Las Fases Militares Clave de la Guerra Civil Española: Un Recorrido Histórico

Desarrollo Militar de la Guerra Civil Española: Las Etapas Clásicas

La sublevación militar de julio de 1936 se transformó rápidamente en una cruenta Guerra Civil que se extendió hasta abril de 1939. Durante este periodo, el conflicto bélico se desarrolló en una serie de etapas militares clave:

1. El Avance y las Batallas en Torno a Madrid (julio de 1936 – marzo de 1937)

El primer objetivo de los sublevados era Madrid, sede del Gobierno republicano. El general Mola, desde Navarra y Castilla, el general Franco desde el sur, y el general Cabanillas desde Zaragoza, iniciaron un avance rápido, facilitado por la desarticulación del ejército leal a la República en manos de las masas populares. Mola, tras ocupar Irún y San Sebastián, avanzó rápidamente sobre Madrid, ocupando Somosierra y Navacerrada, pero fue detenido en Guadarrama.

A finales de agosto, los sublevados del Norte y del Sur se unieron en Gredos, formando un frente único. A mediados de agosto, Yagüe tomó Mérida y Badajoz. Las tropas nacionales, el 27 de septiembre, tomaron Talavera de la Reina y Toledo, lo que permitió a los defensores de Madrid reforzar sus líneas de defensa. Los generales sublevados se reunieron en Burgos y decidieron nombrar al general Franco Jefe del Gobierno y Generalísimo, y más tarde Jefe de Estado.

Mientras tanto, se formó un nuevo Gobierno republicano dirigido por Largo Caballero, con miembros de todos los partidos, incluidos los anarquistas de la CNT. El general Miaja y el coronel Rojo se encargaron de la defensa de Madrid. La Batalla de Madrid comenzó en octubre; los sublevados eran superiores en el aire, artillería y unidades militares, pero las milicias los frenaron en la Ciudad Universitaria. El Gobierno republicano se trasladó a Valencia y creó la Junta de Defensa de Madrid.

En febrero se produjo la ofensiva del Jarama. Los nacionales perdieron contra las Brigadas Mixtas creadas por los republicanos. Los sublevados cambiaron de estrategia. Surgieron las consignas: «¡No pasarán!» y «¡Madrid será la tumba del fascismo!».

2. La Campaña del Norte (abril – octubre de 1937)

Franco decidió abandonar el ataque directo a la capital y se centró en el Norte. Los nacionales conquistaron esta zona aprovechando tres factores clave:

  • El aislamiento del resto de las regiones republicanas.
  • La ayuda de las tropas italianas.
  • El apoyo de la aviación alemana (Legión Cóndor).

Asturias, Cantabria y el País Vasco estaban en manos de los republicanos. En marzo, las tropas de Mola rompieron el frente vasco. La Legión Cóndor bombardeó Guernica, y poco después cayó Bilbao. Franco suprimió el Concierto Económico con Guipúzcoa y Vizcaya, así como el Estatuto de Autonomía.

Los republicanos lanzaron contraofensivas para obligar a los sublevados a retirar sus tropas en Brunete y Belchite, pero fracasaron, y muchas vidas se perdieron. Más tarde cayeron Santander y Asturias. Los sublevados incorporaron a su control la siderurgia vasca, el carbón asturiano, fábricas de armas y puertos estratégicos como el de Bilbao. La aviación franquista bombardeó Valencia, Madrid y Barcelona. Tras la caída del Norte, la República perdió recursos industriales y mineros vitales, y su población disminuyó a la mitad. El nuevo Gobierno republicano, presidido por Juan Negrín, intentó superar la difícil situación.

3. El Avance hacia el Mediterráneo (noviembre de 1937 – junio de 1938)

A finales de 1937, los republicanos reformaron el ejército, y el general Vicente Rojo asumió el mando, iniciando un ataque sobre Teruel. En febrero de 1938, el ejército de Franco volvió a ocupar Teruel y desencadenó la Campaña de Aragón, atravesando el Maestrazgo y llegando al Mediterráneo por Vinaròs.

El territorio republicano se dividió en dos zonas, con Cataluña aislada del resto y el Gobierno instalado en Barcelona desde hacía unos meses. En abril de 1938 cayó Lérida, y Franco suprimió el Estatuto de Autonomía de Cataluña. La República estaba muy frágil, con el territorio dividido, escasez de alimentos y enfrentamientos internos. Sin embargo, Franco no se precipitó en finalizar la guerra.

4. La Batalla del Ebro y la Ocupación de Cataluña (julio de 1938 – febrero de 1939)

La llegada de armamento soviético a través de Francia permitió a los republicanos lanzar su última ofensiva para frenar el avance hacia Valencia. En julio, atravesaron el frente del Ebro para forzar una retirada del ejército de Franco y disminuir la presión enemiga en Valencia y Cataluña. El frente se estabilizó en Gandesa. La Batalla del Ebro fue larga, con pocos movimientos y una alta concentración de fuego.

En noviembre, el ejército franquista reconquistó todas las posiciones, y la República se vio perdida. En enero, Franco inició la ofensiva sobre Cataluña y tomó Tarragona, Barcelona, Menorca y Gerona. Los franquistas alcanzaron la frontera francesa, provocando el éxodo de miles de republicanos a Francia, entre ellos Azaña, quien dimitió como presidente de la República. Sin embargo, Negrín, jefe del Gobierno republicano, continuó la lucha apoyado por los comunistas.

5. El Final de la Guerra (febrero – abril de 1939)

A la República solo le quedaba la llamada «zona centro» (Madrid, La Mancha y desde Valencia hasta Almería). El coronel Casado se sublevó contra el Gobierno republicano de Negrín, lo que supuso un golpe decisivo para la República. Casado, encargado de la defensa de Madrid, se hizo con el control de la ciudad tras luchar con los comunistas. Trató de negociar una «paz honrosa» con Franco, pero este solo aceptaba una «rendición incondicional».

En marzo, Franco entró en Madrid y después ocupó todo el Mediterráneo. El 1 de abril, Franco firmó en Burgos el último parte de guerra: «En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. ¡Españoles, la guerra ha terminado!».

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