La Prehistoria en la Península Ibérica: Un Viaje a Través del Tiempo

El Paleolítico

Paleolítico Inferior (900.000-100.000 B.P.)

El descubrimiento de los restos de Homo antecessor en el yacimiento de Atapuerca data la aparición del ser humano en Europa en el 900.000 B.P. Existe controversia sobre si esta especie es nueva o si son ejemplares de Homo ergaster. Sin embargo, está claro que constituye la presencia más antigua de homínidos en Europa.

Este periodo se caracteriza por su industria lítica de talla de bifaces sobre núcleo de sílex, asociada al Homo heidelbergensis. Yacimientos destacados son los de Atapuerca, Nerja o Lisboa.

Paleolítico Medio (100.000-35.000 B.P.)

En este periodo se encuentra el complejo cultural musteriense, donde destaca la raedera, asociada al Homo neanderthalensis. En este periodo, la capacidad simbólica ya está desarrollada y se dan las primeras manifestaciones artísticas conservadas.

Paleolítico Superior (35.000-8.000 a.C.)

Ya se hallan culturas materiales del Homo sapiens, homínido procedente de África que desplazó al neanderthalensis, posteriormente extinto por problemas de adaptación. Estos primeros utilizan técnicas novedosas y nuevos materiales para fabricar sus útiles.

Primeras manifestaciones de arte rupestre, no aparecía la figura humana (tan solo impresiones de manos) y de las que se supone un significado mágico-religioso. Yacimientos destacados los de Altamira y El Castillo.

El Mesolítico

La transición del Paleolítico al Neolítico duró unos 2.000 años, y es conocida como el Mesolítico. En este periodo se sientan las bases para la revolución neolítica.

El Neolítico

El Neolítico (5.000-3.000 a.C.) se caracteriza por la progresiva sedentarización de los alimentos, la domesticación de plantas y animales, la creciente especialización del trabajo, la jerarquización social y la aparición de nuevas tecnologías.

La Edad de los Metales

En la Edad del Hierro (I milenio a.C.) encontramos manifestaciones culturales como la cerámica cardial (5.000 a.C.), caracterizada por impresiones de cochas en la cerámica; o la Cultura de los sepulcros de fosa (4.000 a.C.), que se caracteriza por ser de los primeros ejemplos de prácticas funerarias.

Durante la Edad de los Metales, se encuentra la cultura megalítica (dólmenes, crómlech, menhires). Hacia el 2.200 a.C. se desarrolla la Cultura del vaso campaniforme, caracterizada por cerámicas con esta forma.

En la Edad del Bronce destaca la Cultura de El Argar (1.800-1.300 a.C.), que muestra una civilización compleja y jerarquizada, debido a los enterramientos con diferenciación de ajuar por estatus y sexo. También se encuentra la Cultura de Las Cogotas o la de las Motillas.

Los Pueblos Prerromanos

Los pueblos que habitaban la Península (S.VII-III a.C.) antes de la llegada de los romanos eran los siguientes: Tartessos (pueblo autóctono), y los íberos, celtíberos y pueblos del norte (celtas).

Tartessos

Las fuentes que nos dan información sobre Tartessos son la Biblia, la Ora Marítima y el Libro I de Heródoto. Gracias a estos testimonios y los diferentes yacimientos arqueológicos excavados, se puede decir que Tartessos fue una cultura urbana extendida por el Valle del Guadalquivir.

Tenía una economía diversificada (con riqueza ganadera y prácticas comerciales), un sistema político monárquico (con su rey Argantonio), con leyes escritas y una compleja estructura social, debido a los contactos con fenicios y griegos.

La decadencia fenicia provocó la de Tartessos, que desapareció de las fuentes tras esa fecha. Sin embargo, permanecen los turdetanos (pueblo heredero de Tartessos).

Íberos

Los íberos (litoral mediterráneo), eran un amplio grupo de pueblos (turdetanos, edatanos, ilergetes o indigetes) con diferencias políticas, pero similitudes en cuanto a la lengua, las instituciones o las expresiones artísticas y de cultura material.

Además, desarrollaron una economía agrícola y minera.

Celtíberos

Los celtíberos (Meseta y Valle del Ebro), se organizaban socialmente entre ciudades a través de entidades supra familiares (clanes). Tenían una economía agraria y de subsistencia. Ejemplos son los arévacos, vetones, carpetanos o lusitanos.

Pueblos del Norte

Los pueblos del norte (norte peninsular), eran más primitivos que los celtíberos. También tenían un complejidad económica y social menor, apenas mantenían contactos con los colonizadores y su economía era agraria y de subsistencia. Algunos son los galaicos, astures, cántabros o vascones.

Los Colonizadores Históricos

A partir del S.VIII a.C. también encontramos la presencia de colonizadores históricos del procedentes del Mediterráneo oriental: fenicios (SS.VIII-III a.C.), griegos (SSS.VI-III a.C.) y cartagineses (SS.IV-III a.C.).

Fenicios

Los fenicios llegaron a la península en busca de metales, y fundaron factorías en la costa sur, desde donde mantuvieron un estrecho contacto con los pueblos autóctonos. Además, introdujeron el torno de alfarero y la metalurgia del hierro.

La sumisión de las metrópolis fenicias ante Nabucodonosor II originó el comienzo del declive fenicio (a partir del S.VI a.C.)

Griegos

La colonización griega es posterior, y se llevó a cabo por distintos pueblos: los focenses (que entraron en contacto con Tartessos), los masaliotas (que fundaron Emporion en el 575 a.C.) y los helenos, los cuales fundaron colonias por el litoral mediterráneo y dejaron grandes influencias artísticas, políticas y sociales (lengua y alfabeto).

Cartagineses

Los últimos colonizadores antes de los romanos fueron los cartagineses, que sustituyeron a la colonización fenicia tras su decadencia. Durante el S.IV a.C. presenta un gran carácter comercial, y sin embargo, tras la derrota de los fenicios en la I Guerra Púnica contra Roma, Cartago inicia la ocupación militar del territorio peninsular, para recuperar su poder económico y militar.

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