viarias. La política franquista posterior agravó la situación, por lo que España retrasó sus niveles de crecimiento económico incluso en mayor medida que los estados europeos que sufrieron la Segunda Guerra Mundial.

LOS GRUPOS BENEFICIADOS

Hubo grupos que se beneficiaron de la nueva situación, como los terratenientes, el ejército y la iglesia, que se convirtieron en elementos hegemónicos en la sociedad franquista. También se restableció la autoridad de las empresas.

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