La Historia de España: Del Franquismo a la Democracia Consolidada (1939-2004)

La Transición Española y la Constitución de 1978

El proceso de cambio político desde la dictadura a la democracia se realizó mediante una transformación legal y pacífica del propio régimen franquista. En este proceso, fue fundamental la Constitución de 1978, la única Constitución de la historia de España que se realizó por consenso. Se suele considerar «Transición» la etapa comprendida entre la muerte de Franco, en noviembre de 1975, y el triunfo del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982.

El Proceso Político de la Transición (1975-1978)

El Postfranquismo de Arias Navarro (1975-1976)

Tras la muerte de Franco, se enfrentaron dos posturas: el continuismo del régimen, pretendido por el llamado «búnker», y la ruptura democrática, defendida por la izquierda (PSOE, PCE). Una tercera vía era la reforma, que pretendían algunas personalidades del régimen, los «aperturistas».

Juan Carlos I fue proclamado Rey por las Cortes franquistas dos días después de la muerte de Franco. Para ello, tuvo que jurar «cumplir y hacer las Leyes Fundamentales del Reino y guardar Lealtad a los Principios que informan el Movimiento Nacional». Mantuvo como presidente del gobierno a Carlos Arias Navarro, el último presidente de Franco. Aunque este gobierno hizo tímidos gestos de reforma, los cambios fueron muy limitados mientras crecía la presión de la oposición.

La oposición se venía organizando desde 1974 en la Junta Democrática (liderada por el PCE), junto a la que aparece la Plataforma de Convergencia Democrática (liderada por el PSOE). Ambas confluyeron en marzo de 1976 en la Plataforma de Organismos Democráticos, conocida como «La Platajunta», que acogió a todos los partidos y sindicatos de la oposición. Reivindicaban una ruptura democrática total con el franquismo y una nueva monarquía, lo que contribuyó a debilitar al gobierno.

En 1976, Juan Carlos I tomó tres decisiones de gran calado político para forzar un cambio en el régimen:

  1. Nombró a Torcuato Fernández Miranda presidente de las Cortes y del Consejo del Reino.
  2. Forzó la dimisión de Arias Navarro (julio de 1976).
  3. Eligió a Adolfo Suárez (de 43 años) como presidente del gobierno.

El Reformismo de Adolfo Suárez (1976-1978)

Suárez despertó desconfianza en la oposición por su pasado falangista, pero también en el «búnker» que recelaba de su mensaje aperturista. Suárez encarnaría pronto la reforma, el cambio desde la legalidad, la transformación del franquismo sin vulnerar las leyes de Franco.

Ley de la Reforma Política

El paso fundamental se dio en noviembre de 1976 al aprobar las Cortes franquistas la Ley para la Reforma Política, que establece el marco legal para la elección democrática de unas nuevas Cortes. Las Cortes franquistas aceptaron su propia muerte política y la del franquismo, por su docilidad tradicional ante el poder y también por la habilidad de Torcuato Fernández Miranda, presidente de las Cortes, y de Suárez para convencer a sus compañeros de una ley como esta.

La ley establecía los derechos fundamentales de la persona y determinaba el procedimiento para elegir por sufragio universal unas nuevas Cortes bicamerales (Congreso y Senado), una ley de reforma que liquidaba lo que decía reformar. Posteriormente, la ley fue aprobada mediante referéndum (15 de diciembre de 1976) por un 94% de votos afirmativos.

