El Fin del Mundo Antiguo y la Expansión Romana
Los romanos crearon un gran imperio en torno al Mar Mediterráneo. Bajo el emperador Trajano (98-117 d.C.), sus fronteras alcanzaron su máxima extensión, abarcando:
- Europa (incluyendo las islas Británicas)
- Los ríos Rin y Danubio
- El río Tigris
- El Desierto del Sáhara
Las Etapas de la Historia de Roma
Roma Latina – Etrusca (Monarquía, 753 a.C. – 509 a.C.)
- En este periodo, Roma fue gobernada por reyes etruscos.
- Esta etapa se inició a finales del siglo VII a.C.
- El territorio romano se limitaba a las Siete Colinas.
Roma Republicana (República, 509 a.C. – 27 a.C.)
- Tras la expulsión de los etruscos del gobierno, Roma se organizó políticamente como una república.
- La asamblea de ciudadanos elegía a dos cónsules.
- En este periodo se inició la expansión romana, primero en la península itálica y luego en los territorios de la cuenca del Mar Mediterráneo.
Imperio Romano (Imperio, 27 a.C. – 476 d.C.)
- En este periodo, las instituciones republicanas perdieron todo su poder.
- El poder pasó al emperador, quien, respaldado por el ejército y una administración de funcionarios, dirigía tanto a la ciudad de Roma como al extenso imperio.
- Se suele dividir en dos fases:
- El Alto Imperio (siglos I y II d.C.), caracterizado por el máximo esplendor de Roma.
- El Bajo Imperio (siglos III al V d.C.), caracterizado por la crisis y el inicio de la decadencia.
La División del Imperio y el Fin de la Antigüedad
En el año 395 d.C., el emperador Teodosio dividió el imperio para defenderlo de las amenazas de las invasiones de los pueblos germánicos. Estas dos divisiones fueron:
- El Imperio Romano de Occidente: Cuya capital era Roma. Existió desde el 753 a.C. hasta el 476 d.C., cuando fue derrocado su último emperador, Rómulo Augústulo. Este evento marca el Fin del Mundo Antiguo y el inicio de la Edad Media.
- El Imperio Romano de Oriente: Conocido más adelante como el Imperio Bizantino, con capital en Constantinopla. Este imperio se mantuvo hasta 1453, cuando los turcos otomanos conquistaron la ciudad.
Nota sobre marcadores históricos:
- 476 d.C.: Caída del Imperio Romano de Occidente (Inicio de la Edad Media).
- 1453: Toma de Constantinopla por los turcos (Fin del Imperio Bizantino y, tradicionalmente, fin de la Edad Media).
- 1492: Descubrimiento de América (Otro marcador tradicional del fin de la Edad Media).
El Imperio Bizantino (395 – 1453 d.C.)
Origen y Fundación
Aunque el Imperio Romano de Occidente cayó en el año 476 d.C., la parte oriental del imperio logró mantenerse en pie. Con el tiempo, esta parte del imperio fue conocida como el Imperio Bizantino.
El nombre «Bizantino» proviene de Bizancio, una antigua ciudad griega ubicada cerca del Mar Negro. Esta ciudad fue reconstruida y ampliada por el emperador Constantino en el año 330 d.C.
Después de su reconstrucción, Bizancio pasó a llamarse Constantinopla, en honor a Constantino. Esta ciudad se convirtió en la capital del Imperio Romano de Oriente, y más adelante en el centro del Imperio Bizantino, siendo considerada la «Nueva Roma».
El Imperio Bizantino preservó la cultura clásica (romana y griega), pero también la modificó y enriqueció. Aunque el griego reemplazó al latín como lengua principal, sus habitantes se identificaban como romanos.
Características Culturales y Sociales
El Imperio Bizantino se caracterizó por:
- Pluralidad de pueblos.
- Fusión de culturas: Principalmente griegos y romanos.
- Elementos religiosos: Mezcla de tradiciones cristianas y paganas.
- Costumbres: Influencias occidentales y orientales.
- Idiomas: Latín (inicialmente) y Griego (predominante).
- Religión oficial: Cristianismo.
- Política: Teocrática (el emperador era el representante de Dios).
- Existencia de clases sociales bien definidas.
El Reinado de Justiniano I (527 – 565 d.C.)
Justiniano I fue uno de los emperadores más importantes. Su objetivo era unir el mundo cristiano bajo su mando y restaurar la gloria del antiguo Imperio Romano.
- Conquistas: Norte de África, Italia, Sicilia, parte de Hispania, entre otras regiones.
- Reformas: Creación del Código de Justiniano (compilación de leyes romanas), reorganización del gobierno y mejora de impuestos.
Tras su muerte, el imperio empezó a perder territorios debido a las invasiones de ávaros, eslavos, búlgaros y persas. Posteriormente, los árabes conquistaron Siria, Palestina y el norte de África.
Organización Política y Social
El Imperio Bizantino tenía una forma de gobierno monárquica teocrática, también llamada autocracia, donde el poder estaba concentrado en una sola persona: el emperador, también llamado Basileus.
El Gobierno Imperial
- El Emperador (Basileus): Tenía autoridad absoluta, tanto en lo político como en lo religioso (sistema de césaro-papismo: el emperador era también jefe de la Iglesia).
- Burocracia civil: Formada por funcionarios especializados y profesionales, no nobles, encargados de la administración del imperio.
- Ejército: Compuesto por soldados de distintas nacionalidades. En las fronteras, existían los estratiotas, campesinos-soldados que recibían tierras como pago por su servicio militar.
- Iglesia Bizantina: Aunque importante, estaba subordinada al poder del emperador, a diferencia del papa en Occidente.
Estructura Social
El poder estaba en manos de la nobleza, altos cargos religiosos y militares. Comerciantes, artesanos y campesinos eran sectores medios, pero sin poder político. Siervos y esclavos formaban la base de la pirámide y carecían de derechos.
Economía y Comercio
Durante siglos, Bizancio fue un gran centro económico medieval. Su economía era sobre todo agrícola: la Iglesia y la aristocracia controlaban grandes propiedades, mientras que los pequeños campesinos fueron desapareciendo con el tiempo.
El imperio también fomentó la artesanía y el comercio internacional. En los mercados de Constantinopla se encontraban productos de regiones como China, Persia y España, y los artesanos bizantinos exportaban sus propias piezas. Gracias a esta intensa actividad comercial, la moneda bizantina, el besante, se convirtió en una moneda de referencia en toda la Edad Media hasta el siglo XI.
Religión y Decadencia
El Papel de la Religión
La religión, especialmente el cristianismo, fue clave en el Imperio Bizantino porque ayudó a unir oriente y occidente, fortaleciendo la estabilidad del imperio. Además, influyó en la vida diaria de la población y se reflejó en su arte y cultura.
La Decadencia y Caída Final
En el siglo XI, la invasión de los turcos selyúcidas le arrebató a Bizancio Asia Menor, una de sus regiones más ricas. Desde entonces, el imperio entró en una lenta decadencia, marcada por:
- Crisis agrícolas y comerciales.
- Descuido de su armada, lo que permitió que genoveses y venecianos dominaran el comercio.
Debilitado y obligado a ceder territorios, Bizancio finalmente cayó ante los turcos otomanos, quienes conquistaron Constantinopla en 1453. Con ello, el imperio, reducido casi solo a su capital, llegó a su fin tras mil años de historia.