La Restauración Borbónica en España: Monarquía, Turnismo y Crisis del Sistema (1874-1931)

Presentación

Tras fracasar el intento de construir un Estado Democrático (Sexenio Democrático, 1868-1874), España inició una nueva etapa histórica:

  1. La Restauración Borbónica

    En la persona de Alfonso XII, hijo de la reina destronada.

  2. El modelo político-social del régimen

    Se caracterizó por:

    • Un extremado conservadurismo: una reducida oligarquía controlaba los resortes del poder.
  3. Factores de desestabilización

    Sin embargo, una serie de factores, ya entrado el siglo XX (movimiento obrero, nacionalismos, conflictos coloniales…), darían al traste con un sistema basado en la corrupción y el caciquismo.

Desarrollo

1. Bases y características del sistema canovista

  1. Alfonso XII llega al poder

    La Revolución de 1868 constituyó un gran fracaso y los años posteriores fueron de gran inestabilidad política.

    Cánovas, artífice del cambio, redactó un manifiesto que el príncipe Alfonso dirigió a la nación desde la Academia Militar de Sandhurst el 1 de diciembre de 1874 (a finales de diciembre, golpe de Estado de Martínez Campos, Alfonso rey).

    Se afirmaba que la única solución para los problemas de España residía en el establecimiento de la monarquía tradicional.

    Poco después (29-12-1874), el general Martínez Campos proclamó en Sagunto rey a Alfonso XII.

  2. Constitución de 1876

    Una de las primeras medidas fue convocar Cortes que elaboraron una Constitución; el proyecto constitucional pretendía:

    • Ser flexible para que diera cabida a los distintos programas liberales.
    • Poner fin al vaivén constitucional.
    • Colocar a la monarquía por encima de los partidos políticos.

    Cánovas apeló a la existencia de un orden interno que debía ser el fundamento de todo texto escrito, es decir, a la existencia de unas instituciones fundamentales: la Monarquía y las Cortes.

    La nueva Constitución:

    • Fue aprobada en poco tiempo y con pocos debates.
    • Cuestión religiosa: para contentar a todos se llegó a una fórmula ecléctica: se declaró como religión oficial la católica, pero se permitió la libertad de cultos (en el ámbito privado).
    • Monarquía constitucional: el rey tenía el poder ejecutivo y compartía con las Cortes el legislativo.
    • Permaneció en vigor hasta 1931 (aunque Primo de Rivera suspendió las garantías constitucionales de 1923 a 1931).
  3. Marco jurídico del nuevo sistema: El Turnismo

    Para dotarlo de estabilidad y siguiendo el modelo inglés, dos partidos oficiales se turnarían pacíficamente en el poder, aceptando la legalidad constitucional.

    Serían partidos de cuadros oligárquicos (que nada tendrían que ver con los partidos de masas) que formarían la clase política del país.

    El propio Cánovas se convirtió en el jefe del Partido Conservador, compuesto por burgueses, terratenientes y altos funcionarios.

    Sagasta, jefe del Partido Liberal-Fusionista, formado fundamentalmente por los viejos progresistas.

    El turno no se institucionalizó hasta 1885 con la firma del Pacto del Pardo.

  4. Funcionamiento del sistema

    Para que se cumpliera con precisión y asegurara una evolución pacífica, se hizo necesaria la manipulación electoral:

    • Los candidatos oficiales (el encasillado) tenían prácticamente ganada su elección antes de que esta se realizara.
    • Una red que tenía como centro a los políticos de Madrid se articulaba con los poderes provinciales (gobernadores civiles) y llegaba al medio rural, controlado por caciques, miembros de una élite local que ejercía una gran influencia.
    • Cuando el pacto se convertía en algo imposible o inseguro, se acudía al pucherazo, que consistía en la aplicación de coacción, violencia, fraude, compra de votos…

    El sistema nacía enfermo y dejaba fuera a gran parte de la población.

2. Crisis del sistema (Reinado de Alfonso XIII)

  1. Regencia de María Cristina (1885-1902)

    A finales del siglo XIX y principios del XX, la situación de España era preocupante; el Desastre del 98 había dejado al descubierto las causas de su debilidad interna:

    • Continuaba siendo un país agrario.
    • Grandes contrastes sociales.
    • Escasa infraestructura industrial.
  2. Reinado personal de Alfonso XIII (1902-1931)

    Desde el punto de vista político, con la desaparición de los líderes carismáticos, los grandes partidos se iban fragmentando, apareciendo en ellos políticos de segunda fila que luchaban por el poder (fulanismo, clientelismo…).

    A pesar de los intentos regeneracionistas de Maura (conservador) y Canalejas (liberal), las insuficiencias y contradicciones del sistema eran manifiestas.

    La Guerra de Marruecos evolucionó y sería el detonante de la primera crisis del reinado de Alfonso XIII (Protectorado: política exterior).

    La Semana Trágica de Barcelona (1909).

    Causas:

    Maura, entonces presidente del Gobierno, decidió enviar a Melilla desde el puerto de Barcelona a reservistas (militares que no estaban en activo, lo que generó protestas por el riesgo de muerte) para hacer frente a los ataques de los marroquíes a los trabajadores españoles en la construcción del ferrocarril del Rif.

    Consecuencias:
    • A la huelga general convocada por socialistas y anarquistas siguió la declaración del estado de guerra en Barcelona.
    • Represión feroz que se tradujo en una fuerte oposición al Gobierno de Maura, que se vio obligado a dimitir.

    En los años siguientes, una serie de gobiernos de gestión, sin programas concretos, fueron a la deriva, incapaces de controlar la situación.

    Las consecuencias negativas de la Primera Guerra Mundial, a pesar de la neutralidad de España:

    • Aumentaron las diferencias económicas y sociales, ya que los negocios derivados de la neutralidad (venta de productos a países beligerantes) enriquecieron rápidamente a unos y empobrecieron a la mayoría.

    El descontento de las clases bajas fue a más y exigía una participación activa en la vida social y política, lo que rompía el esquema de los partidos de turno (solo los oligarcas estaban representados, no los partidos de masas).

    La situación desembocó en la crisis de 1917, más grave que la anterior y que mostró la evidencia de la descomposición del régimen en tres actos.

    Los protagonistas del nuevo descontento entre junio y agosto fueron los militares, la burguesía y el proletariado:

    • Las Juntas de Defensa se oponían al ascenso por méritos y solicitaban una subida de sueldo.
    • La Asamblea de Parlamentarios, celebrada en Barcelona, reivindicó la apertura de las Cortes, cerradas desde febrero de 1917, pero fue disuelta por el Gobierno, que la tachó de separatista.
    • La huelga general, que fracasó por la actuación del ejército, demostró dónde residía la verdadera fuerza del orden (en el ejército).

    A partir de este año, los problemas se agudizaron: la situación política no fue reconducida por:

    • Unos gobiernos de concentración breves e incapaces (en los que los políticos en el poder y la oposición hacían causa común).
    • El auge del movimiento obrero.
    • La conflictividad social.
    • Los fracasos coloniales (Desastre de Annual, 1921).

    El sistema era inviable; resultaba imposible mantener los dos soportes del régimen de la Restauración: la alternancia en el poder y la manipulación electoral que permitía la rotación.

    Gobierno de concentración: presidido por un militar y compuesto por políticos de diferentes partidos.

Conclusión

  • Ante esta situación, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado en 1923 que el rey apoyó, encargándole la tarea de formar gobierno.
  • Aunque no pretendió establecer un régimen definitivo, el sistema implantado por Cánovas quedó herido de muerte.
  • La dictadura se prolongó siete años; después se proclamó la República.

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