Otros Cambios Legales
  • Desaparición de las instituciones franquistas: Secretaría General del Movimiento, Organización Sindical, Tribunales de Orden Público.
  • Legalización de los partidos políticos: La gran dificultad radicaba en la legalización del PCE, principal organización de la oposición durante el franquismo y cuya dirección (Santiago Carrillo) venía abogando por la «reconciliación» y había adoptado los principios democráticos del «eurocomunismo». A su legalización se oponía el Ejército. En abril de 1977, Suárez decidió su legalización contra el parecer mayoritario del Ejército. Esta fue la primera decisión política de envergadura tomada en España desde la Guerra Civil sin contar con la aprobación del Ejército. Los militares aceptarían la medida «por disciplina y patriotismo», aunque el malestar se reflejó en la dimisión del ministro de Marina, almirante Pita da Veiga.
  • Convocatoria de elecciones a Cortes: Junio de 1977, con garantías democráticas. Ganó UCD, pero sin mayoría absoluta (34% de votos). La UCD era la coalición electoral creada por Adolfo Suárez, compuesta por partidos de centro-derecha (democristianos, liberales, socialdemócratas) y «azules». El PSOE obtuvo el 29% de los votos. Alianza Popular, partido de Fraga y otros políticos del franquismo que aceptaban el juego democrático (refundada en 1989 como PP), obtuvo el 9%. Los nacionalistas catalanes y vascos también estuvieron presentes. El electorado había optado por opciones más moderadas (centro-derecha y centro-izquierda).
  • Ley de Amnistía: Octubre de 1977. Tras las elecciones, se impuso la idea de que la reconciliación requeriría «pasar página» del pasado. La amnistía, reclamada por la izquierda y los nacionalistas, terminó afectando a todo el franquismo.
  • Pactos de la Moncloa: Octubre de 1977. Acuerdos entre oposición, sindicatos y empresarios para afrontar la crisis económica. Se acordó la moderación salarial a cambio de realizar una profunda reforma fiscal y prestar una atención especial al paro. Supuso un gran acuerdo económico que neutralizó la conflictividad social.
Características de la Primera Etapa de la Transición

La Transición se caracterizó por:

  • Fue una evolución controlada desde el franquismo hacia la democracia, un cambio político sustancial que produjo una reforma que hizo desaparecer lo reformado.
  • La labor de la oposición política desde la clandestinidad y la movilización popular, estudiantil y obrera, que reclamaban amnistía y libertad.
  • Se basó en el consenso entre políticos que venían del franquismo y la oposición. Sus protagonistas eran conscientes de la importancia de este modelo pacífico de transición a la democracia. A nivel internacional se ha reconocido el valor del consenso y el carácter pacífico del cambio de régimen, en contraposición a la Guerra Civil.
  • Los protagonistas clave fueron: Juan Carlos I, designado por Franco, pero decidido al cambio democrático; Adolfo Suárez, artífice del desmantelamiento del franquismo; los partidos de la oposición democrática que desde 1975 aceptaron la vía de negociación (especial significado tuvo la postura del PCE que aceptó la monarquía y la bandera bicolor); y el pueblo español que mostró su deseo de cambio hacia la libertad. Otras instituciones como la Iglesia, la banca, la prensa y el mundo de la cultura apoyaron el cambio.

La Consolidación Democrática: Los Gobiernos (1978-2004)

El Bipartidismo Imperfecto y la Estabilidad

Los gobiernos democráticos, uno de los periodos más estables desde 1978, se asientan sobre un electorado moderado que vota opciones de centro y en una alternativa de los dos grandes partidos: la Unión de Centro Democrático (UCD, 1977-1982), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE, 1982-1996; 2004-2011) y el Partido Popular (PP, 1996-2004; 2012-2018), lo que permite hablar de un *bipartidismo imperfecto*.

Los Gobiernos de la UCD (1977-1982)

Ya aprobada la Constitución, Suárez convoca elecciones a Cortes (marzo de 1979), cuyo resultado fue similar a las de 1977: victoria sin mayoría absoluta de UCD, quedando el PSOE como gran partido de la oposición. Les acompañaron dos partidos (AP y PCE), obteniendo resultados bastante aceptables.

Aspectos de esta Etapa
  • Diseño del mapa autonómico: Se constituyeron ayuntamientos democráticos. España quedó integrada por 17 comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas.
  • Desarrollo legislativo constitucional: Aprobación de la Ley del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, el Estatuto de los Trabajadores, la Ley del Divorcio, etc.
  • Ingreso de España en la OTAN (1982).
  • Cambios en los partidos políticos: El PSOE renunció a la ideología marxista y se fortaleció el liderazgo de Felipe González. El PCE sufrió disidencias internas. AP se reforzó con la incorporación de políticos de UCD.
Crisis de la UCD y el Golpe de Estado

La crisis de la UCD se inició con el declive de Suárez cuando intentó reconducir el proceso constitucional de las comunidades autónomas. Andalucía accedió a su autonomía por el artículo 151, tras el referéndum del 28 de febrero de 1980, que fue el primer descalabro importante de Suárez. Las disputas internas en UCD, compuesto por una serie de minipartidos (Martín Villa, los «azules»; Garrigues Walker, los liberales; Óscar Alzaga, los democristianos; Fernández Ordóñez, los socialdemócratas), agravaron la situación.

El Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 se produjo durante la investidura del sucesor de Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo. Se produjo el asalto al Congreso por Tejero, con el apoyo del general Milans del Bosch en Valencia, que sacó tropas a la calle. El intento de golpe de Estado fracasaría por las diferencias de objetivos entre los golpistas y la falta de apoyo de Juan Carlos I.

El gobierno de Calvo Sotelo se enfrentó a las mismas dificultades que Suárez, como la crisis de UCD. Durante su breve mandato (1981-1982) se aprobó la Ley del Divorcio y la entrada en la OTAN, con la oposición del PSOE.

Los Gobiernos del PSOE (1982-1996)

El PSOE había abandonado la orientación marxista en su Congreso de 1979, lo que le permitió ocupar una posición de centro-izquierda. Su victoria en las elecciones de octubre de 1982, con más de 10 millones de votos y 202 de los 350 escaños, supuso la llegada al poder de un partido de izquierda duramente perseguido por el franquismo. El gobierno del PSOE se prolongó hasta 1996, con victorias en 1986, 1990 y 1993. En este último año, sin mayoría absoluta, necesitó apoyos del PNV, CiU y Coalición Canaria.

Actuación Política y Social

La actuación política fue moderada y pragmática. Mantuvo el entendimiento con la banca, la Iglesia y el Ejército, combinando medidas liberales en economía y socialdemócratas en política social. Pretendían consolidar el régimen democrático mediante:

  • Reforma de las Fuerzas Armadas (se reafirma el poder civil sobre el militar).
  • Reforma de la administración de justicia (establecimiento del jurado, Consejo General del Poder Judicial).
  • Cierre del mapa autonómico (transferencia de competencias a las CCAA).
  • Regulación de derechos y libertades (despenalización del aborto).
  • Extensión del Estado del bienestar, especialmente en educación (LODE, LOGSE, escolaridad obligatoria hasta los 16 años), sanidad (Ley General de Sanidad) e infraestructuras. Se extendió la cobertura al desempleo y se aprobó la ley de pensiones no contributivas.
  • En política antiterrorista, se obtuvo la colaboración de Francia y se ejerció mayor presión sobre ETA (tolerancia con la acción de los GAL, grupo ilegal).

Política Exterior

Se estrecharon las relaciones con Francia y Alemania. La incorporación de España a la Comunidad Europea (1 de enero de 1986) terminó con el aislamiento internacional. Se confirmó la permanencia en la OTAN (referéndum de 1986), vinculada a nuestra entrada en la CE. España intervino en el despliegue militar de Bosnia y fue anfitriona de la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio, que se celebró en Madrid.

Política Económica

Miguel Boyer, como ministro de Economía, realizó una política de ajuste y liberalización de la economía para luchar contra la inflación. Se llevó a cabo la reconversión industrial y la flexibilización laboral, con un alto coste social y político. Aumentó la presión fiscal creando el IVA, aumentó la inversión extranjera en España, subió la producción industrial, se incrementó el turismo y mejoraron las infraestructuras. La inflación bajó y el PIB creció a un ritmo anual del 4,5%.

Desde 1992, se empezaron a mostrar síntomas de recesión. Además, nuestro país no cumplía los requisitos fijados en el Tratado de Maastricht para la futura integración monetaria europea. Desde 1993, toda la política se orientó a crear el Plan de Convergencia con Europa, aunque esto lo conseguiría ya el gobierno de Aznar.

Crisis del PSOE en el Poder

El poder del PSOE se extendía no solo al gobierno central, sino a la mayoría de comunidades autónomas y ayuntamientos de las grandes ciudades, lo que llevó a una crisis a mediados de los 90. Los factores de crisis fueron:

