Ley de retiro de la oficialidad 1931

3.¿CÓMO CAMBIÓ LA II REPÚBLICA LA VIDA DE LAS MUJERES?


En la II República, el movimiento feminista movilizó a una minoría de mujeres que defendían la no discriminación por razón de sexo. La Constitución de 1931 establecíó la igualdad entre hombres y mujeres, pero la aprobación del derecho de sufragio femenino enfrentó a las únicas diputadas presentes en ese momento en las Cortes: Clara Campoamor, y Victoria Kent y Margarita Nelken.Clara era partidaria del voto femenino pero las otras dos no y argumentaban que sería un error implantarlo por la gran influencia que tenía la Iglesia en ellas. Aun así, en las elecciones de 1933 pudieron votar por primera vez.Algunas medidas como la implantación del matrimonio civil, la aprobación del divorcio y la igualdad de acceso de hombres y mujeres a los puestos oficiales constituyeron aportaciones a favor de los derechos sociales y políticos de las mujeres. También se logró reducir el alfabetismo femenino. Pero la brevedad de la experiencia republicana y el arraigo de prejuicios y de una mentalidad tradicional hicieron que incluso durante la II República se mantuvieran situaciones discriminatorias: débil presencia de las mujeres en la enseñanza secundaria y universitaria o en el mundo laboral y político (además de separación por género en las aulas y asignaturas).

LA LEGISLACIÓN REPUBLICANA Y SUS CONSECUENCIAS:

se les concedieron derechos políticos a las mujeres, se reformó el Código Civil para intentar igualar hombres y mujeres, se aprobó el matrimonio civil y el divorcio y leyes laborales intentando disminuir la discriminación laboral.

4.EL BIENIO REFORMISTA (1931-1933):


(la política de reformas fue impulsada durante el Gobierno de izquierdas, de Manuel Azaña, ya que querían modernizar España para que progrese y se asemeje a sus vecinos).

4.1.Reformas socio-laborales y cuestión agraria:

fue impulsada por Largo Caballero. Se concretó principalmente en la Ley de Términos Municipales (los empresarios latifundistas debían encontrar a gente del término municipal) y establecimiento de la jornada máxima laboral de 8 horas, entre otras. Junto a estas, se emprendieron otras en materia comercial, fiscal, industrial y agraria. La Ley de Reforma
Agraria de 1932 fue la mayor. Pretendía crear una clase media rural, propietaria de sus explotaciones; lo que permitiría la expropiación de las tierras de una parte de la nobleza (los grandes de España). La aplicación de la ley se encomendó al Instituto de la Reforma Agraria (IRA), que tenía un presupuesto anual y se encargaba de facilitar los asentamientos de familias campesinas. Las complejidades legales y burocráticas y las limitaciones presupuestarias no tardaron en convertir la reforma en una decepción para el campesinado pobre, ya que se expropiaron pocas tierras y asentado pocos campesinos. Así, fueron perdiendo las expectativas y la confianza que tenían en la II República.
Esta ley contó con la oposición de los grandes propietarios agrícolas y algunos propietarios; este grupo hizo causa común a los intereses de los grandes terratenientes, manifestando así su oposición a la República. 4.2.

Iglesia y laicismo:

uno de los primeros objetivos fue limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad española. La Constitución estipuló la no confesionalidad del estado, libertad de culto y supresión del presupuesto de culto y clero. Se permitieron el divorcio y el matrimonio civil. Además, como las órdenes religiosas tenían una gran influencia en la educación, el Gobierno les prohibíó dedicarse a la enseñanza, y la Ley de Congregaciones (Mayo 1933) les limitó la posesión de bienes. La Compañía de Jesús fue disuelta, acusada de depender de un poder extranjero (profesaban un cuarto voto de obediencia al Papa). Esta política laicista provocó una fuerte polémica, por lo que la jerarquía eclesiástica (excepto el cardenal Vidal y Barraquer) mostró el rechazo hacia la República. Debido a actitudes hostiles, el cardenal Segura fue expulsado del país. La cuestión religiosa alejó a las derechas de la República, ya que veían en la defensa de la religión una seña de identidad capaz de aglutinar a las clases conservadoras contra una república “roja y atea”. 4.3La reforma militar

pretendían desburocratizar una institución vieja y obsoleta, y asegurar la obediencia del ejército al poder civil a la vez de modernizar su estructura y organización. Así, se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad (1931) que ofrecía a los oficiales en activo la posibilidad de retirarse voluntariamente y en óptimas condiciones; y se suprimieron algunos rangos tradicionales. Los militares africanistas lo vieron como una agresión a la tradición militar y al poder del ejército. En 1932, el general Sanjurjo protagonizó un Golpe de Estado que fracasó. La “Sanjurjada” constituyó un serio aviso de que la lealtad del ejército no estaba garantizada. Se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República, preparada para intervenir en las ciudades, dotada de medios modernos de disolución de las concentraciones y manifestaciones obreras.








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