  1. Desencuentro con los sindicatos: El aumento del paro y la menor estabilidad laboral rompieron las relaciones con los sindicatos UGT y CCOO. La huelga general convocada en 1988 se ha considerado como el inicio del desgaste del gobierno y de los problemas del PSOE. Le siguieron dos más en 1992 y 1994.
  2. Los casos de corrupción: Los problemas socialistas se vieron incrementados a medida que llegaban noticias de los primeros casos de corrupción: financiación ilegal de los partidos políticos (Filesa), casos de enriquecimiento personal (Luis Roldán, Guardia Civil) que empañaron la imagen del partido. Se produjo una fuerte tensión interna en el PSOE entre Felipe González y Alfonso Guerra.
  3. Reorganización de la oposición:
    • Por la derecha, Alianza Popular recogió buena parte de los sectores demócrata-cristianos y liberales de la extinta UCD. Realizó un cambio de imagen con la sustitución de Fraga Iribarne por Hernández Mancha al frente de la secretaría general. La refundación como Partido Popular (PP) en 1989 culminó en 1990 con el nombramiento de José María Aznar como nuevo líder del partido.
    • La recomposición de la oposición de la izquierda se realizó por el PCE a través de la coalición electoral Izquierda Unida (1986). Julio Anguita mantuvo una dura oposición frente a los gobiernos socialistas, coincidiendo en muchos aspectos con el PP. Esta coincidencia fue denominada por el PSOE como «la pinza».
  4. Declive del PSOE: En 1993, Felipe González se vio obligado a adelantar las elecciones. Las ganó el PSOE, pero para gobernar necesitó apoyarse en los partidos nacionalistas (CiU, PNV, CC). Esta legislatura vino marcada por la crispación política. El PP e IU arreciaron sus críticas, a lo que contribuyó la prensa conservadora que puso como estrategia política la información de nuevos casos de corrupción. Escándalos políticos (escuchas y papeles del CESID) o el caso GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), que llevaron a cabo una guerra sucia contra ETA, tuvieron como objetivo poner fin al largo periodo de permanencia de los socialistas en el poder. CiU retiró su apoyo y se convocaron elecciones generales para 1996. El PP las ganó.

Los Gobiernos del Partido Popular (1996-2004)

José María Aznar gobernó en su primera legislatura (1996-2000) con el apoyo de los nacionalistas y en la segunda (2000-2004) consiguió una holgada mayoría absoluta. La llegada del PP no supuso una ruptura sustancial con la línea del PSOE, sino que significó una consolidación de la democracia, implicando la normalidad de la alternativa política. La llegada de la derecha moderna al gobierno. El PP realizó un viraje hacia posiciones de centro con una política hasta cierto punto continuista en cuestiones sociales (mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones, acuerdo con los sindicatos) y autonómica.

Política Económica

La recuperación iniciada en 1995 se consolidó en los años del PP. La política antiinflacionista y de rigor presupuestario practicada por Rodrigo Rato y la coyuntura internacional posibilitaron una etapa de crecimiento económico, descenso del paro y la inflación, alcanzando los requisitos económicos de Maastricht. Se impulsó el proceso de privatización de empresas públicas y la flexibilización del mercado laboral. Estas políticas habían sido iniciadas por el PSOE, pero el PP las profundizó.

Política Militar y Exterior
  • Política Militar: Se culminó la profesionalización de las Fuerzas Armadas, reduciendo efectivos militares y suprimiendo el servicio militar obligatorio.
  • Política Exterior: Continuaron la línea de los socialistas en la UE y la OTAN. España participó en la guerra de Kosovo y se inició una política de dureza con Fidel Castro.

La bonanza económica y la política de acuerdos realizada por el gobierno de Aznar explican la mayoría absoluta que alcanzó el PP en la segunda legislatura (183 escaños frente a los 125 del PSOE).

El Régimen Franquista: Control, Represión y Etapas

Control Ideológico y Represión

La Iglesia y el Movimiento Nacional se encargaron del adoctrinamiento político-ideológico de los españoles a través de la propaganda, la educación y la censura. La Iglesia impuso la moral católica y el criterio del vestir, del comportamiento y de la diversión, catalogando y censurando películas y libros. La mujer fue relegada al papel de esposa sumisa y madre.

La Falange transmitió la doctrina política del franquismo a través de la asignatura obligatoria «Formación del Espíritu Nacional» y de la propaganda. Los símbolos falangistas estaban presentes en calles, escuelas, edificios públicos y fachadas de iglesias, y se entonaba el himno de Falange, el *Cara al Sol*. La censura de libros, periódicos y radio se puso al servicio de la moral católica y del régimen. Radio Nacional de España monopolizó hasta 1977 los informativos, que tenían que conectar obligatoriamente todas las emisoras autorizadas.

La Represión

Tras la Guerra Civil, hubo una cruenta represión contra los perdedores. Medio millón de españoles se exiliaron. La guerra se mantuvo hasta 1948. Los tribunales militares aplicaron con dureza la legislación represiva:

  • La Ley de Responsabilidades Políticas (1939) condenaba «por rebelión militar» a quienes habían apoyado al gobierno republicano.
  • La Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo (1940).
  • La Ley para la Seguridad del Estado (1941) perseguía a todo sospechoso de afinidad con la República.

Fueron juzgados por tribunales militares. Se estima que entre 35.000 y 50.000 personas fueron ejecutadas después de acabar la guerra, y hubo 30.000 presos políticos. Miles de funcionarios republicanos fueron depurados y sustituidos por «adeptos» al régimen.

La «guerrilla antifranquista» (el *Maquis*), organizada y armada por comunistas y la CNT, mantuvo la esperanza de una intervención de las potencias democráticas tras la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría puso de manifiesto la inviabilidad de este objetivo.

Apoyos Sociales y las «Familias» del Régimen

El régimen se apoyó en diversas «familias» políticas:

  • Militares: Estuvieron siempre presentes. Los tribunales militares juzgaban delitos políticos. Se exaltaban los valores militares: disciplina, jerarquía, poder, simbología castrense, uniformes, desfiles y bandera.
  • Falangistas: Los «azules» proporcionaron al régimen su ideología y adoctrinaron a toda la sociedad (Frente de Juventudes, Sección Femenina, Organización Sindical).
  • Carlistas: Mantuvieron sus señas de identidad integrados en el partido único.
  • Católicos: La Iglesia proporcionó cuadros dirigentes a través de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, fundada en 1909 para difundir el pensamiento católico.
  • Tecnócratas: Ministros menos políticos y promotores del cambio económico español en los años 60, basado en la liberalización económica. Estaban relacionados con el Opus Dei.

Otros Apoyos Sociales

Los grandes propietarios agrícolas, industriales y banqueros. A ellos se unieron nuevos ricos, cuya fortuna procedía del «estraperlo» y contratos del Estado. Miembros de clases medias rurales y de la pequeña burguesía urbana, que temían la represión, valoraban el «orden» y la recuperación del papel de la Iglesia. Militares, funcionarios y maestros que hacían gala de su adhesión al nuevo régimen. Todos ellos componían una mentalidad conservadora, defensora de la familia, la propiedad privada, la religión católica y el orden público.

El respaldo fue casi nulo entre jornaleros, el proletariado industrial y buena parte de las clases medias urbanas. La fuerte represión y las duras condiciones de vida impusieron el miedo y el silencio, generando un «apoliticismo».

Etapas Políticas del Franquismo

Etapa Azul (1939-1942)

Predominio de Falange en el gobierno. Se apoya a Alemania desde la no beligerancia. Momento de represión y censura.

Nacional-Catolicismo (1943-1957)

Franco simula adaptarse a la nueva situación. Otorga a los católicos el predominio en el gobierno. Juan de Borbón reclama la restauración monárquica (Manifiesto de Lausana, 1945) y se aparta del régimen. Después de la Segunda Guerra Mundial, España queda aislada: se retiraron los embajadores (menos Argentina, Portugal y el Vaticano), exclusión de la ONU y del Plan Marshall. Francia cerró la frontera con España.

En los años 50, el anticomunismo del régimen en el contexto internacional de la Guerra Fría permitió su supervivencia. Volvieron los embajadores en 1951, se firmó el Concordato con la Santa Sede, el Acuerdo militar con EE. UU. y España ingresó en la ONU en 1955.

La Tecnocracia (1957-1969)

Llegan los «tecnócratas», ligados al Opus Dei, de la mano de Carrero Blanco. El tema político estaba centrado en la sucesión de Franco. Se oponían los inmovilistas, los aperturistas y otro sector liderado por Fraga y Solís. Desde 1957, la política exterior persiguió el acercamiento a la Europa comunitaria y el mantenimiento de una estrecha relación con EE. UU. España aceptó la independencia de Guinea Ecuatorial, cedió Ifni a Marruecos, pero pretendió conservar el Sáhara. Los años 60 fueron de reestructuración económica, fuerte emigración y crecimiento económico. En 1969, Franco designó a Juan Carlos de Borbón sucesor de la Jefatura del Estado a título de Rey.

Crisis del Franquismo

En 1969, se formó un gobierno de tecnócratas liderado por Carrero Blanco, al que Franco nombró en 1973 presidente del gobierno. Carrero mantuvo el inmovilismo político, mientras crecía la oposición en el mundo laboral y las nuevas clases medias, y la Iglesia se mostraba más crítica con el régimen.

El 20 de diciembre de 1973, Carrero Blanco fue asesinado por ETA. Franco nombró a Arias Navarro, que ofreció un discurso aperturista, pero el «búnker» se impuso, volviendo las penas de muerte. El 20 de noviembre de 1975, murió Franco.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *